
El capitulo cinco de
Wing viene cargadito de contenido, ya me había explicado
Senshiru que en este numero había conseguido más paginas y bien aprovechadas que están.
Retomamos desde el momento en que Eriko y Mitsuru se encuentran y toman algo. Hay bastante conversación dentro del café, pero en esta ocasión se usa para profundizar en las relaciones entre los personajes, hablarnos de Eriko e Hitoshi y empezar a dejar caer que Yuu quizás no es lo que pensamos. Realmente ha dado para bastante, aunque la trama en si no haya avanzado más que unos pasos, terminando con Mitsuru aumentando las sospechas hacia Yuu.
Me ha gustado el flashback sobre Hitoshi, el saber la razón del rugby y entender por qué el chico es así. Eriko preguntándose lo del móvil con tapa me ha hecho gracia, suele ser algo típico el quedarnos un poco confundidos cuando vemos a alguien con algo "antiguo" y en general estas paginas extra han ayudado mucho a que la serie consiga al fin salir de ese agujero de presentaciones y entrar al fin en materia.
Sobre el dibujo, quizás las paginas extra hayan afectado un poco, ya que hay algo de off-modeling en las últimas y las expresiones de Eriko son más inquietantes que de costumbre. Es cierto que el estilo de la autora no casa con mis gustos y eso hace que momentos en donde se hace zoom a la cara de Eriko o esta muestra muchísima felicidad y rubor, me echen un poco para atrás. Es algo que llevo comentando mucho, aunque en esta ocasión ha habido viñetas en donde veo a la prota bien y la imagen de la portada, la que uso para abrir esta reseña, en color es muy buena. Simplemente siento que el traspaso al blanco y negro que ha hecho Senshiru no termina de funcionar bien en Eriko, aunque si en los otros personajes. Todo lo demás, movimientos, ropas, fondos y otros están perfectamente dibujados.

La tercera historia de la serie Rondalas de
Santi Casas es
La Hueste y es nuevamente la caña.
La Hueste nos muestra una guerra entre un reino y los invasores que lo están arrasando. En un movimiento desesperado para salvar a los suyos, el príncipe de este reino confía en las leyendas sobre la Hueste, un espíritu combativo y hambriento que recolecta almas haya por donde pasa para añadirlas a su ya enorme ejercito. Y creo que podéis imaginar como sigue la cosa, pero aun así está muy bien relatada y sobre todo dibujada.
Como cuando leí La Bruja, se nota mucho que Santi viene del comic y aunque esté hecho como si fuese un manga, sientes estar leyendo una novela grafica gracias tanto al estilo, el tono y la composición de las paginas y el uso de las tramas. Esto lo hace destacar bastante, pero la leyenda y el mundo que muestra en Rondales sigue siendo muy atractivo en si y brilla por si solo. Una cosa que llama la atención y lo que hace que mencione lo de ser más una novela grafica, es la absoluta falta de onomatopeyas. El manga esta llena de estas, también los tebeos, pero en La Hueste no vemos ni una y eso hace que quede todo el peso en las ilustraciones, en donde tenemos momentos como la carga de la Hueste contra el ejercito enemigo que son una maravilla.
Por lo que veo, pronto tendremos más Rondalas, así que con ganas estoy.

Antique Shop de
Ero Pinku es otra de las historias cortas que podemos encontrar en este numero y también el estreno de esta autora en la revista. Podemos decir también que es el manga yaoi de este trimestre y... creo que esto es algo sobre lo que me gustaría hablar.
Desde el tercer numero, con Mr. Lightfeet hemos tenido una historia de romance yaoi en cada numero (Porque los dos queremos en el 4 y Dreamy Pink en el 5) y es posible que esto sea porque hay un publico muy grande que va a por este genero y desafortunadamente no ha tenido una historia, así que es posible que Planeta esté buscando o un Meadow Queen o un Alter Ego para el yaoi. Uso a estas dos de ejemplo ya que el Yuri ha tenido un empuje brutal desde el primer numero, teníamos varias historias cortas entre Midori Boshi, Sirius e Inukai y varias series, Alter Ego siendo portada del segundo tomo y la primera en tener una recopilación.
Es logico pensar que apuestan por conseguir esto mismo con la otra parte, posiblemente porque estén atrayendo a bastante publico femenino (el usual en yaoi) a la revista. El problema es cuando las historias cortas que se han presentado han sido... flojas. Me gusta muchísimo Mr. Lightfeet, pero su componente yaoi está centrado en una explosión del final, siendo el eje central de este one-shot el baile y la composición y el dibujo tan cuidados para mostrarlo, no el beso, el beso es solo un cierre. Porque los dos queremos era tierna, pero no daba para mucho y Dreamy Pink me resultó poco interesante.
Y el problema que le vi a Dreamy Pink, es el mismo que he tenido en Antique Shop. Antique Shop abre con una premisa muy interesante, una tienda que intenta arreglarlo todo, incluso las personas. El caso son dos amigos que ahora sienten algo más el uno por el otro, pero eso les ha llevado a distanciarse. Al que seguimos durante la mayor parte de la historia, va a esta tienda para arreglar esto y vemos que sale siendo un nuevo yo, pero nos quedamos sin ver el como lo hacen, siendo nuevamente solo lo importante el componente romance.
Y tampoco diría que funcione mucho, no siento que ninguno aprenda nada, porque lo han hecho ambos con la ayuda de la tienda y la historia se centra tanto en explicar y tan poco en contar que no me causa el mismo impacto que si lo hizo Midori Boshi. También pasa que la trama termina sin contar nada realmente sobre la tienda, que podría no ser malo, pero... es que era el punto más interesante de todo.
El dibujo es bonito, pero quizás demasiado recargado para mi gusto, hay brillos y onomatopeyas por todas partes. Se nota que la autora trabaja principalmente con este genero, ya que los chicos son muy guapos y atractivos. La composición también es algo alocada por lo que he dicho, sobrecarga de elementos y muchos diálogos explicando y poco de contar, el contraste con la Hueste, que es de mostrar ilustraciones con la menor cantidad de elementos posibles, es brutal y vienen una detrás de la otra, así que se nota más. Ya digo, me gusta el dibujo y me gustan los chicos, pero me gustan para una ilustración y realmente, las viñetas que más me llaman son aquellas grandes y que sirven casi como ilustración, mientras que las que son para contar se pierden entre todo lo que hay en la pagina.