Digimon: Data Disruption [Rol]
- LightHelco
- Mensajes: 2823
- Registrado: 05 Feb 2011, 23:03
- Ubicación: en cualquier lugar que se pueda usar un lapiz
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
La reacción de Válor a mi pregunta me asustó realmente. El Gazimon se arrastró hasta el otro lado del sofá y allí estuvo mordiéndose los labios y agarrándose el cuello para no decir ninguna… ¿mentira quizás?
—Válor… ¿te encuentras bien? —quise saber bastante preocupada por el repentino ataque del Digimon, pero cuando fui a alargar la mano para tocarle pude ver el miedo en sus ojos ¿le asustaba? —. Mira, ha sido una pregunta estúpida. Estoy cansada tras tantos trotes y ya no sé lo que digo, no tienes porque responder si no te apetece.
Me volví a echar esperando que mi compañero hiciera lo mismo, pero este se quedó ahí tirado durante varios minutos con los ojos cerrados y respirando para calmarse. Todos acabaron durmiéndose durante ese tiempo en el que estuve mirando a Válor aun preocupada, incluso empecé a escuchar los ronquiditos de Dorimon a mi lado.
Finalmente Válor abrió los ojos y empezó a hablar, al principio parecía costarle y en más de una ocasión se tiró de las orejas para no susurrar. Pero el Gazimon consiguió ser sincero por una vez soltando todo lo que pensaba, algunas cosas no fueron buenas, pero yo misma se lo había pedido y no iba a enfadarme por ello. No podía hacer otra cosa que sonreír ante los últimos comentarios de Válor, si no fuese porque estaba al otro lado del sofá lo hubiese abrazado.
—¿A que uno se queda genial cuando ha soltado todo lo que piensa? —reí cruzándome de brazos —. Yo también me alegro de tenerte como compañero, admito que me desilusionó un poco el tener a un conejito cuando sabía que existían Digimon más duros e intimidantes, pero viendo el cómo te esforzabas para protegerme me bastó para apreciarte —en esta ocasión me moví a su lado con cuidado para no despertar a los bebes y así tener cerca al Gazimon —. Siento haber sido una loca suicida.
Dando por finalizada la conversación, me preparé para dormirme, pero Válor parecía tener otras intenciones. Agarrándome de la mano y tirándome del sofá, el Gazimon empezó a insistir para que nos fuésemos. Espera, ¿quería que nos fuésemos ahora? Entendía que para él el separarse nuevamente de sus compañeros era duro, pero siempre podía aguantarme el darle un puñetazo al tío del Floramon por él. Válor veía que era necesario dejar a Tris y Labramon atrás debido a la debilidad que estaban mostrando tener los dos chicos y sus compañeros, es por ello que tras colocarme bien la gorra empecé a ayudar a mi compañero a reunir cuanta comida pudiésemos para el viaje que nos esperaba.
Antes de irme, aun así, quité el pin que llevaba en mi gorra y acercándome a la videojugadora, dejé a su lado la chapa mirándola algo culpable.
—Se que te gustaba nuestro equipo, pero en ocasiones los personajes abandonan el grupo por historias personales —dije en bajito no queriendo despertarla —. Espero que cuando vuelva ya este al nivel cincuenta por lo menos.
Dicho esto, seguí a Válor hasta el exterior y dejé que me guiara por el bosque. Anduvimos por la orilla del río durante toda la noche sin llegar siquiera a pararnos un rato para dormir, teníamos que conseguir sacarles al otro grupo la mayor distancia posible en el caso de que decidieran ir tras nosotros. En algunos puntos sentí que me iba a dormir de píe, pero por mi compañero mantuve el ritmo sin detenerme. Ya bastante entrada la mañana nos detuvimos para comer algo, momento en que aproveché para dormir cinco minutos hasta que Válor empezó a explicarme un poco la geografía del Mundo Digital y ciertos pueblos que podíamos encontrar por la zona.
—Lo más seguro sería ir a Internalia, pero me apuesto la cena a que el grupo también ira allí —le aseguré a Válor llevándome una mano al bolsillo y con la otra comiendo la última galleta que habíamos sacado —. Y no veo la razón de hacer que nos sigan tras andar toda la noche, nos reuniremos con ellos cuando estemos preparados. Mientras tanto… —miré hacia todos los lados por si había alguna montaña o camino más para donde dirigirnos.
Tuve suerte de que hiciese buen día, ya que al otro lado del río pude ver dos posibles destinos, un castillo y un edificio de aspecto elegante. Válor no había mencionado ninguno de los dos, así que no podía saber si era por falta de conocimientos o por ser peligrosos. Podía creerme que el castillo no fuese una buena opción debido a que estos solían ser los lugares donde vivían los malos de las historias, pero el otro edificio parecía de lo más normal.
—Válor, ¿sabes que son esos lugares de allí? —le pregunté al Gazimon finalmente señalándolos —. Podríamos ir a uno de esos sitios, huelen a aventura, sobretodo el castillo. Aunque creo que me atrae más el otro, ¿qué tal lo ves tú?
Tras que mi compañero me respondiese y a no ser que prefiriera ir al castillo, me levantaría y recogería las cosas para empezar la caminata hacia el edificio elegante. Siguiendo la costumbre que tenía, me metí la mano al bolsillo llevándome una sorpresa al hacerlo, ya que junto a mi cartera había aparecido un nuevo objeto que no tardé ni un segundo en sacar para ver lo que era.
—Esto… me suena mucho —hablé más para mí misma que para el resto, aunque mantuve el colgante que había sacado en alto para que Válor también pudiese verlo —. Lo tenían los protagonistas de la serie, si, me acuerdo muy bien de estas cosas, los usaban para llevar…
Me quedé unos segundos en silencio mirándolo y recordando los episodios de aquellos dibujos que tanto me habían entretenido. Mientras lo hacía no paraba de sonar una palabra en mi cabeza en todo momento, una que había sido importante en esa serie. Y es que aquel colgante se había usado para representar los diferentes aspectos de los protagonistas y algo que había dicho, que había afectado de gran manera a Válor estaba entre esas características.
—Sinceridad… ¿crees que esto podría ser debido a que ahora eres sincero conmigo? —moviendo la cabeza a los lados, me dejé de centrar en el colgante y simplemente me lo puse encima —. Ya descubriremos más tarde que significa, ahora vamos a la aventura. Ya que vamos a estar solos tendremos que convertirnos en la pareja más dura de todo el Mundo Digital y cuando lo hagamos volveremos con el resto para protegerlos juntos ¿te parece?
Le enseñé el puño a Válor y esperé a que el Digimon lo golpeara con la parte plana de su garra antes de empezar a andar hacia el edificio elegante, o en el caso de que el Gazimon insistiera, el castillo.
—Válor… ¿te encuentras bien? —quise saber bastante preocupada por el repentino ataque del Digimon, pero cuando fui a alargar la mano para tocarle pude ver el miedo en sus ojos ¿le asustaba? —. Mira, ha sido una pregunta estúpida. Estoy cansada tras tantos trotes y ya no sé lo que digo, no tienes porque responder si no te apetece.
Me volví a echar esperando que mi compañero hiciera lo mismo, pero este se quedó ahí tirado durante varios minutos con los ojos cerrados y respirando para calmarse. Todos acabaron durmiéndose durante ese tiempo en el que estuve mirando a Válor aun preocupada, incluso empecé a escuchar los ronquiditos de Dorimon a mi lado.
Finalmente Válor abrió los ojos y empezó a hablar, al principio parecía costarle y en más de una ocasión se tiró de las orejas para no susurrar. Pero el Gazimon consiguió ser sincero por una vez soltando todo lo que pensaba, algunas cosas no fueron buenas, pero yo misma se lo había pedido y no iba a enfadarme por ello. No podía hacer otra cosa que sonreír ante los últimos comentarios de Válor, si no fuese porque estaba al otro lado del sofá lo hubiese abrazado.
—¿A que uno se queda genial cuando ha soltado todo lo que piensa? —reí cruzándome de brazos —. Yo también me alegro de tenerte como compañero, admito que me desilusionó un poco el tener a un conejito cuando sabía que existían Digimon más duros e intimidantes, pero viendo el cómo te esforzabas para protegerme me bastó para apreciarte —en esta ocasión me moví a su lado con cuidado para no despertar a los bebes y así tener cerca al Gazimon —. Siento haber sido una loca suicida.
Dando por finalizada la conversación, me preparé para dormirme, pero Válor parecía tener otras intenciones. Agarrándome de la mano y tirándome del sofá, el Gazimon empezó a insistir para que nos fuésemos. Espera, ¿quería que nos fuésemos ahora? Entendía que para él el separarse nuevamente de sus compañeros era duro, pero siempre podía aguantarme el darle un puñetazo al tío del Floramon por él. Válor veía que era necesario dejar a Tris y Labramon atrás debido a la debilidad que estaban mostrando tener los dos chicos y sus compañeros, es por ello que tras colocarme bien la gorra empecé a ayudar a mi compañero a reunir cuanta comida pudiésemos para el viaje que nos esperaba.
Antes de irme, aun así, quité el pin que llevaba en mi gorra y acercándome a la videojugadora, dejé a su lado la chapa mirándola algo culpable.
—Se que te gustaba nuestro equipo, pero en ocasiones los personajes abandonan el grupo por historias personales —dije en bajito no queriendo despertarla —. Espero que cuando vuelva ya este al nivel cincuenta por lo menos.
Dicho esto, seguí a Válor hasta el exterior y dejé que me guiara por el bosque. Anduvimos por la orilla del río durante toda la noche sin llegar siquiera a pararnos un rato para dormir, teníamos que conseguir sacarles al otro grupo la mayor distancia posible en el caso de que decidieran ir tras nosotros. En algunos puntos sentí que me iba a dormir de píe, pero por mi compañero mantuve el ritmo sin detenerme. Ya bastante entrada la mañana nos detuvimos para comer algo, momento en que aproveché para dormir cinco minutos hasta que Válor empezó a explicarme un poco la geografía del Mundo Digital y ciertos pueblos que podíamos encontrar por la zona.
—Lo más seguro sería ir a Internalia, pero me apuesto la cena a que el grupo también ira allí —le aseguré a Válor llevándome una mano al bolsillo y con la otra comiendo la última galleta que habíamos sacado —. Y no veo la razón de hacer que nos sigan tras andar toda la noche, nos reuniremos con ellos cuando estemos preparados. Mientras tanto… —miré hacia todos los lados por si había alguna montaña o camino más para donde dirigirnos.
Tuve suerte de que hiciese buen día, ya que al otro lado del río pude ver dos posibles destinos, un castillo y un edificio de aspecto elegante. Válor no había mencionado ninguno de los dos, así que no podía saber si era por falta de conocimientos o por ser peligrosos. Podía creerme que el castillo no fuese una buena opción debido a que estos solían ser los lugares donde vivían los malos de las historias, pero el otro edificio parecía de lo más normal.
—Válor, ¿sabes que son esos lugares de allí? —le pregunté al Gazimon finalmente señalándolos —. Podríamos ir a uno de esos sitios, huelen a aventura, sobretodo el castillo. Aunque creo que me atrae más el otro, ¿qué tal lo ves tú?
Tras que mi compañero me respondiese y a no ser que prefiriera ir al castillo, me levantaría y recogería las cosas para empezar la caminata hacia el edificio elegante. Siguiendo la costumbre que tenía, me metí la mano al bolsillo llevándome una sorpresa al hacerlo, ya que junto a mi cartera había aparecido un nuevo objeto que no tardé ni un segundo en sacar para ver lo que era.
—Esto… me suena mucho —hablé más para mí misma que para el resto, aunque mantuve el colgante que había sacado en alto para que Válor también pudiese verlo —. Lo tenían los protagonistas de la serie, si, me acuerdo muy bien de estas cosas, los usaban para llevar…
Me quedé unos segundos en silencio mirándolo y recordando los episodios de aquellos dibujos que tanto me habían entretenido. Mientras lo hacía no paraba de sonar una palabra en mi cabeza en todo momento, una que había sido importante en esa serie. Y es que aquel colgante se había usado para representar los diferentes aspectos de los protagonistas y algo que había dicho, que había afectado de gran manera a Válor estaba entre esas características.
—Sinceridad… ¿crees que esto podría ser debido a que ahora eres sincero conmigo? —moviendo la cabeza a los lados, me dejé de centrar en el colgante y simplemente me lo puse encima —. Ya descubriremos más tarde que significa, ahora vamos a la aventura. Ya que vamos a estar solos tendremos que convertirnos en la pareja más dura de todo el Mundo Digital y cuando lo hagamos volveremos con el resto para protegerlos juntos ¿te parece?
Le enseñé el puño a Válor y esperé a que el Digimon lo golpeara con la parte plana de su garra antes de empezar a andar hacia el edificio elegante, o en el caso de que el Gazimon insistiera, el castillo.
Recompensa: Firma rotatoria
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
@Jeremy (100%) @Matías (100%)
Norizuna te deja hablar, Jeremy, completamente absorbido por lo que le cuentas. Sin embargo, cuando terminas tu tanda de explicaciones, su expresión cambia y deja caer muy ligeramente sus orejitas de zorro. No parece que ninguno de tus intentos de desviar la conversación vaya a conseguir evitar lo que te esperabas.
-A mí también me encanta leer, pero eso ya lo sabes –suspira-. Y bueno… También he intentado escribir por mi cuenta, claro. Es lo natural, ¿no? Cuando algo te gusta mucho, tratas de replicarlo… y entonces te sientes mal por no haber sido lo bastante original. –Nori trata de reconfortarte acurrucándose junto a ti-. Eres muy joven, Remy. Si fueras un digimon, apenas acabarías de llegar al estado Principiante… ¡Es demasiado pronto para que te preocupes por esas cosas! –te asegura con entusiasmo-. Disfruta haciendo lo que te gusta, no importa si es bueno o malo, original o una réplica. Lo importante es que te guste hacerlo. Que disfrutes creando el arte que tú quieres. Sigue los pasos de tus autores, de tus dibujantes, de tus escultores favoritos, ¿por qué no? Todos hemos empezado igual: por la admiración. Tu propio estilo nacerá cuando menos te lo esperes si nunca te rindes. –Kudamon aparta la mirada-. Yo te admiro a ti, Remy… Y si te pones triste, te imitaré y me pondré triste yo también. Así que intentemos mantener los ánimos los dos juntos, ¿vale? Puedes contarme lo que quieras siempre que quieras, y yo haré todo lo que pueda para ayudarte.
Por supuesto, ya has comentado el hecho de que tienes pensado escribir un libro sobre vuestras aventuras en el Mundo Digital. Tras su pequeño discurso, Kudamon coge aire y se mete en el interior de su Artefacto Sagrado. Tarda un rato en salir, pero cuando lo hace, lleva consigo un librito delgado y desgastado y una figurilla de arcilla.
-Yo he estado escribiendo algo parecido… He plasmado en esta libreta los tres meses que yo y mi grupo hemos estado viajando y buscándoos –admite con una sonrisa-. Hoy, antes de irme a la cama, escribiré todo lo que nos ha pasado en este día. Aunque han sido tantas cosas… no sé si me cabrá todo aquí –se ríe-. Podríamos ayudarnos el uno al otro, darnos consejos y evolucionar juntos –Norizuna se enrolla alrededor de tu cuello-. Yo puedo publicar mi libro en el Mundo Digital, y tú puedes hacerlo en tu mundo. Seguro que ambos tendrán un montón de éxito… -bosteza, cansado-. Así que tú también piensa en frases molonas, ¿vale…? E incluso si decides dedicarte a algo distinto, algo que no tenga que ver ni con escribir, ni con dibujar, ni nada de eso… Moldea tu propia vida como quieras, como si fuera arcilla. –El Kudamon deja caer la figurita en tus manos. Es idéntica a ti, pero en miniatura-. Vamos a crear nuestro futuro juntos, Remy.
Y con esas palabras, Nori se queda dormido en tu hombro. Es entonces cuando Matías sale de la tienda de lona con ambos huevos de Tanemon bajo sus brazos, y Tentomon caminando detrás de él pasito a pasito. El digimon insecto aún huele un poco a quemado.
-¡Yo no estoy cansado! –te asegura, intentando enseñarte los “músculos” de sus “brazos”-. ¡Y tú no le puedes dar órdenes al gran Tentomon! ¡Tú eres el subordinado de Tentomon, no al revés! –Tentomon bosteza-. Pero… supongo que una siestecita no me vendría mal. ¡Despiértame en diez minutos! ¡No te pienso dejar solo en caso de que venga Meramon!
Matías, te sientas junto al fuego con Jeremy, y le das uno de los huevos al jovencito. Entre los dos os ponéis a frotar, frotar, frotar… Hasta que los huevos se resquebrajan. De ellos nacen dos adorables bolas de pelo: Yuramon.
-¡Yura! –exclama uno de ellos.
-¡Yura! ¡Yura! –repite el segundo.
Por su parte, Tentomon se ha colocado el fuego y está echándose una cabezadita. Sus ronquidos se escuchan por todo el campamento. Cuando le ves así de tranquilo, Matías, incluso te parece manejable. Tal vez cuando se despierte, deberías tener una charla amistosa con él.
Jeremy, te distraes un poco con el huevo y el Yuramon resultante, y te olvidas de dónde has dejado el muñeco de arcilla. Te parece encontrarlo en uno de tus bolsillos… pero en lugar de la figura, encuentras un colgante.
Matías, tu dispositivo digital vibra, indicándote que la descarga ha terminado y ahora tiene una "nueva forma disponible".
@Asch (140%) @Adair (50%)
Asch, Ginryumon permite que te apoyes en él. Aunque parece un poco reticente al principio, al final él también se acurruca contigo. El calor corporal de tu digimon compensa la falta de mantas en la tienda.
-Ah… B-bueno, tal vez sea un p-poco distinto para los humanos que para los d-digimon –Ginryumon aparta la mirada, un poco incómodo-. Y-yo… c-creo que me considero un chico… P-pero puedo usar los pronombres que t-tú prefieres, A-Asch. Para nosotros no hay d-diferencia real. Somos digimon, m-monstruos digitales. Y como somos d-digitales, estamos p-programados. Nuestros c-códigos están s-sujetos a cambios… ¡Ah, p-perdón, me estoy e-enrollando! –Ginryumon agita la cabeza y carraspea-. Lo que quiero decir es que cuando evolucione, puede ser que adquiera una forma más femenina a ojos humanos. Si eso ocurre, puedo cambiar mis pronombres si te hace sentir más cómodo –dice del tirón-. E-eso era, je, je.
Cuando le propones escoger entre los dos nombres, Ginryumon parece desesperarse un poco. Se pone a tartamudear y eres incapaz de sacar una palabra en claro. Le tratas de tranquilizar, y tu digimon suspira. Fija su mirada hacia el techo unos segundos.
-A-ambos nombres me e-encantan, Asch –confiesa-. Y-yo… No podría elegir. ¡Escoge el que m-más te guste a ti! Yo estaré feliz con a-ambos… -Ginryumon coge aire-. Gracias por ponerme un nombre –te sonríe sinceramente-. ¡Oh, y mi c-cómida favorita son las Digisetas y cualquier tipo de c-carne! ¿Cuál es la tuya?
Adair, Lucemon se tumba en el colchón adyacente al tuyo, tal vez consciente de que no te sentirías especialmente cómodo si durmiera a tu lado debido a su forma humanoide.
-Yo estoy bien, no te preocupes… –Lucemon tiene la mirada perdida-. Yo… Lo siento. Lo siento mucho. Prometí que te protegería ante cualquier peligro, pero antes, contra Meramon… -El ángel se muerde el labio-. Casi te coge. De no ser por ese chico humano más mayor, habrías estado en peligro de muerte. Habrías estado en peligro… porque soy débil.
La mirada de Lucemon se oscurece, y te da la espalda.
-Si no puedo ni protegerte, ¿para qué he nacido? No sirvo para nada… -se lamenta. Es entonces cuando le sugieres un nombre. Eso hace que Lucemon vuelve a cambiar de posición para mirarte a la cara, sorprendido-. Quieres… ¿ponerme un nombre? Yo… Muchas gracias, no me lo merezco –sonríe, halagado-. Seraphiel me encanta. Es perfecto, Adair.
Lucemon abre la boca un par de veces, pero la cierra antes de decir nada. Parece que está debatiéndose entre tratar de entablar conversación contigo o dejarte descansar. Al final parece decantarse por esa última, pues no dice nada más, tal vez esperando que seas tú quien trate de hablar con él si así lo deseas.
@Alice (150%)
Válor te observa dejarle aquel memento a Tris antes de dejar el barco. Él les susurra un par de despedidas y disculpas a sus amigos digimon antes de irse, también. El hecho de que estén dormidos le ayuda a mostrar sus sentimientos con más claridad.
-Supongo… -te dice Válor en tono contrariado antes de abandonar el barco, pero enseguida suspira y dice más seguro de si mismo-. Supongo que sí está bien decir lo que piensas de vez en cuando. Es… liberador –sonríe-. Y yo siento ser un saco de pelo y orejas tan complicado.
Durante vuestra “huida” notas que Válor se siente obviamente culpable por obligarte a hacer tanto esfuerzo sin dejarte dormir o descansar. No comenta nada al respecto, sin embargo. No estás segura de si es porque sabe que tú lo entiendes, o porque ha vuelto a sus raíces y se niega a contarte lo que piensa. Después de comer, Válor se queda mirando los lugares que le has señalado.
-No tengo ni idea –admite, encogiéndose de brazos-. Nunca he atravesado el río. Sólo sé que al otro lado están Internalia y la Ciudad de los Tanemon, porque son los dos lugares más importantes de esta región. Pero no sé nada del castillo o ese otro sitio. –El Gazimon espera a que tomes tu decisión-. ¿El edificio elegante? ¿Ese de allí que brilla tanto? Me parece bien. –Pero añade en voz baja-. Supongo que esperar que decidiera ir a Internalia era demasiado ingenuo por mi parte, ¿eh…? Aunque en parte tiene razón… Ahí es donde irán los demás, así que no tendría mucho sentido ir. Pero aún así…
Válor sigue murmurando por su cuenta mientras camina el círculo, y decides ignorarle. Es entonces cuando encuentras el circuito.
-¿Sincero contigo? –Válor se gira de pronto al escuchar esas palabras-. Pero si yo siempre soy sin… sincero –te asegura, enseñándote todos los dientes-. ¡Vamos allá! ¡Vamos a ser los más duros! ¡Gazimon digievoluciona en… Kiwimon!
Montada en tu digimon para que vuestras provisiones no se empapen, Válor y tú cruzáis el Río Digital. A pesar de la amplitud del río, lo calmadas que son sus aguas ayuda a cruzarlo rápido, incluso si Kiwimon no es un digimon marino o un genial nadador. Al llegar al otro lado, puedes ver sin problemas el pueblo al que llaman “Internalia” y más allá, no demasiado lejos, la gran Ciudad de los Tanemon. Aunque más que una ciudad donde se pueda vivir, desde aquí parece una especie de fortaleza militar, con sus murallas e incluso torres de vigilancia. Sea como sea, decides continuar el camino en dirección al edificio elegante. Camináis todo el día y toda la tarde hasta que anochece. Cuando empieza a oscurecer, decidís tomaros un bien merecido descanso y dormir en una cueva cercana. En el interior os encontráis un Mojyamon, pero un par de palabras de Válor son suficientes como para que comparta su espacio. Parece que algunos digimon son amigables, después de todo.
Al llegar el alba te sientes increíblemente revitalizada. Os coméis lo último que quedaba de vuestras provisiones, os despedís de Mojyamon y continuáis caminando. Cuanto más os acercáis al edificio, más identificas su forma. Bien entrado el mediodía llegáis a las puertas. No hay duda: lo que se encuentra frente a ti es un palacio. Un bello palacio de los que solo se ven en los cuentos de hadas, con muros pintados de color rosa pálido y violeta y torres donde, según las historias, las princesas suspiran esperando a sus príncipes azules. Antes de poder hacer nada, escucháis una voz.
-¡¿Quién osa intentar entrar en la morada de Su Majestad?!
No os hace falta buscar al propietario de esa voz. Un Nefertimon aterriza frente a vosotros segundos después de su advertencia. No parece que trate de intimidaros, pero tampoco parece que os vaya a dejar entrar por las buenas. Echarse atrás ahora no sería una buena idea; no estáis seguros de si podríais volver por donde habéis venido sin rellenar vuestras reservas de comida.
-¿Sois criminales? ¿O venís en son de paz? ¡Hablad ahora si no queréis que vuestros datos sean borrados, por orden de Su Majestad!
@Luke (25%) @Alan (75%) @Tris (180%)
Cuando os despertáis la mañana siguiente, no hay signo alguno de Alice ni Válor. Tampoco parece que Dorimon o DemiVeemon estén en el salón en el que habéis dormido.
Tris, nada más despertar, notas que estás sujetando algo firmemente en tu puño.
Norizuna te deja hablar, Jeremy, completamente absorbido por lo que le cuentas. Sin embargo, cuando terminas tu tanda de explicaciones, su expresión cambia y deja caer muy ligeramente sus orejitas de zorro. No parece que ninguno de tus intentos de desviar la conversación vaya a conseguir evitar lo que te esperabas.
-A mí también me encanta leer, pero eso ya lo sabes –suspira-. Y bueno… También he intentado escribir por mi cuenta, claro. Es lo natural, ¿no? Cuando algo te gusta mucho, tratas de replicarlo… y entonces te sientes mal por no haber sido lo bastante original. –Nori trata de reconfortarte acurrucándose junto a ti-. Eres muy joven, Remy. Si fueras un digimon, apenas acabarías de llegar al estado Principiante… ¡Es demasiado pronto para que te preocupes por esas cosas! –te asegura con entusiasmo-. Disfruta haciendo lo que te gusta, no importa si es bueno o malo, original o una réplica. Lo importante es que te guste hacerlo. Que disfrutes creando el arte que tú quieres. Sigue los pasos de tus autores, de tus dibujantes, de tus escultores favoritos, ¿por qué no? Todos hemos empezado igual: por la admiración. Tu propio estilo nacerá cuando menos te lo esperes si nunca te rindes. –Kudamon aparta la mirada-. Yo te admiro a ti, Remy… Y si te pones triste, te imitaré y me pondré triste yo también. Así que intentemos mantener los ánimos los dos juntos, ¿vale? Puedes contarme lo que quieras siempre que quieras, y yo haré todo lo que pueda para ayudarte.
Por supuesto, ya has comentado el hecho de que tienes pensado escribir un libro sobre vuestras aventuras en el Mundo Digital. Tras su pequeño discurso, Kudamon coge aire y se mete en el interior de su Artefacto Sagrado. Tarda un rato en salir, pero cuando lo hace, lleva consigo un librito delgado y desgastado y una figurilla de arcilla.
-Yo he estado escribiendo algo parecido… He plasmado en esta libreta los tres meses que yo y mi grupo hemos estado viajando y buscándoos –admite con una sonrisa-. Hoy, antes de irme a la cama, escribiré todo lo que nos ha pasado en este día. Aunque han sido tantas cosas… no sé si me cabrá todo aquí –se ríe-. Podríamos ayudarnos el uno al otro, darnos consejos y evolucionar juntos –Norizuna se enrolla alrededor de tu cuello-. Yo puedo publicar mi libro en el Mundo Digital, y tú puedes hacerlo en tu mundo. Seguro que ambos tendrán un montón de éxito… -bosteza, cansado-. Así que tú también piensa en frases molonas, ¿vale…? E incluso si decides dedicarte a algo distinto, algo que no tenga que ver ni con escribir, ni con dibujar, ni nada de eso… Moldea tu propia vida como quieras, como si fuera arcilla. –El Kudamon deja caer la figurita en tus manos. Es idéntica a ti, pero en miniatura-. Vamos a crear nuestro futuro juntos, Remy.
Y con esas palabras, Nori se queda dormido en tu hombro. Es entonces cuando Matías sale de la tienda de lona con ambos huevos de Tanemon bajo sus brazos, y Tentomon caminando detrás de él pasito a pasito. El digimon insecto aún huele un poco a quemado.
-¡Yo no estoy cansado! –te asegura, intentando enseñarte los “músculos” de sus “brazos”-. ¡Y tú no le puedes dar órdenes al gran Tentomon! ¡Tú eres el subordinado de Tentomon, no al revés! –Tentomon bosteza-. Pero… supongo que una siestecita no me vendría mal. ¡Despiértame en diez minutos! ¡No te pienso dejar solo en caso de que venga Meramon!
Matías, te sientas junto al fuego con Jeremy, y le das uno de los huevos al jovencito. Entre los dos os ponéis a frotar, frotar, frotar… Hasta que los huevos se resquebrajan. De ellos nacen dos adorables bolas de pelo: Yuramon.
-¡Yura! –exclama uno de ellos.
-¡Yura! ¡Yura! –repite el segundo.
Por su parte, Tentomon se ha colocado el fuego y está echándose una cabezadita. Sus ronquidos se escuchan por todo el campamento. Cuando le ves así de tranquilo, Matías, incluso te parece manejable. Tal vez cuando se despierte, deberías tener una charla amistosa con él.
Jeremy, te distraes un poco con el huevo y el Yuramon resultante, y te olvidas de dónde has dejado el muñeco de arcilla. Te parece encontrarlo en uno de tus bolsillos… pero en lugar de la figura, encuentras un colgante.
- Spoiler: Mostrar
Matías, tu dispositivo digital vibra, indicándote que la descarga ha terminado y ahora tiene una "nueva forma disponible".
@Asch (140%) @Adair (50%)
Asch, Ginryumon permite que te apoyes en él. Aunque parece un poco reticente al principio, al final él también se acurruca contigo. El calor corporal de tu digimon compensa la falta de mantas en la tienda.
-Ah… B-bueno, tal vez sea un p-poco distinto para los humanos que para los d-digimon –Ginryumon aparta la mirada, un poco incómodo-. Y-yo… c-creo que me considero un chico… P-pero puedo usar los pronombres que t-tú prefieres, A-Asch. Para nosotros no hay d-diferencia real. Somos digimon, m-monstruos digitales. Y como somos d-digitales, estamos p-programados. Nuestros c-códigos están s-sujetos a cambios… ¡Ah, p-perdón, me estoy e-enrollando! –Ginryumon agita la cabeza y carraspea-. Lo que quiero decir es que cuando evolucione, puede ser que adquiera una forma más femenina a ojos humanos. Si eso ocurre, puedo cambiar mis pronombres si te hace sentir más cómodo –dice del tirón-. E-eso era, je, je.
Cuando le propones escoger entre los dos nombres, Ginryumon parece desesperarse un poco. Se pone a tartamudear y eres incapaz de sacar una palabra en claro. Le tratas de tranquilizar, y tu digimon suspira. Fija su mirada hacia el techo unos segundos.
-A-ambos nombres me e-encantan, Asch –confiesa-. Y-yo… No podría elegir. ¡Escoge el que m-más te guste a ti! Yo estaré feliz con a-ambos… -Ginryumon coge aire-. Gracias por ponerme un nombre –te sonríe sinceramente-. ¡Oh, y mi c-cómida favorita son las Digisetas y cualquier tipo de c-carne! ¿Cuál es la tuya?
Adair, Lucemon se tumba en el colchón adyacente al tuyo, tal vez consciente de que no te sentirías especialmente cómodo si durmiera a tu lado debido a su forma humanoide.
-Yo estoy bien, no te preocupes… –Lucemon tiene la mirada perdida-. Yo… Lo siento. Lo siento mucho. Prometí que te protegería ante cualquier peligro, pero antes, contra Meramon… -El ángel se muerde el labio-. Casi te coge. De no ser por ese chico humano más mayor, habrías estado en peligro de muerte. Habrías estado en peligro… porque soy débil.
La mirada de Lucemon se oscurece, y te da la espalda.
-Si no puedo ni protegerte, ¿para qué he nacido? No sirvo para nada… -se lamenta. Es entonces cuando le sugieres un nombre. Eso hace que Lucemon vuelve a cambiar de posición para mirarte a la cara, sorprendido-. Quieres… ¿ponerme un nombre? Yo… Muchas gracias, no me lo merezco –sonríe, halagado-. Seraphiel me encanta. Es perfecto, Adair.
Lucemon abre la boca un par de veces, pero la cierra antes de decir nada. Parece que está debatiéndose entre tratar de entablar conversación contigo o dejarte descansar. Al final parece decantarse por esa última, pues no dice nada más, tal vez esperando que seas tú quien trate de hablar con él si así lo deseas.
@Alice (150%)
Válor te observa dejarle aquel memento a Tris antes de dejar el barco. Él les susurra un par de despedidas y disculpas a sus amigos digimon antes de irse, también. El hecho de que estén dormidos le ayuda a mostrar sus sentimientos con más claridad.
-Supongo… -te dice Válor en tono contrariado antes de abandonar el barco, pero enseguida suspira y dice más seguro de si mismo-. Supongo que sí está bien decir lo que piensas de vez en cuando. Es… liberador –sonríe-. Y yo siento ser un saco de pelo y orejas tan complicado.
Durante vuestra “huida” notas que Válor se siente obviamente culpable por obligarte a hacer tanto esfuerzo sin dejarte dormir o descansar. No comenta nada al respecto, sin embargo. No estás segura de si es porque sabe que tú lo entiendes, o porque ha vuelto a sus raíces y se niega a contarte lo que piensa. Después de comer, Válor se queda mirando los lugares que le has señalado.
-No tengo ni idea –admite, encogiéndose de brazos-. Nunca he atravesado el río. Sólo sé que al otro lado están Internalia y la Ciudad de los Tanemon, porque son los dos lugares más importantes de esta región. Pero no sé nada del castillo o ese otro sitio. –El Gazimon espera a que tomes tu decisión-. ¿El edificio elegante? ¿Ese de allí que brilla tanto? Me parece bien. –Pero añade en voz baja-. Supongo que esperar que decidiera ir a Internalia era demasiado ingenuo por mi parte, ¿eh…? Aunque en parte tiene razón… Ahí es donde irán los demás, así que no tendría mucho sentido ir. Pero aún así…
Válor sigue murmurando por su cuenta mientras camina el círculo, y decides ignorarle. Es entonces cuando encuentras el circuito.
-¿Sincero contigo? –Válor se gira de pronto al escuchar esas palabras-. Pero si yo siempre soy sin… sincero –te asegura, enseñándote todos los dientes-. ¡Vamos allá! ¡Vamos a ser los más duros! ¡Gazimon digievoluciona en… Kiwimon!
Montada en tu digimon para que vuestras provisiones no se empapen, Válor y tú cruzáis el Río Digital. A pesar de la amplitud del río, lo calmadas que son sus aguas ayuda a cruzarlo rápido, incluso si Kiwimon no es un digimon marino o un genial nadador. Al llegar al otro lado, puedes ver sin problemas el pueblo al que llaman “Internalia” y más allá, no demasiado lejos, la gran Ciudad de los Tanemon. Aunque más que una ciudad donde se pueda vivir, desde aquí parece una especie de fortaleza militar, con sus murallas e incluso torres de vigilancia. Sea como sea, decides continuar el camino en dirección al edificio elegante. Camináis todo el día y toda la tarde hasta que anochece. Cuando empieza a oscurecer, decidís tomaros un bien merecido descanso y dormir en una cueva cercana. En el interior os encontráis un Mojyamon, pero un par de palabras de Válor son suficientes como para que comparta su espacio. Parece que algunos digimon son amigables, después de todo.
Al llegar el alba te sientes increíblemente revitalizada. Os coméis lo último que quedaba de vuestras provisiones, os despedís de Mojyamon y continuáis caminando. Cuanto más os acercáis al edificio, más identificas su forma. Bien entrado el mediodía llegáis a las puertas. No hay duda: lo que se encuentra frente a ti es un palacio. Un bello palacio de los que solo se ven en los cuentos de hadas, con muros pintados de color rosa pálido y violeta y torres donde, según las historias, las princesas suspiran esperando a sus príncipes azules. Antes de poder hacer nada, escucháis una voz.
-¡¿Quién osa intentar entrar en la morada de Su Majestad?!
No os hace falta buscar al propietario de esa voz. Un Nefertimon aterriza frente a vosotros segundos después de su advertencia. No parece que trate de intimidaros, pero tampoco parece que os vaya a dejar entrar por las buenas. Echarse atrás ahora no sería una buena idea; no estáis seguros de si podríais volver por donde habéis venido sin rellenar vuestras reservas de comida.
-¿Sois criminales? ¿O venís en son de paz? ¡Hablad ahora si no queréis que vuestros datos sean borrados, por orden de Su Majestad!
@Luke (25%) @Alan (75%) @Tris (180%)
Cuando os despertáis la mañana siguiente, no hay signo alguno de Alice ni Válor. Tampoco parece que Dorimon o DemiVeemon estén en el salón en el que habéis dormido.
Tris, nada más despertar, notas que estás sujetando algo firmemente en tu puño.
- Spoiler: Mostrar
- Spoiler: Mostrar
~ Search for your own Paradise ~
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Me pareció que al principio le costaba acercarse a mí, tendría que solucionar eso.
-Oh... pues si te salen tetas habla con pronombres femeninos, si, sino sera muy raro para mí, jaja. -reí- Así que... Te vas a llamar Yuri. En mi mundo es el nombre de muchos personajes ficticios que son chicas monas y también el de un tío realmente duro. -después de las explicaciones, me preguntó por mi comida favorita- ¡Los peces frescos que yo mismo pesco, por supuesto! Y... Oye. ¿Acaso de da vergüenza hablar conmigo? Porque me ha parecido notar eso. ¿O hay algo de mi que te molesta?
-Oh... pues si te salen tetas habla con pronombres femeninos, si, sino sera muy raro para mí, jaja. -reí- Así que... Te vas a llamar Yuri. En mi mundo es el nombre de muchos personajes ficticios que son chicas monas y también el de un tío realmente duro. -después de las explicaciones, me preguntó por mi comida favorita- ¡Los peces frescos que yo mismo pesco, por supuesto! Y... Oye. ¿Acaso de da vergüenza hablar conmigo? Porque me ha parecido notar eso. ¿O hay algo de mi que te molesta?
Ora Ora Ora Ora Ora


Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
¿Triste?
-No, no, no -dije a Kudamon-. Yo no estoy triste. No es algo que me preocupe, sólo quería ser sincero contigo, ya que has preguntado. Y bueno, ¿no es genial que hayamos resultado ser tan parecidos? La idea que se me acaba de ocurrir ya llevabas meses realizándola. Me temo que no todos nuestros compañeros son tan... compatibles, como nosotros -reí, pensando en Tentomon-. Me encantaría echar un vistazo a tu trabajo... si a ti te parece bien. Sé que para algunos es un tema delicado, así que no voy a insistirte... ¡Oh! ¿Pero cuántas habilidades tienes? -pregunté, asombrado-. ¡Está genial, Nori! Puedes ir a dormir, se nota que estás cansado y hoy ya has hecho mucho.
Poco después llegó Mat y me dio uno de los huevos de Yuramon.
-¡Frotar, frotar, frotar! -murmuré en voz baja, concentrado en la tarea. No tardaron en parecer dos Digimon bebés de aspecto adorable.
-Ey -les salude, hablando con voz suave como lo haría con un humano recién nacido-. Siento lo que ocurrió antes con Meramon y Halsemon. ¿Nos recordáis? Les hemos vencido, ahora ya estáis a salvo y la aldea vuelve a ser vuestra.
Traté de encontrar la figura de arcilla y me dio mucha lástima haber perdido algo que Kudamon había hecho, aunque en el fondo sabía que un objeto tan frágil no duraría mucho tiempo si teníamos que viajar y yo lo guardaba en cualquier lado. En su lugar encontré un colgante de aspecto extraño, tenía un par de huecos para tarjetas y un circuito integrado en la parte de debajo. No lo había visto nunca, pero me gustaba la pinta que tenía, así que me lo colgué y me lo metí por el cuello de la camiseta. Ya empezaba a estar muy cansado, y como Mat había llegado para relevarme, decidí irme a dormir.
-No, no, no -dije a Kudamon-. Yo no estoy triste. No es algo que me preocupe, sólo quería ser sincero contigo, ya que has preguntado. Y bueno, ¿no es genial que hayamos resultado ser tan parecidos? La idea que se me acaba de ocurrir ya llevabas meses realizándola. Me temo que no todos nuestros compañeros son tan... compatibles, como nosotros -reí, pensando en Tentomon-. Me encantaría echar un vistazo a tu trabajo... si a ti te parece bien. Sé que para algunos es un tema delicado, así que no voy a insistirte... ¡Oh! ¿Pero cuántas habilidades tienes? -pregunté, asombrado-. ¡Está genial, Nori! Puedes ir a dormir, se nota que estás cansado y hoy ya has hecho mucho.
Poco después llegó Mat y me dio uno de los huevos de Yuramon.
-¡Frotar, frotar, frotar! -murmuré en voz baja, concentrado en la tarea. No tardaron en parecer dos Digimon bebés de aspecto adorable.
-Ey -les salude, hablando con voz suave como lo haría con un humano recién nacido-. Siento lo que ocurrió antes con Meramon y Halsemon. ¿Nos recordáis? Les hemos vencido, ahora ya estáis a salvo y la aldea vuelve a ser vuestra.
Traté de encontrar la figura de arcilla y me dio mucha lástima haber perdido algo que Kudamon había hecho, aunque en el fondo sabía que un objeto tan frágil no duraría mucho tiempo si teníamos que viajar y yo lo guardaba en cualquier lado. En su lugar encontré un colgante de aspecto extraño, tenía un par de huecos para tarjetas y un circuito integrado en la parte de debajo. No lo había visto nunca, pero me gustaba la pinta que tenía, así que me lo colgué y me lo metí por el cuello de la camiseta. Ya empezaba a estar muy cansado, y como Mat había llegado para relevarme, decidí irme a dormir.
- Spoiler: Mostrar
- bobokukemon
- Mensajes: 1541
- Registrado: 23 Ago 2011, 13:14
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Le di un leve capitorazo a uno de los Yuramon, lo suficiente para no hacer daño.
Jeremy se había ido a dormir y Tentomon estaba descansando, así que decidí que antes de despertarlo podría tener una pequeña conversación con nuestro amigo Hawkmon. Me acerqué a él y le cogí de la cuerda por la espalda.
—Ya que has intentado matarnos antes espero que no te moleste que sea un poco rudo yo también —le susurré al oído.
Entonces me acerqué a las llamas de la hoguera y extendí la mano para colocarle justo encima, a una distancia prudencial.
—¿Qué te parece si me cuentas todo sobre Persiamon y lo que está pasando por aquí, amigo? Si me haces esperar puede que se me resbale la mano y tengamos KFC para desayunar. ¿Por dónde empezamos? Ah, claro, ¿cuáles son los planes de Persiamon y qué tenemos que ver nosotros con todo esto?
Jeremy se había ido a dormir y Tentomon estaba descansando, así que decidí que antes de despertarlo podría tener una pequeña conversación con nuestro amigo Hawkmon. Me acerqué a él y le cogí de la cuerda por la espalda.
—Ya que has intentado matarnos antes espero que no te moleste que sea un poco rudo yo también —le susurré al oído.
Entonces me acerqué a las llamas de la hoguera y extendí la mano para colocarle justo encima, a una distancia prudencial.
—¿Qué te parece si me cuentas todo sobre Persiamon y lo que está pasando por aquí, amigo? Si me haces esperar puede que se me resbale la mano y tengamos KFC para desayunar. ¿Por dónde empezamos? Ah, claro, ¿cuáles son los planes de Persiamon y qué tenemos que ver nosotros con todo esto?
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
@Matías (100%)
El Yuramon no parece dolorido por el golpecito. Se abulta como si fuera plastilina y vuelve a su forma original al instante. Cuando lo dejas en paz, se pone a botar alrededor del fuego. Parece contento. Al cabo de un rato, se va a la tienda a la que se ha ido Jeremy junto al otro Yuramon. Cuando Hawkmon ve que te acercas a él, te mira con rencor. Empieza a patalear y quejarse cuando le agarras, pero se detiene de pronto cuando le colocas junto al fuego. Parece horrorizado por tus amenazas.
-¡¿KFC?! ¡¿E-es eso alguna especie de amenaza humana?! -pregunta, temblando-. ¡N-no importa! ¡Por favor, no me tires al fuego! ¡T-te diré todo lo que sé! -Hawkmon intenta tranquilizarse un poco para hablar, pero las llamas a sus pies no le dejan-. A ver... S-seguramente todo lo que te puedo contar ya lo sepas. ¡No soy más que un soldado! Pero bueno... Persiamon llegó a esta región del Mundo Digital hará unos tres meses. Empezó dando discursos políticos y burocracias parecidas sobre cómo podíamos llegar a crear un mundo mejor, y cuando reunió suficientes seguidores, empezó a utilizar la fuerza para subyugar a los que se oponían a sus creencias. -Hawkmon suspira-. Persiamon nos destinó a algunos de sus oficiales a esta clase de áreas para esperaros y eliminaros. Supongo que sois una amenaza para ella o algo. ¡Si quieres saber más, tendrás que ir a la Ciudad de los Tanemon y preguntarle a ella misma! ¡Yo no sé nada más! ¡No soy más que un soldado al que ni le va ni le viene todo esto! ¡Sólo quería vivir tranquilo en estas montañas!
Hawkmon patalea, rogándote que le alejes del fuego. No parece que sepa nada más, o ante tal amenaza, ya te lo habría contado. Es entonces cuando escuchas una voz detrás de ti, Matías.
-¡Lánzale al fuego! -Parece que Tentomon se ha despertado-. ¡Deja que se le quemen todas las plumas y se ahogue con el humo que llenará sus pulmones! ¡A ver de qué se muere primero!
El Yuramon no parece dolorido por el golpecito. Se abulta como si fuera plastilina y vuelve a su forma original al instante. Cuando lo dejas en paz, se pone a botar alrededor del fuego. Parece contento. Al cabo de un rato, se va a la tienda a la que se ha ido Jeremy junto al otro Yuramon. Cuando Hawkmon ve que te acercas a él, te mira con rencor. Empieza a patalear y quejarse cuando le agarras, pero se detiene de pronto cuando le colocas junto al fuego. Parece horrorizado por tus amenazas.
-¡¿KFC?! ¡¿E-es eso alguna especie de amenaza humana?! -pregunta, temblando-. ¡N-no importa! ¡Por favor, no me tires al fuego! ¡T-te diré todo lo que sé! -Hawkmon intenta tranquilizarse un poco para hablar, pero las llamas a sus pies no le dejan-. A ver... S-seguramente todo lo que te puedo contar ya lo sepas. ¡No soy más que un soldado! Pero bueno... Persiamon llegó a esta región del Mundo Digital hará unos tres meses. Empezó dando discursos políticos y burocracias parecidas sobre cómo podíamos llegar a crear un mundo mejor, y cuando reunió suficientes seguidores, empezó a utilizar la fuerza para subyugar a los que se oponían a sus creencias. -Hawkmon suspira-. Persiamon nos destinó a algunos de sus oficiales a esta clase de áreas para esperaros y eliminaros. Supongo que sois una amenaza para ella o algo. ¡Si quieres saber más, tendrás que ir a la Ciudad de los Tanemon y preguntarle a ella misma! ¡Yo no sé nada más! ¡No soy más que un soldado al que ni le va ni le viene todo esto! ¡Sólo quería vivir tranquilo en estas montañas!
Hawkmon patalea, rogándote que le alejes del fuego. No parece que sepa nada más, o ante tal amenaza, ya te lo habría contado. Es entonces cuando escuchas una voz detrás de ti, Matías.
-¡Lánzale al fuego! -Parece que Tentomon se ha despertado-. ¡Deja que se le quemen todas las plumas y se ahogue con el humo que llenará sus pulmones! ¡A ver de qué se muere primero!
~ Search for your own Paradise ~
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
- ¡Buenos dias Floramon! Que bien he dormido. ¡Buenos dias a todos, chicos!
No iba a durar mucho mi alegria, Alice no estaba, ni su compañero ni los dos malos.
- ¡Chicos, Alice ha desaparecido, y los otros digimon tambien! ¡La han secuestrado! Nos la han jugado mientras dormiamos, sabia que tendriamos que haber acabado con ellos.
Mire mi dispositivo a ver si aparecian mas puntos cerca. Tambien busque alguna bolsa, mochila, tela, lo que fuera para poder llevarnos comida.
- ¡Rapido, rapido!
No iba a durar mucho mi alegria, Alice no estaba, ni su compañero ni los dos malos.
- ¡Chicos, Alice ha desaparecido, y los otros digimon tambien! ¡La han secuestrado! Nos la han jugado mientras dormiamos, sabia que tendriamos que haber acabado con ellos.
Mire mi dispositivo a ver si aparecian mas puntos cerca. Tambien busque alguna bolsa, mochila, tela, lo que fuera para poder llevarnos comida.
- ¡Rapido, rapido!
- bobokukemon
- Mensajes: 1541
- Registrado: 23 Ago 2011, 13:14
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
—Mejor no, preferiría no cargarme a nadie. No soy tan cruel como para quemar a nadie, además tampoco parece que vaya a volver con Persiamon así que por mí le podríamos liberar ya. Mañana si eso preguntaré si lo podemos hacer, total, si volviera por el rabo entre las piernas probablemente acabe destrozado.
Dejé a Hawkmon en el suelo y le acerqué algo de la comida sobrante, después me senté en frente de la hoguera con Tentomon.
—Ahora que se han abierto los huevos me he quedado sin nade que hacer —le dije al digimon—. Supongo que no estaría mal conversar un rato.
Me levanté y me aclaré la voz.
—Debo decir que te pasas de entusiasta, te emocionas demasiado y a veces no haces caso a lo que se te dice. Deberías controlarte un poco, se supone que somos un equipo y sin embargo parece que estés haciéndolo todo tú solo y que yo esté gritándole al aire pero—solté a toda velocidad antes de tomar algo de aire y continuar a ritmo normal— supongo que no lo haces con mala intención. ¿No fue algo así como "¿Cómo me haré más fuerte… para protegerte…?"? Je, qué poco molón.
Cogí un trozo de la cáscara de uno de los huevos resquebrajados y se lo lancé levemente.
—Así que gracias.
Dejé a Hawkmon en el suelo y le acerqué algo de la comida sobrante, después me senté en frente de la hoguera con Tentomon.
—Ahora que se han abierto los huevos me he quedado sin nade que hacer —le dije al digimon—. Supongo que no estaría mal conversar un rato.
Me levanté y me aclaré la voz.
—Debo decir que te pasas de entusiasta, te emocionas demasiado y a veces no haces caso a lo que se te dice. Deberías controlarte un poco, se supone que somos un equipo y sin embargo parece que estés haciéndolo todo tú solo y que yo esté gritándole al aire pero—solté a toda velocidad antes de tomar algo de aire y continuar a ritmo normal— supongo que no lo haces con mala intención. ¿No fue algo así como "¿Cómo me haré más fuerte… para protegerte…?"? Je, qué poco molón.
Cogí un trozo de la cáscara de uno de los huevos resquebrajados y se lo lancé levemente.
—Así que gracias.
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
—¿Eh? —musité al despertar y ver que había algo en mi mano—. Oh, esto es uno de esos cacharros que utilizan los de la serie para colocar sus emblemas, ¿no? ¡Qué guay! —exclamé colgándomelo al cuello, y acto seguido me dirigí a Opossumon—. ¿Cómo habrá llegado aquí? ¿Sabes tú algo de esto, Opossumon?
Al poco rato, escuché la voz de un Alan bastante alterado:
—¡Chicos, Alice ha desaparecido, y los otros digimon tambien! ¡La han secuestrado! Nos la han jugado mientras dormiamos, sabia que tendriamos que haber acabado con ellos.
—¡¿CÓMO?! —exclamé, totalmente preocupada.
Busqué por todo el lugar pero no había ni rastro de Alice ni de Válor. Al regresar al sofá donde me había quedado dormida, vi que allí se encontraba una chapita que me resultaba muy familiar.
—Es el pin de Alice... —dije cogiéndolo y mostrándoselo a Opossumon y los demás—. ¡Encima han tenido la desfachatez de dejarme esto aquí! ¡Vamos, tenemos que ir a rescatarles! —exclamé guardando el pin en mi bolsillo, tras lo cual agarré uno de los bracitos de Opossumon y la arrastré conmigo hacia la salida del barco a toda prisa.
Al poco rato, escuché la voz de un Alan bastante alterado:
—¡Chicos, Alice ha desaparecido, y los otros digimon tambien! ¡La han secuestrado! Nos la han jugado mientras dormiamos, sabia que tendriamos que haber acabado con ellos.
—¡¿CÓMO?! —exclamé, totalmente preocupada.
Busqué por todo el lugar pero no había ni rastro de Alice ni de Válor. Al regresar al sofá donde me había quedado dormida, vi que allí se encontraba una chapita que me resultaba muy familiar.
—Es el pin de Alice... —dije cogiéndolo y mostrándoselo a Opossumon y los demás—. ¡Encima han tenido la desfachatez de dejarme esto aquí! ¡Vamos, tenemos que ir a rescatarles! —exclamé guardando el pin en mi bolsillo, tras lo cual agarré uno de los bracitos de Opossumon y la arrastré conmigo hacia la salida del barco a toda prisa.
- LightHelco
- Mensajes: 2823
- Registrado: 05 Feb 2011, 23:03
- Ubicación: en cualquier lugar que se pueda usar un lapiz
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
—Tampoco te sobre-esfuerces con lo de ser sincero —me burlé subiendo al lomo de Kiwimon y levantando la bolsa de comida para que no se mojara —. Con que no me ocultes cosas que podrían afectarme me basta, no tengo porque saber todo sobre ti, nunca he sido alguien muy cotilla.
Cruzamos al otro lado del río y continuamos la caminata hasta que anocheció. Tuvimos que buscar un sitio donde pasar la noche y el que elegimos fue una cueva habitada por Digimon que parecía el mismísimos Yeti. Válor se encargo de convencer al ser para permitirnos dormir en su cueva, por lo que veía no todos los Digimon eran malos o agresivos, algunos simplemente eran un poco brutos… ¡como yo!
A la mañana siguiente desayunamos las sobras que nos quedaban y volvimos a retomar nuestro viaje hasta conseguir llegar finalmente a nuestro destino. El edificio elegante resultó ser en realidad un enorme palacio de color rosa con sus torrecitas sacadas de libros de cuentos de hadas y todo.
—Quiero vomitar —dije de la forma más seca posible mientras miraba el edificio más cursi que mis ojos tendrían la desgracia de contemplar —. Llego a saber que íbamos directos al palacio de la Barbie y me decantaba por la morada del Conde Drácula.
Tampoco podíamos echarnos atrás debido a que se nos había acabado toda la comida, pero ese sitio me daba demasiado asco. Quizás con suerte acababa tirando todo el desayuno y con eso tenía para la comida… sonaba menos asqueroso que el aspecto del palacio. Aunque si podíamos conseguir algo en buenas condiciones para cambiar de ruta en ese edificio estaría mejor.
No tardó mucho en saltarnos encima un nuevo Digimon el cual por su forma de dirigirse a nosotros parecía un guardia. El ser tenía la forma de una esfinge como las de las leyendas griegas… ¿o eran egipcias? Qué más daba, la cosa es que era una esfinge y en parte la conocía al ser una de las criaturas protagonistas de la serie.
—¡Eh! Calma, esfinge —levanté las manos mostrando que no llevaba ningún arma y adelantándome un poco —. En realidad solo estamos de paso, hemos venido para ver si podemos conseguir algo de comida y continuar nuestro viaje —le expliqué siendo todo verdad, ni loca me quedaba en ese lugar a dormir —. Siquiera sabíamos que era este lugar hasta que lo hemos visto a menos de un kilómetro de distancia y claramente menos sabemos de la identidad de su propietario. Solo buscamos comida e indicaciones para ver qué lugares hay por la zona, nada más.
Cruzamos al otro lado del río y continuamos la caminata hasta que anocheció. Tuvimos que buscar un sitio donde pasar la noche y el que elegimos fue una cueva habitada por Digimon que parecía el mismísimos Yeti. Válor se encargo de convencer al ser para permitirnos dormir en su cueva, por lo que veía no todos los Digimon eran malos o agresivos, algunos simplemente eran un poco brutos… ¡como yo!
A la mañana siguiente desayunamos las sobras que nos quedaban y volvimos a retomar nuestro viaje hasta conseguir llegar finalmente a nuestro destino. El edificio elegante resultó ser en realidad un enorme palacio de color rosa con sus torrecitas sacadas de libros de cuentos de hadas y todo.
—Quiero vomitar —dije de la forma más seca posible mientras miraba el edificio más cursi que mis ojos tendrían la desgracia de contemplar —. Llego a saber que íbamos directos al palacio de la Barbie y me decantaba por la morada del Conde Drácula.
Tampoco podíamos echarnos atrás debido a que se nos había acabado toda la comida, pero ese sitio me daba demasiado asco. Quizás con suerte acababa tirando todo el desayuno y con eso tenía para la comida… sonaba menos asqueroso que el aspecto del palacio. Aunque si podíamos conseguir algo en buenas condiciones para cambiar de ruta en ese edificio estaría mejor.
No tardó mucho en saltarnos encima un nuevo Digimon el cual por su forma de dirigirse a nosotros parecía un guardia. El ser tenía la forma de una esfinge como las de las leyendas griegas… ¿o eran egipcias? Qué más daba, la cosa es que era una esfinge y en parte la conocía al ser una de las criaturas protagonistas de la serie.
—¡Eh! Calma, esfinge —levanté las manos mostrando que no llevaba ningún arma y adelantándome un poco —. En realidad solo estamos de paso, hemos venido para ver si podemos conseguir algo de comida y continuar nuestro viaje —le expliqué siendo todo verdad, ni loca me quedaba en ese lugar a dormir —. Siquiera sabíamos que era este lugar hasta que lo hemos visto a menos de un kilómetro de distancia y claramente menos sabemos de la identidad de su propietario. Solo buscamos comida e indicaciones para ver qué lugares hay por la zona, nada más.
Recompensa: Firma rotatoria