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Mystic Forest
La cara de Maria estaba cubierta de lágrimas, y tenía aspecto de hasta haber perdido todo rastro de tristeza…
Uu… Te oigo, Sakutaro… No eres un animal de peluche hecho de tela y algodón… Eres… mi amigo… Odio a Ange… Uuuuuuuuuuuuuu…
"Uryu… Lo siento, Maria… ¡Lo siento, Maria…! ¡Uryu…!"
Sakutaro se arrepintió de hacer eso. Congelando su corazón, Maria por fin había sido capaz de escapar de su tristeza… Hablando y llamándola de vuelta, había provocado que la tristeza volviera a superarla…
Sakutaro intentó abrazar a Maria, separarse y mirarla con inquietud, sin saber cómo podía devolverle el ánimo a Maria… Podría haber parecido algo cómico haciéndolo. Al final, fue suficiente para distraer a Maria de su tristeza…
Lo siento… Llorar ya no solucionará nada.
"Te has peleado con Ange, pero todavía tienes muchos amigos, Maria… No soy el único… Todo el mundo está aquí. Sakusuke y Sakukichi, la banda de animales, y muchos, muchos más…
Maria miró a los numerosos animales de peluche alrededor de su almohada, los cuales se habían reunido como si estuvieran charlando.
"Todo el mundo… está preocupado por ti, Maria. Están hablando una y otra vez sobre cómo animarte, ¿vale…?
¿… Los demás… no se irán… como Ange…?
"No. Siempre estaremos juntos."
¿De verdad? Sólo estáis conmigo en casa. No podemos salir juntos cuando mamá está por aquí y no podemos ir a la escuela.
"Se supone que no debes llevarnos al colegio, así que tendrás problemas si el profesor se da cuenta. Pero si nadie lo ve, podemos estar juntos siempre."
Sakutaro, eres tan grande que te descubrirán.
Hay muchos en la banda. No puedo meterlos a todos en mi bolsillo.
Cogió todas las piezas de la banda del bosque que estaban desperdigadas por su cama. Eran tantas como las piezas de ajedrez, así que probablemente sería imposible meterlas todas en el bolsillo…
"En ese caso, puedes coger los amigos con los que te lleves especialmente bien… Puedes coger las cuatro conejitas, tus mejores amigas de la banda del bosque.
Podría meter las cuatro en mis bolsillos… Sí… De esta forma, no las encontrarán.
"Ahora no estarás sola ni en la escuela, Maria. Estarán contigo donde yo no puedo ir."
Sí… Quizá… Así no estaré tan sola… Quizá puedo aguantar… hasta que vuelva a casa desde el cole…
"Mientras mamá y el profesor no lo descubran, podemos estar contigo en cualquier momento. Así que estemos juntos, juguemos juntos para siempre. Definitivamente no te dejaremos sola, Maria. ¡Uryu!"
La expresión de Maria por fin recuperó un poco de su alegría.
Eso es. Al principio, el mundo de Maria no tenía a Ange en él. Era divertido con los demás, incluso sin Ange. Y aún así, por extraño que pareciera, de repente se había vuelto triste sin Ange, quien había venido al final…
Todo lo que ha ocurrido es que he vuelto al mundo justo antes de que Ange entrara… Así que no hay que estar triste.
No dejaré que vengan más Humanos a mi mundo… Mariage Sorcière es una alianza sólo entre Beatrice y yo… Ya desde el principio ni siquiera Beatrice quería dejar que Ange se uniera… Así está bien. Ange todavía es demasiado joven.
"Desde ahora y hasta que puedas ser amiga de Ange otra vez, creo que es mejor olvidarlo. Podéis volver a jugar juntas una vez hayas recuperado el ánimo, Maria. Hasta entonces, todos nosotros estaremos a tu lado."
Gracias, Sakutaro… Gracias a los demás.
Apathy
Al igual que siempre, no tenía ningún amigo Humano en el colegio, pero sus amigos mágicos siempre estaban con ella. La banda de conejitas que se escondía en sus bolsillos hablaba con ella durante la clase y parecía que se estaban divirtiendo. Las escuchaba durante ese rato precioso que pasaban en clase.
Maria lo hizo de tal forma que sus otros amigos pudieran estar con ella siempre, mientras mamá y el profesor no lo descubrieran. Cuando mamá le dijo a Maria que fuera a jugar a la calle, Maria metía en secreto a Sakutaro y Sakusuke y al resto en su bolsa y jugaban juntos en la biblioteca o algún sitio.
Hasta cuando mamá tardaba en llegar a casa y Maria iba a comprar la cena, siempre le acompañaba Sakutaro. El hombre de la tienda y los demás eran majos con Sakutaro. A veces le daba una segunda porción gratis para Maria y Sakutaro.
Cuando mamá lo descubriera, Maria tendría problemas por haber llevado a Sakutaro y los demás fuera. Cuando el profesor lo descubriera, Maria se metería en problemas por llevar juguetes a la escuela. La toxina debía de ser muy fuerte en mamá y el profesor. Por eso Sakutaro parecía un animal de peluche normal para ellos.
Después de todo, el hombre de la tienda y los demás le decían hola a Sakutaro… No todos los Humanos son casos perdidos. Hay mucha gente que, al contrario que Ange, mamá y el profesor, les pueden decir hola a los amigos mágicos como yo…
"Uryu. Hoy no soy solo yo. Algunos otros amigos vinieron también."
Oh, otros amigos, ¿dices? ¿Qué clase de amigos has traído hoy?
Hoy, las conejitas de la banda del bosque también están conmigo… Mira, en mi bolsillo.
Maria empezó a alinear cuatro conejos de cerámica en el mostrador. Mientras el propietario de la tienda los miraba, sonriendo, le hizo una señal a un trabajador de tiempo parcial con la barbilla. Entonces, la señal de la otra caja registradora que decía "cerrado" se quitó, y una voz llamó a todos los demás para que fueran allí. Toda la gente haciendo cola detrás de Maria se alineó tras la otra…
Uu. Mamá vuelve a estar ocupada con el trabajo, así que está pasando la noche en la empresa. Últimamente ha estado muy ocupada… No ha sido capaz de hablarme mucho por teléfono. ¡Pero no me siento sola! ¡Tengo a Sakutaro y a los demás! ¿Verdad?
"¡¡Uryu!!"
Y hasta tengo a las conejitas de la banda. Mira. Kyu, kyu. ♪
¿Es kyu, kyu el sonido que hace un conejo? Vaya, nunca lo había oído.
Tras sonreírle a Sakutaro, quien estaba asomando la cabeza fuera de su bolsa, Maria jugó con el la banda de conejitas en el registrador, haciendo que saltasen por ahí. Aunque el gerente de la tienda lo miró con agrado, tenía una expresión ligeramente lastimera en la cara.
Por lo visto era la casa de una madre soltera, en la que la madre tenía que trabajar duro y no podía volver a casa con frecuencia. Además, parecía que esa niña ni siquiera tenía amigos. Mientras la miraba jugar felizmente con sus muñecos y afirmar que no se sentía sola a pesar de todo, el gerente no pudo evitar sentir una clase de compasión.
Y en realidad, esto no se limitaba sólo a él. Maria se había vuelto bastante famosa en el distrito comercial…
"Uryu. Si no comes ciertas cosas, no crecerás. ¿Qué tal oden por hoy?"
Uu… Entonces, me llevaré algo de oden.
Sí, sí, eso está mejor. ¿Por qué no te llevas un montón? ¿Quieres mostaza?
"Uryu. No puedo aguantar las cosas picantes…"
(No vayas nunca a Corea entonces, Sakutaro)
Ya veo, ya veo. Entonces, asegúrate de que no dejas que se derrame de camino a casa. Seguro que estará delicioso mientras esté caliente.
Uu. Gracias.
Maria había planeado coger algunos dulces para cenar, pero como le había recomendado el oden, se tomaría eso esa noche en su lugar. Dejar que alguien más determinara el menú hacía que fuera una comida inesperada e interesante… Maria tenía que decidir con frecuencia qué sería su cena por su cuenta, así que era fácil que sus menús se volvieran algo unliaterales. Así que parecía divertido tener una comida que no había anticipado…
"¡Uryu! Gracias por el extra, señor!"
Mandadles mis saludos a vuestros otros amigos en casa. Nada de comer durante el camino de vuelta. Id directos a casa y comedlo allí.
¡Uu! ¡¡Gracias, señor!!
Maria alzó la bolsa con el contenedor de oden…
(La música para)
"¿Uryu…? ¿Qué pasa, Maria?
La llave no está en mi bolsillo.
Delante de la puerta a su casa, Maria buscó por todo su cuerpo… La llave de la casa no estaba allí. Siempre la ponía metículosamente en el mismo bolsillo. Así que era imposible que la hubiera puesto en otro, pero buscó por todo su cuerpo por si acaso… No estaba allí.
"¿Se te cayó cuando sacaste la cartera…?"
No. La sentí cuando saqué mi cartera, definitivamente. Y también cuando busqué en el bolsillo de camino aquí… Estaba aquí hasta la mitad. ¡No se me cayó! ¡Uu, uu, uu…!
Aunque el viento del otoño tardío había sido soportable cuando Maria había estado pensando en volver a casa, donde se encontraba la calefacción, ahora que estaba confusa y había perdido su llave, el viento la atormentaba.
Pero daba igual lo mucho que buscase, no podía encontrar la llave. Le dio la vuelta a todos sus bolsillos y hasta intentó quitarse la chaqueta y golpearla, pero no sirvió de nada… Por supuesto, también le dio la vuelta al bolso en el que estaba Sakutaro, pero la llave no apareció.
María tenía frío y estaba frustrada y enfadada, y le dio pisotones al suelo… La planta del pie le dolía, pero eso no disminuyó su frustración… Al mismo tiempo, se le saltaron las lágrimas.
Fortitude
No era culpa suya. Era la culpa de alguien más. Pero Maria no sabía quién era ese alguien… y no podía hacer nada salvo dejar salir un gemido de ira.
"Uryu… Estoy seguro de que se te cayó de camino… Vamos a buscarla, ¿vale? Volvamos por la carretera por la que vinimos y busquemos, ¿vale…?"
Uu… Aunque me molesté en comprar el oden… y me dio huevos y cosas gratis… No seré capaz de comer mientras está caliente… ¡¡¡Uuuuuu…!!!
"Maria… Sé que es frustrante, pero busquemos, ¿vale…? No es culpa de nadie, así que busquemos…"
Maria por fin escuchó las palabras de Sakutaro y empezó a trotar de vuelta por la carretera por la que había venido… El viento estaba más frío que antes, y parecía que estaba soplando por las esquinas de su chaqueta de forma maliciosa…
"Uryu… Miremos atentamente nuestros pies y busquemos, ¿vale…? Entonces vayamos pronto a casa, dejemos que la calefacción nos caliente y comamos el oden, ¿vale? Estoy seguro de que será delicioso."
Uu… No está… Uu… No está…
Mientras Sakutaro la animaba, Maria buscaba la llave… Pero volvió a la tienda donde había comprado el oden… No la había encontrado. Sólo por si acaso, le preguntó al hombre de la tienda si había encontrado una llave perdida, pero no habían encontrado nada.
Una vez más, volvió a casa, prestando atención a la zona alrededor de sus pies. Pero, predeciblemente, no la encontró. Ya no estaba lo suficientemente frustrada como para dar pisotones… Pero la caían lágrimas calientes por la cara.
El odén se había enfriado por completo… Aunque le habían dicho que estaría delicioso cuando estuviera caliente, no había sido capaz de comerlo… Aunque ese hombre le había dado tantas cosas gratis…
"Uryu.. No llores… Mamá no va a volver a casa hoy… Esforcémonos y busquemos…"
¿Por qué no puedo encontrarla…? Uuuu… ¡uuuuuuuuuu!
"¡Maria, por favor, no llores! ¡Esforcémonos y busquemos…! Maria…
Maria ya no era capaz de aguantar las lágrimas. Sollozando, agarró a Sakutaro y sostuvo la bolsa de oden, volviendo una vez más por la carretera por la que había venido.
¿No estaba tu madre fuera de noche? Entonces, ¿no puedes entrar en tu casa sin llave?
Uu… No puedo entrar…
Vaya, eso es malo… ¿Intentaste ir a la policía? Puede que sean capaces de ayudarte.
Mamá dijo que no hablara con los policías, incluso si me empiezan a hablar a mi.
¿Oh? Vaya, ¿por qué?
…
Maria había hecho lo que le habían dicho obedientemente. En lugar de considerar por qué debía hacerlo, estaba mucho más preocupada con obedecer sumisamente porque su madre se lo había dicho.
Pero el gerente de la tienda probablemente no pensaba así… En primer lugar, ver que a una chica tan joven la obligaban a cuidar de la casa sola, y con tanta frecuencia… haría que cualquiera se preocupara…
Y entonces. Tras hacer la ronda entre su casa y la tienda una vez más… y llegar a la tienda por tercera vez… Allí había un policía.
Es esa niña… Maria, ¿encontraste la llave?
Uu… No…
¿Cuál es tu nombre, señorita?
…
El policía le preguntó su nombre, pero Maria no respondió.
¿Te ha dicho tu madre que no le hables a los policías? ¡Je, je, je, je! No te preocupes, no hace falta tenerme miedo. ¿Has cenado, señorita?
Compré algo de cenar, pero no podía entrar en mi casa, así que no pude comerlo.
¿Qué tal está tu madre? ¿No viene hoy a casa? ¿Es su trabajo?
Uu.
¿Sabes cómo podemos contactar con tu madre en el trabajo?
…
Maria bajó la cabeza… No entendía por qué el policía se estaba enfadando con ella. No, probablemente no se estaba enfadando con ella, pero si esto le llegaba a oídos de su madre, entonces definitivamente estaría en problemas. Aunque no comprendía la razón por la que estaría en problemas, sabía que al menos entendía eso.
Pero el policía no dejó que Maria se fuera. Y su cabeza daba vueltas por el hambre. El policía lo notó, así que se decidió que escucharía su historia mientras comían en la cabina de policía.
Y, en cualquier caso, ahora no podía volver a casa, así que no sabía qué hacer… Le dijo el número de teléfono de mamá… el cual ella le había dicho que no se lo contase a nadie, y que sólo lo usase en una situación muy, muy seria.
En la habitación de tatami dentro de la cabina, mientras comía el oden que estaba tan caliente que parecía que quemaba, miró al policía hacer la llamada de teléfono, pensando perezosamente… "Aah, probablemente voy a tener problemas".
Eternity
Sí. Empezando ayer, la presidenta ha estado en unas vacaciones de tres días. Eh, ¿hay algún asunto que tenga con ella…?
Oh, no, no, no, no, no importa. Entonces, ¿sabe dónde se encuentra? No sabrá cómo contactar con ella, ¿verdad?
Claro… ¿puede esperar un segundo? Oye, ¿alguien sabe a dónde fue la presidenta de vacaciones? ¿O cómo contactar con ella?
Sí, entendido… Eh, hola. Creo que está en Sapporo, pero no sé cómo contactar con ella. ¿Debería dejarle un mensaje?
Eh, ya veo, qué lástima. Bueno, entonces, si consigue ponerse en contacto con ella de nuevo, ¿podría decirle que llamamos? Sí, claro.
Tras eso, me llevaron al departamento de policía, el cual era todavía más grande, y terminé pasando allí la noche. Entonces, me hicieron varias preguntas sobre mi. Llegó una señora que se llamaba a sí misma directora de los servicios sociales del distrito y me preguntó sobre muchas cosas. Y me dijo que era una "pobrecita". Cuando lo oí, lo supe por primera vez.
Mystic forest
La persona que había ido de visita… era la directora de los servicios sociales del distrito que le había hecho varias preguntas a Maria ese otro día.
Pero en ese caso, señora, si la niña es tan delicada, ¿por qué la deja sola en casa? ¿No debería una madre estar con su hija?
¡¡Estoy con ella tanto como debería!! ¡¡No necesito recibir instrucciones sobre algo así de usted…!!
Oh, ¿de verdad? Es muy famosa por esta zona. Dicen que su hija sale por la noche frecuentemente para comprar cosas y comer. Todo el mundo está preocupado y cuida de ella.
¡¡¿Cómo sabe que es mi hija?!! ¡¡Tiene que haber muchos niños en esta ciudad, ¿verdad?!! ¡¡No decida de repente que es mi Maria!! ¡Los niños a veces salen a pasear por la noche, ¿verdad?! ¡¿Cómo puede demostrar que eran todas mi hija?!
Se sabe bien por el distrito comercial… que una niña que lleva un león de peluche suele parar para cenar y comprar cosas. Todo el mundo trataba a Maria con afecto por estar preocupados por ella. A veces, la gente hasta la escoltaba a casa, pensando que las carreteras por la noche podrían ser peligrosas, ¿ve?
¡¡P-puedes encontrar animales de peluche por cualquier parte!! ¡¡Tendrían que meterse en sus asuntos en vez de escoltarla a casa!! ¡¿Están pensando en secuestrar a Maria?! ¡¡No la molestéis!! Maria es mi hija. ¡La estoy criando! ¡¡No tengo intención de dejarla en una institución extraña!! ¡¡Dejad de intervenir de forma innecesaria!!
(Que alguien el dispare un dardo tranquilizante a esta)
¡Y-yo también desearía poder estar con Maria todos los días! ¡Pero soy una madre soltera, así que tengo que trabajar! ¡¡Puede que no lo parezca, pero soy la presidenta de una empresa y soy responsable del bienestar de mis empleados!! ¡¡Estoy ocupada con mi trabajo todo el año, así que no tengo tiempo para descansar!!
¿De verdad? Pero ha estado de vacaciones estos últimos tres días, ¿no?
¡N-no he estado de vacaciones! ¡¡He estado en la empresa toda la noche, trabajando!! ¡¡Hay una montaña de asuntos que se deben tratar que esos otros empleados poco fiables no pueden realizar!!
¿Por qué está mintiendo así? Alguien de su empresa dijo que había ido de vacaciones tres días, ¿sabe? Fue a Hokkaido con su novio, ¿verdad? ¡Dejando a su hija sola durante tres días enteros…!
(O tres dardos. Mejor tres)
Rosa rugió, con el pelo alborotándose de forma salvaje. Una taza de té se cayó por la fuerza al levantarse Rosa, pero mucho más fuerte fue el sonido de sus manos golpeando la mesa. La directora de bienestar social del distrito no pudo evitar quedar impactada cuando apareció esa ira que se podía describir adecuadamente como una locura de ojos como platos.
Y lo mismo fue para Maria, quien estaba mirando esto en secreto desde el pasillo. Ya había visto a su madre enfurecida varias veces antes. Pero nunca la había visto así de loca de ira. Cuando lo vio, Maria estuvo segura… Esa ya no era su madre. Era otro ser malvado que estaba poseyendo el cuerpo de su madre…
Y entonces, ella misma fue descubierta por el ser malvado. Maria sabía que estaba siendo reflejada en los ojos del ser malvado. Su mente quedó en blanco, y sintió que su campo de visión se estaba alejando…
Tras acercarse violentamente a Maria, Rosa golpeó sus pequeños hombros sin piedad… y bajó la mirada al animal de peluche que Maria estaba sosteniendo, Sakutaro.
"U-uryu… N-no es culpa de Maria… Le dije que me llevara con ella…"
¡E-eso no es cierto…! ¡Traje a Sakutaro por mi cuenta porque me sentía sola…! ¡¡Mamá, no es culpa de Sakutaro…!!
"Uryu… Maria…"
¡¡No es culpa de Sakutaro!! ¡¡No es culpa de Sakutaro!!
En lugar de Maria, el embate de la ira de Rosa se dirigió al león de peluche que Maria sostenía… Una niña iba de compras en medio de la noche, siempre sosteniendo un animal de peluche. Por eso, se había hecho conocida en el distrito comercial…
Con cada palabra, daba pisotones con los tacones y golpeaba furiosamente la pared… Por supuesto, no hacía contacto directo con Maria. Sin embargo, la violencia y los duros sonidos la golpeaban con certeza.
¡¡S-señora… ya basta…!!
¡¡Déjeme!! ¡¡He dicho que me deje, maldita seaaaaaa!!
La directora de bienestar social de distrito había recuperado el sentido común y estaba agarrando los brazos de Rosa tras su espalda. Pero en el instante en el que tocó a Rosa, se puso como loca, quitándose de encima a la directora con furia.
Esta golpeó la mesa y cayó al suelo. Una taza de té de la mesa se golpeó y estrelló contra el suelo, sonando de forma violenta…
"¡M-maria no hizo nada malo…! ¡Es culpa mía! ¡¡Así que no le riñas a Maria…!!"
¡¡Yo soy quen trajo a Sakutaro…!! ¡¡No es culpa suya!! ¡¡No es culpa de Sakutaro!! ¡¡Así que no mires a Sakutaro con esos ojos siniestros!! ¡¡No le mireeeeeeeeeees!!
"¡No riñas a Maria…! ¡¡No riñas a Maria…!! ¡¡¡Uryuuu!!!"
"U-uryu…
¡¡¡Deja de usar esa forma rara de hablar de muñecos!!! ¡¡¡Habla con tus propias palabras, no las de un peluche!!!"
¡¡S-Sakutaro no es un peluche!! ¡¡Es mi amigo!! No le llames animal de peluche… ¡¡Nooooooooooooooooooooooooo!!
¡Sí, sí, ya lo sé, se llamaba Sakutaro, ¿verdad?! Te lo llevaste contigo todo el tiempo cuando ibas de compras, sin decírselo a mamá, ¿verdad?
S-sí…
Maria lo admitió con honestidad. Si no lo hubiera admitido, entonces Sakutaro habría dicho algo para llevarse la culpa, así que admitiéndolo inmediatamente, estaba protegiendo a si pequeño amigo.
¿Sólo a Sakutaro? ¿Algún otro? No has estado llevando cosas raras a la escuela, ¿verdad…?
¡¡S-señora!! ¡Seguro que su hija no ha hecho nada malo! ¡Deje este interrogatorio de una vez!
¡¡¡Tú, cállate!!! ¡¡¡Estoy hablando con mi hija, ¿no?!!! Vamos, Maria, mira a mamá cuando hablas. ¿Cuál es la respuesta a la pregunta de mamá?
U-Uu… No era sólo Sakutaro… Todas las conejitas también estaban conmigo…
¿Las tienes contigo ahora…?
Uu…
Maria rebuscó entre sus bolsillos… sacando cuatro conejos de cerámica con sus diminutas manos… Las conejitas eran sus amigas cercanas, con quienes podía estar en la escuela en vez de Sakutaro. Pero cuando Rosa lo vio, sacudió su cabeza ligeramente como si estuviera mareada…
En una notificación de la escuela se había escrito que Maria por lo visto había estado llevando juguetes al colegio y jugando con ellos, y a su familia se la instruyó para intentar prevenirlo. Pero Rosa lo había rechazado, culpando a la profesora y llamando en una protesta propia a la escuela… Diciendo que era imposible que su hija llevara juguetes al colegio. Durante casi una hora, estuvo gritando al vice director que dejara de hacer acusaciones falsas sobre su hija.
Hasta cierto punto, los del colegio habían entendido que Maria era una niña lastimera. Sabían que los pequeños juguetes que traía eran sus únicos amigos… Así que habían intentado pasarlo por alto. Pero cuando los otros estudiantes se dieron cuenta, algunos niños habían empezado a quejarse de que sólo ella podía traer juguetes, y en la escuela se habían devanado los sesos sobre cómo lidiar con ello… Habían intentado mandar un aviso suave a su madre, pero tras la reacción de Rosa, hasta el profesor de Maria decidió pasarlo por alto.
Rosa volvió a sacarse de encima a la mujer con una expresión demoníaca y cuando incluso eso fracasó a la hora de contener su ira, pisoteó el suelo una y otra vez con tanta fuerza que parecía que fuera a atravesar el suelo. Entonces, tras parecer haber recuperado el sentido durante un segundo… paralizó inmediatamente su respiración pesada… y le preguntó a Maria.
Maria. Esas conejitas de la banda, ¿son buenas amigas tuyas?
U-uu…
Ya veo. ¿No es genial que tengas cuatro amigas enteras?
Tras decir eso, Rosa agarró uno de los conejitos de las manos de Maria. Entonces, lo puso delante de los ojos de Maria para que ella pudiera verlo bien.
(Descansa en paz. Tus esfuerzos nunca serán olvidados y gracias por tu servicio )
Requiem
¡¡Señora… ¿cree llamarse madre tras hacer algo así?!! ¡¿Cree que puede hacer algo así y no herir a su hija?!
¡¿Herir a Maria?! ¡Yo también estoy herida, ¿verdad?! ¡¿Quién va a responsabilizarme de mis heridas?! ¡¿Y bieeeen?! ¡¡¡¿Quiéeeeeeeeeeeen?!!! ¡¡¡No te he dicho que te calleeeeeeees!!!
¡P-para, mamá…! ¡Es culpa mía…! ¡No te enfades con esta señora…!
"¡No es culpa de Maria… es mía…! ¡No te enfades con Maria…! ¡Uryu, uryuuryu, uryuu!"
¡¡¿N-no te dije que dejaras de jugar con peluches de esa formaaaaaaaaaaaaaa?!! En primer lugar, es asqueroso. ¡Dices que un animal de peluche es amigo tuyo, ¿cuántos años tienes?! ¡¿Cuántos?! ¡¿Y bieeeeeen?!
"Uryu… Uryu…"
¡¡Ya lo he dicho, deja de jugar con ese pelucheeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!
¡¡Aaah!! ¡¡Mamá, mamá!! ¡Devuélvemelo! ¡¡Devuélveme a Sakutaroooooooooooooo!!
"¡¡Uryu!! ¡Uryuu! ¡Uryuuryu!"
Mamá agarró la cabeza de sakutaro… y me lo quitó… Entonces… lo golpeó contra la pared una y otra vez.
"¡¡Uryu!! ¡¡Duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele…!!"
Por alguna razón, mi petición frenética sólo empeoró la ira de mamá… apartó mi brazo mientras intentaba agarrar a Sakutaro y me lo arrebató de vuelta, y de una forma extraña, clavó las uñas de ambas manos profundamente en Sakutaro, retorciéndolo… La bufanda roja, que le colocaba cuidadosamente todos los días, se soltó y cayó al suelo…
Sakutaro, que había sido tan, tan preciado para mi…. Fue retorcido, golpeado y arañado por las uñas tantas veces… Fue retorcido dolorosamente, con su cara curvándose… en tristeza… Entonces, las uñas de mamá… encontraron un punto en el cuello… y lo arrancó… Con las uñas de ambas manos… lo arrancó por completo…
"U…ryu…"
¿… kutaro…?
"Ma…ria…"
Sakutaro…
"U…ryu…"
…kutaro…
"…"
…ta…ro…
"…"
…
La tela amarilla arrugada y el algodón de azúcar que salía se colocaron delante de mis ojos. Entonces… a través de la cara de mamá, el ser malvado… lo dijo claramente.
Sakutaro era un buen amigo… Mientras no lo olvides, siempre estará contigo… Así que no llores…
¡¡Devuélvele la vida!! ¡¡Puedes usar mucha magia, Beato!! ¡Hasta puedes resucitar a Sakutaro, ¿verdad?!
S-sobre eso… Por supuesto, si Sakutaro hubiera sido mi mueble, habría sido fácil. Sin embargo, Sakutaro es tu mueble… Eso hace que sea difícil para mi.
¡Si dices que es difícil, significa que no es imposible, ¿verdad?! ¡¡Devuélvele la vida!! ¡Tráelo de vuelta con la Magia Infinitaaaaaa!
Eh… A decir verdad… El recipiente de Sakutaro era un animal de peluche que Rosa hizo ella misma, ¿verdad? Esa Rosa ha negado a Sakutaro… Una vida a la que su propia madre no le da permiso no puede existir…
Las palabras de Beatrice eran pobres… Porque sabía que, sin importar la excusa, no serían suficientes para calmar a Maria y hacer que lo aceptase. Pero tenía que comunicarle la dolorosa verdad a su discípula y amiga cercana… Tenía que contarle el hecho… de que ni con todo su poder podía revivir a Sakutaro.
Mientras sigas creyendo con fuerza en la existencia de Sakutaro, esa alma no desaparecerá… Así que MARIA… por favor, no estés triste…
Hasta ahora, mira… cree que Sakutaro está sonriendo ahí…
Desde la oscuridad de la espalda de Maria, aparecieron dos enormes brazos negros, retorciéndose alrededor de Maria mientras ella sollozaba de ira. Entonces, unas uñas gigantescas se clavaron en el estómago y el pecho de Maria… Maria no podía verlo… Pero Beato sí. La tristeza y la ira sin ningún lugar al que ir te romperán en pedazos… Beato lo sabía. Podía verlo. Sí… Al final, esos brazos enormes eran de Maria. Esas uñas empezaron poco a poco a clavarse en su pecho y estómago… Con su inmenso tamaño y fuerza, probablemente podían partirla en pedazos fácilmente…
Pero la propia Maria no podía darse cuenta. Ahogándose en un mar de sus propias lágrimas… no podía percibir que sus propios brazo estaban intentando partir en pedazos su propio pecho…
Muy bien. Te daré ese poder… Por despedazaros a ti y a tu hermoso corazón… por darte ese dolor, es adecuado que tu madre despiadada sea despedazada considerablemente. Te lo enseñaré… Te enseñaré el abismo en el mundo de las brujas, las profundidades a las que no llega la luz…
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Madre del año.