Rol Saagio

[Dark]

@Drail

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Te alejas del grupo en solitario, y acabas encontrando en el bosque un claro iluminado por la luz de la luna, azul. Luego, te duermes.
Al despertar, notas que tienes una nota de papel encima de la cara:

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Buenos días, chico.
No tengo la menor idea de quien eres, pero tienes un tatuaje como el mio, ¿sabes?
Es curioso, porque pensé que nadie lo tendría.
Ven SIN NADIE al claro que está a trescientas tadaras de aquí.
Si no vienes, asumiré que no vienes, y si vienes con alguien o le enseñas esto a alguien, lo mataré.
La decisión es únicamente tuya. Tú decides.

Att: Dra

@Light

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No va bien para tus comentarios de ahora esta? xD
O esta

Te alejas del grupo, y tras un rato largo dando tumbos sin rumbo, encuentras un riachuelo, y ahí no te puede ver nadie. Además, estás un tanto alejada ya de donde estaban tus compañeros.
En el rio puedes ver que hay un animalillo herido que intenta curarse en el rio, pero cae dentro y la corriente se lo empieza a llevar.

@Zodiark

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Te alejas del grupo y te adentras en la otra parte del bosque.
Ahí, tras andar un rato tropiezas con un casco metálico de color grisáceo, un tanto gastado. Es parecido a un yelmo, pero a la vez se asemeja a un casco como los que usaban los samurais.
Dentro, hay un librito gastado. Lo abres por una página marcada:

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Séptimo día de la guerra divina.
Llevamos luchando siete días sin descanso, y no alcanzamos a ver nuestra meta.
Los "elegidos", gente de otro mundo, siguen dando vueltas por Saagio, sin rumbo fijo. No parece que les importe mucho salvo a uno, creo que era Zakaira. Pero es el que más sospechas levanta, ya que nunca está en los combates.
Además, es el único capaz de metamorfosearse con un Kly de invocación, lo cual es muy extraño. Sin duda, algo ocu...

El resto está partido. Faltan bastantes hojas, y las que están escritas solo hablan de guerras anteriores a la guerra divina.

@Flan, Ami y Dy

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-Vaya, no pensé que les pudiera afectar tanto... -dice Gaia.

Se va un momento y vuelve al cabo de poco con bastante leña y muchas hojas enormes.
Os monta a los cuatro una cama para cada uno y deja a Gea en la suya, con cuidado. Mientras va haciendo las otras tres que quedan, os va explicando:

-Cuando luché contra los dioses, la anterior guerra, fuimos yendo por distintas ruinas. Dependiendo así de nuestros sentimientos y manera de pensar, podíamos llegar a obtener mucho poder, o simplemente no obtener nada. No nos prepararon emboscadas ni nada, pero el anterior era nuestro guia. Nos las hacia pasar mal... solo para que nos hiciésemos fuertes, lograr entretenerle y encontrar un sucesor digno, según él dijo. Sufrimos bastante, y algunos casi perdieron la vida. Me acuerdo que uno llegó a perderla... bueno, no del todo. Ese era Zakaira, y al ver que sigue vivo... pues nada, todos vivos. Yo y mi mujer somos dos de ellos. Juntad a Zy, luego a otro más llamado Shaja, Brena y mi mejor amigo, que quedó inconsciente: Kheno.

Luego esparció las hojas que quedaban por el suelo y se improvisó una cama.

-Ahora, a dormir.

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Podéis dormir o ir a investigar el área. Si queréis dormir, adelante, pero entonces no seguiré posteando para vosotros hasta que no pase la noche. Si salís a investigar, puede que no encontréis nada o puede que encontréis algo interesante :3

[LightHelco]

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Creo que me ha tocado mas la primera.

- Eh! Cuidado, aguanta pequeñin!

Empiezo a correr al lado del rio hasta tener al animal cerca y lo agarro con una mano mientras con la otra invoco la espada y la clavo en el suelo.

[Amilinne]

Me alivié al ser informada de que Gea se encontraba más o menos bien. Continuamos por las ruinas, sólo que para que yo fuera engullida y pasara por, posiblemente, una experiencia parecida a la de Drail. ¿Un dragón? Al igual que la hoja de mi lanza... ¿Tendría algún significado? Fuese como fuese, aunque expandió mi tatuaje, no me pareció para nada malvado o malvada. Su forma de hablar, la manera con la que me dijo que la chica viviría... ¿Alguien que quería herirme podía realmente hablarme con aquel dulce tono? Puede que el tatuaje fuera nuestra maldición, pero también contribuía a nuestra fuerza.

-Todo va bien -aseguré al reaparecer, con una sonrisita debilitada.

Aquel día había sido demasiado largo. Salimos de las ruinas y nos asentamos en un lugar adecuado para pasar la noche. Algunos de los nuestros se alejaron del grupo, mientras que yo me quedé junto a Flan y Dyray. Gaia nos dio más información valiosa.

-Zakaira... Zy, maldita sea... -Por aquella revelación, llegué a la conclusión de que Lly realmente no era su hermana-. ¿Por qué se comportará de ese modo si no es un Dios? Debemos encontrar respuestas...

Me acerqué a Flannagan con gesto agrio.

-Zy y Lly fueron los que nos encontraron en Saagio hace ya unos días, nos dieron toda la información y recursos necesarios para empezar a vivir aquí y defendernos decentemente. Eso se lo tenemos que agradecer, supongo, o seguiríamos acorbadados en un frío claro de bosque... Pero resultaron estar de parte de los Dioses que nos usan como juguetes en su casita de muñecas. Supongo que son los responsables de lo de Alred -suspiré pesadamente-. Mmm... Flan, ¿te apetece dar una vuelta?

Estaba cansada, pero tampoco tenía demasiado sueño.

[Zodiark]

"Oh, parece un diario sobre alguien que participó en la guerra divina... ¿Eh? ¿Elegidos? ¿Gente de otro mundo? Pone que Zakaira era uno de esos elegidos de otro mundo... ¿Significa eso entonces que Zy no es de Saagio? Oh, quizá es de nuestro mundo, ¡y llegó aquí igual que nosotros! Vaya, está roto, no puedo acabar de leerlo. Quizá las partes que faltan estén por aquí enterradas." Entonces comienzo a cavar justo en la tierra debajo del casco. "Tanto si consigo recontruir el cuaderno como si no lo consigo, se lo llevaré a Gaia. Y el casco también, a lo mejor nos puede dar alguna información útil con él."

[Drail]

Después de andar un rato poco a poco encontré un sitio bonito y agradable. Me senté encima de las hojas que había en el suelo. Era genial el ambiente que había…

- Ojala tuviera alguien con quien hablar...

Me entraba melancolía mientras estaba allí, y sin poder evitarlo buscaba en algún sitio de lo que me rodeaba algo que me reconfortara.

Había estado dando vueltas a lo que dijo Ami. Tenía toda la razón del mundo… No podía seguir así, pero varios motivos me echaban atrás. ¿Realmente podríamos cambiar esta situación? No me veía capaz de lograrlo. Antes siempre hacia cosas pequeñas por los demás a cambio de que los demás hiciesen algo por mí, nunca pensé que me encontraría en una situación como esta. Sabía que no era el único que estaba liado con esto pero… me sentía muy solo… y no podía esperar que se solucionara como si nada.

…

Sin darme cuenta empecé a bostezar. No creía que los demás se movieran, así que intente ceder un poco al sueño. Fue difícil con en lío que estaba hecho, pero finalmente lo conseguí.

Tuve un sueño no muy cómodo, pero lo peor fue cuando me desperté y encontré una nota delante de mis narices. Parecía de una chica o una señora. Decía que compartíamos la misma maldición y que me reuniese con ella a unas cuantas ‘’tadaras’’ de aquí. Olía a trampa. Demasiado. Pero quizás esa mujer podría realmente resolver alguna de mis dudas.

Doble y guarde la carta en un bolsillo y empecé a andar a ver si encontraba el claro en cuestión. Mientras andaba con el kly en la mano pensaba en los demás. Tenía ganas de volver y estar con ellos aunque no me atreviera a hablarles.

- Sera mejor ir rápido… (Y con cuidado).

[Final]

Gaia no respondió a mi pregunta. ¿Sería que no sabía la respuesta o había algo más detrás? ¿Por qué yo había llegado más tarde que mis compañeros? ¿Por qué había sobrevivido al desastre de nuestro mundo? Me empecé a dar cuenta de que podía que aquellos interrogantes no tuviesen nunca respuesta. Sin embargo, Ami sí se acercó y me explicó algunas cosas.

-Zy y Lly fueron los que nos encontraron en Saagio hace ya unos días, nos dieron toda la información y recursos necesarios para empezar a vivir aquí y defendernos decentemente. Eso se lo tenemos que agradecer, supongo, o seguiríamos acorbadados en un frío claro de bosque... Pero resultaron estar de parte de los Dioses que nos usan como juguetes en su casita de muñecas. Supongo que son los responsables de lo de Alred.

-Pero eso es... horrible -dije, pasmado-. ¿Se aprovecharon de vuestra confianza y luego os abandonaron y corrompieron a uno de vuestros... nuestros compañeros?
El nivel de crueldad de aquel mundo seguía sorprendiéndome cada vez más.

-Mmm... Flan, ¿te apetece dar una vuelta?

-Eh... claro -accedí-. No es que fuese a poder dormir demasiado, de todos modos.
Me dispuse a levantarme, pero me fijé en que Dyray se iba a quedar con Gaia. ¿No le apetecería venirse con nosotros? Quise echarle una mirada interrogatoria, para ver si accedía a venir, pero luego pensé que Ami le había pedido a él dar una vuelta por alguna razón. Podrían haber tenido algún roce, así que preferí no meterme y aceptar la propuesta de Ami sin más.

[Dark]

@De

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Llegas al final al claro indicado, y ves a un hombre con ropa ceñida, unos pantalones de samurai con un casco negro y un largo fular rojo está de espaldas a ti.

-Hola, chico- dice mientras se gira-. No te quiero enseñar mi cara, problemas y tal. Sepas que tenemos la misma maldición. Soy Dra, un placer. Mi maldición consta de las mismas bases que la tuya, y adivino que ya habrás obtenido el rompesellos, así que debes tener la nueva forma.

Entonces, se quita la camisa y alcanzas a ver un torso de color violeta con la misma marca que tu pendiente, como si esa parte no la hubiese cubierto el tatuaje. Luego se vuelve a poner la camiseta.

-Es por eso que voy cubierto hasta arriba; nunca sería aceptado en una sociedad si tengo una maldición así. Ahora, te voy a ayudar a descubrir tus poderes.

Alza una mano hacia ti y un aire pesado te rodea. Ves que también la hierba que te rodea se ha marchitado.

-Soy Dra, uno de los guerreros que lucharon en la guerra divina. Controlo la vida, y estoy dispuesto a acabar contigo si no tienes unos ideales a la altura de este poder.

@Zodiark

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Al seguir buscando encuentras una hoja tirada un poco más allá de donde estaba el casco.

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Quinto día de la guerra divina
¿Es que no se cansan estos humanos? Una mujer ha entrado en unas ruinas y ha salido sobre una columna de agua. Parece que puede controlar el agua, pero pare un poco... excesivo.
Vale que los dioses no pueden morir de una manera simple, pero, ¿no sería mejor usar la bomba sónar? Probablemente sea lo más adecuado. Si al séptimo u octavo día no hay resultados, probablemente de la orden de soltar la bomba sónar.

No parece haber más hojas desperdigadas por ahí, así que vuelves con Gaia, pero salvo a Dy despierto junto a Gaia y Gea dormidos, no ves nada más. ¿Le despertarás?

@Light

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El animalillo parece estar a salvo, pero notas que se debe haber desmayado en el agua.
Poco después, ves uno como ese pero en un tamaño mucho más grande detrás tuya. Debe ser su madre.

@Ami y Flan

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Que suerte tenéis... y a la vez mala suerte

Mientras vais dando una vuelta os perdéis un poco dentro del bosque y acabáis encontrando una cueva enorme que emana una luz blanquecina. Parece como si fuese una especie de gelatina rara... como si fuese posible tocarla.

[Zodiark]

"¿Una mujer que controla el agua? ¿Se referirá a Tassia?" Meto la hoja en el cuadernito, el cual me guardo en el bolsillo, y, tras coger el casco del suelo, comienzo a caminar hacia donde están Gaia y los demás. Mientras camino, voy dándole vueltas a lo que pone en el cuaderno. "Por lo que pone aquí, el que lo escribió era uno de los enemigos de los humanos. Y por lo que dice de dar una orden sobre nosequé de una bomba, podría tratarse de su líder." Al llegar al lugar donde estaban los demás, sólo veo a Gea y Gaia durmiendo, y a Dyray despierto. "Eh, ¿y los demás?" le pregunto a Dyray. "Bueno, da igual. Mira, he encontrado una cosa muy interesante en el bosque." Por ahora prefiero no despertar a Gaia, ha sido un día duro y debe descansar, igual que yo, así que tras enseñarle lo que he encontrado en el bosque a Dyray, me dispongo a dormir. "Mañana se lo enseñaré a Gaia. Buenas noches." le digo a Dyray mientras cierro los ojos.

[Final]

Mientras Ami y yo caminábamos, en silencio, empecé a pensar de nuevo en nuestro mundo. ¿En qué se basaban para decirme que estaba destruido? ¿Lo habían visto? ¿Habían... estado en él? Comencé a creer que la idea de que la Tierra de la que venía estaba destruída era, cuando menos, inverosímil.
-Oye, Ami -le dije a la chica-, puede que te parezca inmaduro, que pienses que no soy capaz de aceptar la realidad, pero... me niego a creer que nuestro mundo esté destruido.
Miré a los ojos a mi compañera, demostrándole la seguridad de mis palabras.
-Yo sé de dónde vengo. Y no es un mundo destruido -sentencié-. Me aferraré a ello y seguiré adelante sabiendo que volveremos. Acabaremos con esta maldita guerra y no dejaremos que se repita. Ese es mi camino.
Seguimos andando hasta que nos encontramos con una cueva un tanto extraña. Parecía brillar por sí misma, pero... ¿la luz se podía tocar?
-¿Una cueva siniestra que viola las leyes de la física? ¡Cómo no! -exclamé, acercándome a la abertura- ¿Entramos o seguimos adelante? Ya que no podemos dormir, por lo menos soñamos despiertos.
"Es que estas cosas sólo pasan en los sueños, en serio" -pensé- "Bueno, y parece que también en Saagio."

[LightHelco]

Dejo al animal en el suelo y empiezo a dar pasos hacia atras despacio para no asustar a la madre.