Digimon Chapter 00

[Aritriel]

Miré a nuestro alrededor mientras avanzábamos. Parecía que yo era la única que no había ido por esa zona antes, y me sentí algo perdida. Las pareces de roca no tenían nada de especial, pero las tiendas abandonadas le daban un aire lúgubre al lugar. No podía evitar pensar que había ocurrido algo horrible y todo el mundo había huido... o algo peor. Además parecía que Nenti había luchado contra los digimon que había por aquí, así que estaba claro que no seríamos bien recibidos si nos encontraban. Ninguna opción para avanzar me parecía realmente buena; y empezaba a preguntarme si no sería mejor haber ido en otra dirección... Suspiré, algo apesadumbrada. Entonces Trydan les replicó que deberían haber acabado con los digimon con los que lucharon.

-¡Trydan!-le grité, horrorizada. ¿Cómo podía hablar de matar a sus enemigos tan alegremente? Una cosa era defendernos pero eso... Entonces el digimon de Nenti y el elecmon empezaron a discutir. Yo intenté hacer que parara, pero no me hacían caso y al final fue Nenti el que consiguió orden de nuevo. Yo bajé la mirada y apreté los labios. Por algún motivo me sentí inútil al no haber podido detener la discusión. Y todavía estaba cansada por lo del día anterior, y...

-... Me da igual por donde vayamos.-murmuré.

[SleepyKoumi]

Después de haber solucionado todo ese problema del robot que nos atacaba, descubrir que una organización terrorista pensaba matar a Kenji, dejándonos sin salida en ese lugar, y soltar algún que otro comentario de los míos, me fui a dormir. Directamente. Me importaba un bledo todo eso ¡Yo sólo quería irme de ese lugar! Pero no podía, así que... la mejor opción de todas era simple: dormir.

A la mañana siguiente, aún estaba grogui cuando Guil me despertó, estuvieron hablando todos de cosas... raras... mientras yo seguía pensando en el fabuloso sueño de robar cosas y luego burlarme de los dueños de las mismas en sus narices sin que nada me pasase. Era tan divertido que se me fue el santo al cielo y me vi siendo la última en escoger grupo "Diablos"pensé. Al parecer tenía que al oeste con el de pelo... ¿blanco? ¿gris? y una chica que siempre me pareció pesada pues era muy obediente para con la Ziel y los mayores. Gruñí, me apunté mentalmente que no debía quedarme dormida en esas reuniones y me resigné a seguirles mientras terminaba de despertarme.

-¡Eh! Yo quiero mi bate -dije después de aceptar la porción gratis de comida que nos daba Ogremon - Esperadme en la salida... o donde os de la gana -dije antes de ir a por mi "arma" y darle un par de palabras de ánimo a guilmon-No estuviste mal anoche ¿Ves cómo puedes?

No sé cómo hice para alcanzarles en tiempo récord... pero lo hice. Dejé que el friki de la clase nos guiase mientras yo observaba el lugar más despierta. Miré asombrada el rascacielos, no pensé que el mundo digital este pudiese tenerlos aunque supongo que es normal. Me adelanté un poco y observé el lugar con un ojo más crítico y desconfiado ¿Qué dirección tomar? Si íbamos al oeste podríamos avanzar más allá y encontrar algo interesante relacionado con lo que había en la zona en la que estábamos; sin embargo...

Pensativa, me puse a mirar los mapas del RH ¡Bingo! El camino por el que había ido antes también tenía una bifucarción y una de ellas iba al norte también. Escuché por casualidad lo que decía la otra chica y por inercia intenté taparme el ojo rojo con el pelo. Tenía la sensación de que esos dos miraban ese ojo, aunque también podían ser cosas mías porque parecía a los demás no les resultaba extraño,seguían igual de esquivos que siempre. A mí, en cambio, si me resultaba difícil tener tanto tiempo ese ojo sin el parche, sin tener que ocultarlo.

-Guil... ¿No te resulta raro que tenga los ojos de distinto color? -pregunté, apartando un poco el cabello para que ambos orbes, uno verde y otro rojizo, se viesen. Después de esa pregunta me acerqué al grupo y me dispuse a informarles acerca de la que, en mi opinión, era la mejor dirección.

-Estoy de acuerdo contigo -dije mirando brevemente a la chica- El problema es que no sabemos seguro que nuestros compañeros vayan por el mismo camino, además, es posible que estemos aún así un poco "lejos" de alcanzarles pero quién sabe -encogí los hombros- Esta zona podría ser más grande en comparación con la otra y podríamos llegar a un lugar similar o igual que los del norte -Señalé por un momento la salida del oeste con el bate- Por otro lado, esa salida tampoco está mal... pero como me da igual, apoyo el norte -finalicé con una pequeña sonrisa, no intentaba ser amable pero que cada uno piense lo que quiera - ¿Listo, Guil? Podríamos tener problemas como antes, así que hay que estar alerta -le comenté a mi compañero digital antes de comenzar a caminar, éramos dos contra uno, estaba segura de que íbamos a ir al norte así que tampoco me preocupé demasiado en esperar a que se pusiesen a caminar.

[Malfuin]

@Suzu[III], Kiara[III]:

-¡Zach! -exclamó FanBeemon-. ¡Encantada de conoceros! -dijo inclinándose en el aire ante todos-. Mi nombre es Zach. ¡Siento no haberme presentado hasta ahora!

Cuando pasaron por la cafetería para que Mafy comprara algo, Suzu pidió su ración diaria. Mientras tanto, Kiara, que ya había recogido su propia ración, se había marchado a por un bate que había encontrado el día anterior.

-¿De verdad lo hice bien? -preguntó Guil-. A mi no me pareció que hiciera demasiado...

Viajasteis a la zona W1, y una vez allí decidisteis ir hacia el norte. Echasteis a andar entre las ruinas, algunos Kapurimon o seguían a cierta distancia con curiosidad.

-¿Qué tiene de raro que tengas los ojos de distinto color? -preguntó Guil a Kiara, mientras avanzaban un poco apartados-. Siempre han sido así, ¿verdad? Entonces no sé qué tiene de raro... A mi me gustaría tenerlos así, sería más interesante.

Llegasteis a la salida del norte sin contratiempos. Fue bastante rápido. Cruzasteis por el hueco que había en la alambrada del norte y os encontrasteis con un paisaje bastante diferente.

Era una llanura como aquella en la que habíais estado, pero esta estaba partida por un abismo. El extremo norte de la zona terminaba en un acantilado que daba a un extraño mar de tinta negra, con reflejos blancos sobre sus aguas. Al este había una alta pared rocosa que parecía imposible de superar, y un camino de baldosas de piedra llevaba hacia el oeste. Pero el camino acababa en el abismo, aunque había edificios oscuros de piedra visibles al otro lado.

En este lado del abismo, predominaba el color dorado. Había campos de trigo a ambos lados del camino, y visteis a un puñado de Veggiemon trabajando totalmente absortos en ello. Unos Betamon les ayudaban. También había chozas precariamente construidas con ramitas en las que parecían vivir los Veggiemon y Betamon, en incluso algunos Digimon bebés miraban desde las ventanas. Seguisteis el camino hasta el borde del abismo. Justo en el borde, había un pequeño edificio de piedra. Junto al camino visteis una cabina telefónica roja.

Al otro lado del abismo se veía un gran puente de madera, levadizo, pero estaba en posición vertical, totalmente alzado, de manera que os era imposible alcanzarlo.

-Yo podría llegar hasta allí volando -comentó Draco, y saltó hacia el abismo. De repente, se oyó un rugido como el de un terremoto. Mafy agarró a Dracomon de la cola y tiró de él hacia atrás, salvándole de la explosión de rayos que brotó del abismo y dibujó líneas azules hacia el cielo. Todos los Veggiemon y Betamon de la zona se volvieron un momento hacia vosotros-. No, parece que no puedo -se corrigió Dracomon, hecho un montón en el suelo sobre Mafy.

-Pues de alguna manera tenemos que cruzar -dijo Mafy-. ¿Os fijasteis en el símbolo que había en el mapa para indicar la salida de la zona anterior? Era diferente a los otros... Cuando cambiamos de zona, traté de volver hacia atrás, pero la barrera se ha vuelto sólida. Parece que el símbolo quería decir que sólo se puede cruzar en una dirección.

De repente, la puerta del edificio de piedra se abrió y salieron dos Gladimon.

-¡Vaya! Humanos -dijo uno-. ¿Qué os trae por aquí? Deberíais saber que no podéis cruzar el puente. A Madame Lilithmon no le gusta que nadie intente acercarse a su zona, así que levantó el puente de forma permanente. Me temo que no hay forma de bajarlo desde este lado. Y tampoco podéis volver por donde habéis venido... Así que, ¿qué tal si ocupáis una cabaña? Hay algunas vacías. Podéis ayudar a trabajar en los campos. Es una vida tranquila y apacible -recomendó-. No tenemos muchas visitas, así que todos estarán encantados de tener nuevos vecinos.

@Senetyl[III], Nenti[II ]:

-¿Crees que puedes acabar algo conmigo? -preguntó Elecmon, mirando a Nenti amenazador mientras unos rayos recorrían su cuerpo. Pero luego agachó las orejas al darse cuenta de cómo había reaccionado Senetyl y se quedó en silencio, aunque siguió dirigiendo miradas de rencor a Nenti y Horus, como si ellos tuvieran la culpa de la reacción de su compañera.

-A mi también me parece más lógico tratar de seguir el orden -estuvo de acuerdo Tomi-. Así que lo intentaremos con la zona norte.

Comenzasteis a atravesar el cañón. Cuando estabais a medio camino, seis Goblimon rojos aparecieron saltando desde dentro de varias tiendas distintas. Otros cinco salieron de otras que ya habíais dejado atrás y os cortaron la retirada.

-Y eso que nos lo habían advertido -murmuró Horus alegremente-. Supongo que no merece la pena que uno trate de evitar una trampa en la que acabará cayendo tarde o temprano.

-Oh, no puedo creer que no hayamos tomado ninguna precaución -Tomi se llevó las manos a la cara durante un momento. Luego se arregló el pelo rápidamente y carraspeó-. ¿Y bien? ¿Qué queréis de nosotros, Goblimon rojos?

Oisteis a los asaltantes conferenciar entre ellos entre cuchicheos.

-¡Dadnos toda vuestra comida! -gritó uno.

-¡Y todos vuestros Bits! -exclamó otro.

-¡Y que vuestros Digimon se unan a nuestra banda! -exigió uno detrás de vosotros-. ¡Parecen fuertes! Vosotros podéis seguir vuestro camino, humanos. No nos interesáis.

Afortunadamente, no parecía que fueran los que habían quedado encerrado el día anterior, porque de lo contrario habrían guardado más rencor hacia vosotros. Aun así, era una situación interesante.

-¿Cargamos contra los seis de delante? Podemos abrirnos paso a la fuerza -comentó Trydan-.O podríamos intentar ma... vencerlos a todos antes de seguir.

@Rudy[III], Lira[II ]:

-No sé quién es el de la estatua -comentó Nezu, inclinando la cabeza a un lado con aire confundido-. Ayer estaba la estatua de Labramon, pero era muy diferente.

Seguisteis caminando, dejando la estatua tranquila a pesar de todo, y avanzasteis al sur controlados por unos Yokomon que se empeñaban en asegurarse de que no pisabais las flores.

-¡Yo soy Nezu! -exclamó el susodicho, decidiendo participar en vuestras presentaciones-. ¡Y este es Narine, el Digimon más temible del Mundo Digital!

-No seas ridículo -musitó Gizamon.

-¡Yo soy Guardromon! -exclamó el robot que viajaba con vosotros-. Antes era Andromon, pero me sucedió algo que no comprendo y acabé tratando de haceros daño. ¡Me esforzaré para volver a ser Andromon algún día!

Alcanzasteis la salida del sur del bosque y llegasteis a un lugar bastante sorprendente. Guardromon llevaba razón, aquel lugar parecía muy futurista. Había una enorme placa de metal, y en un agujero rectangular en la placa se alzaba otro edificio. Os recordaba a una estación de trenes, pero no visteis vías por ninguna parte. Más allá del edificio había un muro, también metálico, y una escalinata de peldaños clavados en la pared serpenteaba hasta arriba, donde había una pequeña puerta, justo al sur de donde estabais. Tanto al este como al oeste las fronteras eran paredes de roca.

Y había algo fuera de lugar. En medio de la placa metálica, en una posición totalmente casual, como si alguien hubiera conducido borracho y sólo se hubiera detenido al quedarse sin gasolina, estaba vuestro autobús, el autobús en el que habíais venido, el que os había traído a todos a la excursión.

-Extraño -Guardromon hizo un ruido chirriante al cambiar el peso de una pierna a la otra. Parecía molesto-. Creo que eso no debería estar ahí.

[LightHelco]

—Tampoco tienes que preocuparte mucho por eso, Guardromon, sea lo que sea lo que te pasó, ahora ya no te pasa nada.

Miré una última vez a la estatua, tenía curiosidad por saber que representaba el que estuviese ahí y porque según había dicho Nezu ahora había otro Digimon esculpido en ella.

Salimos del bosque aun guiados por los Yokomon que seguían intentando que no pisaramos las flores, hasta que finalmente llegamos a una especie de estación de trenes bastante futurista con una placa de metal en medio en la que había… ¿nuestro autobús?

—No entiendo, ¿por qué esta el autobús ahí? Pensaba que solo el centro había sido transportado a este mundo —comenté recordando que incluso la gente que estaba en el centro había desaparecido a excepción de la clase y el encargado —¿Miramos a ver si sigue todo dentro? Igual encontramos algunas de las mochilas —mirando a Ilargi con complicidad —. Si mal no recuerdo traje también a Pamniño conmigo.

[Loud]

- Y no deberia, ese autobus es nuestro...

No me fije mucho si el autobus se fue al dejarnos o se quedo alli, pero no se que pensar.

- Si, vamos a mirarlo

[Aritriel]

Noté que Trydan se desanimaba al verme así, pero no dije nada. Me sentía fatal conmigo misma. Al final se decidió que seguiríamos al norte, de manera que avanzamos en esa dirección. Era muy consciente de que la probabilidad de que nos atacasen esos goblimon era bastante alta; y no hacía más que desear que eso no ocurriera. Que por el otro camino fuera tan probable que nos atacasen no me deba ánimos o confianza.

Y ocurrió. Unos once digimon de color rojo nos rodearon en cuanto estuvimos a medio camino del siguiente área. Entonces el digimon de Nenti sonó extrañamente alegre por la situación y le fulminé con la mirada; comenzando a asustarme pro todos los digimon que nos rodeaban. ¿Cómo podía reírse en una situación así? Sin darme cuenta me moví hasta quedarme entre ambos chicos, intentando ocultarme inútilmente de los digimon. Después de lo que les habían hecho a sus compañeros tenía claro que serían muy agresivos con nosotros.

Entonces nos dijeron que les diéramos todo lo que teníamos. Yo abrí los ojos por la sorpresa; pero realmente no sabía muy bien por qué. Eran bandidos, después de todo. ¿Qué otra cosa querrían, salvo comida y dinero? Bueno, también exigieron que nuestros digimon se unieran a nosotros; pero eso no iba a ocurrir. Ni tampoco podíamos darle lo que teníamos; nuestra supervivencia estaba en juego.

Le lancé a Trydan una mirada reprobatoria... o lo más decepcionada que pude teniendo en cuenta lo nerviosa y asustada que estaba por que casi había vuelto a proponer que acabásemos con los digimon. A pesar de todo, me preparé para correr por si los demás estaban de acuerdo y no se les ocurría otra idea. Estaba demasiado nerviosa y asustada como para pensar en algo más...

[Crow]

El digimon de Sen era como una bestia salvaje e indómita... pero al menos parecía sensible a lo que ella sintiera y dijera. Eso si, no me hubiera importado eliminar a los Goblimon, pero eran muchísimos.

-Ya quisiera yo acabar con ellos -les dije en voz baja a mis compañeros-, pero nos superan en numero por mucho, incluso si uno de nuestros digimon evolucionara, acabaríamos todos muert... COF COF GRRALG UGH COF COF!

Caí al suelo de rodillas mientras hacía unas exageradas convulsiones y escupí un gargajo enorme y cargado de mocos en el suelo.
-Lo siento, Goblimons, estamos terriblemente enfermos -me giré a mirar a mis compañeros y les guiñé un ojo-. No os recomiendo que os acerquéis a nosotros ni a nada que hayamos tocado. ¡Si nos quedamos aquí mucho tiempo, os podríamos contagiar algo! Lo mejor es que nos dejéis pasar rápido a la zona norte y os evitéis cualquier mal.

[SleepyKoumi]

Después de ponerme a avanzar por mi cuenta recordé que el digimon de la chica se llama Zach, nombre que me recordaba a alguna serie de dibujos o algún manga que había cogido de la biblioteca ¿O quizás el nombre era Zatch? Como fuese. También recordé que no le había respondido a Guil a lo que me había dicho cuando fuimos a por el bate. Era demasiado tarde para responderle así que lo dejé pasar.

-No siempre han sido así -mascullé, recordando algo que me ponía molesta- ¿Interesante? Hmmm... Bueno, supongo que no es muy normal ver a alguien con los ojos de dos colores -respondí pensativa, lo que había dicho tenía sentido aunque no me lo terminaba de creer

Los tres cruzamos el hueco en la alambrada, parecía que tenía un símbolo raro pero no me preocupé y seguí mi camino. El paisaje cambió totalmente, en ese momento nos vimos en una llanura partida por un abismo que, sinceramente, veía complicado el atravesarlo. No parecía haber otro camino salvo uno de baldosas que no parecía llegar a buen puerto. Lo más curioso es que había campos de lo que parecía ser trigo a ambos lados y había incluso chozas (posiblemente de los digimon que parecían estar muy enfrascados en la tarea de cuidar las cosechas. Seguimos el camino sin decir nada y vimos que justo en el borde del precipicio había un edificio más consistente, de piedra y... una cabina, roja.

-No fastidies... -murmuré al verla ¿De veras se podían hacer llamadas? ¿Adónde? ¿A quién? Y, lo más importante... ¿Podría usarla para mi propio beneficio?

Justo después me percaté de que había un puente levadizo inalcanzable desde nuestra posición. Miré incrédula al digimon de Mafy (¿no?) y le vi saltar. De repente se escuchó un rugido que me sorprendió hasta a mí. El friki, en cambio, reaccionó a tiempo para salvar a su compañero ¿Por qué? Bueno, esa especie de rayos no parecían precisamente inofensivos.

-¿Verdad que no? -pregunté con una sonrisa burlona, aunque yo también me había sobresaltado, me había hecho gracia la respuesta- Genial, ¿entonces estamos atrapados en este lugar? -pregunté al escuchar lo que decía el chico.

Antes de que pudiese añadir nada, dos digimon nuevos aparecieron. No me gustaba la idea de estar rodeada de tanto "bicho digital" desconocido así que rápidamente los analicé con el RH. Lo bueno es que esos dos Gladimon parecían ser pacíficos y más o menos amistosos. No pude evitar soltar una carcajada y reírme por la sugerencia ¿Yo viviendo y trabajando como una más en un campo de trigo? Imposible. Yo era una ladrona, a mucha honra.

-No sé ellos pero en mi caso es imposible que pueda vivir haciendo un trabajo "justo" por mucho tiempo -reconocí con una sonrisa arrogante- ¿Puedo preguntar un par de cosas? -añadí después- Primero... ¿Para qué usáis la cabina? -cuestioné, a lo mejor podríamos sacar algo interesante de esa información- y segundo... ¿Para qué usáis el trigo? No sois tantos como para necesitar tanto, o eso creo... tampoco es que tenga mucha idea de cosechas -pregunté reconociendo mi ignorancia sobre el tema. Unos minutos después se me ocurrió algo que, aunque lo más probable es que no me dijesen nada, quizás si sonaba la flauta...- Y otra pregunta más, si no les importa... ¿Hay alguna forma de hablar con esa tal "Madame" sin que intente matarnos?

[Drail]

A Zach le había gustado su nombre. ¡Perfecto! Por otra parte el sitio al que terminamos llegando era muy extraño.

-Parece sacado de un cuadro con esa cosa del fondo – dije señalando el mar negro.

Decidimos acercarnos al abismo siguiendo el camino de piedra que había. Mientras me preguntaba por qué íbamos hacia allí de todos los sitios estuve a punto de acercarme por detrás a Kiara y presentarme. Iba apartado con su compañero digimon, en su propio mundo. Estaba convencida de que, a pesar de que yo había oído hablar de ella, ella ni siquiera sabía cómo me llamaba. Pero al final no le dije nada. “Seguro que es una formalidad que no hace falta”,pensé, “Estáis en el mismo barco al fin y al cabo.”. Ella llevaba un bate que no tenía ni idea de donde lo había sacado, pero tenía que reconocer que era buena idea. Quizás no siempre este con Zach para que me echara una mano. Al final termine “disfrutando” del paseo mientras iba comprobando en el dispositivo cuales eran los digimon con los que nos íbamos encontrando.

Al final del camino y el principio del abismo solo había un edifico de piedra y una cabina de teléfono. Definitivamente esa zona parecía una especie de collage de cosas. Dracomon intentó cruzar el abismo hacia el puente de madera del otro lado, lo que resulto algo que me hizo echar atrás de un salto. Una especie de rayo azul que ni siquiera había visto de donde había venido casi lo destruye, pero Mafy lo saco de allí a tiempo. Mire un momento a Zach y agite la cabeza de un lado a otro. ¡Que no se le ocurriera hacer lo mismo!

Mafy nos dio la agradable noticia de que no podíamos volver para atrás y que se había dado cuenta nada más cambiar de zona.

-¿Atrapados? ¿¡Por qué no lo has dicho antes!? ¿Y ahora qué?

Antes de que nadie me diera una respuesta salieron dos especies de bolas armadas y protegidas de la casa de piedra del lado del camino. Como un acto reflejo ya, mire el dispositivo mientras no podía evitar pensar “Genial, ¿ahora qué?”. Nos hablaron de una Lilithmon que mantenía el puente levantado para que nadie fuera a su zona a molestarla, y nos recomendaron que nos quedásemos allí. ¡Ni hablar! El sitio era raro, y la idea de quedar atrapada en un lugar cuando YA estaba atrapada no era muy agradable. Kiara y yo nos pusimos a interrogar a esos tipos.

-¿Y vosotros estáis al servicio de Lilithmon o qué? ¿A san de qué levanta el puente? ¡La gente no puede salir por ningún sitio por aquí!

Estaba un poco enfadada, aunque esos Gladimon no tuvieran la culpa de ello, pero la naturalidad con la que nos mandaban a quedarnos allí me sulfuró por un momento. Intente distraerme buscando información de Lilithmon en el dispositivo, para ver qué encontraba de él.

[Malfuin]

@Rudy[III], Lira[II ]:

Os acercasteis al autobús y os encontrasteis la puerta abierta, así que subisteis a investigar. Guardromon se quedó fuera, ya que sencillamente no cabía en el interior. Nezu subió primero, seguido de cerca por Narine. Lira y Rudy subieron detrás junto a sus Digimon.

-¿Qué ha pasado aquí? -preguntó Nezu, perplejo.

Había unas cuantas mochilas y chaquetas que probablemente habían estado en el portaequipajes, pero ahora las mochilas estaban abiertas y el contenido desparramado por los asientos y el suelo, y había prendas de vestir hechas jirones...

Entonces detectasteis un par de formas negras al fondo del autobús. ¡Unos Digimon horrendos comenzaron a arrojaros basura! Y con bastante fuerza. No los veíais con claridad tras los asientos del fondo, pero al enfocar el RH hacia ellos apareció la información de Roachmon.

-Lira, ¿crees que podremos encontrar a Pampiño? -preguntó Ilargi, ocultándose tras un asiento y abrazando su zorro de fuego.

-¿Quieres que les ataque? -preguntó DoKunemon-. Podría acercarme correteando por ese hueco -dijo refiriéndose al portaequipajes-. No me verían venir.

@Senetyl[III], Nenti[II ]:

-¿Enfermos? -se burló uno de los Goblimon-. ¿En serio crees que vamos a tragarnos eso? ¡Chicos! ¡Al ataque!

Nadie se movió.

-He dicho: ¡Chicos, al ataque!

-Vale, pero ve tú primero -le dijo el Goblimon que tenía al lado.

-¿Por qué no vas tú?

-Tengo que dirigir la batalla. ¿Por qué no me hacéis caso?

-No quiero que me contagien.

-¡Pero está claro que es una trola!

-Tal vez, pero siempre vas tú primero. ¿Por qué no ahora?

Los Goblimon comenzaron a gritar y darse mamporros entre ellos, exigiéndose unos a otros que trataran de atacar antes que el resto. Horus y Trydan parecieron francamente confundidos ante aquella situación, pero DORUmon, que normalmente se mantenía al margen, decidió reaccionar en aquel momento.

-¡Hiper Embestida Metálica! -cargó contra los Goblimon que os cerraban el paso y derribó a tres de ellos. Tomi soltó una carcajada y echó a correr detrás de su compañero, y los otros no tuvisteis otra que tratar de seguirle.

Esto os dio unos segundos de ventaja mientras los Goblimon peleaban sin comprender la situación. Cuando descubrieron que sus víctimas se daban a la fuga, echaron a correr en tromba tras vosotros, y algunos os lanzaron bolas de fuego con las manos que pasaban muy cerca.

-¡Son más rápidos que vosotros! -observó Horus, refiriéndose a los humanos, dado que los tres Digimon mantenían la delantera con holgura-. ¿Alguna idea para retrasarlos? -preguntó en general, aunque miraba con curiosidad a DORUmon, que volvía a estar sumido en su habitual mutismo y no respondió.

-¡Puedo quedarme atrás y pelear con ellos! -exclamó Trydan-. ¡Os conseguiría un poco de ventaja! ¡Ya me he enfrentado a grupos de Digimon que lanzaban fuego antes!

@Suzu[III], Kiara[III]:

-No lo he dicho antes porque pensé que acabaríamos saliendo por el otro lado de la zona y no importaría -dijo Mafy, mientras Kiara interrogaba a los Gladimon.

-Usamos la cabina para pedir comida a domicilio -respondieron-. Y el trigo lo utilizamos para hacer pan y bollos. Madame Lilithmon se queda con una parte de la cosecha, desde luego... No, no creo que ella esté interesada en recibiros. No es que trabajemos para ella, de hecho levanta el puente para tenerlos controlados, supongo. Procuramos vivir tranquilamente y no pensar mucho en ello.