Los cuatro amigos llegaron hasta el extremo del bosque, en el punto donde un pequeño barranco, que cada año perdía terreno, delimitaba la línea de la costa. Se sorprendieron de ver un cofre flotando muy cerca, y con cierto esfuerzo lo sacaron del agua. Utilizaron una palanca para abrirlo.
En el interior del cofre había cuatro cosas.
-Una fruta redonda de aspecto extraño y olor no muy agradable.
-Una pistola alargada con un saquito lleno de semillas atado a la culata.
-Una espada larga, que apenas cabía en el enorme baúl. Era de doble hoja, y la empuñadura imitaba las alas de un dragón.
-Un libro lleno de complicadas ilustraciones y descripciones de técnicas de artes marciales, casi imposibles de realizar.
En el cofre también hay una carta. Una carta muy arrugada, escrita por una mano débil.
"Con Gol D. Roger peleó mi tripulación, justo ante la orilla de Raftel. ¡Gran error! Su poder no conoce rival. El oro y las joyas cayeron al mar, pero salvé las más preciadas posesiones de los miembros de mi tripulación, sus más queridos tesoros. Ellos ya no podrán volver a utilizarlos, pero seguro que ellos querrían que sean de utilidad a unos auténticos piratas en el futuro. ¡Ojalá las olas guíen nuestro tesoro hasta la orilla apropiada! Siempre queda la esperanza.
Loren D. Black."
¿Qué harían los niños ante semejante hallazgo?