Megaman Z-Link [Survival Rol]

[LightHelco]

—A M E N A Z A E L I M I N A D A

Con el objetivo erradicado, bajé el brazo-cañón sintiendo nuevamente aquel calambrazo en la nuca con el que perdí total interés en la protección de los humanos y volví a pensar únicamente en montarme sobre aquel gigantesco dinosaurio y aplastar a mis enemigos con él.

—Pues…según los archivos que dispongo, los materiales y programas usados para mi producción eran de lo mejor durante el levantamiento de los Maverik… —le respondí a Reploiden frotándome la nuca, aquellos calambrazos eran bastante molestos.

Salimos seguidamente al exterior para seguir explorando la zona, hasta toparnos con un sistema de energía el cual no podíamos cambiar a falta de contraseña, incluso la amiga reploide de Cael parecía ser incapaz de evadir la seguridad de aquel trasto.

Por lo que si queríamos cambiar aquella combinación nos tocaba el ir a buscar al que tenía la contraseña. Y como no… ¡Lo haríamos en dinosaurio!

—¡Si, si! ¡Vamos, vamos ya! —insistí empezando a salir por la puerta para volver a montarme en aquel maravilloso reptil mecánico —. Adiós, Reploiden, otro día te llevare a dar una vuelta con Mandibulas.

[Drail]

Pensé en usar el objeto que me acababan de dar para recuperar a Ertz, pero estaba bastante convencido de que no funcionaría. Viendo el contenido de la lata sospeche que si la usaba podría rellenarla con lo que encontré en la central. Luego decidí despedirme de Elok y dirigirme a Trovec, ya que el transervidor no me llevaba a ningún sitio interesante en el momento.

[Malfuin]

@Nuler:

Te escondiste en un edificio vacío, espacioso y con ventanas adecuadas para espiar las calles sin ser visto. Interruptor utilizaba el extremo de su cola como cámara y vigilaba con mayor discreción aun. Sin embargo...

Vuelve a alejarse... No, ya está. Ha desaparecido. Ya no lo detecto. Estamos solos.

Pusiste a Interruptor al día de lo ocurrido, ya que él no oía la voz.

-¿Qué deberíamos hacer, en ese caso? En teoría tu objetivo es reunir los Biometales, así que habría que perseguirlo. Pero si se mueve tan rápido quizá no merezca la pena intentarlo.

Siento otro Biometal. Viene de la misma dirección en la que llegó el primero, aunque se mueve más despacio. Sin embargo, pronto llegará aquí si sigue al mismo ritmo.

Unos segundos después, detectaste un sonido de pisadas, lentas pero cada vez más fuertes.

@Dos:

Te subiste a la cabeza de Mandíbulas, y Cael y Nara se situaron sobre su lomo. El ejército os vitoreó mientras salíais de la planta energética. La reploide enseguida indicó que os dirigierais al sur. El dinosaurio mecánico se movía con libertad por las avenidas más grandes, aunque no podía colarse por los callejones sin destrozarlos. El suelo se agrietaba bajo sus pies y tuviste que agachar la cabeza cuando pasasteis bajo una autopista sostenida por un puente.

Pronto os dirigisteis hacia una región menos iluminada, donde los edificios parecían extrañamente húmedos y muy deteriorados. Las calles estaban llenas de charcos, y se producían ondas concéntricas en ellos con cada pisada de Mandíbulas.

Muchacha, me da en la nariz que tenemos otro Biometal muy cerca. Delante mismo, si seguimos este rumbo.

Estaba en la misma dirección que señalaba Nara, así que quizá el portador del Biometal era la persona que buscabas.

@Jural:

-Buen viaje -deseo Elok-. No puedo viajar ahora, pero si alguna vez estás en la zona y necesitas mi ayuda, cuenta conmigo.

Localizaste otra fuente de agua y utilizaste la corriente para llegar en cuestión de momentos a Trovec. La voz en tu cabeza te advirtió que habías salido del alcance del otro Biometal. Una vez allí, notaste que el humo negro había desaparecido (o más bien, se había vuelto blanco) y que las máquinas parecían funcionar correctamente. Viste muchos edificios iluminados y fábricas que habían vuelto a ponerse en marcha. Las tuberías que había por todas partes estaban calientes y vibraban.

Viste un grupo de reploides de Centra, pero estaban siendo perseguidos y eliminados por otros reploides similares a los que habían atacado la central energética. Tras tanto tiempo ocultándote de ellos, tu primer instinto fue salir de la vista, pero aquellos reploides no te consideraban una amenaza y te dejaron en paz.

Tras buscar un rato, enseguida oíste una voz familiar.

-¡Has vuelto, Maestro! -algo aterrizó a tu espalda y corrió rápidamente hacia ti-. ¡Lo has conseguido, lo has...!

Entonces, Yuta vio lo que quedaba de Ertz y enmudeció. Te lo quitó de los brazos y se echó a llorar.

-Estás deshonrando su memoria con esa actitud, Yuta -dijo una voz furiosa. Levantasteis la mirada y visteis a Keig, sentado en el alfeizar de una ventana-. Era un shinobi al servicio de su Maestro. Dar su vida por él no es una desgracia ni un deshonor.

-¡Pero...! ¡Pero...!

-¡Basta! ¡Él no querría que te comportaras así! Además, estás mostrando una actitud desagradecida hacia el Maestro.

-Yo... No pretendía... -Yuta se limpió rápidamente las lágrimas y se puso en pie-. No era mi intención. Gracias a ti, mi gente ahora está a salvo. Es más de lo que habríamos sido capaces de conseguir por nuestra cuenta.

-Además... Quizá algún día podamos reparar a Ertz -murmuró Keig-. Algún día... Pero no es momento de pensar en eso. Ven. Te mostraremos la cámara del tesoro.

Apoyó las manos en una pared, y se abrió un pasaje secreto que daba a una especie de calle subterránea. Seguiste a los ninjas en la oscuridad y llegaste a una puerta enorme y realmente pesada, como una caja fuerte. Tenía una ruleta, y cuando Keig introdujo la combinación, un sonido de engranajes sonó tras la pared y la puerta se deslizó pesadamente a un lado.

Tuviste una curiosa sensación de Dejá vù. La habitación era idéntica a aquella que te había enseñado Elok.

-Esto es un Tanque E -comenzó a decir Keig-. Con él puedes... Oh, veo que ya tenías uno. Entonces supongo que no necesitas que te lo explique. De todos modos, guárdalo.

También había un transervidor. Este podía llevarte a Gradim o a Troue.

-La armadura que llevas -dijo Keig-. Supongo que significa que ya tienes el Modelo L. Vimos a otra persona con dos Biometales. Tenía el Modelo Z, una armadura roja con un sable que era capaz de cortar prácticamente cualquier cosa. Y también el Modelo H, una armadura verde con dos sables menos poderosos, aunque la armadura también tenía unas alas. Tratamos de vencerle y obtener sus Biometales para ti, pero no éramos rivales para ellos. También le acompañaba un lobo mecánico con una motosierra. Se fueron hacia Siaram.

-Ahora mi pueblo está a salvo -dijo Yuta-. Así que... nos gustaría acompañarte. Nuestro deber es protegerte. Además... ahora tenemos más razones que nunca para desear que derrotes el poder de Centra. Sino lo haces... no podremos curarle...

Keig había dejado respetuosamente los restos de Ertz sobre la mesa de la cámara del tesoro.

-Por favor, Maestro -imploró, arrodillándose-. Permítenos acabar la pelea que comenzamos y ayudar a nuestro camarada.

[Crow]

-Mmmm... eso debe ser el otro biometal que se acerca... ¿Es un gigante? Pero viene de la central eléctrica, eso debe significar que ya ha terminado la batalla. Podría ser la reploide de la que me has hablado o alguien que la haya derrotado.

Debía prepararme bien para conseguir ventaja en la batalla. Luego mantenerla ya sería otro tema. Aprovechar la altura extra que ofrecían los edificios.

-Quedate a un piso de altura moderada, escondido, que no te vean. Yo subiré arriba del edificio y esperaré a que pasen junto a él para saltarles encima con el modelo Z. Crearé un capullo a mi alrededor con la estela de la espada, no quiero que me disparen en el aire. Cuando veas que concentra su atención en mí, saltale encima y ciegalo, inutilizale algún arma o algo, ¿Ok? Voy arriba.

[Drail]

-… Os agradezco que queráis pelear de mi lado. Por lo que decís deben quedar cuatro portadores de biometales aún. Ellos tampoco deben de estar solos, es más, hay una portadora con quién coincidí en la central de Gradim que tiene un grupo de rebeldes armados de su lado.
Explique a Keig y Yuta dónde fuimos Ertz y yo al salir de Trovec y por lo que pasamos hasta regresar. Les mostré el otro Tanque E y explique la situación de SIaram y el poblado de Elok. Mientras se lo explicaba caí en la cuenta de que desde que salí de Trovec había eliminado el portador del biometal L y dos reploides enemigos. Dentro de lo que cabía me alegraba de no haber hecho una masacre.
-El hombre de ese poblado me ha dicho que había visto un portador con alas. Debe de ser ese al que os habéis enfrentado antes. Desconozco la posición de los demás portadores, pero con vosotros y los tanques que acabo de conseguir creo que podemos arriesgarnos a decir que tenemos ventaja contra él... Mirad, ahora mismo todos estamos persiguiendo nuestros propios intereses tras encontrarnos atados a los biometales, y todo el mundo está intentando conseguir lo mejor para el bien de su pueblo. Yo quiero aprovechar el poder de los biometales y vivir para contarlo. Admito que es injusto sacrificar vidas para salvar otras, si hubiera otra opción la aprovecharía sin dudar… Pero ya no hay marcha atrás – dije mirando a Ertz – Vayamos a Siaram.

[LightHelco]

—Mi dinosaurio es genial, genial, genial, genial. Mi dinosaurio es genial y a todos aplastara —canturreaba subida en la cabeza de Mandíbulas.

Seguí durante un tiempo la cancioncita cuando escuché a F avisarme de la posición de otro Biometal. Una sonrisa picara apareció en mi cara al escuchar aquella agradable noticia.

—Cael, Nara —llamé a los otros dos pasajeros tumbándome bocabajo para verles —. Hay un Biometal cerca y voy a necesitar vuestra ayuda para cargármelo —tras que me respondiesen, volví a sentarme y dándole unos golpecitos en la cabeza a Mandíbulas señalé al frente — ¡Vamos, Mandibulas! Listos para hacernos con otro Biometal, ¡le vamos a dar una macarrones y otra de carbonara!

[Malfuin]

@Nuler:

No tardaste en ver al enemigo, un enorme mecaniloide con forma de dinosaurio. Había tres individuos subidos a él, dos reploides femeninas y un humano con barba y una espada enorme de acero. Esperaste con calma a que pasaran junto al edificio que estabas usando como puesto de observación, y saltaste sobre ellos blandiendo la espada de forma protectora. El hombre barbudo parecía estar alerta, saltó hacia ti y trató de interceptarte blandiendo su propia espada, que parecía propulsada mediante cohetes.

Pasó algo extraño. Tu hoja chisporroteo pero no cortó el metal de la espada, para tu sorpresa. Sólo consiguió ponerla al rojo vivo. Sin embargo, esquivaste con facilidad la estocada y caíste en el lomo del dinosaurio. El hombre barbudo había empezado a sudar, pero no retrocedió y se interpuso con gesto amenazador entre ti y una de las reploides... La que llevaba armadura naranja y enormes guantaletes. Estaba sobre la cabeza del dinosaurio, que había rotado 180º grados y te observaba con una voracidad impropia de una máquina.

Te preguntaste dónde estaba la otra reploide, pero entonces oíste una voz algo atenuada por la distancia.

-Lo siento, yo no puedo luchar -dijo la reploide, que llevaba una especie de tiara con un cristal brillante-. ¡Él no es quien posee la contraseña! Si yo muero, perderemos la única forma de localizarla.

Mientras los tres estábais distraídos, un borrón pasó a tu lado, saltando sobre el hombre barbudo y llevándoselo de tu lado y probablemente estrellándolo contra el suelo. Ahora no había nadie entre tú y la reploide del Biometal.

El Biometal que se fue antes tan rápidamente ha entrado en la zona. Avanza más despacio y está lejos, pero ten cuidado ¿vale?

@Jural:

Os dirigisteis otra vez a Siaram. Esta vez no podías aprovechar los conductos de agua, ya que fluían en dirección contraria. De todos modos no habrías podido arrastrar a tus acompañantes por la corriente. Os desplazasteis por las calles, aunque los ninjas parecían incómodos ante la idea de caminar tan abiertamente, acostumbrados a las sombras y los edificios vacíos como estaban. No tardaste en llegar junto al edificio sobre el que se alzaba la aldea de Elok.

Acabamos de entran en una zona en la que... Hay dos Biometales luchando. Caramba, esto se pone interesante.

@Dos:

Habías advertido a tus acompañantes sobre la presencia enemiga, así que Cael reaccionó rápido cuando un enemigo con una espada brillante y una armadura roja saltó sobre vosotros. Interrumpió su ataque e impidió que hiciera daño a nadie, aunque su espada se quedó al rojo vivo. Ambos aterrizaron en el lomo de Mandíbulas, que giró totalmente la cabeza para verle. Cael se interponía entre vosotros, aunque Nara había saltado a un edificio cercano.

-Lo siento, yo no puedo luchar -se excusó Nara-. ¡Él no es quien posee la contraseña! Si yo muero, perderemos la única forma de localizarla.

No permitiste que la inutilidad de la reploide te distrajera y te volviste a mirar al atacante. De repente, Cael ya no estaba en medio. Lo viste en el suelo, forcejeando para no morir decapitado por la motosierra de un lobo mecánico que te resultaba familiar. Ahora el recién llegado tenía vía libre para atacarte.

Otro Biometal se acaba de unir a la fiesta, muchacha. Está lejos todavía, así que es mejor concentrarse en este por ahora. Pero date por avisada.

[Crow]

-Tu chico parece duro de pelar. ¿No vas a avisar a tus compañeros de la presencia de otro biometal? Tu amiga que no puede luchar podría... ser asesinada de repente. Ese tipo era MUY rápido.

Me preocupaba que Interruptor no aguantara lo suficiente para que ese tipo se cansara y que el otro Biometal me pillara por sorpresa, así que quería acabar rápido. Ademas tendría que tener cuidado con el dinosaurio, no fuera caso que tuviera algún truco.

-Tu misma, chata, vamos a pelear, y dile al dinosaurio que no me mire como si yo fuera un cupcacke y el hubiera fumado marihuana. ¿¡Como te ha sentado liderar mi ejercito, EH!?

Sin bajar la guardia corrí hacia ella lanzando tajos al lomo del dinosaurio para levantar una lluvia de chispas que la cegara, sin perder de vista la posibilidad que pudiera dispararme, y devolverle los ataques. También me preparaba para saltar en caso de que el reptil me lanzara una dentellada. Mi objetivo era acercarme lo suficiente para saltar a la cabeza, clavar la espada en ella y liberar aquella onda cortante. Con suerte le cortaría la cabeza al reptil o los pies a ella.

[Drail]

-Keig, Yuta, el biometal que buscamos está cerca, y está luchando con otro biometal.
Si sacaba provecho a esta situación podía llegar a conseguir hasta 3 biometales. Entonces ya tendría 5..! Pero era muy pronto para alegrarse. No era imposible que pronto me tocase entregar a mí los biometales, tenía que estar preparado para el momento.
-Tenemos que localizarlos. Una vez los encontremos tenemos que idear un plan en función de la situación.

[LightHelco]

—¡Venga, Cael! ¡No te dejes comer por el chucho! —animé al humano saltando sobre la cabeza de Mandibulas, aunque pronto tuve que parar al escuchar un nuevo aviso de F — ¡Vas a tener que hacerlo rápido, se nos echa otro Biometal encima!

Aquello eran muy buenas noticias, si conseguía derrotar a los dos mi objetivo estaría mucho más cerca, ya que solo me faltarían dos Biometales…o menos, ya que no sabía si estos dos podían tener algún otro.

De primeras tendría que centarme en el rojo este, por lo que había mostrado usaba una espada, así que si me mantenía alejada de él la ventaja sería mía, aunque… ¿estaba intentando hacerle daño a Mandibulas?

—Ni hablar, a mi dinosaurio no le vas a hacer nada —bufé hinchando los mofletes — Mandibulas, revuélcate un poco en el barro y aplasta a ese insensible.

En el momento en que Mandibulas se fuese a tumbar, saltaría sobre alguno de los tejados impulsándome con disparos por si no llegaba, además, tenía que seguir manteniendo a raya al rival, asi que le dispararía unas cuantas balas para tenerlo alejado por si se libraba del aplastamiento.