Digimon: Data Disruption [Rol]

[Crow]

-Tchm... dmmm... Tris... augh.... ¿¡Que!? ¿Que pasa? -El alboroto me despierta y no tardo en limpiarme las babas de la cara y salir al pasillo a ver que ocurre.

Que frías están las manos de Dianamon. Ponte guantes para tocarme, guapa.
-¿Un ataque biológico? Mierda, a eso no podemos pegarle. Chicos, daos prisa, no quiero saber que hace ese virus.
A Alan y a Jeremy no se les veía por ninguna parte y yendo hacia el ascensor después de vestirme vi que su habitación estaba cerrada a cal y canto. ¿Lo habrán cogido ellos? Espero que se encuentren bien.
-Como pille al responsable de esto se va a enterar...

[Amilinne]

Alice (200%)

-¡Y yo te doy ideas! -responde Válor-. Agh, no deberíamos discutir. ¡Somos un equipo! Creo que ya nos lo hemos dicho todo, así que ¡acabemos con esto y ya está!

Devidramon, todavía ligeramente paralizado, está a punto de ser aplastado por los Arukenimon cuando llegas a esa conclusión. Coge a la que tiene más cerca de la pata, la tira al suelo y le clava sus garras en la frente. Arukenimon pega un grito de agonía y desaparece al instante, deshaciéndose en el mar de datos en el que os encontráis.

-¡Eso era! ¡Has dado en el clavo, Alice! -exclama Válor, excitado-. Pero, ¿cuál será la real? No tengo ni idea... Tal vez tengamos que ir una a una.

Como convencido por sus propias palabras, el digimon gárgola se quita a las Arukenimon creando un vendaval con sus alas y ataca a otra araña en la frente, destruyéndola también. Solamente quedan dieciocho. Válor vuela cerca de ti.

-Hemos encontrado el punto débil. ¡Estamos un paso más cerca de la victoria! Pero no te confíes... ¿Cuál es nuestro siguiente paso?

Todas las Arukenimon abren su pecho, lanzando una serie de pequeños Dokugumon que se lanzan a por Válor. Esta vez son muchas más que cinco: casi cien.

[LightHelco]

—¡Joder! Esos son demasiados bichos incluso para ti —señalé al enjambre que nos estaban mandando las arañas —. No sé hasta cuantas vas a poder pillar, pero usa tus Ojos Rojos para paralizar a cuantos enemigos puedas y después escapa con Vendaval Demoníaco y ponte a petrificar cosas y usarlas como munición —le miré gruñendo ya que me esperaba que viera aquello como una tontería —. Pilla los bichos petrificados y lánzalos contra sus frentes o mételes un buen vendaval para que también se lleven a los que no estén petrificados.

[Amilinne]

@Alice (200%)

-¡Ojos Rojos! -exclama Válor.

La mayoría de los Arukenimon se quedan paralizados durante unos segundos. Los Dokugumon, sin embargo, son demasiado pequeños para verse afectados. Se lanzan a la vez contra Devidramon. Tu compañero se ve doblegado al instante por el gran número de enemigos mordisqueando su cuerpo e inyectando veneno. Al final consigue lanzar su Vendaval Demoníaco y quitarse a la mayor parte de encima, pero está agotado.

-Arf... Arf... -jadea, sobrevolando a sus enemigos pero no lo suficientemente alto como para que se olviden de él y decidan ir a por ti-. ¡Llamarada Petra!

El aliento de Válor convierte en guijarros a los Dokugumon que se había conseguido quitar de encima. Acto seguido, lanza un segundo Vendaval Demoníaco para lanzar la lluvia de piedras contra los Arukenimon. Te deshaces de cinco más con el bombardeo, pero algunas arañas todavía están encima de Devidramon. Tu compañero cae al suelo, sus energías siendo drenadas, y los trece Arukenimon que quedan corren a por él, preparados para terminar de devorarle.

[LightHelco]

No no no. Aquello estaba saliendo de pena, Válor perdía fuerzas cada vez más rápido y los Arukenimon no terminaban. Todo esto era culpa mía, si me hubiese dado cuenta de que su punto débil estaba en su frente ya habríamos ganado.

—¡Válor, no te rindas! —le grité a la desesperada cogiendo uno de los petrificados bichos y lanzándoselo a la cara a una Arukenimon —. Sé que quieres luchar solo, pero somos un maldito equipo y si tú caes, yo caigo contigo, así que me vas a dejar tirar pedrolos a esas cosas o el que los recibe eres tú —declaré cogiendo otro de los monstruos para lanzarlo —. ¡Ojos Rojos para detenerlas y empieza a cortar frentes con tus Garras Carmesí!

[Amilinne]

@Alice (150%)

-¡¡¡NO!!!

Válor te coge del brazo antes de que puedas lanzar la primera piedra.

-Me lo... has prometido... -masculla como puede-. No seas... ¡¡¡NO SEAS MENTIROSA!!!

Acto seguido te coge en brazos y te coloca en su espalda.

-Si quieres caer conmigo, entonces caerás conmigo si todo sale mal... -musita con lágrimas en los ojos-. Pero no arruines... todo lo que he evolucionado... por ti...

Debido a lo empañados que tiene los ojos, Válor no puede usar Ojos Rojos. Sin embargo, alza el vuelo y se lanza en picado, llevándose por delante dos Arukenimon más. En su arrebato, coge a una tercera y estampa su cabeza contra el suelo. Quedan diez. Válor aterriza una vez más, agotado.

-Dame una estrategia... -susurra-. Una última estrategia es lo único que necesito... ¡Acabemos con los que quedan de una sola pasada! No me rendiré, Alice, pero tú no puedes rendirte tampoco. ¡No des por perdida la confianza que has puesto en mí! ¡Puedo hacerlo! ¡¡QUIERO QUE PIENSES QUE PUEDO HACERLO!!

[LightHelco]

—Claro que confío en ti, se que eres capaz de hacer lo que quieras, joder… es en mi en quien no confío, ¿vale? —le confesé agarrándome a su espalda para no caerme —. Tú mismo lo has dicho, soy cabezota, tozuda e idiota, no soy la clase de persona que planea sus ataques, simplemente los hago.

Me quedé ahí unos segundos sin saber qué hacer, ¿cómo demonios podíamos ganar a diez enemigos de una vez? ¿Qué haría yo si tuviera alas? Volaría, si, es lo que más ventaja da… ¿y de ahí? Paralizarlas y…

—Válor, vuela… y… y… no sé. ¡No sé qué demonios hacer! fijo que tú podrías hacerlo mejor que yo —me pegué con la cabeza en su espalda empezando a desesperarme —. Paralízalas y arrasa con todo con tus garras, lánzales guijarros hasta que no quede ninguna… ¡nada de lo que te he dicho ha servido para algo! Intenta coger una y llevártela volando romperle la frente ahí y repite, como si fueras un pájaro… es lo mejor que se me ocurre.

[Amilinne]

@Alice (175%)

-¡Mejora, Alice! ¡Date cuenta de tus fallos y corrígelos! -te grita Válor-. Lo siento si estoy siendo brusco, pero eso es lo que me has enseñado a mí. ¡Aplícate a ti misma tus propios consejos! -Las alitas en la cabeza de Válor se agitan a modo de orejas-. ¡Eres mi amiga! ¡Yo confío en ti! ¡Sé que puedes hacerlo! La única razón por la que no puedes es porque tú misma no lo crees.

El Devidramon toma prestada tu gorra, dejando a la vista la mayor parte de tu cabeza destrozada, y se enjuaga las lágrimas con ella. Acto seguido, se la pone en la cabeza, ocultando sus alas-oreja. Entonces usa Ojos Rojos para paralizar a la mitad de los Arukenimon que resta por derrotar. Se lanza en picado y les rasga la cabeza a tres de ellas. Acto seguido baja para volar a ras del suelo y lanza un vendaval, bombardeando a los Arukenimon con todos los Dokugumon petrificados que quedaban. Su siguiente movimiento es, como le has dicho, coger a las que quedan al vuelo y, cuando están indefensas en el aire, abrirles la cabeza con sus garras.

Válor cae al suelo. Está prácticamente sin energías, pero sólo queda un Arukenimon. Su frente tiene un brillo anaranjado mucho más intenso que aquellas que habéis derrotado hasta ahora.

-No mientas -te sonríe Válor-. Todo lo que has dicho me ha ayudado. ¿No lo ves? Sólo queda el Arukenimon real. Aquel que representa mis miedos más profundos... y mi pasado. -El Devidramon entorna los ojos-. Yo no confío en mí, Alice. Pero tú sí confías en mí. Me lo has demostrado, incluso si no he sido todo lo sincero que debería. Tú dices que no confías en ti misma... Pero yo sí lo hago. Confío en que siempre estarás a mi lado, y que juntos podemos con todo. Esta vez quería hacerlo por mi cuenta, pero incluso ahora te tengo a mi espalda, cubriéndome y apoyándome. -Válor te enseña el pulgar, y entonces se coloca bien la visera de la gorra-. Hasta que aprendamos a confiar en nosotros mismos... Supongo que nos tenemos el uno al otro, ¿no? Todavía nos queda un largo camino para mejorar. Y para continuar... debemos destruir este obstáculo.

El último Arukenimon, ignorante de las palabras que os estáis dedicando, intenta atraparos con un Hilo de Araña y así terminar con todo de una Niebla Ácida.

[LightHelco]

Sonreí acariciándole detrás de las alas orejas, aunque me mosqueó un poco que me quitara la gorra y sobretodo que la usara de pañuelo, pero bueno, yo la estaba manchando de sangre.

—Vaya, ¿desde cuándo eres tú el que me da a mí consejos? —reí antes de levantarme un poco por encima de su cabeza para mirar mejor —. Tú confías en mí y yo lo hare en ti. Somos un equipo y mientras estamos juntos no nos va a ganar ninguna arañita de patas peludas —declaré centrándome en nuestro último enemigo y como estaba a punto de usar un ataque —. Válor, ¿te quedan fuerzas para poder tirar de esa bicha? Porque si es así, quiero que agarres el hilo ese y empieces a volar alrededor de ella tan rápido como puedas para atarla de pies a cabeza. Que sienta su propia tela y después le pegas tu mejor Garra Carmesí.

[Amilinne]

@Alice (200%)

El Hilo de Araña, en lugar de enredarse alrededor de Devidramon, atraviesa el pecho de tu compañero como si se tratara de una afilada aguja. Válor se amedrenta un poco, sangre empezando a fluir de su pecho y sus fauces. Arukenimon continúa, lanzando un hilo de araña con cada uno de sus dedos. Las diez hebras atraviesan el cuerpo de Válor como espadas. Puedes notar la vida abandonando el cuerpo del digimon gárgola.

-Creo... que me siento... como tú cuando Angewomon te tenía cogida... -masculla con un hilo de voz. Pero entonces lleva una de sus garras a tu gorra-. Gracias... por prestarme esto... Sé que te cuesta desprenderte de ella... -Cierra los ojos-. Siento... tus fuerzas... tu corazón... latiendo junto al mío...

Válor junta todos los hilos de Arukenimon en sus manos y empieza a tirar de ellos con todas sus fuerzas. Cogido por sorpresa, el Arukenimon no sabe cómo reaccionar. Devidramon, contra todo pronóstico, está consiguiendo arrastrarlo en vuestra dirección.

-¿Lo... ves...? Aunque no me estés ayudando... Aunque tus manos no estén agarrando estos hilos conmigo... Te siento... Siento tus fuerzas... -te dice con la voz más clara-. Me estás ayudando... siempre... Cuando a ti no te queda vida, yo te presto la mía... Te llevo a mi mente, y nos enfrentamos a mis miedos... Y ahora, cuando yo estoy falto de energía vital... Tu corazón, latiendo junto a mi espalda, me da tu esencia... Tu esencia de humana. ¡Esto es lo que te quería demostrar pidiéndote que no actuaras!

Las alas de Válor se agitan con fuerza y tienes que agarrarte con fuerza para no salir disparada por la onda expansiva. El Devidramon, sacando fuerzas de flaqueza, empieza a volar a toda velocidad alrededor de Arukenimon. Aunque estás segura de que le tiene que doler lo que no está escrito, pues los hilos están atravesando su cuerpo, está llevando a cabo tu plan. Arukenimon está ahora atrapado por su propio hilo. Válor te baja de su espalda y ambos observáis a Arukenimon, atrapado e indefenso.

-Míralo. Mira cómo se retuerce, impotente... Me recuerda a mí, atrapado en la red de mis propias mentiras -suspira Válor-. ¿Qué me dices, Alice? ¿Acabamos con esto ya? ¿Acabamos con Bunnymon, el mentiroso?

Sin esperar a tu respuesta, Válor atraviesa la frente de Arukenimon con sus garras. El digimon araña empieza a sangrar una especie de líquido anaranjado, y entonces escuchas un discurso familiar en el interior de tu mente.

"Yo represento los fondos ocultos de tu compañero. El pecado de Gazimon permite que me desdoble. Su miedo por la realidad me hace intangible. Su desconfianza en la amistad sincera me oculta de vuestros ojos. Cada una de sus mentiras es un nuevo obstáculo en vuestro camino."

-Lo hemos hecho, Alice. Lo hemos hecho, ¿verdad? Se terminó. Se terminó mi miedo. Se terminó el pavor a la opinión de los demás. Se terminaron los murmullos, las medias verdades, las traiciones... A partir de ahora puedo ser yo mismo. Tal y como me has enseñado. -Te sonríe-. Muchas gracias. Muchas gracias por estar conmigo incluso cuando estaba a punto de destruirme por dentro. Esta vez, con las manos al frente y sin cruzar los dedos, lo juro. Juro ser sincero, duela a quien le duela. Contigo, con todos... Y sobre todo, conmigo mismo. Juro que aquí se acaba la _ _ _ _ _ _ _ _.

Tu dispositivo digital reacciona. Introduzca la contraseña.