Digimon: Data Disruption [Rol]

[LightHelco]

—¿Has dicho algo, Bunnymon? Como verás no todos tenemos orejas para escuchar susurros —le dije algo desconfiada, ya sabía por experiencia que si alguien gruñía de esa forma era porque estaba soltando una opinión personal y normalmente nada buena de otra persona —. La verdad es que no me importa mucho el encontrarnos con ese tal Hookmon, si nos molesta pues le reviento la cara, si no lo hace, seguimos adelante y listo.

Miré hacia el camino que íbamos a atravesar río arriba antes de notar como Gazimon se me acercaba con un cuenco vacío y bastante mosqueado pidiéndome comida. Menudo cambio había sufrido desde que me había rogado que no le atacase porque era un buen conejito, aunque tampoco es que importase, parecía que iba a ser mi compañero y tampoco quería quedarme sin mascota antes siquiera de avanzar un metro por este lugar.

—A saber si tengo algo de comer, salí bastante corriendo de casa a decir verdad y como tenía pensado volver pronto, pues ni me lo planteé —le dije al conejo sin ganas metiéndome las manos en los bolsillos. Hubo suerte, ya que al hacerlo pude tocar un par de objetos alargados y finos que al sacar vi que eran chupa-chuses —. Sentíos afortunados, sé que no es mucho, pero están bastante ricos —sonreí quitándole el envoltorio a uno de ellos y tendiéndoselo a Gazimon —. Son para ir chupando, así que no te lo comas de un bocado.

[Aritriel]

Lo que dijo Lucemon se correspondía con lo que sabía; aunque tenía en cuenta que lo que había visto eran dibujos. Probablemente muchas cosas serían iguales, pero no descartaba la posibilidad de que muchas otras no lo fueran. Al menos tenía una pequeña idea; aunque tener esos conocimientos no era algo de lo que me enorgulleciera especialmente.

Lo peor era que había problemas por allí. Sintiéndolo mucho por los DemiMeramon, yo no quería involucrarme en ello. Sobre todo cuando ni siquiera sabíamos si realmente seríamos capaces de derrotar al Meramon. Era un nivel más fuerte que nuestros compañeros en esos momentos y, aunque ellos también podían cambiar... no me gustaba confiar en la suerte.

Por desgracia el pelirrojo decidió por su cuenta que iríamos hasta la aldea. Y estaba claro que separarnos en ese lugar desconocido y posiblemente peligroso no sería una buena idea. Puse los ojos en blanco.

-Voy, voy-murmuré, mientras les seguía.

[Amilinne]

@Jeremy (50%) @Matías (25%)

-Nuestros poderes y ataques aparecen en el dispositivo digital –explica Kudamon-, pero sólo cuando estamos en mitad de una batalla. Para aquellos que tenemos más de una habilidad, supongo que si pulsáis en los botones alguno hará que avance al siguiente movimiento.

-¡Halsemon no es nada comparado con nosotros! –exclama entonces Tentomon, abriendo las alas y echando a volar lejos de la cabeza de Matías-. ¡Le vamos a zurrar de lo lindo hasta que se vaya llorando de vuelta a su dueña!

-Halsemon es más poderoso que nosotros –corta Kudamon-. Pero seguro que podremos con él si trazamos un buen plan de acción y con vuestra ayuda…

-¡¡Pues a mi me parece que sí que está descargando algo, ¿eh?!! –grita de repente Tentomon-. ¡Mira, pone “75% restante”!

-¡¿Quién está ahí?!

De detrás de una pared de rocas aparecen otros dos seres extraños. Uno es una especie de duende de color verde que sujeta una maza de hueso, mientras que el otro parece ser un mono, aunque su pelaje también es de color verdoso.

-Goblimon y Monmon –masculla entre dientes Kudamon-. Son soldados a las órdenes de Halsemon. Estaban haciendo guardia lejos de aquí, ¿cómo pueden haber llegado hasta nosotros tan rápido?

-¡Así que vosotros sois los que estaban armando tanto barullo! –ríe Goblimon-. Los gritos que pegabais se escuchaban a kilómetros de distancia.

-¡Los gritos que pego, querrás decir! –se adelanta Tentomon, emocionado-. ¡Oh sí, nena, por fin un poco de acción! ¡Hora de pegarles una paliza a unos matones de segunda clase!

Kudamon suspira, exasperado por el compañero de Matías, y se desenrolla de tu cuello. Jeremy, enseguida notas que el dolor punzante vuelve.

-Supongo que probaremos mi teoría de los dispositivos digitales antes de lo planeado.

@Luke (50%) @Alan (25%)

-Es verdad que somos más y más guays, que eso no siempre garantiza la victoria, Luke… -Penguinmon se queda pensativo-. Aunque supongo que nunca lo sabremos si no lo intentamos. Yo creo que deberíamos ir para allá y confiar en que haya más gente. Si todo falla, siempre podemos retirarnos. –Luke, Penguinmon te mira con solemnidad-. Cuando salgamos de este bosque, Luke, lo entenderás. Pero nuestro mundo… ya no es lo que era. Es preso del ejército de Persiamon. Y nosotros debemos liberarlo de esas cadenas.

Floramon ríe un poco ante tu entusiasmo, Alan.

-No hemos hecho mucho, sólo buscaros. En general, hemos evitado el conflicto, pues encontraros era prioridad. En cuanto a la comida… -el estómago de Floramon ruge-. ¡Oh! Je, je, perdón… No… No hemos podido comer mucho. Tan solo bayas y otros frutos. Yo hecho raíces de vez en cuando y me alimento de la tierra, pero un poco de carne o algo con sustancia de vez en cuando no estaría mal…

-Deberíamos acercarnos al río y pescar algún pez, o al menos coger un par de frutos de por aquí antes de partir… Se lucha mejor sin hambre, ¿verdad?

Penguinmon se pone a caminar algo torpemente y se acerca a un arbusto con una flor bastante peculiar. Cuando la toquetea para ver si de ella crece algo comestible… ¡de repente, la planta se mueve y empuja a Penguinmon!

-Eh, Kunemon, parece que tenemos a un par de pardillos que no saben distinguir entre un arbusto y una BELLA FLOR –exclama el digimon planta, obviamente enfadado.

Algo parecido a una oruga demasiado crecida aparece entre las hojas de un árbol y repta por el tronco hasta colocarse junto a su compañero.

-Eso parece, Palmon, supongo que habrá que castigarles por haberte ofendido.

Floramon salta casi automáticamente y se coloca junto a Penguinmon, que aún está algo aturdido. La expresión de Floramon es severa y determinada, muy diferente a la que había tenido hasta el momento.

-Alan, Luke, en vuestros dispositivos digitales figuras nuestras técnicas de combate. Dadnos órdenes.

@Asch (25%) @Adair (25%)

-¡G-gracias, Asch! ¡Sí, v-vamos! ¡Lo haré lo mejor que pueda!

Todos comenzáis a caminar. Lucemon se te queda mirando, Adair, y se da cuenta de que tus palabras no simbolizan lo que realmente estás pensando.

-Aún así, FanBeemon, tenemos que tener en cuenta que Meramon es un digimon de nivel superior a nosotros dos. Incluso si unimos fuerzas, es posible que no seamos rivales para él.

Las antenas de FanBeemon se doblan hacia abajo como si se trataran de las de un conejo.

-O-oh… Supongo que tienes razón, Lucemon… Pero, ¿qué deberíamos hacer entonces?

-Comer, primero de todo –Lucemon se lleva la mano al estómago con expresión avergonzada-. No podremos luchar bien sin recobrar fuerzas antes. Y también…

Lucemon deja de hablar cuando se da cuenta de que algo os está vigilando. Frunciendo el ceño, se coloca delante de Adair en un gesto protector. Frente a vosotros se encuentra un puente de metal que cruza el río de lava más grueso que habéis visto hasta el momento. Un Coronamon y un Agumon están en vuestro extremo del puente y os observan con una sonrisa maliciosa.

-¿S-son…?

-Ese puente ha sido construido hace muy poco, para que los siervos de Meramon puedan atravesar –masculla Lucemon-. Deberíamos…

-¡Llama Bebé!

El Agumon dispara una pequeña bola de fuego de sus fauces que se dirige directamente hacia ti, Adair. Lucemon, sin embargo, te aparta de un empujón. Ambos caéis al suelo sin un rasguño.

-… Deberíamos acabar con ellos –termina Lucemon, sus ojos llenos de ira.

FanBeemon, aunque un poco menos decidido, se deshace de tu abrazo, Asch.

-U-usad los dispositivos para ver qué habilidades t-tenemos.

[Malfuin]

Soldados enemigos.

Estiré la palma de la mano derecha para tocar a Kudamon y contenerle, antes de que se lanzara al ataque. Me acerqué y le hablé en voz baja, sin mirar el dispositivo con la izquierda.

-Vaya compañero más escandaloso -murmuré rápidamente-. Pero supongo que es mejor que estar solos. Veo que puedes algo llamado... eh... Zekkoushou para cegar a los enemigos. Si lo hicieras y utilizaras el torbellino de la bala, para golpear sus armas y desarmarles mientras están confundidos, tendríamos ventaja... vosotros no necesitáis ir armados para luchar, ellos sí. Pero ten mucho cuidado, asegúrate de no exponerte a sus ataques, habrá más soldados y no puedes estar herido cuando les encontremos -me quedé pensativo un momento. Había hablado bastante y sabía que le estaba haciendo perder el tiempo-. Supongo que el destello cegará también a Tentomon, pero no hay nada que podamos hacer. Él también disfrutará de la ventaja si consigues desarmarles. ¡Suerte!

[Loud]

- Alaaaaa, no hace falta ponerse asi, deberias estar agradecido de que te confundan con una hermosa flor, significa que eres hermoso, alegrate y si no quieres alegrarte no pasa nada, Floramon tiene polen para ambos, y penguinmon lleva mucho tiempo sin comer, no va a dudar en comeros, a los bichos malos yo les doy una patada. ¿Ahora nos podemos llevar bien y parar esta tonteria o elegis ser nuestro desayuno?

[bobokukemon]

—¡No te sientas orgulloso de revelar nuestra posición, merluzo! ¡Si hubiera venido más gente estaríamos muertos! Es más, ni siquiera tenemos la certeza de que esta vaya a irnos tan bien.

Bajé la mirada para mirar al dispositivo y comprobé lo que podía hacer, tenía que decir que no había una gran variedad. El otro chico decidió cegar a los enemigos primero para después atacar mientras tanto.

—Supongo que en ese caso espera a que estén desarmados para atacar. Por ahora tan solo usa... Mini Trueno, no sabemos con lo que pueden salir. Si la estrategia anterior falla, atácales hasta que las suelten. Usa... Doble Garra, supongo, ¿me has entendido?

[Dark]

Cuando Penguinmon se puso a andar, chocó contra unos arbustos y éstos se pusieron a decir chorradas. Lo peor es que alardeaban de chulos y son más feos que el cagar. Se pusieron enseguida a la defensiva, y Floramon se puso delante diciendo dónde podíamos ver los ataques de nuestros compañeros.

Genial, un poco de acción para calentar antes de ir a por...

Y sin dejarme hacer nada, Alan se pone a hablar. Pero está intentando hacer... ¿qué? Pero si les ha amenazado. ¡Para eso atízales! Pero le seguiré el rollo. Aunque por si a caso las cosas se ponen chungas, eh... Golpe sorpresa y Bofetón eterno. Madre mía, Bofetón eterno. Ésta técnica debe ser como la técnica definitiva o algo. Pero le pensaré un nombre mejor, sí.

Si nos atacaban o pasaban de las amenazas de Alan, tenía dos ataques preparados. Y yo me sé defender, vamos bien preparados, sí señor.

[Crow]

-Y que podríais comer de por aquí, solo ha lav... Y esos de ahí?
Ni tiempo nos dio a trazar un plan que nos atacaron sin previo aviso, aunque nuestros digimon estaban dispuestos a contraatacar. Miré un momento el dispositivo.
-FanBeemon -le llamé bajito para que no me oyeran los enemigos- Vuela muy arriba y dispara a los enemigos con tu Gear Sting. No te preocupes, no te pasara nada, yo los distraigo.

Comencé a coger piedras del suelo para tirárselas a Agumon y Coronamon, consciente de que debía evitar los ataques que me lanzaran si no quería acabar achicharrado.
-Lucemon, luego a estos nos los comemos o tendréis que obtener minerales chupando piedras?

[Aritriel]

Estaba perdido en mis pensamientos, sin apenas prestar atención a los demás. No me interesaba demasiado lo que pudieran decir y, aunque no me gustaba mucho admitirlo, lo consideraba una especie de "venganza" por tener que seguirles. Algo estúpido e infantil, pero no podía evitarlo.

De repente algo me arrolló, tirándome al suelo. Ese algo era Lucemon; y una bola de fuego pasó por donde había estado segundos después. Se me pusieron los pelos de punta. Había estado muy cerca. Le agradecí brevemente al digimon el haberme salvado y volví a ponerme en pie, mientras asentía a sus palabras. Miré el dispositivo, pero descubrí, para mi desconcierto, que Lucemon sólo tenía dos ataques. Y uno de ellos ni siquiera sabía bien a qué se refería. Presioné el botón del ataque que sí entendía.

-¡Usa la Gran Cruz!-le ordené, ya que no tenía muy claro si con pulsar el botón era suficiente o también tenía que decir algo. El ataque de los otros digimon me había puesto nervioso.

[Zodiark]

—¿Darte de comer? O-Oh, lo siento, no tengo nada... —dije algo triste, esperando no decepcionar a Labramon, pero entonces se me ocurrió algo—. ¡Oh, espera! ¿Esto no es como un Tamagotchi...? —pensé en voz alta observando la pantalla del dispositivo digital—Quizá...

Comencé a trastear con el cachivache, con algo de cuidado para no hacer algo que lastimase a Labramon.

—Entonces, ¿cuánto tiempo decís que habíais estado buscando? —pregunté a mi compañero mientras seguía toqueteando botones.

Si no lograba encontrar alguna opción para alimentar al Digimon, le pediría a Alice uno de esos caramelos que llevaba para Labramon, y le prometería que le daría algo más nutritivo lo antes posible. Lo consiguiera o no, guardé el dispositivo en mi bolsillo y me crucé de brazos, pensativa.

—¿Así que hay una base enemiga? ¿Qué clase de enemigos son? —pregunté a los dos seres digitales tras unos segundos de reflexión—. En cualquier caso, si vosotros decís que serán bosses demasiado difíciles, vayamos por el camino río arriba, y esperemos que ese tal Hookmon y los suyos no sean muy duros. Si tenemos que enfrentarnos a ellos nos lo podemos tomar como una misión de tutorial —comenté medio en broma sonriendo—. ¡Vamos pues, Alice! ¡Labramon, Gazimon, tendréis que guiarnos por el camino más seguro!