Konjiki no Gash Bell: The Great Challenge [Rol]

[LightHelco]

Me lance contra el humano que tenia mi libro para no dejarle irse.

- Piopo piopo piopo, piopo! (No puedes irte sin mi, eres mi humano, te necesito!) - me abrace a el poniendo carita de pena para que me llevase consigo, ahora que habia encontrado a un humano no podia dejar que se fuera.

[Rayden]

-Eh, eh, ¿que haces? Su-suelta.... no... no me mires con esa carita...... ah, de acuerdo. ¿Quieres venirte conmigo? Esta bien, vente. Ni yo le puedo decir que no a algo tan mono. Aunque parece que no puedes hablar y por tanto no puedes decirme tu nombre... dime, pequeña, ¿sabes escribir? ¿podrias escribirme tu nombre? Asi no te llamare algo raro...

¿Y tu, Telos? ¿Tambien te vas a llevar al lobo este? Es un poco... distinto de llevarse un pajaro. Quizas a nuestra madre le de un ataque al verlo.

[Juan98]

Eh,bueno,no creo que a nuestros padres les gustara la idea.Pero prefiero tenerte conmigo,que este libro brillase al cogerlo yo fue una señal, así que ter vienes conmigo.Y si sabes escribir, explícame un poco lo que esta pasando y como te llamas.

[edurna]

-eh...-me volvi al chico- yo no entiendo nada, a asi que la decision te la dejo a ti.
le di el libro, con algo de extrañeza, asustada y esperando que el chico me explicara que ocurria.
-por cierto-le dije con una sonrisa- mi nombre es Evangeline ¡Encantada de pelear contigo!

[Crow]

-Maldito idiota... Ya ajustaremos cuentas, pero primero... Plantale el disco enfrente, asi no podra disparar! Feroduro!

[Loud]

- ... gur.. - cogi el lapiz que me dio con las dos zarpas y empece a hacer garabatos, no habia manera de coger aquello y al final lo deje

- Gur gur ur gur.. gur groar groar gur! (Soy un mamodo, como ella y el que acaba de desaparecer, venimos de otro mundo para luchar por ver quien se convertira en el rey mamodo, asi que tenemos que vencer tu y yo a todos los mamodos.. que son mas de 100 y yo soy el ultimo de la lista, pero lo conseguiremos!)

Mire al mamodo que tenia al lado.

- Groar gur gaúd, gur roar (Encantado de conocerte, me llamo Laúd, puedes decirselo a mi humano tambien por favor?)

[LightHelco]

Cogi el lapiz y empece a escribir mi nombre tranquilamente mi nombre y el del lobito haciendo un pequeño dibujo indicando quien era quien:



- Piopo!

[Rayden]

Aja, asi que Avina.... bonito nombre. Yo me llamo Renji, encantado de conocerte. Y ahora que hemos hecho las presentaciones, ¿que tal si nos vamos a casa?

[Juan98]

Así que te llamas Laúd,eh,bonito nombre,me recuerda a un instrumento musical de por aquí.Y ahora que hemos terminado las presentaciones,volvamos a casa y comamos un poco.Por cierto,¿te gusta la comida para perros?Si quieres te compro un poco...

[Final]

Aquel humano parecía... rendirse. Pobre.

-Oye, ¿Floyd te llamabas?

Lo miré con desconfianza y asentí. No había dicho mi nombre en ningún momento... aunque quizás lo recordaba de la lista del Mundo Mamodo.

Nosotros podemos hacer un gran equipo. Podemos encontrar otra persona con mi misma longitud de onda para que sea dueño de mi libro y luchar para convertirnos en reyes juntos, ¿No crees? Piénsatelo bien antes de actuar.

-¿Tú? ¿Un equipo? -dije, extrañado- ¡Ja! ¡El "protagonista" de su improvisada historia queriendo cooperar con uno de sus enemigos! ¿Esperas que me crea eso?
Lo miré fijamente mientras sopesaba su oferta. ¿Un mamodo de actitud narcisista ofreciéndose a cooperar con otro? Allí algo no cuadraba. Aunque... supuse que debía ser muy duro vagar solo por aquel mundo que nos resultaba desconocido. Suspiré.
-Ay... Bueno, venga, por mí vale, aunque habrá que ver qué dice aquí la señorita -señalé a mi compañera-. ¡Y nada de trucos raros!
Tras ello, le di la espalda y dirigí mi mirada hacia mi compañera de batalla, que me estaba tendiendo mi libro. Tras decirme que no comprendía nada, al fin me dijo su nombre.

-Mi nombre es Evangeline. ¡Encantada de pelear contigo!

-O-oye... -dije, un tanto abochornado recuperando mi libro.
Me quedé con el tomo marrón en la mano unos segundos antes de dirigir de nuevo mi vista hacia Evangeline y hablarle intentando parecer convincente.
-¡Si tan encantada has estado podríamos seguir haciéndolo! ¿S-sí?
Miré a Romeo una última vez, y también a su libro, que yacía en el suelo. Suspiré.
-Mira... Evangeline. Yo soy Floyd -me presenté- y soy un mamodo.
>>Vosotros los humanos no nos conocéis porque vivimos en un mundo distinto al vuestro, pero cada mil años un centenar de nosotros es enviado a vuestro mundo para luchar entre nosotros. Cuando el libro de un mamodo es destruído, éste vuelve a nuestro mundo de origen y queda descalificado... pero el último mamodo que quede en pie en la competición se convertirá en el Rey del Mundo Mamodo.
Agarré mis gafas y me las saqué de delante de los ojos, subiéndomelas hasta la frente.
-Da para escribir un buen libro, ¿verdad? -reí- Si no me crees, lo comprenderé, pero por lo menos déjame quedarme contigo un tiempo. No... no tengo adónde ir.