@All
Entráis por la puerta... y os encontráis con un espacio en oscuridad. Cuando vuestros cuerpos se posan sobre el supuesto suelo, unas ondas salen disparadas a un único punto. De este, emerge un gran dragón, que impone respeto a todos y cada uno de vosotros. Antiguos recuerdos os vienen a la cabeza. Bueno, no los podéis llamar recuerdos, pues en vuestras vidas habíais visto tales imágenes, pero podéis recordar como, aquel ser, había sido, en parte, responsable de quienes erais ahora. El gran dragón irguió la cabeza, y empezó a hablar en un profundo tono.
Habéis vuelto a mí. Han pasado años, pero no ha sido demasiado tiempo. Mis esclavos han podido surgir... pero no están completos todavía.
De la cabeza del dragón, surgieron cinco grandes brazos etéreos. Cada uno de ellos atraviesa a uno de vosotros. Empezáis a brillar justo por donde ha pasado el brazo; no sentís dolor, más bien lo contrario. Una energía como nunca antes habíais notado se ha despertado.
Os he otorgado con el don mas grande de todos; una chispa que os permitirá viajar a mundos y planos distintos. Sin embargo... parece que algunos de vosotros veréis reducido vuestro poder tal y como me paso a mí. Ahora... es hora de enseñaros a luchar... como caminantes de planos...
De repente, el suelo deja de ser sólido, y caéis. Cuando tocáis suelo, cada uno esta en un sitio distinto. Sin embargo, podéis seguir escuchando la voz del dragón...
Os enseñaré a luchar con vuestro don... Os estaré vigilando...
Caes y, al chocar, puedes ver como has caído en una isla paradisíaca. Sin embargo, una figura te asalta; es un Mago de Azur.
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-Empecemos por lo básico. Convocar criaturas. Para ello, debes usar el maná almacenado en esas esferas. Cada criatura tiene un coste y habilidades distintos. Para hacerlo, solo debes decir el nombre de la criatura en cuestión. Pruebalo con un Oso Fantasmal.
@Zodiark
Caes entre diversos árboles. Gracias a tu agilidad, no te haces ni un rasguño, pero en cuanto caes, una sombra te asalta, revelando ser un Mago de Jade.
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-Empecemos por lo básico. Convocar criaturas. Para ello, debes usar el maná almacenado en esas esferas. Cada criatura tiene un coste y habilidades distintos. Para hacerlo, solo debes decir el nombre de la criatura en cuestión. Pruebalo con un Cocodrilo Furtivo.
@Drail
Gracias a tus alas recuperas el equilibrio enseguida, y te encuentras volando por los cielos, encima de una extensa llanura. Sin embargo, desde abajo, puedes ver como una figura te lanza esferas luminosas; es un Mago de Alabastro.
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-Empecemos por lo básico. Convocar criaturas. Para ello, debes usar el maná almacenado en esas esferas. Cada criatura tiene un coste y habilidades distintos. Para hacerlo, solo debes decir el nombre de la criatura en cuestión. Pruebalo con un Gran Abolidor.
@Santi
Caes ladera abajo de una montaña, pero gracias a tu resistente piel ni lo sientes. Llegas a un círculo de combate, dónde un Mago Carmesí te espera
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-Empecemos por lo básico. Convocar criaturas. Para ello, debes usar el maná almacenado en esas esferas. Cada criatura tiene un coste y habilidades distintos. Para hacerlo, solo debes decir el nombre de la criatura en cuestión. Pruebalo con un Perro Infernal Ardiente
@True
Caes, y compruebas que, al intentar usar tus poderes para impedir una caída brusca, te fallan, y te ves obligado a usar tus ya oxidadas alas. Compruebas que has aterrizado en un cenagal; un Mago de Onix te confronta.
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-Empecemos por lo básico. Convocar criaturas. Para ello, debes usar el maná almacenado en esas esferas. Cada criatura tiene un coste y habilidades distintos. Para hacerlo, solo debes decir el nombre de la criatura en cuestión. Pruebalo con un Segador del cementerio.
@Drazham
Tras desaparecer los otros, cinco esferas, una de cada color, quedan suspendidas en el aire.
Vaya... quién hubiera pensado que tendrían tanto poder como para formar un sexto agente... Muy bien. Yo te daré forma, mas tu nombre será de tu voluntad. Recuérdalo y aférrate a él, pues será lo único que tengas.
Las cinco esferas se unen en una sola, y, tras una cegadora luz, una figura humana sale de ella. Sin embargo, tras ver al dragón, sendas alas crecen de su espalda, y cuernos crecen en su cabeza. Una cola termina por dar el toque final.
Tu, que controlas todos los elementos, serás una gran adición. Pero... parece que no tendrás tanto dominio como los demás... Debes... reforzarte...
Caes por un hueco similar, aunque ni te inmutas.
Planeas con tus alas hasta que aterrizas. Allí, el dragón te espera.
-Bienvenida, mi creación. Serás instruido en las mismas artes que los demás.
Un cinturón se ajusta alrededor tuyo; cinco esferas, una de cada color, se colocan en él. Oyes la voz del dragón.
-Empecemos por lo básico. Convocar criaturas. Para ello, debes usar el maná almacenado en esas esferas. Cada criatura tiene un coste y habilidades distintos. Para hacerlo, solo debes decir el nombre de la criatura en cuestión. Pruebalo con un Autómata Adaptativo.