Digimon: Data Disruption [Rol]

[LightHelco]

Corrí por los pasillos todo lo rápido que pude siguiendo los gritos de sufrimiento de mi compañero y deseando que pudiera llegar a tiempo. Al final alcancé la sala del trono donde encontré a Válor sentado en él. La imagen que mostraba el Digimon era horrible, había vuelto a su forma de Gazimon y tenía sus patas encadenadas con un montón de cables y tubos rodeándole.

—¡Válor, aguanta! —grité a la desesperada corriendo hacia él, pero antes de que pudiese hacer nada, Angewomon salió de detrás del trono impidiendo que llegara hasta mi amigo —¿Angewomon? ¿Qué es lo que estás haciendo? Tengo que ayudar a Válor inmediatamente.

Cuando la ángel habló me di cuenta de que no era la misma Digimon que tan bien nos había tratado al Gazimon y a mí. Esta me se burló de mi y tras dejar mi dispositivo, maldita ladrona, sobre el regazo de Válor me apuntó con una flecha de luz sentenciándome a morir. Apreté el puño y los dientes preparándome para esquivar la flecha y atacarla, pero pronto me di cuenta de que no iba a poder hacer nada más que recibir el ataque. Si, podía esquivar una flecha, pero Angewomon era un Digimon muchísimo más poderoso y hábil que la guarda que había derrotado, además, Válor se encontraba a dos pasos de ella, no tenía más que apuntar a la cabeza de mi compañero para obligarme a rendirme. Estaba totalmente a su merced y eso me ponía furiosa.

Pero al final no tuve otra que soltar el machete y alejarlo con el pie a la vez que levantaba los brazos a modo de rendición.

—Si si, lo que tu digas de matarme —bufé mirándola desafiante —. Pero que sepas que a la Persiamon le hará gracia del todo el que hayas matado a una pieza tan buena como yo. Ya nos lo confesó el Piratamon que tenía contratado, Persiamon quiere a los niños elegidos con vida, ¿por qué si no nos habría tirado a este mundo en donde podemos defendernos? —le dije no muy segura de si las cosas serían así, pero era cierto que podía habernos matado la primera vez que la vimos —. Y fijo que la recompensa es superior con un prisionero vivo que con un cadáver maloliente.

Esperé a lo que la Digimon tuviera que decir, pero mientras hablaba me fijé en ciertas cosas. Angewomon quizás podía haber fingido ser buena y ahora ser malvada, aunque al igual que Persiamon las veces que había podido matarme eran tantas que no podía contarlas siquiera usando los dedos de los pies. Pero claro, lo que realmente no podía fingir Angewomon era el ser una adolescente y la forma de hablar de esta ángel no lo era. Y vaya... ¿no podía la Digimon gato protagonista de la serie digievolucionar a dos cosas de aquel castillo?

—Aunque bueno, siempre puedes matarme y perder la única oportunidad de librarte de esta cría que se cree una reina y conseguir la total confianza de Persiamon... y eso sería bastante malo, ¿verdad, Nefertimon?

[Aritriel]

El Quetzalmon casi me arranca uno de los brazos, aunque gracias al Tanemon el daño se redujo a un sólo dedo. ¡Pensé que iba a matarnos, no partirnos en trozos! Al menos la herida no me dolía en absoluto. El hielo me impedía sentir nada más que frío, y mi brazo se había convertido en un peso muerto. Entonces tanto Tentomon como el DemiDevimon y el Kokuwamon evolucionaron, y diría que incluso terminamos con más desventaja que antes.

—Es-stoy b-b-bien—no sentía dolor, pero me estaba muriendo de frío—. Sorcermon t-t-tiene razón. N-no pod-demos salir de aquí v-v-volando. Ataca a esos dos c-c-con una Tormenta Venenosa.

Lo que fuera que habían tomado no parecía haberles sentado demasiado bien. Con un poco de suerte el veneno empeoraría su mareo y los dejaría fuera de combate antes de que pudieran ser un problema.

[bobokukemon]

Todo sucedió muy rápido como para actuar. El Quetzalmon ahora tenía la ayuda de otros dos campeones, y ambos tenían la capacidad de volar. Adair llegó a la conclusión de que tendríamos que luchar, estaba preparado para apoyarle en su decisión después de lo que había provocado.

—Parece que no hay otro remedio. ¡Sorcermon, usa Ilusión de Hielo para que no puedan actuar! No dejes que se acerquen.

Al ser tres contra dos, no podía permitir que uno rondara a sus anchas y nos atacara mientras lidiábamos con los otros. Si lograba inmovilizarlos, Adair podría atacarlos y al menos así disminuir su número.

[Amilinne]

@Jeremy (75%) @Asch (150%)

-P-pero yo quiero ver a mis amigos y e-enseñarles que he evolucionado que me he vuelto p-poderoso... -se queja Yuri, bajando la mirada-. B-bueno, vale... Adelantémonos...

Decides dar media vuelta sin esperar a los demás. Norizuna se te queda mirando un rato y al final decide seguirte. Al cabo de un rato caminando de vuelta os encontráis con Jeremy.

-¡Remy! -exclama Kudamon volando hacia ti enrollándose alrededor de tu cuello-. ¡Hemos encontrado a más gente! No son Lucemon y Tentomon y sus amigos, pero ¡también son humanos! ¡Dos chicos y una chica! Creo que Dianamon los traerá ahora con nosotros. ¿Les esperamos o nos adelantamos?

@Luke (100%) @Alan (125%) @Tris (0%)

Los tres decidís bajar del barco por la pasarela que Dodomon os ha facilitado y esperáis a que Dianamon termine de espantar a la multitud. Los únicos Digimon que se quedan son unos Knightmon a los que Dianamon susurra algo, y acto seguido se dispersan alrededor del barco.

-Parece que vuestro amigo ya se ha ido. ¿Impaciente, eh? -Dianamon deja escapar un risa corta-. Venga, venid conmigo. Si tenéis alguna pregunta, no os cortéis. Vamos a necesitar vuestra completa cooperación, así que la confianza por parte de ambos lados es clave. -Dianamon se te queda mirando, Tris-. Oh, eh... No te ofendas, pero... Um... En fin, cuando lleguemos encargaré a alguien que te encuentre ropa más... acorde a la situación.

Dianamon empieza a caminar y os guía por las calles de Internalia. Hay una gran variedad de digimon, y muchos de ellos se quedan mirándoos. Los digimon más pequeños especialmente se acercan de vez en cuando y os preguntan alguna que otra tontería. No parece que los adultos estén especialmente sorprendidos. Vuestros compañeros parecen un tanto más a gusto ahora que se encuentran en un lugar familiar y de vez en cuando se encargan de satisfacer la curiosidad de los bebés para que no os molesten demasiado.

-Muchas gracias, Alan -sonríe Sunflowmon-. A partir de ahora me esforzaré incluso más para protegeros. ¡Voy a ser la más fuerte!

Tris, Cara te mira un poco triste... y entonces, ¡se mete dentro de tu pijama y empieza a hacerte cosquillas! Al cabo de un rato sale por la parte del cuello y se asienta en tu hombro.

-Parece que hayamos intercambiado roles, Tris -te confiesa con tono melancólico-. ¡Quiero que sonrías y seas la Tris de siempre! ¡Como cuando nos conocimos! A este paso voy a tener que romper tu emblema y ver a qué digievolucionas -Intenta sonreírte lo más ampliamente que puede-. Esa es la Tris que necesitamos para superar todo lo que se nos eche encima.

Es entonces cuando Shaomon empieza a brillar y pierdes el equilibrio debido a un repentino peso en el hombro donde se había colocado tu compañera. ¡Parece que Cara ha vuelto a su forma de Labramon!

-¿Eh? Oh, bueno... -Dodomon mira para otro lado-. Nada en ezpecial... Zólo que tienez que zer un poco máz adulto, por ti mizmo y por tuz compañeroz. Lo haz hecho bien de momento, y zé que en términoz humanoz todavía erez nivel Principiante o menor... ¡Pero llegará el momento en que tengaz que tragarte todaz tuz ganaz de jugar y conocer nuevas perzonaz y hacer lo que tengaz que hacer! Ahora mizmo, con Perziamon al mando, rige la ley del más fuerte... Azí que la próxima vez que te encuentrez con alguien como yo... -Dodomon traga saliva-. No confiez en él. Dile a tu compañero digimon que acabe con él, zi hace falta. No todoz van a zer buenos contigo, Luke. No todoz van a quererte vivo y amenazando zuz planez. Aquí, ziendo humano, eztáz en peligro constante. Recuérdalo y mantente vigilante.

-Eh... -Flynn os mira-. ¿A qué viene todo eso ahora? Dodomon, no asustes a Luke... ¡Me tiene a mí con él, así que no tiene de qué preocuparse!-sonríe, pero no tarda en fruncir el ceño-. Tienes que tener más cuidado a veces, sí, pero... No serías Luke si no fueras como eres.

-Yo zólo digo lo que pienzo -Dodomon se encogería de hombros si los tuviera-. Nada de lo que he dicho era con malicia, que conzte. Pero comentarioz como eze de “jugar con loz digimon de aquí”...

-Jugar de vez en cuando no tiene nada de malo, Dodomon -Flynn le acaricia la cabeza a uno de los digimon bebés que se os acercan-. Me aseguraré de que Luke salga de esta sin ningún rasguño, y luego te enseñaremos a pasártelo bien. ¿Verdad, Luke?

@Matías (150%) @Adair (100%)

-¡Oh, sí, por fin algo de acción! -Sorcermon levanta su báculo, animado- No os preocupéis. ¡Estos perdedores no están a mi nivel! ¡Hora de la masacre!

El digimon mago utiliza Ilusión de Hielo y una tormenta de nieve se cierne sobre vuestros enemigos como resultado. Quetzalmon parece haberse calmado bastante desde su ataque de ira inicial y se mantiene alejado de vosotros mientras IceDevimon y Devimon comienzan con su ofensiva. El primero apenas es afectado por la Ilusión de Hielo y, al no ver donde estáis debido a la densidad de la nieve, utiliza Lluvia de Hielo para lanzar cristales afilados de hielo en todas direcciones. Algunos de ellos alcanzan a su compañero Devimon.

-¿Qué les pasa? No parecen... conscientes. -Sorcermon se rasca por encima de su sombrero, confundido-. Están tontos o algo.

Witchmon tarda en hacerte caso, Adair. No parece poder quitarte el ojo de encima a ti y el espacio donde solía estar tu dedo.

-No puedo creer que haya dejado esto pasar... -Se muerde el labio, totalmente frustrado-. He evolucionado, y aún así he sido incapaz de detener a Quetzalmon... Lo siento, Adair, lo siento...

Sorcermon se coloca frente a vosotros tres y os defiende de algunos de los afilados cristales que está lanzando IceDevimon con su bastón.

-¡Eh, Serafito, ¿vas a luchar o tengo que hacerlo yo todo?! -exclama un tanto molesto-. No es que te necesite, pero a este paso tu amigo va a perder un ojo además de un dedo.

-¡¿No entiendes lo que acaba de pasar, cerebro de mosquito?! -exclama Seraphiel-. ¡Adair...! ¡Por mi culpa...! ¡Agh, qué más da! No vale la pena discutir contigo...

Witchmon apunta con su escoba a los tres campeones atrapados en la ventisca creada por Sorcermon y añade su propia Tormenta Venenosa a la mezcla. A estas alturas no podéis ver a vuestros oponentes, pero estar ahí dentro en ese momento no puede ser placentero.

-AHORA nos vamos -declara Witchmon cogiendo del brazo bueno a Adair-. Me da igual si ellos dos se quieren quedar. No aceptaré un no por respuesta: hora de retirarse.

-Pffft, cobarde... -Sorcermon no deja de vigilar la tormenta de hielo y ponzoña que se ha formado frente a vosotros-. ¡Matías, acabemos con ellos ahora que tenemos ventaja! ¡Un enemigo vivo es un enemigo en busca de venganza!

Tanemon sigue añadiendo burbujas a vuestros ataques combinados sin advertir la discusión que está ocurriendo.

@Alice (???%)

La sonrisa confiada de Angewomon se va desvaneciendo lentamente según hablas, Alice, hasta que la cara de la Reina se fija en una expresión de desdén. Se levanta, dejando el dispositivo digital sobre el pelaje de Válor, deshace la flecha de luz y se acerca un poco más a ti mientras niega con el dedo.

-Hablas demasiado, niña. ¿No sabes que hay que hacer caso de lo que los adultos te dicen? Si te digo que supliques, es porque quiero que te pongas de rodillas y ruegues por tu vida y la de tu amigo. No que te hagas la lista. -Se agacha para recoger el machete que has pateado y pasa el dedo por el filo, manchándose de la sangre de D'Arcmon.

Cuando pronuncias tus últimas palabras, Angewomon se mantiene en silencio durante un buen rato. Con el machete en mano, se da la vuelta y vuelve a colocarse junto a Gazimon.

-Eres graciosa. Muy graciosa. ¿La total confianza de Persiamon! Je... je, je...

Angewomon empieza a reírse suavemente, pero pronto sus risas reales se convierten en una carcajada de bruja que resuena por todo el palacio.

-Que pienses que yo, la futura dueña de TODO el mundo digital, necesita el favor de una forastera... ¡De una gata callejera con aires de grandeza! ¡Debería sentirme insultada, pero sólo puedo reírme de tu pobre excusa para hacerte sentir a ti misma segura! ¡Este se MI palacio! ¡MI reino, mocosa! ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡JA, JA, JA, JA! -Tras unos segundos riéndose como una loca, Angewomon pulsa un par de botones en el panel que lleva sujetando todo este rato-. ¡Vale! ¡Pensaba acabar contigo de forma limpia y rápida, pero no puedo deshacerme de una bufona tan buena como tú de esa manera! ¡Quiero escucharte gritar!

Angewomon corta los cables y tubos que mantienen a Válor atrapado utilizando tu machete y tira al Gazimon al suelo de una patada. Tu dispositivo digital también cae y rebota un par de veces en el suelo. El golpe despierta a tu compañero.

-¿A-Alice...? -consigue mascullar antes de encogerse en si mismo y empezar a retorcerse y gritar de dolor.

El dispositivo digital empieza a vibrar allá donde ha caído y un brillo familiar se traga al Gazimon. Pero, al igual que con Angewomon, notas algo... distinto. Durante el proceso, Válor nunca deja de aullar de dolor hasta que pronuncia las siguientes palabras:

-¡AAAAGH ¡AAAAAAH! -se lleva las manos a la cabeza-. L-lo siento... Alice... -Y es entonces cuando el resplandor le engulle por completo-. ¡Gazimon digievoluciona en...!

Spoiler: Mostrar

-... Devidramon.

El ser que resulta de la digievolución forzada te mira a los ojos durante unos instantes. Esa mirada sedienta de sangre, hambrienta por cazar... No reconoces a Válor en ella.

-¡Acaba con esa perra, Devidramon! -Angewomon te señala con el machete-. Quiero escuchar un chillido de agonía por cada sandez que ha escupido en estos últimos minutos.

Sin dudar ni un sólo segundo, Devidramon alza el vuelo y se lanza a por ti con sus Garras Carmesí.

[Malfuin]

¿Desconocidos...?

-¿Dos chicos y una chica? -repetí, recordando a las personas a las que había encontrado en la cima de la montaña antes de ir al mundo Digital-. Y supongo que con ellos estarán algunos más de ocho Digimon que nacieron al mismo tiempo que tú -me llevé la mano al cuello y noté la suavidad de Nori en los dedos-. Bien, ¡creo que lo mejor es que nos reunamos! Puede que ellos también tengan Memorias, que es justo lo que Strabimon necesita... Con ellas podemos resucitar a los Digimon caídos en cada zona y...

Miré a Asch, que seguramente no me estaba haciendo caso, y me encogí de hombros.

-Oh, bueno, lo repetiré cuando estemos todos.

[Crow]

-Oh, estas aquí, genial. No quería dejarte mucho mas rato solo con esos, no me caen muy bien. Si quieres reunirte con los demás podemos esperar aquí, ahora ya no hay nadie solo.

Me senté en el suelo con las piernas cruzadas y las manos sobre las rodillas.
-Algo de todo esto no me gusta nada, Yuri. Tengo una mala sensación en el cuerpo desde que nos hicieron el pasillo por la ciudad que no puedo quitarme de encima. Es como los días que de alguna manera sabía que no iba a pescar nada... pero peor. Igual tu no la tienes porque eres más fuerte?- dije para intentar animarlo. También parecía de capa caída desde hacia un buen rato.

[LightHelco]

—Pues entonces tómatelo como un seguro para que el resto de niños no te ataquen. Que me da igual para lo que me quieras, con que me dejes la cabeza sobre el cuello me conformo —le dije a la Digi-pirada-mon aquella cuando se puso a berrear sobre ser la reina del mundo y cosas varias de villano de película cutre.

Pero claro, sus ideas también iban a ser de villanos y cuando cortó los tubos que retenían a Válor me empecé a temer lo peor. Mi compañero se despertó en aquel momento retorciéndose de dolor a la vez que su cuerpo brillaba, anunciando una nueva y dañina transformación.

Me la sudó mucho que Nefertimon me atacase en aquel momento, bajando los brazos eché a correr hacia mi compañero para hacer que dejara de sufrir. Pero antes de que llegue el resplandor le envuelve por completo iniciando la digievolución.

—¡Valor, detente!

Tarde nuevamente, mi compañero desapareció y en su lugar solo quedó una especie de demonio negro con dos pares de ojos y garras del color de la sangre. En cualquier otro momento habría saltado de alegría ya que realmente aquel Digimon molaba mil, pero en aquella situación... solo podía observar a la bestia que era ahora mi amigo horrorizada. La ángel mandó a Válor atacarme haciendo que la sangre me hirviera por estar usándole para que le haga el trabajo sucio.

"Voy a arrancarte las plumas de una en una, zorra"

Me tiré a un lado para esquivar sus garras y seguidamente correr contra él para aplacar a Válor y retorcerle las alas.

—¡Válor! ¡Escúchame, cabeza de chorlito! —le gritaría al Digimon tras que estuviese encima suyo —. Se que estás ahí, que lo último que te apetece hacer es partirme en dos con esos garrones que tienes. Por eso vas a parar y arrancarle la cabeza a la zorra que te ha hecho esto. ¡Hazlo o te juro que te parto hasta las alas que tienes en la cabeza, Bunnymon!

[Amilinne]

@Alice (200%)

Consigues esquivar las garras de Devidramon por los pelos. El Digimon es mucho más rápido que tú, así que dudas que puedas repetir la maniobra a corta distancia. Te lanzas a la espalda de Devidramon y empiezas a retorcerle las alas de la cabeza, pero Válor te quita de encima de un coletazo, lanzándote de bruces contra una columna.

-¡Ja, ja, ja, ja! ¡Qué discurso tan emocionante! Aunque tus palabras no me dejan claro si os queréis u os odiáis. -Angewomon deja el machete sobre el respaldo del trono y se centra en su panel de control portátil-. ¿Teníais una mala relación? Qué pena que nunca vayáis a poder arreglar vuestras diferencias, ¿eh?

Devidramon camina hacia ti con pasos lentos. Intentas levantarte apoyando las manos en el suelo, pero notas un fuerte dolor en el hombro. El golpe ha abierto una herida del pasado. El digimon gárgola gruñe, y le miras más fijamente. Parece estar... ¿llorando?

-No... me... gusta... que me insultes... -gruñe con voz muy grave-. No me gusta... que me llames... Bunnymon... -Un aullido agonizante resuena por todo el palacio. Las alas en su cabeza que antes retorcías se agitan-. E-esto no son... orejas... son alas...

-¿Qué está pasando? -Angewomon, confusa, empieza a manosear su aparato-. La criatura no debería poder hablar... No he programado un sistema de comunicación, a diferencia de con la mocosa...

-Eso es porque hay cosas que ni el lavado de cerebro más jodidamente fuerte podrá borrar, vieja. -Se escucha entonces una voz familiar-. ¡Minifuego!

Un torrente de llamas azules surge de detrás de Angewomon y le quita de las manos el panel de control. Un Gabumon sale corriendo en tu dirección aprovechando que la reina está distraída, cogiendo algo del suelo por el camino. Te ayuda a levantarte, pasando junto a Devidramon sin ningún miedo. No puedes evitar notar que el Gabumon solo tiene un brazo.

-Entre ellas, una confianza total y un amor sincero -musita lanzándole una fugaz mirada a Válor-. Eh, tía, ¿todo bien? -te enseña todos los dientes-. La próxima vez sé más lista y coge esto primero. Es un arma mucho mejor que cualquier machete.

Gabumon te tiende tu dispositivo digital. Éste está vibrando fuertemente, anunciando que un nuevo paquete de actualización está disponible.

-Oh, y gracias por lo de antes. Me diste una buena tunda, pero eso me liberó del control de la vieja Nefertimon. Si hubiera llegado a saber que sería capaz de esto... -Baja la mirada y aprieta con fuerza su única garra, obviamente arrepentida de no haber actuado antes-. Pero eso no importa ahora. Os necesito. Alice, Válor. ¡Prestadme vuestra fuerza!

Devidramon asiente. Todavía no parece haber recuperado un control total sobre si mismo, pero al menos no os está atacando.

-¡AAAAGH! -oís un chillido. Angewomon llevaba un rato intentando rescatar el panel de control en llamas, pero parece haberse rendido-. ¿Por qué...? ¿Por qué? ¡¿POR QUÉ SIEMPRE TIENES QUE SER TÚ LA QUE LO ARRUINE TODO, MOCOSA ENTROMETIDA?! ¡MALDITO SEA EL DÍA EN QUE DOMINIMON TE ADOPTÓ! ¡MALDITO SEA EL DIA EN QUE DECIDIÓ QUE TÚ SERÍAS MEJOR HEREDERA AL TRONO QUE YO!

-¡Padre...! ¡El hombre que me crió jamás tuvo intención de relegarte el trono, vieja decrépita! ¡No eres más que una loca sedienta de poder, y él lo sabía!

-Él... ¿nunca...? -Angewomon se mira las manos. No se cree lo que está escuchando. Entonces, de pronto, empieza a reírse-. Ja, ja... Ja, ja, ja... ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja! ¡No conseguirás engañarme! ¡Eres una cría manipuladora! ¡Tú le obligaste a hacerte heredera! ¡Tú...! ¡Tú estabas en mi contra desde el primer día! ¡Yo lo sé! ¡LO SÉ!

Angewomon alza el vuelo y se lanza embalada contra vosotros. Parece haber perdido el juicio completamente. Se quita de encima a Devidramon de un golpe y se coloca delante de Gabumon y de ti, Alice.

-¡Aparta, Alice! -exclama, lanzándose con su cuerno contra Angewomon.

-¡Flecha Celestial!

La flecha de luz atraviesa a Gabumon sin ningún miramiento y pasa silbando junto a ti, aterrizando en el suelo de palacio y creando un boquete. La antigua reina cae entonces al suelo, convirtiéndose en un Nyaromon con media cola cortada. Angewomon lo pisotea un par de veces antes de mandarlo lejos de una patada.

-Puede que haya perdido mi panel de control. -Sonríe-. Pero todavía sé de una manera de controlar a tu querido “Válor”.

El digimon ángel te coge de la cabeza y te levanta sin esfuerzo alguno. Con la otra mano retiene tus brazos agarrándote por las muñecas. Angewomon es mucho más fuerte que tú. Devidramon, que ya se ha recuperado del golpe anterior, se yergue frente a vuestra adversaria, contigo entre medias.

-¿Alice...? -masculla. Está obviamente confundido por la situación que se desenvuelve ante sus ojos. El “experimento” de Angewomon parece haber afectado todas sus funciones motrices y cerebrales-. Yo... no sé... qué...

-Y ahora, un juego divertido. -El aliento de Angewomon calienta tu nuca-. Tu atontado compañero solía tener problemas para decir la verdad, ¿no? O al menos eso me estuvo contando mientras insertaba los primeros tubos, suplicando desesperadamente que te dejara ir, que tú le habías “cambiado”. -Tu captora se ríe-. Dime, Válor, ¿qué sientes realmente por esta niña? ¿Te gusta estar con ella? ¿O detestas cada momento en su compañía?

Devidramon no contesta. Tiene la boca entreabierta y le cuelgan algunas babas, como si fuera un animal estúpido.

-Ugh... -Angewomon retrocede ligeramente al oler el mal aliento de la bestia-. Si resulta que no os soportáis mutuamente, os dejaré ir a ambos por la lástima que me da que dos almas tan opuestas estén destinadas a permanecer juntas quién sabe cuánto tiempo. Si dices que quieres estar con ella, sin embargo...

Angewomon aprieta fuertemente tu cráneo. El dolor es inmediato e insoportable. Sientes que podría atravesarte el cerebro con un solo dedo.

-Le aplastaré la cabeza. -Sonríe, y entonces te susurra-. Díselo. Dile que mienta. Hazlo y os dejaré ir.

Válor parece dudar. En el estado en el que se encuentra, una decisión de ese calibre podría afectar su personalidad de manera permanente. Pero el dolor te impide pensar con claridad. Sientes que tu cráneo está a segundos de ser despedazado.

-Yo... -intenta decir Devidramon-. Yo no quiero...

Y entonces escuchas la voz de Nyaromon.

-¡HABLA, ALICE! ¡TU COMPAÑERO NO ENTIENDE VUESTRAS PALABRAS, PERO SÍ VUESTROS SENTIMIENTOS! ¡HABLA Y LLEGA AL CORAZÓN DE VÁLOR!

Tu dispositivo digital vibra.

[LightHelco]

Las cosas pasaron demasiado rápido, entre el dolor que me causaba la nuevamente abierta herida del hombro y los gritos de aquella loca, casi ni me di cuenta de que el Gabumon que había aparecido no era otra que la verdadera Angewomon… y también la soldado a la que había cortado el brazo, algo que me hizo sentirme bastante mal.

Parecía que si había adivinado la identidad de aquella loca, la misma que iba ahora gritaba cosas sobre que debía haber sido la verdadera heredera al trono y tonterías varias. Lo que me empezó a preocupar fue el momento en que disparó una flecha contra mí, la Gabumon me protegió a tiempo, pero esa se convirtió en una bolita con media cola que la ángel pisoteó.

—¡Déjala en paz, so pirada! —grité lanzándome contra ella con la intención de partirle la mandíbula.

Pero la Digimon era más fuerte que yo y agarrándomela cabeza y las muñecas para que no pudiera defenderme, me puso frente a Válor para probar cual fiel era hacia su niña elegida. Si no hubiera sido porque empezó a aplastarme la cabeza con su mano, le habría metido una coz que ni la burra de mi abuelo. No fue hasta que escuche a la verdadera reina hablar que empecé a moverme gritando al principio para captar la atención de Válor.

—¡¡YA ESTOY HARTA!! —bramé sintiendo como la pirada me iba a destrozar el cerebro —. ¿Quieres la jodida verdad? ¡Pues ya te la doy yo! Porque ya estoy cansada de fingir, de jugar con los sentimientos de mi compañero por mi propio egoísmo —. Alcé la mirada para que Válor pudiese verme los ojos y yo los suyos —. Le odiaba. Me parecía una decepción que un conejo que le tenía miedo a su propia sombra fuese mi compañero. Que un animal de peluche que no paraba de mascullar sobre mí fuera el Digimon que me había tocado. ¿Y cuando Digievoluciono por primera vez? ¡Ja! Un kiwi con pico que no levantaba ni dos palmos del suelo —empecé mi confesión a sabiendas que estaba hiriendo a Válor con cada una de mis palabras —. Porque yo siempre había soñado con monstrencos como el dragón que es ahora o ese león que muere en la serie… ¡yo quería algo con pinta de duro, no el conejito de pascua! Pero… me di cuenta de que tras esas orejotas, había alguien que se preocupaba por mí. Válor me protegió en varias ocasiones, me mantuvo alejada de cualquier peligro, abandono a sus propios amigos solo porque yo estuviera feliz —me giré entonces hacia la loca alada fulminándola con la mirada —. Válor es mi compañero y me importa una mierda que ahora se transforme en un caracol o una babosa. Le quiero a mi lado protegiéndome, haciéndome compañía y teniendo que pararme los pies para que no pierda la vida haciendo alguna gilipollez de las mías. Así que… ¡Valor! —le llamé a mi compañero otra vez — ¡Di la verdad, me importa poco que me muera, solo quiero saber lo que de verdad piensas! ¡Eres mi amigo y pienso aceptar cualquier cosa!

[bobokukemon]

—No, dudo que seamos capaces de derrotar a los tres a la vez, y si viene el dueño del lugar la situación estará aún peor. Si no tenemos cuidado no dudarán en acabar con nosotros. Lo que debemos hacer ahora es huir, mejor no jugárnosla.

Dicho eso apunté al techo de castillo.

—Haz que se derrumbe y escapemos mientras están ocupados con los escombros. Tu misión ahora mismo es asegurarte de que salgamos con vida de esta más que luchar, ¿entendido? —dije firmemente.

Spoiler: Mostrar

Y ahora es cuando decido usar "Mi ángel de la guarda", que para algo está.