got , no sabeis lo que costo rescartar este capitulo. de nuevo gracias a dark por traducirlo perfectamente.
Capítulo 6: Mira dentro de ti, lo encontrarás.
Edurna
Abrí los ojos en medio de la oscuridad. Estaba de pie, en frente de una luz pálida.
Siendo ese el único rumbo, avancé hacia ella.
La luz se agrandaba, empezaba a cobrar forma, como la de una boca de un túnel.
”No fastidies, ¿me he muerto?” pensé automáticamente.
―Ojala―resonó una voz profunda, ronca, que me hizo saltar en el sitio del susto―fíjate que lo deseo todos los días, pero tristemente, no se puede.
Aceleré un poco el paso, reconociendo la voz. Y cuando salí del túnel, me quedé maravillada. Columnas jónicas, bancos, arcos y bóvedas, todas ellas hechas de cristal. Apiladas, apoyadas unas sobre otras, tiradas en el suelo, solitarias y juntas.
Pero eso no era todo.
En el aire, flotando y moviéndose, había cristales con forma de rombo, pero estos tenían colores. Lo único que rompía aquella escena era ella, Darkness side, erguida y orgullosa, con los brazos cruzados y mirándome.
Un punto negro en el blanco paisaje.
―¿Dónde estoy?―le pregunté.
―En la mente de Hikaru do.
―¿Aquí es donde estabais cuando me hablabais?
―¿No me has oído o no te llega? Estamos en la mente de Hikaru, no la tuya, que esta mil veces más vacía.
La ignoré.
¿Para qué continuar, si era lo que ella quería? Di un par de pasos hacia el centro de la sala, y examiné un poco los rombos.
Eran prismas, y dentro y dentro había colores irisados. Cogí uno, y todo se transformo. De repente vi lo que veía Hikaru. Estaba delante de tres chicos, y todo lo de alrededor se había parado.
―¿Has conseguido parar el tiempo? Vaya...
―Anda―la oí decir―, has conseguido llegar a mi mente.
-Fuera de la mente-
Hikaru había oído a Edurna hablar, cosa que, para ella, era buena señal.
Dio un traspié: le fallaron las piernas un segundo por cansancio.
No creía que fuera capaz de mantener la pausa por mucho tiempo. Decidió pues hacer lo mejor que creía: huir de ahí y avisar al resto.
Ella no podría contra los tres, estaba convencida de eso. Se dio la vuelta y echó a correr en dirección a la pagoda. Miraba a todos los lados, por si acaso veía algo moverse.
Entonces, a mitad de camino, notó una muy ligera brisa.
Se asustó un segundo, y vio los arboles moverse lentamente y a las nubes también. Se empezó a agobiar, así que aceleró aún más la carrera.
“Vamos... aguanta...” pensó.
Llegó junto al resto justó cuando el tiempo se desbloqueó.
Light la miró de arriba a abajo y, viendo lo que se parecía a Edurna, dedujo qué podía ocurrir.
―Tú... Eres Hikaru do, ¿no? La otra voz dentro de edurna... creo.
―Sí, pero ahora eso ya no importa. He visto a tres chicos en el bosque, me han atacado y sé a ciencia cierta que son enemigos nuestros.
―¿Cómo han podido...? Bah, no importa. Tenemos que salir de aquí lo antes posible...
―¿Cómo?
―Yo puedo ayudar―respondió Razen, aún conmocionado por el salto―, aunque necesitaré tiempo. Al tele transportador no le da la gana funcionar.
―Razen, sabes que no uno no se puede tele transportar desde este sitio.
―Solo déjame intentarlo.
Light miró a razen en silencio. Luego, sacó una hoja de papel plegada y la abrió.
Dentro había dibujada una paloma.
Esta salió del papel, ligera y se hizo sólida. La cogió con ambas manos y la impulsó hacia arriba. La paloma se quedó en el aire unos segundos, para luego empezar a volar a una velocidad increíble, perdiéndose en el horizonte.
―Tienes diez minutos―dijo Light―es el tiempo que tardará la paloma en llegar a donde debe ir.
―Hikaru, éste es Razen; Razen, Hikaru do―dijo Light a toda prisa.
―Encantado―y salió disparado hacia el resto, para decirles lo que ocurría.
―Igualmente―logró decir de refilón antes de que el chico se fuera.
“¿Y ese?”, se dijo en su interior Edurna.
―No le conoces?
“Es la primera vez que lo veo. Parece que somos más.”
―No sé...
“Bueno, devuélveme mi cuerpo.”
―Sí...
El cuerpo de Hikaru se iluminó de una luz gris y Edurna fue ella de nuevo.
Juan se acercó a ella, algo asustado. No llevaba la capucha puesta, dejando así que su cabello castaño apuntara al cielo con libertad, formando una especie de estrella. Sus enormes ojos azules la miraban con un eje de preocupación.Por un momento creí ver un cambio en sus ojos, como una mancha verde, pero al parpadear, la mancha habia desaparecido.
―¿Dónde estabas? ―el chico desvió su mirada hacia la espalda de la chica―Espera... tienes una aguja en la espalda.
Con cuidado, le sacó el arma, y Edurna recuperó la movilidad.
―Me encontré con enemigos del que os han avisado―le dijo mientras se estiraba―no tardarán en llegar.
Y como si todo estuviera en su contra, los vio acercarse con paso acelerado.
Light les miró un momento y se llevó dos dedos a la frente. Luego los separó y, como pegados a ella, una fina línea blanca salió de la frente de Light. Cuando salió completamente, con un golpe de muñeca, golpeó el suelo con ésta y salió un chispazo de luz.
Cuando éste desapareció, Light estaba vestida con una armadura blanca y dorada. De la línea blanca que salió de su frente, apareció en su lugar una hermosa espada con preciosos bordados dorados. Colocó la mano en el mango de la espada y con un gesto, le indicó a Txevii que se acercara. Le susurró algo y él les dijo a sus alumnos:
―Edurna, Ace, Juan, con Light y conmigo para defender al resto. Necesitamos tiempo.
―¡De acuerdo! ― dijeron los tres al unísono, poniéndose al lado de Light.
“¿Por qué nosotros?” pensó Juan, echándose la capucha sobre la cabeza “¿no habría más posibilidades de ganar tiempo con Vaer o alguno de los nuevos?”
―Esto es una clara desventaja, ¿no creéis? ―dijo uno de los asaltantes, con sorna, mientras hacía un gesto con las manos. De entre ellas, salió un medulimo.
Era como una medusa, de color azul y los tentáculos amarillos, y entre los dos , una bufanda anaranjada, que más que una bufanda, parecñia un lazo. El animal sonreía, pero cuando vio la fila de enemigos, dejó de sonreír para cambiar su expresión a una de miedo absoluto.
―¿Cómo me traéis aquí, malas personas? ―dijo mientras flotaba de un lado a otro nerviosamente―sabéis que no me gusta nada luchar... y....
True le corto con una mirada que claramente decía: como huyas , te mato; y el pobre mediulimo se puso rígido.
Dark simplemente miró la maleza que se movió, y de ella salió Rayden, con las manos en los bolsillos.
Miró de reojo a el resto y a Darkness finalmente.
Miró hacia delante encontrándose con Edurna.
“¡Ray!” oyó Edurna gritar a Hikaru.
―¿Le conoces?
“Sí...”
El chico se quedó mirando a Edurna, frunció el ceño y desvió la mirada.
“No puede ser...” dijo Hikaru.
Sintió su agobio
“No puede estar en el bando enemigo, es imposible...”
Pavitsu alzó una mano, Light alzó la espada y cada uno se preparó como pudo.
Pav bajó la mano y se dio por comenzada la batalla.
Ace lanzo unas cinco bombas a Darknesss y el las bloqueó con el espadón. Luego, con la espada al hombro, salió tras ella, mientras Ace intentaba ganar tiempo lanzándole lo que fuera.
Al mismo tiempo, Rayden había sacado unas pistolas de hierro cada una con un grabado donde ponía Ebony e Ivory, con letra antigua y un par de tonos plateados en las armas y empezó a disparar a Edurna.
Ella saltó hacia atrás y viendo como las balas impactaban contra el suelo de tierra, se dio la vuelta y salió corriendo hacia el bosque, mientras se movía hacia los lados, sin seguir un rumbo recto. El chico, sin dejar de disparar, la siguió.
Dark y Light también se adentraron en el bosque, a golpes de espada y saltos.
Dentro del bosque, Edurna no escuchaba nada. Solo los disparos que indicaban la cercanía del otro. Entonces dejó de oírlo y bajando un poco el ritmo de su carrera, pensó en qué debía hacer.
“Tengo que saber hacer algo... tiene que tener algún punto débil...” pensó la chica. “Hikaru, dices que lo conoces, entonces, ¿Cual es su punto débil?”
“No... no lo sé...”
Edurna gruñó, frustrada. Quería luchar sola, sin ayuda, pero sería difícil.
Sus pensamientos se interrumpieron cuando sintió el frio contacto de el hierro en su sien.
―Te haré una pregunta―susurró él cortando el aire con su voz― y según tu respuesta, te dejaré la oportunidad de luchar.
―Dime...
El chico no respondió inmediatamente, es más, pensó detenidamente la pregunta, cómo realizarla, y como si le costara horrores, preguntó:
―¿Conoces...? no... ¿Eres hikaru do?
―No. Hikaru do esta dentro de mí. Compartimos una misma... existencia.
El chico mantuvo un tiempo la pistola alzada, para luego bajarla lentamente y guardar ambas armas. Dio un par de pasos atrás y se puso en guardia.
Edurna se dio la vuelta.
“Bueno... espero que tantos años haciendo artes marciales ayuden”
Una mano delante de la otra, las piernas relajadas, la mirada hacia delante, el alma inquieta.
Fue Rayden quien dio el primer golpe: una patada alta, que ella paró con el antebrazo y fue a golpearle el estomago.
Se arqueó por el dolor, y Edurna aprovechó para intentar atacar, pero él le agarró la mano con la que pensaba atacar y la golpeó en la cara con ésta. Un hilo de sangre surgió del labio abierto de Edurna.
Dio dos pasos hacia atrás, y cegada por la furia, pegó un salto lateral, dando vueltas sobre sí misma, y le pegó tal patada a Rayden que le hizo dar varios pasos atrás para mantener el equilibrio. La chica cayó al suelo y se levantó.
“¡No sabía que aun podía hacer eso!” pensó mientras corría hacia Rayden, aún aturdido.
Entonces oyó el sonido de un arma cortando el aire. Y después un inmenso dolor.
Darkness, quien, luchando contra Light, se había acercado a donde estaban los dos jóvenes luchando, al ver que Rayden estaba en apuros, había clavado su espada ancha en el hombro que no estaba protegido de Edurna.
No solo eso, sino que había cortado de arriba hacia abajo hasta que tocó hueso.
―¡Desgraciado! ¡Malnacido! ―las palabras casi no le salían de la boca, las soltaba sin pensar, mientras de ella salía un poder oscuro.
―Rensetsu― susuró Rayden.
Sus ojos se volvieron algo más pálidos.
Y vio algo que no esperaba.
El aura de ella parpadeaba. De gris a negro y luego a blanco, de fuego, viento y oscuridad a nada y después, tierra, agua y luz. El aura blanca... era la de Hikaru sin duda alguna.
Las tres auras eran fuertes y parecía que luchaban entre sí.
Se oyó una bomba caer y Aceura se puso delante de Edurna; le sacó la espada y se encaró delante de Darkness. Light llegó a los pocos segundos.
Edurna se agarraba el hombro herido mientras evitaba con todas sus fuerzas llorar.
Light vio como en el suelo se formaban unos signos en un idioma extraño... con ¿runas? color púrpura.
Había una debajo de cada uno de la resistencia.
―¡No os mováis! ― gritó Light.
Pero Ace estaba demasiado ocupada luchando contra Dark como para escuchar a Light. Saliéndose de sus signos, empezó a atacarle.
Edurna quería gritarle, pero no podía.
El dolor se lo impedía.
Rayden se irguió, sacó una de las pistolas y apuntó a la cabeza de Aceura. Del círculo empezó a emanar luz lila hacia arriba y Edurna gritó a Aceura mientras se sujetaba el hombro izquierdo evitando llorar.
Ella sonrió. Y se oyó un disparo.
La sangre escarlata mancho su cara.
Edurna gritó su nombre una vez más mientras lloraba y la luz empezó a envolverla hasta desaparecer
realmente, la patada aerea que hace edurna en el cap la se acer
(por practicarla me gane mas de un moraton)
triste...no? la primera caida en el fic...
espero poder poner dibujos , que tengo unos cuantos^^
que os gustee