


Después de lo que nos contó Shinjiro, decidimos ir a preguntar al tutor de Fuuka, pero nos llevamos una sopresa al ver ya a Mitsuru y otra chica hablando con él.


La otra chica también estaba implicada en el asunto, por lo visto, era una de esas que se pintan la piel más oscura y a veces se tiñen el pelo, a mí me parece que están horrendas.


Era, de hecho, parte de un grupo que se metía con Fuuka.


Esa era la primera víctima que encontraron, me pasma la naturalidad con la que menciona la posibilidad de que se suicidara por los abusos.


Y desde entonces nadie volvió a verla. Y las otras chicas empezaron también a aparecer inconscientes una a una.


Nuestra información de que estaba enferma tenía su origen, era lo que su tutor había estado divulgando.


Eso es, una chica está desaparecida, y antes que avisar a la policía y manchar su expediente diciendo que hizo novillos prefieren mentir, decir que está enferma y no hacer nada, Y SUS PADRES ESTABAN DE ACUERDO, ¿pero en qué mundo de locos vivo?


Lo mires por donde lo mires es una aberración, pero lo de los padres es que no tiene perdón.


Esto empezaba a sonar a película de terror de serie B...


Así pues, las sombras son capaces de "llamar" a la gente para que perciban la hora oscura, no sé exactamente cómo va eso.


Quedamos en reunirnos en la sala del consejo de estudiantes al terminar las clases y...


Nos explicó que nos colaríamos en el instituto por la noche para rescatar a Fuuka, no consideré la posibilidad pero ya empezaba a entender lo que había pasado...


Eso es, si se quedó encerrada dentro del instituto, que en la hora oscura se convierte en Tartarus, y si es capaz de percibir la hora oscura eso quiere decir que ahí es donde está.


No veo capaz a nadie sobreviviendo diez días seguidos en Tartarus, pero Akihiko tenía una teoría plausible, como Tartarus solo existe en la hora oscura en realidad solo han pasado diez horas para ella.


Akihiko estaba particularmente decidido hoy con el asunto de tener que salvar a alguien, y que yo sepa él solo conocía a la tal Fuuka de oídas, me pregunto por que...


Aprovechando que todavía tenía tiempo, fui a entrenar un poco la natación, pero hoy no vi a Kazushi.

Me lo encontré al ir a volver a la residencia, le pregunté qué le había pasado, porque él no es de los que se saltan las prácticas.


Hombre, por lo menos me alegró oir de una madre que es responsable y se preocupa por su retoño.


Bueno, espero que no sea nada grave y solo tenga que guardar reposo una semanita.


Esa noche empezamos ya con un contratiempo, no podíamos contactar con Ikutsuki que se supone que debía facilitarnos el acceso al recinto escolar.

Pero para sorpresa de todos, parece que Junpei había preparado algo.


Mitsuru a veces me da miedo, más de lo normal, quiero decir...


Ver a Mitsuru contenta por ir en contra de las normas era algo digno de verse también.


Nos reunimos en un aula para trazar un plan.


Lo primera era obviamente encontrar la llave del gimnasio y como solo podía estar en la sala de profesores o en la oficina del conserje nos separamos para buscarla.



Pero como no nos fiábamos un pelo de Junpei, fuimos solo Yukari y yo a la sala de profesores.

No podíamos encender las luces, al menos la luna llena ayudaba bastante a ver por dónde íbamos.


En el recibir escuchamos unas pisadas...


Pero solo era un guardia de seguridad.


Esta chica no gana para sustos.



En fin, cuando se quedó más tranquila nos volvimos a dirigir a nuestro objetivo.


No se veía un carajo, pero no creo que hubiera muchas llaves de cosas con tres letras.


De modo que nos reunimos con los demás en el recibidor.


Quedamos en que uno se quedaría con Mitsuru por lo que pudiera pasar, Akihiko quería ir y me pidió que viniese yo también para liderar, así que en cuanto al tercero...


Junpei quería redimirse por el arrebato que le dio en el monorraíl así que le dejamos venir también.


Y así esperamos a que diesen las doce.


Natsuki: ¿¡Eh!?


Natsuki: Debo... decirle que... lo siento...


Mitsuru: Aquí Mitsuru, confirmo tu posición... Estáis más alto de lo que esperaba, apenas en la zona de cobertura. ¿Estáis todos bien?



Después de haber sentido como si mi cuerpo se deformaba de manera imposible, desperté en una de las plantas de Tartarus.


Para mi sorpresa, lo primero que vi fue al niño espeluznante, que me animó a continuar la misión.


Oía a Mitsuru pero de forma muy entrecortada, además, había interferencias con otra voz desconocida...


Encontraba enemigos, pero afortunadamente en grupos pocos numerosos que me permitían enfrentarme a ellos.


Tras subir unas pocas plantas me reuní con Junpei y Akihiko.


Parecía que ellos también habían escuchado la voz, y enseguida vimos quién era la causa.


Fuuka Yamagishi en persona, vivita y coleando.


Ahora, habiendo rescatado a la princesa en apuros teníamos que salir de ahí, aunque se hacía difícil sin poder contactar con Mitsuru.


Obviamente no sabía nada de lo que ocurría, pero no era tiempo de explicaciones.



Por alguna razón, parecía que conocía la presencia de las sombras, pero había podido evitar cruzarse con ninguna.


Aparentemente tiene un poder parecido al de Mitsuru, pero más potente si cabe.


Akihiko le dio un evoker y nos pusimos en marcha.


Hay ventanales en Tartarus, aunque no es frecuente ver uno así.


Creo que alguien no le ha explicado a Junpei la visita mensual que la señora vestida de rojo hace a las mujeres.


Sí, no podía olvidar de la enorme luna que se veía en la terraza.



Recibimos una breve señal de Mitsuru, pero parecía que algo iba mal, además Fuuka detectaba una presencia más grande de lo normal, así que nos apresuramos a regresar.


De hecho, no había una, sino DOS sombras enormes, una de ellas agarraba a Mitsuru.


Parecía que habían intentado hacerles frente sin éxito, y ahora venían a por nosotros.


Y para rizar el rizo, Natsuki apareció por la entrada.



Fuuka se acercó a ella pero entonces una de las sombras se disponía a atacar.


Entonces sacó el evoker y...


...también como yo, casi por instinto...




Pudo rechazar el ataque enemigo, lo que liberó a Mitsuru de las garras del otro.

Despertando así el poder de su Persona.


Además, habían destruído los aparatos de análisis de Mitsuru, una vez más, no sabría decir si se debe a que actúan de forma inteligente o a simple afán destructivo.




Era hora de darles jarabe de palo.



Contra todo pronóstico, tenían debilidades que podíamos explotar.


Sin embargo tenían la capacidad de alterar sus propiedades, lo cual nos hacía gastar turnos hasta que las identificábamos de nuevo.

Y de hecho, hubo momentos en los que temía por nuestro éxito.


Pero una vez más terminamos triunfantes.


Fuuka se desmayó entonces, igual que me pasó a mí la primera vez, espero que se recupere antes...


Igual que en las otras ocasiones, esta vez las sombras aparecieron en otro lugar.


En cuanto a Natsuki, parece que si experimentas la hora oscura porque la voz te llame no recuerdas nada de lo que pase, qué conveniente.



Sí, será que olvida los hechos pero no los sentimientos o alguna pijada así, en todo caso estoy demasiado cansado como para pensar en eso ahora así que hasta más ver.
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Yep, otra luna llena, en esta la batalla ha sido más emocionante, ¿no? Sí, tan emocionante que PERDÍ LA PRIMERA VEZ, COÑO. Aunque reconozco que es culpa mía, tengo que acordarme de dar prioridad a sanar al protagonista aunque haya un compañero caído, y debería haber analizado antes al Emperador. Es una putada perder contra estos jefes, porque el juego no te deja guardar durante la luna llena, sino el día antes, para que siempre puedas entrenar, es un detalle, pero eso significa tener que repetir toooodos los diálogos y escenas cada vez, al menos si mantienes pulsado triángulo el texto pasa rápidamente pero sin seleccionar las opciones cada vez que tengas que tomar una decisión...
Por otro lado, el sistema está hecho para que si llegas a la barrera de Tartarus entiendas que estás a un nivel apropiado para la próxima luna llena, en este caso ha sido error mío y mala suerte.
En fin, de camino aprovecho y enseño el GAME OVER, como en estos juegos vas a verlo a menudo, Atlus se esfuerza en hacerlos más bonitos que poner una simple imagen estática.


La muerte no es un cazador desconocido por su presa.
Uno siempre sabe que espera al acecho.
Pero aunque la vida solo sea un viaje a la tumba, eso no quiere decir que deba emprenderse sin esperanza.
Solo así la historia del viajero persistirá, atesorada por aquellos que se despiden de él.
Pero, desgraciadamente, la vida de mi invitado ha acabado, y su historia ha quedado sin escribir...