Lillymon asiente, extiende ambas manos, hacia la tierra seca a los pies de Palmon y musita.
-Cañón de Pétalos.
Konpaku crea una ráfaga de viento que azota a Palmon, distrayéndolo, y acto seguido una serie de explosiones diminutas, como petardos, debilitando la capa más dura del suelo que acaricia el muro de la fortaleza. Palmon se pone a pegar pisotones, como bailando. Una nube de polvo se levanta.
-¡Oh, por todos las flores! ¡Nos han encontrado! ¡Nos han visto! -empieza a berrear-. ¡Nos disparan!
-Relájate... -Konpaku se agacha cuando la ventolera se calma y recoge algo de tierra con la mano-. No sé que ha sido eso, pero parece haber ablandado la tierra. Date prisa y haz lo que tengas que hacer, antes de que la nube de polvo se disipe. Los vigías no deberían haber oído nada, están demasiado altos, pero nunca se sabe...
Lillymon te dirige una mirada y se encoge de hombros, como disculpándose por no haber podido cumplir tus órdenes de mejor modo. Palmon respira hondo y tarda unos segundos en retomar su pomposa compostura. Extiende de nuevo sus hiedras y escarba. La tierra cede con facilidad y al cabo de un rato os encontráis con un agujero en el muro lo bastante grande como para que quepa un digimon humanoide.
-Ahora... vais vosotros delante... -jadea Palmon-. Si queda tierra por sacar de en medio, no seré yo quien la aparte...
Hacéis justo eso sin demasiada dificultad y acabáis al otro lado. Estáis en un patio bastante mal cuidando. El césped que cubre pobremente una minoría del suelo está seco; la mayoría de la tierra que pisáis está tan seca y agrietada como la del resto de la ciudad. Estáis más cerca de la entrada que de la parte trasera del muro que acabáis de atravesar, junto a una esquina, y podéis ver a lo lejos dos grandes guardas digimon protegiendo la gigantesca puerta principal. Es improbable que os vean desde tan lejos, pero os agacháis tras unos arbustos por si acaso. A vuestra derecha se extiende una de las paredes laterales del edificio de piedra y metal. Es un muro austero, liso pero gastado, y no hay ninguna puerta o abertura en él.
-Bienvenidos a la Fortaleza de Rosemon -anuncia Palmon con orgullo-. Se suele considerar un lugar inexpugnable de defensas perfectas, pero con un prodigio como yo de vuestro lado incluso el más impenetrable de los castillos se convierte en un pasillo recto. Los vigías de las torres tienen instrucciones de mirar hacia fuera en todo momento, pues el interior tiene sus propias defensas, así que no nos debemos preocupar de que nos vean desde arriba. El camino más seguro es por las cocinas, en la parte de detrás. Si nos pegamos a la muralla no podrá vernos nadie. Sí, nos las tendremos que ver con los sirvientes, pero son digimon principiantes sin experiencia de combate.
Lillymon arruga la nariz. El aroma natural de Palmon, mezclado con el sudor y la tierra por la que os habéis tenido que arrastrar crea una combinación horrenda. Cada vez huele más fuerte.
-La puerta principal es la opción más rápida, claro, pero todo el castillo se nos echará encima. También podríamos volar y tratar de entrar por una ventana... pero sería bastante impredecible. No sé dónde acabaríamos. No obstante, es la única opción potencial de mantener el sigilo total. Si tenemos suerte, claro.
@Luke (125%) @Tris (210%) @Alice (-25%) @Alan (200%)
-¡Está claro, Tris! -Kumbhiramon pega un salto-. No tiene ninguna oportunidad contra nosotras. Las Caradonnas, unidas, jamás serán vencidas -canturrea animada-. Puedo volar, pero sólo te podré llevar a ti. Soy bastante pequeña para un digimon de nivel perfecto. Aunque juzgando por la distancia que marca el mapa, me costará bastante energía...
Hawkmon vuelve a amedrentarse ligeramente cuando le diriges la palabra, Tris. Te mira fijamente con desconfianza, pero no tarda en responder con tono defensivo.
-Sí... Sí, puedo digievolucionar. Me han dado de comer, así que tengo energía suficiente. Aunque ya podría haberse enrollado un poco más -añade en voz baja-. ¡Hawkmon digievoluciona en... Halsemon!
Alan suspira ante tus gritos, Alice, y saca su dispositivo digital.
-Me temo que sé muy bien por lo que has pasado... -masculla-. Nosotros también hemos tenido que pasar nuestro examen, ¿no es así, Sunflowmon?
El digimon asiente y cierra los ojos, comenzando a brillar. La silueta reptiliana empequeñece hasta convertirse en una figura esbelta y femenina.
-¡Sunflowmon súperdigievoluciona en...!
- Spoiler: Mostrar
-Yo no pedí esto. Pero lo daré todo para hacerlo lo mejor que pueda, a mi manera. Hemos perdido demasiado tiempo en nuestra batalla interna... Hay que recuperar ese tiempo perdido.
El digimon flor echa a volar, dejándoos a vosotras atrás. Alice, decides montarte encima de Halsemon con Válor en brazos mientras Cara se convierte en una bola y Tris se sienta sobre ella como puede. Luke también se posa sobre Halsemon, agarrándose a la cintura de la pelirroja. Ahora sólo queda dar la orden de partir.
-Ahora mismo no creo que pueda lanzar muchos ataques, ni a la pared ni a él... -musita Válor-. Oye, Alice... ¿Por qué te llevas tan mal con ese chico rubio? Floramon es mi amiga, y a Floramon le cae bien, así que no sé qué tiene de malo. -Pagumon frunce el ceño-. Todos nos hemos llevado palizas, de una manera u otra. No creo que el dolor de uno sea peor que el de otro.
-¡Para convertirse en Lilamon ha tenido que pasar por una prueba muy dura! -añade Kumbhiramon, su voz ahogada al encontrarse su cuerpo dentro de su resistente esfera-. ¿Verdad, Tris?
@Jeremy (200%)
Jeremy, tratas de comunicarte con Norizuna. Y cuando lo haces, el libro que había quedado junto al cuerpo de Gaogamon se abre y las palabras empiezan a aparecer solas. Tu compañero digimon contempla a duras penas este suceso, su visión obstaculizada por las lágrimas que no dejan de brotar de sus ojos. Las palabras fluyen y es como si se hubiera parado el tiempo. WereGarurumon no se mueve: lo único que queda sois Nori y tú.
-Remy... -murmura con un hilo de voz-. No pasa nada. Tú acabas de explicarme tu lado negativo, pero el mío... El mío lo puedes ver, justo delante de ti. Es ese ser que tanto daño te ha hecho. Esa es mi idea de un villano. Estereotípico, ¿no crees? Es parte de mí... y esto también. -Gaogamon recoge el libro con uno de sus lazos y el Ekakimon inerte manchado de sangre con el otro-. Yo he escrito esto. Y también estoy escribiendo esta batalla. Porque el autor es WereGarurumon, y yo soy WereGarurumon. No sé si él es Norizuna del pasado o una posible representación del futuro, pero no hay duda de que ambos somos Norizuna. Este es mi examen, él me lo ha impuesto. Un examen de mi mismo, para superarme. Porque por mucho que me esfuerce, no puedo ser perfecto. Ni yo, ni tú, ni nadie. Pero eso no significa que tenga que rendirme
Norizuna se levanta del suelo.
-Las cosas que has dicho... Me han dolido. Me dolieron a mí tanto como a él porque esta novela no es más que una de las múltiples posibilidades de cómo podría acabar el diario que estoy escribiendo. -gruñe-. He dependido de ti todo este tiempo. Te he pedido que elabores estrategias, que traces el camino hacia la victoria, porque... Porque no confío en mí, y nada me rompe más el corazón que saber que hay más gente que también opina que mis esfuerzos son un desastre. Era débil de cuerpo y mente. Y tú lo has aceptado, porque así es como eres, hasta que ha llegado este punto. El punto en que no puedo seguir siendo débil. Seguir siendo débil... sería nuestra perdición. Por eso... ¡Por eso...! -El cuerpo de Gaogamon se tensa-. ¡Por eso reescribiré yo mi propio libro! -exclama, aplastándolo-. ¡Por eso seré yo, y no el Norizuna del pasado... ni tú, Jeremy... el que escriba el final de esta historia!
Tu compañero sonríe, sus lágrimas todavía humedeciendo el largo pelo de su hocico.
-Sólo tengo que una orden que darte, Jeremy. Sigue siendo sincero. Sigue ayudándome a mejorar. Sigue estando a mi lado, incluso cuando mi incapacidad de reconocer mis errores destroce tu cuerpo y mente. Es muy egoísta... Pero es mi única petición hasta que todo esto acabe. Yo haré lo mismo por ti. Llenar los huecos que el otro no puede. Criticar la manera de ver el mundo del otro. Impedir que nuestras historias acaben como el fracaso de WereGarurumon. Y no me refiero solo a aquellas escritas con tinta. ¿Crees que podremos hacerlo? Con nuestra _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _, al menos está asegurado que será interesante. Una obra de arte para las generaciones futuras. ¡No puedo esperar!
Gaogamon se lanza a por WereGarurumon, arrancándole el brazo de raíz y logrando así liberarte de su agarre. Acto seguida, atraviesa el pecho del licántropo con el Ekakimon manchado de carmesí, el cual se quiebra con la fuerza del impacto.
-Con tu sangre y la mía finalizo este capítulo -anuncia Gaogamon.
WereGarurumon sonríe y abre sus fauces una última vez para pronunciar unas palabras antes de desvanecerse.
“Yo represento los fondos más ocultos de tu compañero. El pecado de Kudamon dibuja el mapa de vuestra derrota. Su temor por la irrelevancia es el epílogo de vuestra historia. El poder ilimitado de la imaginación es un arma de doble filo.”
Tu dispositivo digital reacciona y encuentras que eres capaz de mover tu cuerpo de nuevo. “Introduzca la contraseña”, marca la pantalla.
@Adair (200%)
-Adair... -Seraphiel acaba lanzando una bocanada de aire para deshacerse de las piernas de MagnaAngemon. Se levanta a duras penas-. ¿Qué te pasa? Te has quedado petrificado. ¡Necesito tu ayuda!
Witchmon parece preparado para acercarse a ti y despertarte de una bofetada, pero algo lo interrumpe. Notáis una sensación de succión muy familiar y nada reconfortante. La parte superior de MagnaAngemon ha reunido toda la energía que necesitaba y ha abierto una nueva Puerta del Destino. Ésta empieza a absorber los datos y números a vuestro alrededor.
-Tenemos que hacer algo. ¡Ahora!
Montado en tu escoba, puedes ver como las piernas vuelan hacia vosotros por el flanco derecho y el torso por el izquierdo. Están dispuestos a tiraros al recién abierto portal, pero Witchmon probablemente no pueda enfrentarse a ambos al mismo tiempo.
-Lo que he dicho antes... -masculla entonces-. No sé por qué lo he dicho. Es como si otra persona lo hubiera dicho a través de mi garganta. No sé si eso ayuda en algo...