@Luke (125%) @Tris (210%) @Alice (-75%)
Válor disfruta como un cachorrito de tu cálido toque. No parece ser capaz de hablar aún, pero su manera de actuar a lo largo del día te deja claro que aquel bebé sigue tratándose de tu amigo. Le ruge el estómago constantemente y tienes que dejar lo que sea que estés haciendo para ir a alimentarle, pero por lo demás pasa el tiempo jugando con Penguinmon y Kumbhiramon. Con toda la atención que le estás dando dudas que tarde mucho en evolucionar. Desde luego, en su forma actual poco podrá hacer en caso de tener que luchar.
@Matías (220%)
-¿Escuchar algo que no debería haber escuchado? No... No exactamente... -Hawkmon tuerce la cabeza-. ¡Sólo quiero vivir hoy para comer mañana! ¿Sabes lo que te quiero decir? Probablemente ya soy considerado un traidor a ojos de Persiamon... Así que al menos puedo intentar ganarme el favor de la Resistencia. No confiarán nunca del todo en mí, pero me da igual. Sólo quiero estar en un lugar seguro hasta que todo esto acabe. ¿Es eso mucho pedir?
Al bajar a la base, a pesar de que Dianamon os instruye estar a lo vuestro hasta que ella os llamara, parece que uno de tus comentarios llama su atención, Matías.
-¿Curar? Puedes... ¿curarlo? -El simple concepto parece quitarle un enorme peso de encima-. ¿Va en serio? Si me estás engañando, pequeño humano...
-Puedo intentarlo. Con Matías funcionó -Konpaku responde seriamente-. Fiebre, locura... agresividad... Esos son los síntomas, ¿no? Creo que puedo arreglarlo.
-¡Venid conmigo! -os ordena Dianamon al instante, cogiéndoos a ambos del brazo y prácticamente arrastrándoos por la base-. Lo que vais a ver no os va a gustar. Pero lo he tenido que hacer así, creedme. No había otra opción.
Dianamon os conduce hasta un ascensor y os lleva a uno de los pisos más altos de las instalaciones en las que os encontráis. Los pasillos de aquel ala son de metal blanco grisáceo impoluto y no tienen ninguna clase de decoración, sólo las placas. Tampoco hay ventanas y las puertas son escasas. Matías, te recuerda a alguna especie de manicomio futurista de los que salen en las películas. Al cabo de un rato os paráis delante de una puerta hecha del mismo material que las paredes, por lo que pasa muy desapercibida.
-Atrás.
Cuando Dianamon abre la puerta, un gigantesco Blossomon trata de abalanzarse contra vosotros al instante.
-¡Flecha de Artemisa!
Dianamon dispara entonces un proyectil de hielo utilizando una de las púas de su espalda, atravesando al digimon sin problema y devolviéndolo a su forma principiante. Floramon cae inconsciente sobre el blanco suelo acolchado.
-¡Floramon! -exclama Lilymon llevándose ambas manos a la boca-. No... Floramon era... ¿esa cosa?
-¡Luna de Buenas Noches! -De las lunas en las botas de Dianamon surge un haz de luz que envuelve a la compañera de Allan-. Su digimon no deja de digievolucionar constantemente. No tenemos manera de saber qué forma tomará la próxima vez, así que no podemos atarlo como hemos hecho con él. Tengo que venir de vez en cuando y volver a sumir a Floramon en un sueño temporal.
Dianamon señala con su centro hacia el centro de la sala. Allí, prácticamente crucificado, se encuentra el joven rubio. Está suspendido en el aire, atado de pies y manos a una gruesa barra de metal. Gruñe, grita y trata de zafarse de sus ataduras continuamente mientras babea, su rostro mostrando una furia inhumana. No puedes evitar compararlo con un animal salvaje que ha contraído la rabia, Matías.
-¿Estáis... seguros de poder curar esto? -Dianamon baja la mirada-. Tenemos médicos y digimon con habilidades curativas entre nuestras filas, pero ni ellos han sido capaces de arreglar al pobre Ellen y Floramon...
Konpaku te mira de reojo, Matías, súbitamente insegura.
@Asch (125%)
Yuri asiente ante tu proposición, algo asustado. Coges la alfombra por uno de sus extremos y tiras de ella de manera dramática. Debajo, tal y como esperabas, se encuentra una trampilla de madera que probablemente de con alguna clase de sótano.
-¡Esto es muy emocionante! -exclama entonces FanBeemon-. ¡Aaah! ¡Pero también me da un poquito de miedo! ¿Qué habrá ahí abajo?
Esperáis unos segundos más por si suena algún otro sonido. No hay más golpes, pero si alguna especie de gemidos ahogados.
-¡No puedo esperar! ¡La anticipación me está matando! -Yuri se separa de tu cabeza y se lanza a por la trampilla, cogiendo el pomo con sus patitas-. Asch, prepara el dispositivo por si acaso.
Yuri aguarda a que estés listo para lo que sea que esté por venir y entonces levanta la trampilla con el mismo dramatismo con el que quitaste tú la alfombra, posiblemente tratando de imitarte. Una escalerilla de mano oxidada os recibe. El pasadizo está demasiado oscuro como para distinguir qué hay abajo del todo.
-Eso ha sido... decepcionante... -murmura FanBeemon, planeando hasta la escalerilla-. Un segundo... Esto ha sido usado recientemente. ¡Mira, Asch!
Yuri se coloca frente a tu cara y te enseña un mechón sucio de pelo negro que estaba pegado en una de las barras. La abeja mira de reojo la trampilla, como preguntándote si quieres bajar por ella.
@Adair (175%)
El peón no tarda en cumplir tus órdenes. Sanzomon tarda un rato más en tomar una decisión, tal vez tratando de encontrar una manera de contrarrestar tus planes. Notas a Witchmon temblando frente a ti, mas no notas miedo alguno en él. Más bien se podría decir que es... anticipación.
-E1 a g1 y h1 a...
-¡Jeremy! -escucháis gritar entonces a Gaogamon.
@Jeremy (150%)
Echas a correr sin apenas pensártelo. El digimon que te había atacado tarda en empezar a seguirte, tal vez cogido por sorpresa al haber esperado que le respondieras con palabras en lugar de saliendo por patas. Tu perseguidor te ataca un par de veces más a grito de “Bombardeo de Nieve”. Está, sin embargo, lo bastante oscuro como para que falle casi todos sus ataques.
Algunas agujas pequeñas se te clavan en la espalda. El dolor es punzante y continuo, pero más que soportable gracias a la adrenalina que te produce la situación, y puedes seguir corriendo sin problemas. No tardas en notar que el pasillo se va ensanchando para dar lugar a una sala mucho más grande, y entonces...
-¡Jeremy!
@Adair (175%) @Jeremy (150%)
Jeremy, te encuentras frente a un enorme tablero de ajedrez que ocupa prácticamente toda la estancia. Un montón de digimon con las diferentes formas de las piezas están desperdigadas por el tablero en posiciones que no son las de inicio, así que asumes que se está librando una partida ya empezada. Tu nombre ha provenido de un digimon con forma de perro azul ocupando la casilla inicial de un caballo negro, a tu derecha. El digimon agita la cola animadamente, mirándote con la cabeza girada noventa grados en tu dirección, pero parece incapaz de lanzarse a por ti para saludarte cara a cara.
-¡Jeremy! ¡Jeremy! ¡Me alegro de que estés bien! -exclama, contento.
-¡¿Jeremy?! ¿No deberías estar en cama? -escuchas otra voz, esta vez de un digimon con aspecto de bruja. Tras éste, en la posición del rey, ves a Adair-. ¿Cómo has...? ¡Agh, no importa! ¡Aléjate! Esto podría ser peligroso...
Al otro extremo de la habitación, mirándote de frente, se encuentra otra digimon de aspecto humanoide. Va vestida como una sacerdotisa de alguna religión oriental, con un rosario de enormes cuentas en una mano. Parece ser la reina del lado blanco.
-¿Otro humano? Interesante... -musita, y apenas puedes escuchar el eco de la habitación-. Asumo que os conocéis... Dime -dice esta vez más alto-, ¿te gustaría unirte a la partida y ayudar a tus compañeros? Podría hacer una excepción y convertirte en una de las piezas blancas que aún no se han...
Sanzomon se interrumpe a si misma y frunce el ceño.
-¡Bombardeo de Nieve!
Una serie de agujas salen disparadas de la oscuridad del pasadizo en dirección a Jeremy, pero Sanzomon hace flotar su rosario frente a ella y una de las cuentas se separa del resto del collar, colocándose frente al niño y desviando el ataque sin problema.
-¿Quién osa interrumpir mi diversión? -brama la digimon de nivel Perfecto, enfadada.
El perseguidor de Jeremy sale entonces a luz.
Y no es otro que Kumamon.
-¿Q-qué es todo esto...? -masculla al instante, bajando su pistola-. He estado aquí abajo millones de veces y nunca... -Sus ojos brillan al darse cuenta de la presencia de Sanzomon-. Oh... Entonces... Ha funcionado, después de todo...
Kumamon sonríe y su rostro se torna en una mueca antinatural. Parece que se boca pudiera salirse de su cara en cualquier momento.
-¡Fuera! Este no es tu lugar. Sólo puedes verme por la presencia de estos niños -revela Sanzomon-. No me enfades o sufrirás las consecuencias.
Kumamon da un paso atrás, ligeramente amedrentado, pero vuelve a fijar la mirada en Jeremy.
-¡E-ese niño no forma parte de tu partida! -exclama-. ¡Puedo hacer lo que quiera con él, ¿no es así?! ¡No debería importarte!
Sanzomon se cruza de brazos, pensativa. Mientras tanto, el Gaogamon trata de moverse frenéticamente a grito de “¡Jeremy! ¡Jeremy! ¡Ten cuidado!”, pero no parece ser capaz de separarse del tablero de ajedrez para acudir a auxiliarte.
-Adair -murmura entonces Seraphiel-. No estoy muy seguro de qué está pasando, pero... fíjate. El rey blanco se ha quedado entre dos casillas. Puede que porque Sanzomon no ha terminado de hacer su movimiento... -Witchmon se cruza de brazos-. Tal vez cuente como que podemos movernos nosotros ahora. Y está distraída... Podemos terminar con esto en un solo turno. -Seraphiel parece convencido-. Vamos, ordéname que me mueva a h4. En lugar de pararme ahí, intentaré seguir y acabar con el rey. Si no llego a pisar la casilla de destino, debería funcionr. Así podremos recoger nuestro premio, agarrar a Jeremy e irnos de aquí. Que se peleen Sanzomon y el que acaba de llegar si quieren.
Seraphiel sabe perfectamente que él podría ordenarse el movimiento a si mismo, pero parece que quiere dejarte la decisión final a ti.
Digimon: Data Disruption [Rol]
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
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Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
¡Traición!
Todo había ocurrido muy deprisa. Al final del pasillo había un tablero de ajedrez enorme, un tablero Digimon. Allí estaba Adair... ¡y también Norizuna!
-¡Nori! ¿Qué ocurre? ¿No puedes moverte...? -empecé a decir, pero enseguida Sanzomon me hizo entender lo que ocurría, al menos a grandes rasgos... y después...
¡Kumamon! Era él el que me había atacado. Todavía sentía el dolor en mi espalda, y estaba seguro de que en caso de haber tenido un blanco fijo podría haberme matado.
-¿¡Por qué me estás atacando!? ¡Dijiste que...! Tú... ¿Estás poseído o algo así? ¡No lo entiendo!
Miré a Sanzomon, que me había protegido. Intuía que no por pura bondad, sino porque pretendía proteger hasta el final su partida. Podía entenderlo, yo también me ponía hecho una furia si alguien tropezaba con mi tablero de ajedrez cuando jugaba...
En aquel momento, Sanzomon me protegería si yo me convertía en una de sus piezas. No sabía lo que ocurriría si perdíamos, pero al menos no sería inmediato. Si tenía que apostar entre Sanzomon y Kumamon, tenía claro que la primera era más imponente (y si había que confiar en las apariencias, poderosa). Me tocaba ponerme del lado de la parte que no quería liquidarme de inmediato.
-¡Jugaré! -grité a Sanzomon-. ¡Formaré parte de la partida!
Podía ver a Adair cuchicheando algo con la bruja que me había regañado... pero no tenía tiempo de preocuparme de eso. Lo principal en aquel instante era evitar que el oso me asesinara.
Todo había ocurrido muy deprisa. Al final del pasillo había un tablero de ajedrez enorme, un tablero Digimon. Allí estaba Adair... ¡y también Norizuna!
-¡Nori! ¿Qué ocurre? ¿No puedes moverte...? -empecé a decir, pero enseguida Sanzomon me hizo entender lo que ocurría, al menos a grandes rasgos... y después...
¡Kumamon! Era él el que me había atacado. Todavía sentía el dolor en mi espalda, y estaba seguro de que en caso de haber tenido un blanco fijo podría haberme matado.
-¿¡Por qué me estás atacando!? ¡Dijiste que...! Tú... ¿Estás poseído o algo así? ¡No lo entiendo!
Miré a Sanzomon, que me había protegido. Intuía que no por pura bondad, sino porque pretendía proteger hasta el final su partida. Podía entenderlo, yo también me ponía hecho una furia si alguien tropezaba con mi tablero de ajedrez cuando jugaba...
En aquel momento, Sanzomon me protegería si yo me convertía en una de sus piezas. No sabía lo que ocurriría si perdíamos, pero al menos no sería inmediato. Si tenía que apostar entre Sanzomon y Kumamon, tenía claro que la primera era más imponente (y si había que confiar en las apariencias, poderosa). Me tocaba ponerme del lado de la parte que no quería liquidarme de inmediato.
-¡Jugaré! -grité a Sanzomon-. ¡Formaré parte de la partida!
Podía ver a Adair cuchicheando algo con la bruja que me había regañado... pero no tenía tiempo de preocuparme de eso. Lo principal en aquel instante era evitar que el oso me asesinara.
- Spoiler: Mostrar
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
-Vaya... Te veo muy animado con esto, eso es raro. Me alegro, pero... no te parece ilógico todo esto? -dije mientras me acercaba a la trampilla. Algo no me cuadraba- ¿Por que no hemos visto a nadie pese a oír golpes en la trampilla? ¿Quien subiría a golpearla para luego bajar y largarse? O esta ocurriendo algo muy loco ahí abajo, o es una trampa. Pero no sabremos cual de los dos es si no bajamos, ¡así que al hoyo se ha dicho! Por cierto, ¿quien tenía el pelo negro?
Ora Ora Ora Ora Ora
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
El tal Jeremy apareció corriendo y a mi me costó ocultar mi sorpresa. ¿Pero este no estaba soltando espumarajos por la boca y atado a una cama? Que por mi bien que se curara, pero si iba a hacerlo solo ya podía haberse dado más prisa y así ni su digimon ni yo habríamos terminado atrapados en este tablero gigante.
Al principio me pareció raro que el Kumamon estuviera atacando a Jeremy, pero cuando puso esa cara tan rara tuve claro que no era de fiar, y que cuanto antes nos largáramos de allí, mejor. en ese momento Seraphiel me contó su plan. Al principio me pareció buena idea, pero...
-No sé-le confesé-. Si este tablero es capaz de impedirnos andar fuera de turno no creo que nos vaya a dejar movernos libremente antes de llegar a la posición sólo porque la tía esa está distraída- entonces suspiré-. Pero reconozco que no se me ocurre nada mejor, salvo mover los peones. Si estás completamente seguro, adelante.
Estaba harto ya de esto y que por lo visto el Kumamon estuviera intentando matarnos no mejoraba mi humor. A ver si luchaba contra la Sanzomon y se derrotaban mutuamente o algo
Al principio me pareció raro que el Kumamon estuviera atacando a Jeremy, pero cuando puso esa cara tan rara tuve claro que no era de fiar, y que cuanto antes nos largáramos de allí, mejor. en ese momento Seraphiel me contó su plan. Al principio me pareció buena idea, pero...
-No sé-le confesé-. Si este tablero es capaz de impedirnos andar fuera de turno no creo que nos vaya a dejar movernos libremente antes de llegar a la posición sólo porque la tía esa está distraída- entonces suspiré-. Pero reconozco que no se me ocurre nada mejor, salvo mover los peones. Si estás completamente seguro, adelante.
Estaba harto ya de esto y que por lo visto el Kumamon estuviera intentando matarnos no mejoraba mi humor. A ver si luchaba contra la Sanzomon y se derrotaban mutuamente o algo
-
bobokukemon
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Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Cogí aire y me preparé. Si funcionó conmigo debería funcionar con el chico, pero la inseguridad de Lilymon me preocupaba.
—Sea como sea, hay que probar. No vamos a dejarlo ahí colgado —le dije a Dianamon, antes de dirigirme a mi compañera—. Bien, yo voy a intentar hacerle recordar qué hacemos aquí mientras tú usas tu habilidad, ¿de acuerdo?
Di unos pasos para acercarme a él.
—¡Oye, tú! ¿Qué crees que estás haciendo luciéndote por aquí? ¡No estamos aquí de fiesta, estamos intentando volver a casa! ¿Qué crees que van a pensar tus padres en Mitchelstown cuando te vean comportándote como un jabalí? ¡Céntrate, que tú y Floramon la estais liando parda! ¡Deja de hacerle caso a las voces de tu cabeza, eso casi siempre sale mal!
—Sea como sea, hay que probar. No vamos a dejarlo ahí colgado —le dije a Dianamon, antes de dirigirme a mi compañera—. Bien, yo voy a intentar hacerle recordar qué hacemos aquí mientras tú usas tu habilidad, ¿de acuerdo?
Di unos pasos para acercarme a él.
—¡Oye, tú! ¿Qué crees que estás haciendo luciéndote por aquí? ¡No estamos aquí de fiesta, estamos intentando volver a casa! ¿Qué crees que van a pensar tus padres en Mitchelstown cuando te vean comportándote como un jabalí? ¡Céntrate, que tú y Floramon la estais liando parda! ¡Deja de hacerle caso a las voces de tu cabeza, eso casi siempre sale mal!
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
@Matías (230%)
Konpaku traga saliva y asiente, empezando a acercarse a Alan al mismo tiempo que tú. Acaba adelantándote mientras le empiezas a hablar, levanta el dedo pulgar en tu dirección y alza el vuelo, flotando en círculos alrededor de la barra de hierro en la que está atado el adolescente.
-¡Collar de Flores!
Una serie de rosas, pensamientos, tulipanes y margaritas aparecen tras la estela de Lilymon, que coge la curiosa cuerda multicolor y la añade a las otras ataduras que mantienen al feral Alan atrapado. El rubio comienza a rugir más y más fuerte, como si le doliera el contacto con las flores de Konpaku. Esta se aleja en el aire, preocupada, mientras terminas tu discurso, Matías.
Los gruñidos de Alan suenan cada vez más y más bajo hasta que se convierte en un murmullo. El niño baja la cabeza, como derrotado, y alcanzáis a distinguir unas palabras coherentes saliendo de su boca.
-Papá... Mamá... Orlando... -masculla-. Flora... mon...
Y entonces queda inconsciente. Konpaku vuelve a acercarse al joven volando, acercándose a su cara para comprobar su estado y colocando dos dedos en su cuello.
-Está vivo. ¿Habrá funcionado? -El digimon hada no puede evitar suspirar con alivio-. Parece que ha funcionado.
Dianamon, con Floramon bajo un brazo y un dispositivo digital en la mano, se coloca a tu lado, Matías.
-Ha dejado de vibrar violentamente. Esto no pasaba ni cuando le dormía a él también -apunta la líder de la Resistencia-. Creo que sí, realmente ha funcionado. Felicidades... y muchas gracias.
Dianamon sonríe y parece acercar la mano a tu cabeza, como si fuera a realizar un gesto de aprecio más cercano, pero se arrepiente enseguida y carraspea.
-En todo caso, nunca se es demasiado cauteloso. Mantendremos a ambos en esta sala y observaremos su comportamiento durante los próximos días. Te iré actualizando sobre sus progresos, humano. Gracias de nuevo.
@Asch (125%)
-¿Una trampa? No me gustan las trampas... -murmura FanBeemon, ahora más reticente a seguir adelante con el plan-. Pero también puede que tengas razón que no lo sabremos si no bajamos... Sueles tener razón, Asch. Pelo negro... Adair, ¿no? Aunque también podría ser un digimon...
Bajáis por la escalerilla sin cerrar la trampilla tras vosotros y tardáis un rato en llegar abajo del todo. Allí escucháis a alguien respirando muy fuerte. Yuri vuela directo hacia ti, Asch, y se esconde en tu pelo. Es entones cuando pisas algo blandito. Está demasiado oscuro como para poder ver lo que es, pero la respiración parece venir justo de debajo de tu bota.
@Adair (200%) @Jeremy (150%)
-¡Te estoy atacando porque eres un metiche, enano! -exclama Kumamon-. ¡Os mandé aquí abajo a que encontrarais la cura milagrosa! Se suponía que Matt tendría que haber terminado su trabajo, pero entonces me llamó y me dijo que te había visto... ¡Ah, diablos! Ahora tengo que mataros. Pero al menos habéis encontrado lo que debíais... -Pequeños bultos empiezan a aparecer bajo la piel del digimon oso, rompiendo la piel y revelando algo más oscuro debajo-. Poseído... Supongo que podrías llamarlo así... Je, je, je...
Kumamon (o lo que sea) te apunta con su pistola de nuevo, esta vez dispuesto a terminar contigo, Jeremy. Pero entonces Sanzomon hace volar otra de sus cuentas en su dirección y le golpea en la nuca con ella, haciéndole perder el equilibrio.
-Él es ahora una de las piezas de mi juego -dice con tono autoritario-. No estás autorizado a causarle ningún mal. Vete de aquí.
-Grrr... ¡N-no puedo! -gruñe Kumamon-. Maldita sea...
Adair da pie a la estrategia de Witchmon cuando Sanzomon parece cumplir con su promesa y una luz verdosa comienza a rodear a Jeremy. El digimon bruja murmura “e7 a h4”. De pronto, sus pies se sienten más ligeros. Te mira y, con una sonrisa, se monta en su escoba y echa a volar. En lugar de dirigirse hacia su casilla de destino Seraphiel planea recto, sobrevolando cualquier pieza en su camino, y alcanza al KingChessmon blanco. Sanzomon apenas se da cuenta de lo que está sucediendo y, para cuando lo advierte, ya es tarde. Witchmon golpea al rey con su escoba y este sale volando del tablero. La luz que rodeaba a Jeremy desaparece antes de producir ningún efecto. Asimismo, tanto Adair como Norizuna notan que pueden moverse con normalidad de nuevo. El Gaogamon no tarda en colocarse de un salto entre Jeremy y Kumamon, gruñendo a este último.
-No puedo creerlo... -masculla Sanzomon, su puño cerrándose con fuerza alrededor de su rosario-. Me habéis ganado... haciendo trampas. Yo que os había dado esta oportunidad de buena fe.
Todas las piezas que quedaban en el tablero, tanto negras como blancas, comienzan a agruparse frente a Sanzomon como si de un ejército se tratase.
-¡Imperdonable! -chilla, y un rayo de luz emerge de su mano. Éste alcanza el techo de la zona aproximada en la que se encuentran Jeremy, Gaogamon y Kumamon. Los tres os apartáis como podéis según una avalancha de rocas cae y bloquea el camino por el que habéis llegado-. ¡Moriréis todos sepultados aquí abajo! ¡La cura nunca será vuestra!
-¡La madre que...! ¡La que habéis montado! -se queja Kumamon-. U-ugh... Sigo necesitando esa cura, así que supongo que...
El digimon te mira fijamente unos instante, Jeremy. Entonces sacude la cabeza y echa a correr para enfrentarse con el PawnChessmon más cercano. Empiezas a sentirte débil de nuevo, seguramente por las heridas y la fatiga que has sufrido en tan poco tiempo. Tú también necesitas esa cura que Sanzomon protege, después de todo.
-Jeremy... Te he echado tanto de menos -Nori frota tu cara con su hocico-. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo te has curado? Bueno, sé que no es el mejor momento para esto, ¡pero seguro que un gran estratega como tú puede contármelo mientras me da órdenes!
Adair, Witchmon vuela de nuevo en tu dirección cuando el ejército de Sanzomon empieza a reunirse y a prepararse para atacaros. Parece totalmente mortificado, pero también algo distinto.
-Lo he arruinado todo... Quería protegerte, pero he vuelto a equivocarme... -Humillado, un par de lágrimas de rabia corren por sus mejillas-. No sé por qué me esfuerzo. Lo único que consigo es que corras más peligro con cada uno de mis planes. No puedo seguir así. A partir de ahora... A partir de ahora... Tú tomas las decisiones, Adair.
Te da la espalda, encarando a su vez a Sanzomon y sus piezas de ajedrez, preparado para lo que sea que tengas en mente.
Konpaku traga saliva y asiente, empezando a acercarse a Alan al mismo tiempo que tú. Acaba adelantándote mientras le empiezas a hablar, levanta el dedo pulgar en tu dirección y alza el vuelo, flotando en círculos alrededor de la barra de hierro en la que está atado el adolescente.
-¡Collar de Flores!
Una serie de rosas, pensamientos, tulipanes y margaritas aparecen tras la estela de Lilymon, que coge la curiosa cuerda multicolor y la añade a las otras ataduras que mantienen al feral Alan atrapado. El rubio comienza a rugir más y más fuerte, como si le doliera el contacto con las flores de Konpaku. Esta se aleja en el aire, preocupada, mientras terminas tu discurso, Matías.
Los gruñidos de Alan suenan cada vez más y más bajo hasta que se convierte en un murmullo. El niño baja la cabeza, como derrotado, y alcanzáis a distinguir unas palabras coherentes saliendo de su boca.
-Papá... Mamá... Orlando... -masculla-. Flora... mon...
Y entonces queda inconsciente. Konpaku vuelve a acercarse al joven volando, acercándose a su cara para comprobar su estado y colocando dos dedos en su cuello.
-Está vivo. ¿Habrá funcionado? -El digimon hada no puede evitar suspirar con alivio-. Parece que ha funcionado.
Dianamon, con Floramon bajo un brazo y un dispositivo digital en la mano, se coloca a tu lado, Matías.
-Ha dejado de vibrar violentamente. Esto no pasaba ni cuando le dormía a él también -apunta la líder de la Resistencia-. Creo que sí, realmente ha funcionado. Felicidades... y muchas gracias.
Dianamon sonríe y parece acercar la mano a tu cabeza, como si fuera a realizar un gesto de aprecio más cercano, pero se arrepiente enseguida y carraspea.
-En todo caso, nunca se es demasiado cauteloso. Mantendremos a ambos en esta sala y observaremos su comportamiento durante los próximos días. Te iré actualizando sobre sus progresos, humano. Gracias de nuevo.
@Asch (125%)
-¿Una trampa? No me gustan las trampas... -murmura FanBeemon, ahora más reticente a seguir adelante con el plan-. Pero también puede que tengas razón que no lo sabremos si no bajamos... Sueles tener razón, Asch. Pelo negro... Adair, ¿no? Aunque también podría ser un digimon...
Bajáis por la escalerilla sin cerrar la trampilla tras vosotros y tardáis un rato en llegar abajo del todo. Allí escucháis a alguien respirando muy fuerte. Yuri vuela directo hacia ti, Asch, y se esconde en tu pelo. Es entones cuando pisas algo blandito. Está demasiado oscuro como para poder ver lo que es, pero la respiración parece venir justo de debajo de tu bota.
@Adair (200%) @Jeremy (150%)
-¡Te estoy atacando porque eres un metiche, enano! -exclama Kumamon-. ¡Os mandé aquí abajo a que encontrarais la cura milagrosa! Se suponía que Matt tendría que haber terminado su trabajo, pero entonces me llamó y me dijo que te había visto... ¡Ah, diablos! Ahora tengo que mataros. Pero al menos habéis encontrado lo que debíais... -Pequeños bultos empiezan a aparecer bajo la piel del digimon oso, rompiendo la piel y revelando algo más oscuro debajo-. Poseído... Supongo que podrías llamarlo así... Je, je, je...
Kumamon (o lo que sea) te apunta con su pistola de nuevo, esta vez dispuesto a terminar contigo, Jeremy. Pero entonces Sanzomon hace volar otra de sus cuentas en su dirección y le golpea en la nuca con ella, haciéndole perder el equilibrio.
-Él es ahora una de las piezas de mi juego -dice con tono autoritario-. No estás autorizado a causarle ningún mal. Vete de aquí.
-Grrr... ¡N-no puedo! -gruñe Kumamon-. Maldita sea...
Adair da pie a la estrategia de Witchmon cuando Sanzomon parece cumplir con su promesa y una luz verdosa comienza a rodear a Jeremy. El digimon bruja murmura “e7 a h4”. De pronto, sus pies se sienten más ligeros. Te mira y, con una sonrisa, se monta en su escoba y echa a volar. En lugar de dirigirse hacia su casilla de destino Seraphiel planea recto, sobrevolando cualquier pieza en su camino, y alcanza al KingChessmon blanco. Sanzomon apenas se da cuenta de lo que está sucediendo y, para cuando lo advierte, ya es tarde. Witchmon golpea al rey con su escoba y este sale volando del tablero. La luz que rodeaba a Jeremy desaparece antes de producir ningún efecto. Asimismo, tanto Adair como Norizuna notan que pueden moverse con normalidad de nuevo. El Gaogamon no tarda en colocarse de un salto entre Jeremy y Kumamon, gruñendo a este último.
-No puedo creerlo... -masculla Sanzomon, su puño cerrándose con fuerza alrededor de su rosario-. Me habéis ganado... haciendo trampas. Yo que os había dado esta oportunidad de buena fe.
Todas las piezas que quedaban en el tablero, tanto negras como blancas, comienzan a agruparse frente a Sanzomon como si de un ejército se tratase.
-¡Imperdonable! -chilla, y un rayo de luz emerge de su mano. Éste alcanza el techo de la zona aproximada en la que se encuentran Jeremy, Gaogamon y Kumamon. Los tres os apartáis como podéis según una avalancha de rocas cae y bloquea el camino por el que habéis llegado-. ¡Moriréis todos sepultados aquí abajo! ¡La cura nunca será vuestra!
-¡La madre que...! ¡La que habéis montado! -se queja Kumamon-. U-ugh... Sigo necesitando esa cura, así que supongo que...
El digimon te mira fijamente unos instante, Jeremy. Entonces sacude la cabeza y echa a correr para enfrentarse con el PawnChessmon más cercano. Empiezas a sentirte débil de nuevo, seguramente por las heridas y la fatiga que has sufrido en tan poco tiempo. Tú también necesitas esa cura que Sanzomon protege, después de todo.
-Jeremy... Te he echado tanto de menos -Nori frota tu cara con su hocico-. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo te has curado? Bueno, sé que no es el mejor momento para esto, ¡pero seguro que un gran estratega como tú puede contármelo mientras me da órdenes!
Adair, Witchmon vuela de nuevo en tu dirección cuando el ejército de Sanzomon empieza a reunirse y a prepararse para atacaros. Parece totalmente mortificado, pero también algo distinto.
-Lo he arruinado todo... Quería protegerte, pero he vuelto a equivocarme... -Humillado, un par de lágrimas de rabia corren por sus mejillas-. No sé por qué me esfuerzo. Lo único que consigo es que corras más peligro con cada uno de mis planes. No puedo seguir así. A partir de ahora... A partir de ahora... Tú tomas las decisiones, Adair.
Te da la espalda, encarando a su vez a Sanzomon y sus piezas de ajedrez, preparado para lo que sea que tengas en mente.
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Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Culpable.
Inexplicablemente, así era como me sentía. Acababa de llegar, y me quedaba claro que Sanzomon no tendría merced con nosotros, pero aun así... sabía muy bien lo que era esperar en un lugar solitario a que alguien viniera a jugar contigo. Creía entender, al menos vagamente, cómo se sentía. Además, aunque fuera brevemente, me había protegido...
Pero el instinto de conservación flotaba en la superficie de mi mente, como una capa de aceite que opacaba el resto de sentimientos. Sabía que no estaba ni de lejos a la altura de lo que Norizuna esperaba de mí, pero tenía que hacer algo y pronto.
-No estoy curado, Nori -dije a mi compañero, acercándome y apoyando la cabeza en su costado-. Creo que si estoy en pie es gracias a ti, aunque no tengo ni idea de cómo. Quizá estoy tomando prestada tu fuerza... -me alejé unos pasos y hablé en voz alta, asegurándome de que Kumamon me oyera-. Pero yo también sigo necesitando la cura. Por eso mis instrucciones ahora son: cubre al oso, aunque sin arriesgarte tú mismo. Con tu velocidad y tus ataques de viento puedes proporcionarle una buena defensa y atacar si ves aperturas -señalé a Kumamon-. No sé lo que crees que he visto, por el otro camino no se veía un pimiento. Creo que he visto a un tipo llevando cajas llenas de algo, supongo que ilegal, pero no soy un policía y me importa un bledo lo que fuera. Los dos buscamos lo mismo y no me importa compartir. Has oído lo que he pedido a mi Digimon, él te protegerá en la medida de lo posible... -miré a Nori-. Pero no te fíes de él. Me ha atacado por la espalda y seguro que hará lo mismo contigo. Sólo espero que sea listo -dije en voz todavía más alta- y comprenda que eso no le beneficia.
Habían bastado unos segundos para hacerme cambiar de bando. Parecía que Adair podía arreglárselas sin ayuda... pero esperaba que entre los tres Digimon pudieran con aquella mujer ominosa. Aquella situación era tan complicada que se me ocurrió que siendo ajedrez.
Otra clase de ajedrez.
Inexplicablemente, así era como me sentía. Acababa de llegar, y me quedaba claro que Sanzomon no tendría merced con nosotros, pero aun así... sabía muy bien lo que era esperar en un lugar solitario a que alguien viniera a jugar contigo. Creía entender, al menos vagamente, cómo se sentía. Además, aunque fuera brevemente, me había protegido...
Pero el instinto de conservación flotaba en la superficie de mi mente, como una capa de aceite que opacaba el resto de sentimientos. Sabía que no estaba ni de lejos a la altura de lo que Norizuna esperaba de mí, pero tenía que hacer algo y pronto.
-No estoy curado, Nori -dije a mi compañero, acercándome y apoyando la cabeza en su costado-. Creo que si estoy en pie es gracias a ti, aunque no tengo ni idea de cómo. Quizá estoy tomando prestada tu fuerza... -me alejé unos pasos y hablé en voz alta, asegurándome de que Kumamon me oyera-. Pero yo también sigo necesitando la cura. Por eso mis instrucciones ahora son: cubre al oso, aunque sin arriesgarte tú mismo. Con tu velocidad y tus ataques de viento puedes proporcionarle una buena defensa y atacar si ves aperturas -señalé a Kumamon-. No sé lo que crees que he visto, por el otro camino no se veía un pimiento. Creo que he visto a un tipo llevando cajas llenas de algo, supongo que ilegal, pero no soy un policía y me importa un bledo lo que fuera. Los dos buscamos lo mismo y no me importa compartir. Has oído lo que he pedido a mi Digimon, él te protegerá en la medida de lo posible... -miré a Nori-. Pero no te fíes de él. Me ha atacado por la espalda y seguro que hará lo mismo contigo. Sólo espero que sea listo -dije en voz todavía más alta- y comprenda que eso no le beneficia.
Habían bastado unos segundos para hacerme cambiar de bando. Parecía que Adair podía arreglárselas sin ayuda... pero esperaba que entre los tres Digimon pudieran con aquella mujer ominosa. Aquella situación era tan complicada que se me ocurrió que siendo ajedrez.
Otra clase de ajedrez.
- Spoiler: Mostrar
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
Tiene razón, podría ser un digimon... Es sospechoso que no hayamos visto ninguno hasta ahora...
-A quien si le gustan las trampas? Tiene que ser una persona muy rara esa. Que oye, yo lo respeto, pero no lo entiendo.
Allí abajo había algo, podía oírlo, respiraba muy fuerte, el peor acosador del mundo, no iba a pillarme por sorpresa no...
*Squeak*
-Uh? Pero que leches...
Levanté mi bota y observé la pobre alma desdichada que acababa de lamerme el lado sucio de las botas. Me agaché para verlo más de cerca y ayudarle a levantarse o recogerlo si es pequeñito.
-Sorry tronco, no quería hacerte daño, en serio. Pero por otra parte me alegro de que no seas un zurullo. ¿Estas bien? ¿Que haces aquí?
-A quien si le gustan las trampas? Tiene que ser una persona muy rara esa. Que oye, yo lo respeto, pero no lo entiendo.
Allí abajo había algo, podía oírlo, respiraba muy fuerte, el peor acosador del mundo, no iba a pillarme por sorpresa no...
*Squeak*
-Uh? Pero que leches...
Levanté mi bota y observé la pobre alma desdichada que acababa de lamerme el lado sucio de las botas. Me agaché para verlo más de cerca y ayudarle a levantarse o recogerlo si es pequeñito.
-Sorry tronco, no quería hacerte daño, en serio. Pero por otra parte me alegro de que no seas un zurullo. ¿Estas bien? ¿Que haces aquí?
Ora Ora Ora Ora Ora
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
La idea de Seraphiel funcionó, para mi sorpresa, pero a la Sanzomon no le hizo gracia. No le hizo ninguna gracia. En pocos minutos no sólo teníamos al Kumamon mutante intentando matarnos, sino también todas las piezas de ajedrez de la sala. Vale, era cierto que había hecho trampas, pero no creí que nos fuera a dejar vivir si perdíamos, sinceramente. Luego berreó algo sobre no darnos la cura, así que pensé que igual la tenía por aquí guardada.
Aunque en esos momentos me importaba más encontrar la manera de salir por patas de ese sitio que encontrar un frasco con líquido misterioso. No creía que tuviéramos ninguna posibilidad de ganar contra semejante ejército y Jeremy parecía que iba a centrarse en el Kumamon. Miré mi dispositivo de reojo. Parecía que había suficiente energía como para que Seraphiel evolucionase otra vez, pero incluso aunque lo consiguiera tenía la sensación de que seguían siendo demasiados enemigos; y Sanzomon parecía muchísimo más fuerte que las demás piezas de ajedrez. Aunque a lo mejor podía hacer lo mismo que ella y tirarles el techo encima. Si salía mal yo también terminaría sepultado, pero no parecía tener muchas más opciones.
-Venga, Seraphiel, no te preocupes. Es cierto que tu idea no resultó ser tan buena, pero también es culpa mía por haber aceptado sin pensar en algo mejor y sabiendo que no le gustaría que hiciésemos trampas- suspiré. Esa partida me había puesto de los nervios-. He visto que tienes suficiente energía para evolucionar otra vez. Inténtalo; necesitamos toda la fuerza que podamos conseguir. Pero lo consigas o no- le dije entonces-, probablemente seguirán siendo demasiados, así que derrumba el techo sobre ellos para aplastarlos, o, al menos, separarlos y confundirlos. Sólo ten cuidado de no enterrarme a mi o a Jeremy y su digimon, ¿vale?
Tenía claro que no iba a protestar si el caía una roca encima al Kumamon.
Aunque en esos momentos me importaba más encontrar la manera de salir por patas de ese sitio que encontrar un frasco con líquido misterioso. No creía que tuviéramos ninguna posibilidad de ganar contra semejante ejército y Jeremy parecía que iba a centrarse en el Kumamon. Miré mi dispositivo de reojo. Parecía que había suficiente energía como para que Seraphiel evolucionase otra vez, pero incluso aunque lo consiguiera tenía la sensación de que seguían siendo demasiados enemigos; y Sanzomon parecía muchísimo más fuerte que las demás piezas de ajedrez. Aunque a lo mejor podía hacer lo mismo que ella y tirarles el techo encima. Si salía mal yo también terminaría sepultado, pero no parecía tener muchas más opciones.
-Venga, Seraphiel, no te preocupes. Es cierto que tu idea no resultó ser tan buena, pero también es culpa mía por haber aceptado sin pensar en algo mejor y sabiendo que no le gustaría que hiciésemos trampas- suspiré. Esa partida me había puesto de los nervios-. He visto que tienes suficiente energía para evolucionar otra vez. Inténtalo; necesitamos toda la fuerza que podamos conseguir. Pero lo consigas o no- le dije entonces-, probablemente seguirán siendo demasiados, así que derrumba el techo sobre ellos para aplastarlos, o, al menos, separarlos y confundirlos. Sólo ten cuidado de no enterrarme a mi o a Jeremy y su digimon, ¿vale?
Tenía claro que no iba a protestar si el caía una roca encima al Kumamon.
Re: Digimon: Data Disruption [Rol]
—Alice, ¿qué tal va? ¿Ya estás un poco mejor? —Me acercaría a la chica en cierto momento, mientras Válor jugaba con Cara y Flynn—. Ayer fue un día duro, pero al final todas hemos conseguido volver sanas y salvas, y seguro que a los demás también les irá bien. Y Válor parece muy animado, ¿verdad? Me alegro mucho por él, espero que pronto vuelva a ser el de siempre.
»Oye, ¿creéis que habrá consolas o máquinas recreativas por aquí? Me aburro como una ostra. ¿Os apetece jugar a algo?
Me había dado cuenta de que, aparte de con Cara, apenas había tenido relación con los demás. Mi forma de ser siempre había hecho que no me relacionase con mis compañeros de clase, y viendo lo ocurrido el día anterior me percaté de que no les conocía mucho. ¡Después de todo, jamás habría imaginado que Alice actuaría así, de aquella forma tan alucinante pero temeraria!
Así pues, quería tener algo de relación con ellos, conocerlos, y aprovechando que teníamos algo de tiempo libre, ¿qué mejor manera de hacerlo que con mi hobby favorito?
»Oye, ¿creéis que habrá consolas o máquinas recreativas por aquí? Me aburro como una ostra. ¿Os apetece jugar a algo?
Me había dado cuenta de que, aparte de con Cara, apenas había tenido relación con los demás. Mi forma de ser siempre había hecho que no me relacionase con mis compañeros de clase, y viendo lo ocurrido el día anterior me percaté de que no les conocía mucho. ¡Después de todo, jamás habría imaginado que Alice actuaría así, de aquella forma tan alucinante pero temeraria!
Así pues, quería tener algo de relación con ellos, conocerlos, y aprovechando que teníamos algo de tiempo libre, ¿qué mejor manera de hacerlo que con mi hobby favorito?
