Megaman Z-Link [Survival Rol]

[Malfuin]

@Nuler:

No creo que el insecticida fuera de mucha utilidad en este caso.

Bordeaste el fondo seco de la presa, aprovechando la enrevesada maraña de telarañas en tu propio beneficio, para quedar oculto a la vigilancia de la araña.

Tenías un problema. Había una escalera de mano al otro lado, que te habría permitido subir hasta la ciudad, pero había bastantes alambres de espino clavados en esa pared, y tendrías que cortar unos cuantos. Era poco probable que pudieras hacerlo sin alertar a la araña, y no tenías claro si lograrías salir de la telaraña antes de que te alcanzara.

@Jural:

Ertz te lanzó una mirada un poco perpleja.

-No esperaba que te preocuparas por mí -declaró-. No es tu deber protegerme, más bien al contrario. Sin embargo, me alegra haber sido de utilidad -añadió, contento-. En realidad no tenía muchas opciones, o cortaba la trituradora o la trituradora me cortaba. Había que intentarlo.

Os deshicisteis de las rejas sin problema y comenzasteis a trepar por un empinado conducto de ventilación. Notabais una corriente de aire, bastante fuerte, que os empujaba hacia abajo, aunque podíais resistirla sin problemas. Al llegar arriba, visteis un enorme ventilador que no podíais alcanzar, por estar protegido tras una barrera energética. Sin embargo, el camino continuaba en horizontal, así que fuisteis por ahí. Al llegar a un respiradero, pudisteis echar un vistazo.

En el exterior ya había anochecido. Podíais ver un amplio patio lleno de soldados reploides, sin duda enemigos. Un ejército entero estaba amontonándose allí. Entraban por una gran puerta que daba a una ciudad iluminada con luces verdes. Oísteis una voz potente sonar a través de unos altavoces.

-¡No descuidéis la vigilancia de las torretas! ¡Mi hermano ha sido aniquilado, y sin duda a estas horas los Códigos de Control estarán ya en poder de Reploiden! ¡Activad la cúpula energética y cerrad la puerta al menor atisbo de fortalezas aéreas! ¡No temáis dejar soldados fuera!

El camino del conducto de ventilación continuaba. No parecía una gran idea salir por aquel respiradero. Había centenares de enemigos al otro lado, parecía improbable que ni siquiera con el poder de los Biometales pudieses acabar con todos.

[Crow]

-Mmmmm... hagamos esto rápido.

Subí las escaleras y me puse a cortar los cables con el sable Z, sin dejar estela. Estaba atento a la araña, si se acercaba o me disparaba, me dejaría caer creando una maraña de sablazos en el aire, usaría la estela de la espada para interponerla en su camino.

[LightHelco]

—¿El reploide legendario? Vaya, no tengo recuerdo de nadie llamándose así...Seras un héroe reciente. A lo de que hacemos aquí...mi amigo Cael estaba intentando hacerse con una de estas cosas flotantes y como yo había tenido que matar a su compañero me ofrecí a ayudarle a modo de compensación.

Empecé a andar por la fortaleza para admirarla mejor y buscar alguna cosa interesante para poder investigarla y así conocer su tecnología, secretos y composición.

—¿Y cual es vuestro objetivo aquí si se puede saber? —le devolví la pregunta a Reploiden con una sonrisa.

[Drail]

Le hice una señal a Ertz para seguir en busca de la salida. Me preocupaba ver a tantos enemigos en el mismo sitio, así como restablecer el suministro de agua podría haber sido coser y cantar, restablecer el suministro eléctrico parecía que iba a ser mucho más difícil.

[Malfuin]

@Nuler:

Subiste hasta la mitad mientras quitabas los alambres que te entorpecían el camino, pero como temías eso llamó la atención de la araña. Corrió a gran velocidad por la tela hasta tu posición, y aunque te habías dejado caer, aprovechó la estela luminosa que habías dejado atrás para seguirte y apuntar mejor su gordo cuerpo sobre ti. La gran esfera redonda que era su cuerpo no resultaba dañada por la energía de la espada, y de repente te encontraste con una araña gigantesca aplastándote contra el suelo con su cuerpo, torciéndote la pierna en un ángulo que no te habría gustado nada de no estar fusionado. Incluso ahora te resultaba muy doloroso y dudabas de poder caminar bien... Si lograbas liberarte. De momento la araña no parecía decidirse a moverse, aunque había apoyado sus patas en el suelo y estaba a punto de hacerlo.

@Dos:

-¿Veníais a pedirme una fortaleza? -preguntó Reploiden, perplejo-. Ya podéis tener un buen motivo...

-Las fuerzas de Centra tienen la planta energética de Gradim, señor -se apresuró a decir Cael-. El plan era tomarla, pero nuestras fuerzas no son numerosas y...

Cael se puso a dar una explicación que te resultaba un poco aburrida, así que te distanciaste un poco de la conversación y observastes los alrededores. Había algunos vehículos voladores aparcados en el tejado, y una puerta que conducía a un ascensor. Te fijaste en que Interruptor se metía por otra puerta y le seguiste. Comprobaste cómo se metía en una especie de cabina, el transervidor, y te dedicó una especie de despedida.

-Es probable que volvamos a encontrarnos -advirtió Interruptor-. Aunque probablemente será como enemigos. Hasta luego.

Con esto, su cuerpo pareció distorsionarse, como si unos ganchos tiraran de él hacia arriba, y con un último destello desapareció.

Volviste a reunirte con Reploiden y Cael. Este último te respondió.

-Ahora que he recuperado el control de los ejércitos, mi objetivo es plantar cara a las fuerzas de Centra. Voy a conducir esta fortaleza hasta Gradim, y repartiré las otras por los diferentes sectores. La idea es defender a los humanos y a los reploides libres que viven alrededor de Centra.

-Considero cumplida tu misión -dijo Cael-. No llevo la recompensa encima... De todos modos, sólo tienes que esperar aquí. Te la daré en cuanto desembarquemos en Gradim. Y una vez allí... No tenemos nada más con lo que compensarte, pero... Creo que serías de gran ayuda en la batalla. ¿Qué opinas?

@Jural:

Seguisteis adelante, hasta llegar al final del conducto. Abristeis la reja y os encontrasteis en un pasillo que parecía poco frecuentado. Aun así, el ejército enemigo estaba acampado cerca, así que no podíais fiaros demasiado. Inspeccionasteis rápidamente los alrededores: había una especie de habitación enorme llena de ordenadores, con mesas separadas por paredes de cristal. Estaba bien iluminada, pero desierta. Por otra puerta se llegaba a un enorme almacén, en la que había bastantes reploides, pero que quizá podríais cruzar yendo por las vigas metálicas del techo. Por último, había un pasillo largo y oscuro con una luz verdosa al final. Las paredes estaban llenas de cables, pero no teníais ni idea de a dónde llegaba.

Por una ventana del pasillo veíais el patio, donde el ejército enemigo aguardaba la llegada de sus atacantes.

[Crow]

-AAAAAAAGH! Mierda! Joder! Que gorda que estás! Buena idea, Nuler, hazle señales luminosas al bicho! ¿Pero que tenéis todos en contra de mis piernas?

No creía que los propulsores de las alas fueran capaces de levantar a esa mole. Era más bien evidente que no.
-Quita de encima pati...
¡Las patas! Intenté cortar todas las patas posibles de uno de los lados, si con la longitud del brazo y la espada en sí no llegaba, haría aquello de clavar la espada en el suelo y crear un círculo cortante, y empujaría con todas mis fuerzas para volcar al arácnido robotico.

[LightHelco]

Miré algo confusa al chico que se fue en el teletransportador extraño ese, ya que prácticamente no entendía a que había venido su despedida sin siquiera conocernos. Con un simple movimiento de hombros le dejé de dar importancia al asunto y volví con el resto del grupo en donde parecía que Cael y Reploiden habían llegado a un acuerdo.

—¡Genial, un paso adelante en ganarle al malo! ¿Espera...hay alguien malo? —pregunté dudando de lo que había dicho, ya que después de todo no sabía nada sobre la situación actual del mundo —. Y Cael, no tienes que preocuparte por no poder darme ahora la recompensa, me estas ofreciendo el destrozar cosas de forma didáctica ¡claro que pienso acompañarte!

[Drail]

Señale a Ertz el pasillo oscuro. Iríamos primero a ver que había en ese sitio donde salían tantos cables.

[Malfuin]

@Nuler:

Cortaste la mitad de las patas de la araña, y, como estaba haciendo fuerza para levantarse, la otra mitad empujó su enorme cuerpo... Con lo que rodó sobre ti, dejándote muy aplastado. Tu armadura se caía a pedazos, y te quedaste unos segundos aturdido en el suelo, sin poder moverte.

Segundos que aprovechó la araña para apuntarte con su fea cara robótica y escupir montones de alambre sobre ti, clavándolos en el suelo a los lados. Las púas se te metían en las rendijas y grietas de la armadura, dificultando tus movimientos, pero había algo más. Era como si aquellos alambres estuvieran imantados. No lo habías notado antes porque habías evitado tocarlos hasta el momento, pero probablemente eran recorridos por energía electromagnética.

La araña estaba ocupada, usando tres de sus patas para atarse las extremidades cortadas con alambre. Pero tenía una cuarta pata libre y colocó la punta sobre tu cuello.

-Y bien, ¿a quién has llamado gorda? -preguntó una voz chirriante.

@Dos:

-Sí, la verdad es que hay alguien bastante malo -ironizó Reploiden-. ¿Ves aquella gigantesca cúpula a la izquierda que parece llena de luz, plantas y vida? Allí vive un tipo que esclaviza a la humanidad mandando a sus reploides y hace que el resto del mundo viva en la miseria, monopolizando la energía y los recursos. Y la única forma de llegar a él es que un Megaman reúna los seis Biometales y logre introducirse en su fortaleza. ¿No deberías saber todo esto? ¿Dónde has estado los últimos quinientos años?

La fortaleza se desplazaba a bastante velocidad. Como ya era de noche, no veías bien lo que había debajo, pero supiste que dejabais el sector de Troue y llegabais a Gradim, más al este. Sus calles oscuras estaban iluminadas por luces verdosas, y el lugar más luminoso era una gran torre con un agujero en la cúspide de la que salía una columna de luz verde.

-Bueno, ése es nuestro objetivo -dijo Cael, mientras la fortaleza aterrizaba sobre una ancha autopista. Unas rampas cayeron sobre la carretera y los reploides de la fortaleza fueron activándose y desembarcando. Había centenares, equipados de forma parecida a los reploides a los que te habías enfrentado muchas veces, aunque los colores eran diferentes. También había toda clase de vehículos terrestres y aéreos-. Voy a hablar con mis hombres, les pondré al tanto de la situación.

-Muy bien -replicó Reploiden-. Atacar por el aire es imposible, una lástima... Tendremos que echar abajo la puerta. Voy a situar al ejército en las calles cercanas a la central energética. Llevará tiempo distribuirlos... Y luego lideraré la primera carga. Quizá mi hoja baste para destruir la dichosa puerta. Quizá...

-Ven conmigo, Dos -pidió Cael-. Te daré tu recompensa y te presentaré a mis amigos.

Bajasteis de la fortaleza voladora y acompañaste a Cael hasta la calle, en el puente debajo de la autopista. Allí aguardaban un par de Reploides. Tu acompañante te los presentó. Eran Reinik, que lleva una especie de látigo colgado del cinturón y una gran cicatriz en la cara que permite ver los circuitos de dentro, y Nara, quien parece ir desarmada, aunque esa gran gema brillante que hay en el protector que lleva en la cabeza, te da a entender que no es tan dulce e inofensiva como aparenta.

-¿Dónde está Eón? -preguntó Reinik.

-No lo consiguió -respondió Cael, desviando la mirada-. Ella es quien... Bueno, es complicado de explicar, pero ha acabado ayudándome y... Gracias a su ayuda tenemos este ejército aquí. Le prometí la misma recompensa.

-Aquí tienes -Nara sonrió y te tendió una especie de lata de aluminio y cristal, con un líquido (al menos parecía un líquido) dentro que brillaba muchísimo-. Esto es un Tanque E. Antaño eran frecuentes, pero ahora son realmente escasos. Utilízalo si alguna vez estás gravemente dañada. Te reparará al instante. Pero recuerda que una vez que lo abras el recipiente no podrá ser reparado... Así es de un solo uso.

-¿Dónde está tu moto? -preguntó Reinik, que seguía mirando a Cael.

-Tampoco lo consiguió -respondió él, desviando la mirada esta vez hacia el otro lado-. En fin. Encontraré algún vehículo decente en la fortaleza... ¿Qué tal, Dos? ¿Lista para la batalla?

@Jural:

Llegasteis a una enorme habitación redonda, con un agujero en el centro. Del agujero salía una luz cegadora, y cuando te acercaste a ella, descubriste con sorpresa que la herida en el pecho que te había abierto el otro portador del Biometal se autoreparaba. Hasta donde tú sabías, los reploides habíais perdido hacía mucho tiempo la capacidad de autorepararos... Sin embargo, parecía que en aquella habitación todavía funcionaba.

La columna de luz que salía del agujero llegaba hasta el cielo, a través de una torre hueca en cuyo interior os encontrábais. Mientras admirabais el extraño lugar, de una cinta transportadora en las alturas cayó una especie de cristal transparente... Que fue a parar al pozo de luz. Lo visteis iluminarse un segundo y deshacerse automáticamente.

-Eso era un Cristal Energético -dijo Ertz-. Antiguamente la mayor parte de nuestra energía la producíamos gracias a ellos, pero hoy en día no tenemos la tecnología necesaria para refinarlos... Aunque es evidente que el enemigo sí la tiene -añadió, abriendo los brazos-. Quizá podríamos coger uno. Podría ser útil...

Trató de acercarse al pozo de luz, con la idea de coger uno de los cegadores cristales que brillaban en el fondo, medio deshechos. Pero al tocar la corriente de energía, pareció como si sus manos se derritieran. Se echó hacia atrás de un salto, y se pegó a la pared llena de cables, muy asustado, todavía mirándose las manos. Estaban intactas, pero por un momento...

-Acabo de hacer una tontería -observó-. Bueno, aquí no hay ningún panel de control ni nada que nos permita restablecer la energía, me parece. No hay nada que hacer. Al menos te has recuperado de tus heridas, no ha sido una total pérdida de tiempo.

[Drail]

-Sí, desde luego – dije llevándome la mano al pecho – Pero de todas formas sabemos que esto no nos lleva a ningún sitio de momento. Tendremos que volver atrás. Vayamos a la habitación de ordenadores. Estaba vacía, vayamos antes de que deje de estarlo.