Los otros tres niños y sus digimon en ningún momento se dan cuenta de tu presencia y abandonas la sala sin ningún problema. Una vez fuera, Konpaku te detiene, preocupada.
-¿Estás seguro de esto? Estoy tranquila contigo a mi lado, pero a lo mejor este no es un trabajo que podamos hacer los dos solos. -Te mira a los ojos-. Confío en ti, pero... -Entonces sacude la cabeza-. No importa. Vamos, ven aquí.
Lillymon te ayuda a subir a su espalda y acto seguido arranca una cortina para hacerse una especie de capa, bajo la cual te ocultas. Entonces echa a volar con parsimonia por los pasillos, tratando de no llamar mucho la atención. Puedes ver a través de la tela a algunos Mamemon mirándoos sospechosamente, pero ninguno hace el esfuerzo de pararos para asesorar la situación.
-¿Dónde estaba la salida de este lugar, exactamente...? -murmura entonces Konpaku, un poco para sí misma y preguntándote a ti al mismo tiempo.
Una figura se interpone entonces en vuestro camino.
-¿Puedo ayudarte, Lillymon? -pregunta Strabimon con tranquilidad, en mitad del pasillo.
-Esto... Buscaba la salida. Matias se ha dejado algo fuera, y quería ir a buscarlo...
-¿Junto al propio Matias? -sonríe Strabimon.
Konpaku se queda bloqueada.
-Si vais a marcharos -musita-, al menos entrégame la Memoria que llevas. No intentaré detenerte, pero en caso de que ocurra lo peor, no permitiré que la pérdida incluya una parte tan importante de nuestro mundo.
@Luke (125%) @Tris (210%) @Alice (-50%)
-¿Jugar contigo cuando terminemos? -Cara se lo piensa... y entonces te saca la lengua-. ¡Claro que sí! Ya lo prometimos, ¿recuerdas? Cuando salvemos mi mundo... tú me enseñarás el tuyo, y todo lo que te gusta de ahí. Es una promesa.
Te guiña un ojo y acepta, entusiasmada, la oferta de unirse a Alice en equipo contra ti, pues ella también ha estado perdiendo irremediablemente las partidas.
-¡Auuuuu! -se queja Válor cuando le golpeas, Alice-. ¡Eres cruel, Alice! ¡Crueeeel!
Sin embargo, no parece echarse atrás cuando le miras, amenazante. De hecho, te devuelve una mirada confiada que acompañara con una sonrisa.
-¡Yo también voy a jugar! ¡Me vengaré de ti, Aliiiiceee! -exclama, pegando un par de botes y cogiendo uno de los mandos con las manos que tiene encima de la cabeza-. ¡Yo y Tris contra Alice y Cara! ¡Je, je, je, je! ¡Lo único extremo va a ser vuestra derrota!
Pasáis varias horas jugando los cuatro, con Luke y Penguinmon uniéndose a la fiesta de vez en cuando, aunque parecen preferir quedarse en una esquina charlando entre ellos. Entonces alguien irrumpe de pronto en la habitación, y...
- Spoiler: Mostrar
Kumamon tose un rato tras quitarle la mordaza. Todavía parece un tanto desorientado, intercambiando miradas contigo y con FanBeemon intermitentemente.
-Yo... ¿Quién...? Uhm... -sacude la cabeza-. Yo... Yo estaba intentando salir... Pero es muy difícil mantener el equilibrio en la escalerilla sin manos... -gruñe, mirando hacia la luz que entra por la trampilla-. Y me he... me he caído... Me alegro de que alguien me haya escuchado...
-Pero, ¿quién te ha atado? ¿Por qué estabas a-aquí? -pregunta Yuri, un tanto asustado por la situación.
Kumamon se mantiene en silencio unos segundos, tratando de recordar.
-Porcupamon... -murmura-. Porcupamon quería... los huevos... ¡Ah! ¡Los bebés! ¡Tengo que ir a ver si los bebés están bien!
El digimon se agita durante unos instantes, pero no puede evitar detenerse debido al cansancio y las heridas. Te explica que no tiene ni idea de por dónde ir, y sin ninguna fuente de luz simplemente estás corriendo por esos misteriosos pasillos a ciegas.
-Se supone que nunca debemos pisar este lugar, que es peligroso... Nunca he estado aquí abajo... -susurra Kumamon.
@Adair (200%) @Jeremy (125%)
Logras agacharte a tiempo para esquivar el tajo que te tenía como objetivo. Norizuna ve la situación en la que te encuentras y escucha tu comando, dispuesto a lanzarse contra MagnaAngemon para protegerte, pero el KnightChessmon al que se estaba enfrentando logra aplastarle con ambas patas para retenerlo. Escuchas un aullido de dolor mientras MagnaAngemon te coge del cuello de la camisa. Te acerca a su cara y puedes escuchar su respiración a través del casco. Va a atravesarte con su espada cuando Adair interviene.
Pasan unos segundos que se os hacen eternos mientras el compañero de Seraphiel grita al ángel enloquecido. Entonces MagnaAngemon tira a Jeremy al suelo con fuerza y empieza a caminar hacia Adair alzando su espada.
-Pro... te... ger... -musita a pesar de sus obvias intenciones hostiles.
Al mismo tiempo, una porción del ejército de Sanzomon que no ha sido sepultado por las piedras, compuesto mayormente por Chessmon de ambos colores, siguen avanzando en vuestra dirección. Varios corren hacia Jeremy, unos pocos atacan a Gaogamon mientras está en el suelo y los demás se abalanzan a por Adair y MagnaAngemon.