Rol Saagio

[Zodiark]

"Posiblemente, Drail... Eh, oigo gritos y voces por allí abajo, quizá nuestros camaradas estén en peligro. Mejor discutimos esto más tarde todos reunidos, ¿no os parece?" tras esto, me dispongo a dejarme caer por el hoyo con las alas desplegadas a modo de paracaídas.

[Final]

-Sera... sera mejor decirselo sin rodeos no...? Flannagan, ojala no tubiese que decirte esto, pero... nuestro mundo ha sido destruido...

-¿Mande?
¿Destruido, nuestro mundo? ¿Cómo se suponía que me tenía que tomar aquello? Como no sabía cómo reaccionar, directamente no lo hice.

-Pero, tranquilo, si estamos aqui... si estamos aqui es porque aún podemos salvarlo y recuperarlo. Nos dijieron que si derrotavamos a los dios-

-¿Entonces somos como... "los únicos" que podemos hacerlo?
Se interrumpió gritando al darse cuenta de algo.

-¡E-espera! ¡Zodiark! Lo de que podemos salvar a nuestro mundo nos lo dijo Zy! ¿¡Y si no era verdad!? ¿¡Y si se lo invento para utilizarnos!? G-Gaia, ¿podemos salvar a nuestro mundo?

Como no sabía de qué estaba hablando, no dije nada. Esperaba que no hubiesen confiado en la persona inadecuada o algo así...
Así que éramos los únicos que podíamos salvar nuestro mundo de... ¿su destrucción? Me quedé un poco pensativo mientras mis dos compañeros discutían. Si éramos los únicos con posibilidad de hacerlo... significaba que PODÍAMOS hacerlo, por definición. No valía la pena preocuparse de ello, había que actuar.
-¡De acuerdo, vamos abajo!

[Dark]

@Flan, De y Zodiark

-Espera... ¿Zy? Te referirás a Zakaira Y. Es un dios, como bien podéis adivinar. Normalmente se le conoce por otro nombre, pero en mi pueblo siempre le llamabamos así, y así sé su nombre. Y... bah, dejadlo. Probablemente os haya mentido. Su ojo es capaz de producir ilusiones a los débiles de corazón. Si no creéis firmemente en vuestras convicciones, nunca podréis derrotarle si no creeis en vosotros mismos. Y... creo que he oído también gritos desde abajo. Bajemos, anda.

Salta al hoyo el solo.

@Light, Ami y Dy

Light, tus dagas vuelven a rebotar sobre Al, pero consigues distraerle.

-¡Ahora intentando ganar tiempo! ¡Maldita seas!

Se dirige a toda velocidad hacia Light ahora, ignorando el golpe certero que Dy le da en la cara. Parece que todo su cuerpo está reforzado de acero, no solo las partes visibles, sino también por debajo de la piel.

-SOY UN PACIFISTA Y NO DEJARÉ QUE LLEGUÉIS MÁS LEJOS DE AQUÍ

[Dyray Cífer]

-Ya veo...
Deshago la garra, y comienzo a pensar en mis movimientos... lo siguiente debía ser un golpe certero a alguna de las conexiones de su cuerpo para romperle los brazos y piernas... si clavo mi guadaña ahí, puedo romper fácilmente con solo tirar, por mucho acero que tenga...

[LightHelco]

Saco la espada por si la locura que tenia en mento no funcionaba.

- Mira, no me importa que ocurra - alzo la mano enseñando el anillo que recibi al vencer al Golem - si puedes invocar algo, hazlo ahora! - intento concentrarme en el anillo, ya se que era algo que nos habian dado Zy y Lly, pero quizas fuese lo unico que sirva contra el.

[Final]

-¡Que sí, que yo también bajo! ¡Qué prisas!
Salté yo también.

[Zodiark]

Tras ver a Gaia y a Flannagan saltar, agarro a Drail de la cintura, y bajo planeando. Al llegar abajo, nos reunimos con Gaia y Flannagan, y allí contemplo confuso lo que está pasando. "Es ese... ¿Alred?" Comienzo a correr hacia donde está peleando con Light, Ami y Dyray. "¡Alred! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿Por qué les atacas?!" ¿Qué le ha pasado mientras hemos estado separados? Ya no parece el mismo...

[Amilinne]

-Alred... -susurro. No está perdido del todo, no señor. Todavía queda algo de su ser original en él. Aunque su misión sea matarnos... Prefiere morir él como coste a entrenarnos-. Lo siento... y gracias.

Me apuntó a mí. Adelanté mi lanza, con una estrategia ideada, pero Light se interpuso. ¿Habría sido capaz de contrarrestarle yo sola? Nunca lo sabría. Pero me había salvado la vida desviando su atención.

-L-Light... ¡gracias!

Ya había gastado suficiente tiempo en las nubes; ¡debía entrar en acción! Golpeé el suelo con el extremo de mi lanza para enviar trazos imperceptibles de viento en dirección al Pacifista mientras yo misma me lanzaba a por él. Moviéndome en zig zag, lanzaría ráfagas de penetrante aire comprimido contra las articulaciones de los brazos y piernas, con la esperanza de que atravesaran el duro metal o al menos lo dañaran lo suficiente para que Dyray terminara lo que empecé. Mientras tanto, el aire que había enviado anteriormente se arremolinaría a los pies de Alred, buscando grietas que yo hubiera formado para adentrarse en su mecanismo y malograr su mecanismo interior.

[Dark]

@All

Spoiler: Mostrar

Que gusto poner "All". Sí, debía decirlo.

Light, consigues invocar una especie de minigólem como el que os atacó anteriormente y hace de escudo contra Al. Acto seguido, el chaval destroza el Gólem, y con ello el Kly que llevabas queda hecho añicos.
Dy, cuando atacas a Al al hombro llegas a cortarselo, pero al haber sido absorbido por el tatuaje maldito y ser ahora un zombi es capaz de hacer que su brazo tenga vida propia, así cogiéndote por el cuello desde el suelo.

-NO PODRÉIS DERROTAR A UN PACIFISTA QUE HA RECIBIDO EL DON DE LOS DIOSES.

Apunta hacia Ami de nuevo, que estaba moviéndose rápidamente y lanzando ráfagas de aire, pero un muro de piedra lo cubre completamente, para luego bajar y dejarle completamente sepultado bajo tierra.
Alcanzais a ver que era Gea, con una especie de luz tenue extraña. Luego vuelve a desplomarse sobre el suelo. Al cabo de nada, llegan Gaia y los demás.

-¿Estáis bien? ¡Gea! ¡Gea, Gea, ¿qué te ha pasado?! -dice Gaia mientras la agita.

Parece que las cosas están más calmadas ahora, y que no saldrá de ahí Al. El brazo que aprisionaba a Dy le soltó en cuanto Gea lo sepultó bajo tierra.

[Final]

-¡¿Pero qué?! ¡¿Qué leches era eso?!
Cuando llegamos a donde estaban los demás, vimos que luchaban contra una especie de tío superpoderoso. Antes de que pudiésemos hacer nada, quedó sepultado por el propio suelo, al parecer por obra de Gea.
-¡Eh, oíd! ¿Estáis todos bien? -dije, dirigiéndome a la chica, el chico y Ami.
Aquellos peligros... eran demasiado. La idea de nuestro mundo destruido volvió a mí como si de un balazo se tratase, y me empezó a doler mucho la cabeza. Me apoyé contra una pared, sin ser capaz de pensar en otra cosa que no fuese el hecho de no poder volver a casa.