Me desperté de golpe con un grito ahogado, y no fui la única. Prácticamente todos mis compañeros de clase estaban despiertos y gritando por el ruido ensordecedor que había sonado. Miré a mi alrededor, buscando alguna clase de peligro que pudiera haber en la sala, pero todo parecía despejado. Parpadeé, confusa y aún algo adormilada; pero entonces el señor Kenji nos ordenó que fuéramos a investigar. Era lo último que quería hacer. A pesar de haber dormido, seguía muy cansada... Pero era de los pocos que podrían proteger a nuestros compañeros de clase, así que respiré hondo para calmarme y me levanté.
-Vamos, Trydan-le murmuré, mientras seguía a los demás.
Cuando llegué al piso inferior, uno de los digimon que había por allí y que no había visto nunca se transformó en un digimon gigante. Y empezó a hablar con la profesora como si la conociera. Que se habían aliado y que era culpa suya que hubiéramos acabado allí. Pero eso... eso no podía ser cierto, ¿verdad? La profesora no podía haber hecho eso. ¡No era cierto! No quería creerlo...
Estaba temblando. Ya ni siquiera escuchaba lo que decían. Era demasiado para mi. Sólo quería dormir una noche tranquila en una cama. Sólo quería volver a cantar alguna canción en el karaoke. Sólo quería que todos estuviéramos a salvo. Sólo quería volver a casa. Pero esos tipos no hacían más que atacarnos una y otra vez. De no ser por lo difícil que era para los digimon ir de un área a otra, nuestros compañeros tal vez ni siquiera habrían logrado sobrevivir hasta ahora.
-¡Sois vosotros los que nos habéis atrapado aquí! ¡Sois vosotros los que nos habéis estado atacando!-chillé. Había empezado a llorar sin darme cuenta- ¡Fuisteis vosotros los que asesinasteis a ese digimon! ¡No sé qué tenéis en contra del señor Kenji y no me importa! ¡Vosotros sois los monstruos!
No podía dejar que les hicieran daño. No podía dejar que hicieran daño a nadie más. Ni a mis compañeros, ni a mis amigos, ni a la profesora o al señor Kenji. No me importaba de qué tuvieran la culpa o no. Quienes habían provocado todo esto eran aquellos que estaban controlando al Mephistomon. Y, a pesar de lo asustada y confusa que estaba, lucharía contra él para proteger a mis compañeros.
Digimon Chapter 00
Re: Digimon Chapter 00
¡Se han traido al enemigo a casa! ¡¿Pero como se les ocurre hacer eso?!
- ¡Nadie bueno toma la forma de un demonio y nos intenta hacer daño, creere antes a la profesora que a ti!
El RH esta listo, hora de apretar el boton.
- ¡DoKunemon, te toca! ¡Todos a por el! Ahora que por fin tengo una amiga no lo vas a arruinar.
- ¡Nadie bueno toma la forma de un demonio y nos intenta hacer daño, creere antes a la profesora que a ti!
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LightHelco
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Re: Digimon Chapter 00
¿La profesora nos había traído aquí? Ella era la culpable de todo, de que estuviésemos atrapados en el mundo digital, de que Nenti hubiese perdido un ojo, de que tuviese que matar a la gran mayoría de mis compañeros para salvar a unos pocos ¡Todo era culpa suya!
El Mephistomon tendría que haberla aplastado, que hubiese sufrido lo mismo que estábamos sufriendo nosotros, los alumnos a los que había condenado por hacer lo que unos locos le habían pedido. Pero salvo Tomi nadie más quiso abandonar a la profesora Ziel y viendo las reacciones de todos me sentí mal por pensar en dejarla morir… después de todo ella no quería traernos aquí, ¿verdad?
Es entonces cuando Nezu nos sorprendió a todos mostrando un emblema en su RH y haciendo que Narine digievolucionara en MetalGreymon ¿Cuándo demonios había hecho la prueba? Eso era lo de menos, necesitaba ayuda y todos ya estaban moviéndose o intentándolo al menos para salvar a la profesora y los alumnos que no tenían un Digimon.
Aun así yo no conseguía terminar de centrarme en todo aquello y tampoco Ilargi. Podíamos luchar contra el enemigo y conseguir salvar a todos, pero ¿qué pasaría después? Tenía una bomba y debía colocarla tarde o temprano. Luchar ahora era una pérdida de tiempo si después tenía que matarlos a todos. Agarré la mochila y di unos pasos hacia atrás como intentando huir, porque eso era lo que quería hacer, huir de allí, alejarme de mis compañeros y llevarme la bomba conmigo para que nunca les afectase… pero si lo hacía, si simplemente lo intentaba, EBEmon me obligaría a dar la vuelta.
“Quizás si Mephistomon acaba conmigo pueda salvar al resto… “ pensé dejando de moverme y mirando al enorme monstruo “. Estamos en medio de una batalla, quizás no se note tanto… pero… ¿y si alguien intenta protegerme?”
Entonces ellos saldrían heridos, sobretodo Rudy que ahora me consideraba su amiga y ya le había causado demasiados problemas. No podía causar más, ¡no podía seguir pensando así! Yo no me rendía por una tontería así, no iba a dejar que un simple chantaje me venciera, iba a encontrar la forma de salvar a todos y si tenía que empezar ayudando a arrancarle los cuernos a la mascota de esos locos asesinos lo haría.
—Ilargi. ¿Azul, rojo o amarillo? —le pregunté a la Lunamon abriendo la mochila y en cuanto me contestase darle uno de los bizcochos que nos había dado Starmon —. No podemos caernos por lo ocurrido, vamos a esforzarnos para arreglar nuestra situación. Y esta empieza ayudando a Nezu en la batalla, ¡vamos!
Esperaba que con aquello Ilargi tuviese suficiente energía para digievolucionar a su forma Campeón y poder servir de distracción contra Mephistomon para que Narine se recuperase. Quizás viendo que le ayudaba de esa forma Nezu se fijase algo más en mí… ¡Ah! ¡Tenía que concentrarme en la batalla y no en esas tonterías!
—¡Destrózale los cuernos, Ilargi!
El Mephistomon tendría que haberla aplastado, que hubiese sufrido lo mismo que estábamos sufriendo nosotros, los alumnos a los que había condenado por hacer lo que unos locos le habían pedido. Pero salvo Tomi nadie más quiso abandonar a la profesora Ziel y viendo las reacciones de todos me sentí mal por pensar en dejarla morir… después de todo ella no quería traernos aquí, ¿verdad?
Es entonces cuando Nezu nos sorprendió a todos mostrando un emblema en su RH y haciendo que Narine digievolucionara en MetalGreymon ¿Cuándo demonios había hecho la prueba? Eso era lo de menos, necesitaba ayuda y todos ya estaban moviéndose o intentándolo al menos para salvar a la profesora y los alumnos que no tenían un Digimon.
Aun así yo no conseguía terminar de centrarme en todo aquello y tampoco Ilargi. Podíamos luchar contra el enemigo y conseguir salvar a todos, pero ¿qué pasaría después? Tenía una bomba y debía colocarla tarde o temprano. Luchar ahora era una pérdida de tiempo si después tenía que matarlos a todos. Agarré la mochila y di unos pasos hacia atrás como intentando huir, porque eso era lo que quería hacer, huir de allí, alejarme de mis compañeros y llevarme la bomba conmigo para que nunca les afectase… pero si lo hacía, si simplemente lo intentaba, EBEmon me obligaría a dar la vuelta.
“Quizás si Mephistomon acaba conmigo pueda salvar al resto… “ pensé dejando de moverme y mirando al enorme monstruo “. Estamos en medio de una batalla, quizás no se note tanto… pero… ¿y si alguien intenta protegerme?”
Entonces ellos saldrían heridos, sobretodo Rudy que ahora me consideraba su amiga y ya le había causado demasiados problemas. No podía causar más, ¡no podía seguir pensando así! Yo no me rendía por una tontería así, no iba a dejar que un simple chantaje me venciera, iba a encontrar la forma de salvar a todos y si tenía que empezar ayudando a arrancarle los cuernos a la mascota de esos locos asesinos lo haría.
—Ilargi. ¿Azul, rojo o amarillo? —le pregunté a la Lunamon abriendo la mochila y en cuanto me contestase darle uno de los bizcochos que nos había dado Starmon —. No podemos caernos por lo ocurrido, vamos a esforzarnos para arreglar nuestra situación. Y esta empieza ayudando a Nezu en la batalla, ¡vamos!
Esperaba que con aquello Ilargi tuviese suficiente energía para digievolucionar a su forma Campeón y poder servir de distracción contra Mephistomon para que Narine se recuperase. Quizás viendo que le ayudaba de esa forma Nezu se fijase algo más en mí… ¡Ah! ¡Tenía que concentrarme en la batalla y no en esas tonterías!
—¡Destrózale los cuernos, Ilargi!
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SleepyKoumi
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Re: Digimon Chapter 00
Demasiadas cosas pasaron en poco tiempo: un Vilemon que pasó a un muñeco murciélago, una huida in extremis, combates voladores, una zona nueva que apenas vimos, más huida, rayos que son ilusiones, la zona por la que nos habíamos metido en todo ese berenjenal, el parque y un aterrizaje forzoso. En cuando Draco se hizo pequeño, Guil y yo caímos rodando y, por suerte, no nos hicimos mucho daño. Me levanté y me sacudí la ropa con tranquilidad mientras Nenti decía que Mafy estaba poseído y Suzu le excusó con un "Las cosas se han complicado".
Todos estaban en el vestíbulo y, como si las cosas no fuesen lo suficientemente bien, el muñeco comenzó a brillar y los cuadraditos bailaban... y Mephistomon apareció otra vez, igual que el desgraciado de Eridani. Lo peor de todo es que estaba hablando con la Ziel como si fuese parte de los malos cuando todo es una mentira para confundirnos. Gruñi al reconocer la sensación de la celda y esa vez entendía un poco mejor cuál era su efecto.
-No... Es un trampa -murmuré aunque mi objetivo era gritarlo a los cuatro vientos. Por lo visto el efecto era peor de lo que pensaba y apenas pude hacer algo más para advertirles.
Cuando las burbujas desaparecieron la profesora cantó y, por lo que le respondió el tipo, no me quedó muy claro si realmente la profa era inocente o no. Aún así, se había preocupado por sus alumnos por lo que, al menos, no era tan mala persona como pensaba que era siempre que me castigaba.
Volviendo al mundo re... bueno, al digital, el Mephisto-Eridani dijo que iba a matarnos a todos y se dispuso a atacar. Nezu se puso delante, cómo no, siempre alguien tiene que hacerse el héroe y Tomi se lo reprochó. El digimon del primero evolucionó y paró el ataque aunque el malo parecía preparado para eso.
-Guil, ¿Necesitas reponer fuerzas o aún puedes dar guerra un rato más? -pregunté mirando cómo Nezu y compañía empezaban a estar en auténticos apuros; si Guil me respondía que necesitaba comer, le daría algún bollo de la bandolera - Lo primero es evitar que pueda atacar y eso lo hace principalmente con los brazos así que debería ser lo primero que nos carguemos -dije pensando en voz alta, mirando a mi alrededor por si encontraba algo útil- ¡Mago! ¡Brujita! ¿No podéis inmovilizarle con vuestra magia? -pregunté después por si ellos sabían alguna forma de detenerle, anularle o confundirle. Luego me giré hacia Guilmon - Confío en ti, hay que darle la paliza de su vida -fueron mis palabras antes de volver a repasar mi alrededor.
Mi mente buscaba una salida, una buena salida de forma casi desesperada. Tenía los elementos ahí, lo tenía todo en ese mismo lugar, sólo necesitaba el tiempo suficiente para encontrar la respuesta, la solución. Como no soportaba estar sin hacer nada, cogí un par de cristales relativamente grandes y los lancé al enemigo para distraerle e intentar ganar un poquito de tiempo, aunque dudaba que funcionase pues el digimon era MUY grande y seguro que ni lo notaba.
- ¡Eh! ¡Pedazo de idiota! ¿¡Cómo piensas vencernos a todos si antes con cuatro fue suficiente!?
Todos estaban en el vestíbulo y, como si las cosas no fuesen lo suficientemente bien, el muñeco comenzó a brillar y los cuadraditos bailaban... y Mephistomon apareció otra vez, igual que el desgraciado de Eridani. Lo peor de todo es que estaba hablando con la Ziel como si fuese parte de los malos cuando todo es una mentira para confundirnos. Gruñi al reconocer la sensación de la celda y esa vez entendía un poco mejor cuál era su efecto.
-No... Es un trampa -murmuré aunque mi objetivo era gritarlo a los cuatro vientos. Por lo visto el efecto era peor de lo que pensaba y apenas pude hacer algo más para advertirles.
Cuando las burbujas desaparecieron la profesora cantó y, por lo que le respondió el tipo, no me quedó muy claro si realmente la profa era inocente o no. Aún así, se había preocupado por sus alumnos por lo que, al menos, no era tan mala persona como pensaba que era siempre que me castigaba.
Volviendo al mundo re... bueno, al digital, el Mephisto-Eridani dijo que iba a matarnos a todos y se dispuso a atacar. Nezu se puso delante, cómo no, siempre alguien tiene que hacerse el héroe y Tomi se lo reprochó. El digimon del primero evolucionó y paró el ataque aunque el malo parecía preparado para eso.
-Guil, ¿Necesitas reponer fuerzas o aún puedes dar guerra un rato más? -pregunté mirando cómo Nezu y compañía empezaban a estar en auténticos apuros; si Guil me respondía que necesitaba comer, le daría algún bollo de la bandolera - Lo primero es evitar que pueda atacar y eso lo hace principalmente con los brazos así que debería ser lo primero que nos carguemos -dije pensando en voz alta, mirando a mi alrededor por si encontraba algo útil- ¡Mago! ¡Brujita! ¿No podéis inmovilizarle con vuestra magia? -pregunté después por si ellos sabían alguna forma de detenerle, anularle o confundirle. Luego me giré hacia Guilmon - Confío en ti, hay que darle la paliza de su vida -fueron mis palabras antes de volver a repasar mi alrededor.
Mi mente buscaba una salida, una buena salida de forma casi desesperada. Tenía los elementos ahí, lo tenía todo en ese mismo lugar, sólo necesitaba el tiempo suficiente para encontrar la respuesta, la solución. Como no soportaba estar sin hacer nada, cogí un par de cristales relativamente grandes y los lancé al enemigo para distraerle e intentar ganar un poquito de tiempo, aunque dudaba que funcionase pues el digimon era MUY grande y seguro que ni lo notaba.
- ¡Eh! ¡Pedazo de idiota! ¿¡Cómo piensas vencernos a todos si antes con cuatro fue suficiente!?
Oh my god, a daydream away you were beautiful
I'm your girl ? Words don't come easy
Now don't say lazy, I beg you
Don't listen in secret
Lonely little braver
It's ok
Re: Digimon Chapter 00
Mi cabeza estaba hecha un lío de cosas en qué pensar justo después de lo que acababa de pasar. Cuando la negatividad empezaba a abandonarme estaba fatigada, con solo una cosa en mente; quitar a ese tipo de en medio para poder racionar después lo que había ido pasando. Estaba pálida y mareada, supuse que la rabia que me hacia ese tipo era lo único que evitaba que me desplomase rendida. La rabia y… el sentido, que me decía que no podía abandonar a los demás ahora.
-Zach – dada la situación no quise entretenerme a explicarle por qué le pedía que se esforzase esta vez –. Por favor – acabe, tendiéndole el último bollo que me guardaba.
Me avance hacia Mephistomon, llevada por las ganas de que ese hombre y ese digimon nos dejasen en paz por siempre, e hice como Kiara; agarrar lo que podía y lanzárselo al digimon, deseando con toda mi alma que una de las cosas le diera un golpe que lo borrase de aquí. A él y a todo Eridani.
-Zach – dada la situación no quise entretenerme a explicarle por qué le pedía que se esforzase esta vez –. Por favor – acabe, tendiéndole el último bollo que me guardaba.
Me avance hacia Mephistomon, llevada por las ganas de que ese hombre y ese digimon nos dejasen en paz por siempre, e hice como Kiara; agarrar lo que podía y lanzárselo al digimon, deseando con toda mi alma que una de las cosas le diera un golpe que lo borrase de aquí. A él y a todo Eridani.
Re: Digimon Chapter 00
@Nenti[III]:
-Lo mismo digo, colega -dijo Horus-. ¡De esta no salimos! -casi parecía que se alegrara.
-¡Vamos, vamos, os cubro! -Ogremon os empujó hacia la cafetería, que atravesasteis a toda velocidad para después salir por la puerta lateral, justo junto a la del baño.
-Yo no quería que ocurriera esto -murmuraba Ziel mientras la arrastrabas-. Tú lo sabes, ¿verdad? Su investigación es peligrosa... Sólo quería hacer que desapareciera...
Llegasteis al pie de las escaleras y subisteis corriendo mientras oíais el fragor del combate a vuestras espaldas. Una vez arriba, os encontrasteis con Mina, que estaba asomada a la barandilla tratando de ver lo que ocurría.
-¡Nezu...! -murmuraba, con las manos agarradas a la barandilla y los nudillos blancos-. ¡NEZU, APÁRTATE!
-Ven, tienes que ponerte a salvo -dijo Ziel sin pensárselo, cogiéndola de la mano-. Sacaremos a los demás, el planetario no es...
-¡Suélteme! -gritó Mina-. ¡Todo esto es culpa suya! ¡Lo he oído todo! -se volvió a buscar tu apoyo-. ¡Estás de acuerdo conmigo, ¿verdad Nenti?!
Ziel había caído de espaldas sobre el suelo, y miraba a su alumna con expresión destrozada.
-¡Ñam! ¡Ñam! ¡Ñam! -de repente, Falcomon comenzó a morder brazos y piernas a Ziel y a Mina. La profesora soltó un alarido al verse mordisqueada por un Digimon.
-¿¡QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO!? -exclamó Mina, tratando de derribar a patadas a Horus, pero él la esquivó sin esfuerzo.
-Mucho menos daño de lo que te hará la cosa de ahí abajo si vence a nuestros amigos -replicó el Digimon-. Así que, perdona la expresión pero... Mueve el culo.
Mina soltó un bufido y echó a correr escaleras abajo. Horus te miró.
-Me refería en dirección contraria -aseguró, señalando hacia la puerta del planetario-. Como ella -añadió, viendo a Ziel que corría a toda velocidad hacia la puerta entreabierta de la enorme habitación oscura.
@Kiara[III], Suzu[ I ], Senetyl[ ], Rudy[ I ], Lira[ ]:
-Tranquilízate, Sen -dijo Trydan, con su cuerpo soltando chispas en todas direcciones-. Tienes que mantener la calma en situaciones así. Tú me enseñaste eso. No dejaré que te pase nada. ¡Elecmon digievoluciona en...! -las chispas que soltaba por todas partes se convirtieron en llamas que le envolvieron- ¡...FlareRizamon! -de este modo, saltó a la batalla y se interpuso entre Mephistomon y MetalGreymon, aunque era considerablemente más bajo que ambos.
-¡VAMOSVAMOSVAMOSVAMOSVAMOS! -DoKunemon avanzó por el suelo como una centella y se transformó en el momento-. ¡DoKunemon digievoluciona en Stingmon!
-¡Rojo! -exclamó Ilargi, metiendo la mano en la bolsa y sacando lo que tenía más a mano. Comenzó a engullirlo y enseguida se transformó-. ¡Lunamon digievoluciona en Lekismon!
-¡Estoy cansado, pero no pienso mantenerme al margen! -gritó Guil, agarrando un bollo y metiéndoselo en la boca-. ¡Allá que voy! -se lanzó hacia adelante, pero por lo visto no fue capaz de digievolucionar. En su lugar dio un enorme salto y comenzó a trepar por la espalda de Mephistomon-. ¡Hora del segundo asalto!
-Nosotros no... -Wizardmon observaba impotente-. La magia de vuestros enemigos humanos supera todos nuestros conocimientos -aseguró-. Ni siquiera sé qué significa esa sombra...
-¡Pero hay algo que podemos hacer! -exclamó Witchmon, y se lanzó hacia adelante montada en su escoba.
-Lo haré -dijo Zach por su parte-. ¡FanBeemon digievoluciona en... Waspmon! -sin moverse del sitio, comenzó a disparar a Mephistomon.
En realidad, todo había ocurrido simultáneamente.
Nenti y Horus arrastraron a la profesora lejos del campo de batalla, pero Nezu no se movió. Ogremon tiró el bastón y levantó ambas manos como si estuviese dispuesto a soportar el peso de MetalGreymon cuando cayera sobre él, aunque era evidente que eso sería imposible. Trydan se colocó justo bajo el brazo extendido de Mephistomon.
-¡Torre de llamas! -bramó, y una columna de fuego le envolvió y se alzó. El brazo del enemigo fue parcialmente calcinado, y la parte externa quedó ardiendo.
-¡Ataque Punzante! -en cuanto la columna ígnea se desvaneció, Stingmon golpeó el punto dañado del brazo y logró debilitarlo aun más. Lekismon había saltado a la cabeza de Mephistomon y estaba dando patadas a los cuernos, pero al ver el objetivo de sus compañeros, centró su atención en aquel punto-. ¡Triple Flecha de Hielo! -gritó, y lanzó tres carámbanos al punto quemado del brazo de Mephistomon, con tanta fuerza que consiguió cortarlo por completo.
Mephistomon y MetalGreymon se separaron bruscamente. El primero se tambaleó, pero recobró el equilibrio. El segundo, Narine, cayó de espaldas sobre su compañero.
-¡Viento de Baluluna! -Witchmon apareció como un rayo junto a Nezu, montada en su escoba, y envió hacia arriba un vendaval con todo su poder. Un vendaval suficiente para empujar con violencia a MetalGreymon por la espalda y lanzarlo hacia adelante. Como consecuencia, Narine acabó dando un cabezazo en el hocico a Mephistomon, reventándoselo.
Nezu no se había movido en ningún momento. Seguía observando la batalla con expresión impasible.
-¡GigaExplosión! -un par de misiles orgánicos salieron del pecho de Narine y reventaron sobre el torso de Mephistomon, causando bastantes daños y casi derribándolo. El enemigo recuperó el equilibro, comenzando a aletear, pero sus alas fueron atravesadas por una lluvia de disparos láser de Waspmon.
De repente, a una velocidad sorprendente en algo tan grande, Mephistomon se dio la vuelta, atrapó a Zach al vuelo y la estampó contra el suelo lleno de cristales. Puso su enorme cabeza a un palmo de Kiara. Parecía que la había oído.
-Olvidas que vosotros no veis lo mismo que yo veo -dijo el hombre de Eridani, aquel tal Fichte, te respondió con voz cargada de sarcasmo-. Las peleas entre monstruos de datos me dan igual, lo que me importan son los datos. ¿Crees que venciste antes? Conseguí mi objetivo: destruir el lugar que os rodeaba y acercarme a Kenji Shinohara. Mi objetivo sigue siendo el mismo, y los datos que veo muestran que es posible. Sólo tengo que encontrar una forma de accionar el código formateador que estoy viendo.
Mephistomon se irguió en toda su altura y dio un paso hacia Lira. Lekismon saltó y se interpuso entre ambos, pero era tan baja...
-¡No! -gritó Ilargi-. ¡Lira, huye!
-¡NUBE DE MUERTE! -Mephistomon orientó el brazo que le quedaba en dirección a la niña.
De repente, Lira sintió que quería morir. No sólo ella, quería que todos sus compañeros también murieran. Quería que todos los que estaban a su alrededor murieran. Sabía que no era una idea propia, por supuesto. Aquel no era el primer Digimon que jugaba con su mente, y reconocía horrible sensación que uno tenía cuando alguien retorcía sus propios pensamientos. Aquella sensación era muy diferente a la que había tenido al encontrarse con EBEmon, pero era igual de desgarradora. Sospechaba que la densa niebla negra que había aparecido a su alrededor tenía algo que ver con ello.
Sin tener demasiado control sobre sus propias manos, Lira cogió la bomba y...
-¡NO! ¡SUELTA ESO! -Ilargi apareció dentro de la nube de niebla y arrancó de un tirón la mochila de Lira. Un instante después, una bola de energía morada barrió a Lekismon y la hizo estamparse contra el mostrador de recepción. Las cosas que había contenido la cartera quedaron esparcidas por todas partes.
Libre de aquella molesta interrupción, Lira cogió la bomba y...
-¡PARA! -Nezu apareció delante de ella y trató de arrebatarle la bomba-. ¡No quieres hacerlo, Lira, no quieres! -¿acaso sabía de qué se trataba? Trató de quitarle de las manos el artefacto a la chica, pero sus brazos se volvían más débiles a cada segundo, el efecto de la Nube de Muerte también le estaba afectando-. ¡NARINE! ¡TODOS! ¡PARADLE!
-¡GIGAEXPLOSIÓN!
-¡VIENTO DE BALULUNA!
-¡ATAQUE PUNZANTE!
-¡GOLPE ÍGNEO!
-¡BOLA DE TRUENO!
-¡CAZAOSOS!
Mephistomon recibió todos los ataques casi al mismo tiempo, y finalmente Zach cayó desde arriba como un rayo, atravesando de la cabeza a los pies al enemigo y clavándose profundamente en el suelo. El Mephistomon se desintegró y tomó la forma de un Vilemon, con Guilmon encaramado a él mordiéndole la oreja.
Y entonces, la Nube de Muerte se desvaneció y Nezu y Lira volvieron a la normalidad.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
El objeto redondo que los dos niños tenían en la mano tenía un punto brillante y pitaba.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
-Oye, ¿qué hace esta cosa que acabamos de encender, exactamente? -preguntó Nezu, sonriendo con nerviosismo.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
-Destruirá la zona entera en menos de un minuto -dijo Ilargi, con voz jadeante, saliendo de entre un montón de trozos de madera. Enseñó lo que tenía en la mano-. Esto es un teletransportador -añadió-. Me llevará de vuelta con EBEmon, el creador de la bomba. Dámela, Lira. Es lo único que puede hacerse.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
Nadie se movió en el vestíbulo. Todos los Digimon miraban fijamente a Ilargi, aunque el brazo retorcido y roto de MetalGreymon chorreaba sangre como un un grifo medio abierto. Guil masticaba la oreja de Vilemon sin darse cuenta, pero el enemigo observaba absorto y en silencio, y no parecía notarlo.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
-Voy en serio, Lira -Ilargi hizo aparecer una brillante esfera de agua-. Puedo dormirte con un solo ataque, así que no me hagas usar esto contra ti. Voy a llevarme esa bomba y tú no puedes evitarlo. Dámela de una vez. Por favor.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
-Lo mismo digo, colega -dijo Horus-. ¡De esta no salimos! -casi parecía que se alegrara.
-¡Vamos, vamos, os cubro! -Ogremon os empujó hacia la cafetería, que atravesasteis a toda velocidad para después salir por la puerta lateral, justo junto a la del baño.
-Yo no quería que ocurriera esto -murmuraba Ziel mientras la arrastrabas-. Tú lo sabes, ¿verdad? Su investigación es peligrosa... Sólo quería hacer que desapareciera...
Llegasteis al pie de las escaleras y subisteis corriendo mientras oíais el fragor del combate a vuestras espaldas. Una vez arriba, os encontrasteis con Mina, que estaba asomada a la barandilla tratando de ver lo que ocurría.
-¡Nezu...! -murmuraba, con las manos agarradas a la barandilla y los nudillos blancos-. ¡NEZU, APÁRTATE!
-Ven, tienes que ponerte a salvo -dijo Ziel sin pensárselo, cogiéndola de la mano-. Sacaremos a los demás, el planetario no es...
-¡Suélteme! -gritó Mina-. ¡Todo esto es culpa suya! ¡Lo he oído todo! -se volvió a buscar tu apoyo-. ¡Estás de acuerdo conmigo, ¿verdad Nenti?!
Ziel había caído de espaldas sobre el suelo, y miraba a su alumna con expresión destrozada.
-¡Ñam! ¡Ñam! ¡Ñam! -de repente, Falcomon comenzó a morder brazos y piernas a Ziel y a Mina. La profesora soltó un alarido al verse mordisqueada por un Digimon.
-¿¡QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO!? -exclamó Mina, tratando de derribar a patadas a Horus, pero él la esquivó sin esfuerzo.
-Mucho menos daño de lo que te hará la cosa de ahí abajo si vence a nuestros amigos -replicó el Digimon-. Así que, perdona la expresión pero... Mueve el culo.
Mina soltó un bufido y echó a correr escaleras abajo. Horus te miró.
-Me refería en dirección contraria -aseguró, señalando hacia la puerta del planetario-. Como ella -añadió, viendo a Ziel que corría a toda velocidad hacia la puerta entreabierta de la enorme habitación oscura.
@Kiara[III], Suzu[ I ], Senetyl[ ], Rudy[ I ], Lira[ ]:
-Tranquilízate, Sen -dijo Trydan, con su cuerpo soltando chispas en todas direcciones-. Tienes que mantener la calma en situaciones así. Tú me enseñaste eso. No dejaré que te pase nada. ¡Elecmon digievoluciona en...! -las chispas que soltaba por todas partes se convirtieron en llamas que le envolvieron- ¡...FlareRizamon! -de este modo, saltó a la batalla y se interpuso entre Mephistomon y MetalGreymon, aunque era considerablemente más bajo que ambos.
-¡VAMOSVAMOSVAMOSVAMOSVAMOS! -DoKunemon avanzó por el suelo como una centella y se transformó en el momento-. ¡DoKunemon digievoluciona en Stingmon!
-¡Rojo! -exclamó Ilargi, metiendo la mano en la bolsa y sacando lo que tenía más a mano. Comenzó a engullirlo y enseguida se transformó-. ¡Lunamon digievoluciona en Lekismon!
-¡Estoy cansado, pero no pienso mantenerme al margen! -gritó Guil, agarrando un bollo y metiéndoselo en la boca-. ¡Allá que voy! -se lanzó hacia adelante, pero por lo visto no fue capaz de digievolucionar. En su lugar dio un enorme salto y comenzó a trepar por la espalda de Mephistomon-. ¡Hora del segundo asalto!
-Nosotros no... -Wizardmon observaba impotente-. La magia de vuestros enemigos humanos supera todos nuestros conocimientos -aseguró-. Ni siquiera sé qué significa esa sombra...
-¡Pero hay algo que podemos hacer! -exclamó Witchmon, y se lanzó hacia adelante montada en su escoba.
-Lo haré -dijo Zach por su parte-. ¡FanBeemon digievoluciona en... Waspmon! -sin moverse del sitio, comenzó a disparar a Mephistomon.
En realidad, todo había ocurrido simultáneamente.
Nenti y Horus arrastraron a la profesora lejos del campo de batalla, pero Nezu no se movió. Ogremon tiró el bastón y levantó ambas manos como si estuviese dispuesto a soportar el peso de MetalGreymon cuando cayera sobre él, aunque era evidente que eso sería imposible. Trydan se colocó justo bajo el brazo extendido de Mephistomon.
-¡Torre de llamas! -bramó, y una columna de fuego le envolvió y se alzó. El brazo del enemigo fue parcialmente calcinado, y la parte externa quedó ardiendo.
-¡Ataque Punzante! -en cuanto la columna ígnea se desvaneció, Stingmon golpeó el punto dañado del brazo y logró debilitarlo aun más. Lekismon había saltado a la cabeza de Mephistomon y estaba dando patadas a los cuernos, pero al ver el objetivo de sus compañeros, centró su atención en aquel punto-. ¡Triple Flecha de Hielo! -gritó, y lanzó tres carámbanos al punto quemado del brazo de Mephistomon, con tanta fuerza que consiguió cortarlo por completo.
Mephistomon y MetalGreymon se separaron bruscamente. El primero se tambaleó, pero recobró el equilibrio. El segundo, Narine, cayó de espaldas sobre su compañero.
-¡Viento de Baluluna! -Witchmon apareció como un rayo junto a Nezu, montada en su escoba, y envió hacia arriba un vendaval con todo su poder. Un vendaval suficiente para empujar con violencia a MetalGreymon por la espalda y lanzarlo hacia adelante. Como consecuencia, Narine acabó dando un cabezazo en el hocico a Mephistomon, reventándoselo.
Nezu no se había movido en ningún momento. Seguía observando la batalla con expresión impasible.
-¡GigaExplosión! -un par de misiles orgánicos salieron del pecho de Narine y reventaron sobre el torso de Mephistomon, causando bastantes daños y casi derribándolo. El enemigo recuperó el equilibro, comenzando a aletear, pero sus alas fueron atravesadas por una lluvia de disparos láser de Waspmon.
De repente, a una velocidad sorprendente en algo tan grande, Mephistomon se dio la vuelta, atrapó a Zach al vuelo y la estampó contra el suelo lleno de cristales. Puso su enorme cabeza a un palmo de Kiara. Parecía que la había oído.
-Olvidas que vosotros no veis lo mismo que yo veo -dijo el hombre de Eridani, aquel tal Fichte, te respondió con voz cargada de sarcasmo-. Las peleas entre monstruos de datos me dan igual, lo que me importan son los datos. ¿Crees que venciste antes? Conseguí mi objetivo: destruir el lugar que os rodeaba y acercarme a Kenji Shinohara. Mi objetivo sigue siendo el mismo, y los datos que veo muestran que es posible. Sólo tengo que encontrar una forma de accionar el código formateador que estoy viendo.
Mephistomon se irguió en toda su altura y dio un paso hacia Lira. Lekismon saltó y se interpuso entre ambos, pero era tan baja...
-¡No! -gritó Ilargi-. ¡Lira, huye!
-¡NUBE DE MUERTE! -Mephistomon orientó el brazo que le quedaba en dirección a la niña.
De repente, Lira sintió que quería morir. No sólo ella, quería que todos sus compañeros también murieran. Quería que todos los que estaban a su alrededor murieran. Sabía que no era una idea propia, por supuesto. Aquel no era el primer Digimon que jugaba con su mente, y reconocía horrible sensación que uno tenía cuando alguien retorcía sus propios pensamientos. Aquella sensación era muy diferente a la que había tenido al encontrarse con EBEmon, pero era igual de desgarradora. Sospechaba que la densa niebla negra que había aparecido a su alrededor tenía algo que ver con ello.
Sin tener demasiado control sobre sus propias manos, Lira cogió la bomba y...
-¡NO! ¡SUELTA ESO! -Ilargi apareció dentro de la nube de niebla y arrancó de un tirón la mochila de Lira. Un instante después, una bola de energía morada barrió a Lekismon y la hizo estamparse contra el mostrador de recepción. Las cosas que había contenido la cartera quedaron esparcidas por todas partes.
Libre de aquella molesta interrupción, Lira cogió la bomba y...
-¡PARA! -Nezu apareció delante de ella y trató de arrebatarle la bomba-. ¡No quieres hacerlo, Lira, no quieres! -¿acaso sabía de qué se trataba? Trató de quitarle de las manos el artefacto a la chica, pero sus brazos se volvían más débiles a cada segundo, el efecto de la Nube de Muerte también le estaba afectando-. ¡NARINE! ¡TODOS! ¡PARADLE!
-¡GIGAEXPLOSIÓN!
-¡VIENTO DE BALULUNA!
-¡ATAQUE PUNZANTE!
-¡GOLPE ÍGNEO!
-¡BOLA DE TRUENO!
-¡CAZAOSOS!
Mephistomon recibió todos los ataques casi al mismo tiempo, y finalmente Zach cayó desde arriba como un rayo, atravesando de la cabeza a los pies al enemigo y clavándose profundamente en el suelo. El Mephistomon se desintegró y tomó la forma de un Vilemon, con Guilmon encaramado a él mordiéndole la oreja.
Y entonces, la Nube de Muerte se desvaneció y Nezu y Lira volvieron a la normalidad.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
El objeto redondo que los dos niños tenían en la mano tenía un punto brillante y pitaba.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
-Oye, ¿qué hace esta cosa que acabamos de encender, exactamente? -preguntó Nezu, sonriendo con nerviosismo.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
-Destruirá la zona entera en menos de un minuto -dijo Ilargi, con voz jadeante, saliendo de entre un montón de trozos de madera. Enseñó lo que tenía en la mano-. Esto es un teletransportador -añadió-. Me llevará de vuelta con EBEmon, el creador de la bomba. Dámela, Lira. Es lo único que puede hacerse.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
Nadie se movió en el vestíbulo. Todos los Digimon miraban fijamente a Ilargi, aunque el brazo retorcido y roto de MetalGreymon chorreaba sangre como un un grifo medio abierto. Guil masticaba la oreja de Vilemon sin darse cuenta, pero el enemigo observaba absorto y en silencio, y no parecía notarlo.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
-Voy en serio, Lira -Ilargi hizo aparecer una brillante esfera de agua-. Puedo dormirte con un solo ataque, así que no me hagas usar esto contra ti. Voy a llevarme esa bomba y tú no puedes evitarlo. Dámela de una vez. Por favor.
Pi. Pi. Pi. Pi. Pi.
- Spoiler: Mostrar
Re: Digimon Chapter 00
-Oh, cállate antes que cambie de opinión. -le escupí a la profesora- Necesito ese poder, lo necesito, lo necesito, lo necesito... -murmuré pensando en que Nezu también había conseguido llegar a nivel Perfecto.
Entonces llegamos arriba y la profesora y Mina se pusieron a gritar y a ponerme la cabeza como un bombo
-¡Estoy de acuerdo en que os calléis porque NO ME OIGO PENSAR, JODER! -y se fueron cada una en una dirección distinta después de que Horus les enseñara quien manda- Agh, mierda de gente, te lo juro. A por la profe, a saber que pretende hacer, ¡corre! -yo también corrí hacia la profesora, Mina haría alguna tontería y se acercaria a Nezu y él acabaría teniendo que salvarle el pellejo, así que una adulta con remordimientos y toda la carga emocional que ello comportaba me preocupaba más.- Eres el puñetero amo, Horus, si le pusieras esas ganas a evolucionar, serias tan fuerte como los del clan de la Garra. Menuda tunda le diste al MetalMamemon, y eso que estabas en nivel Campeón, ese pobre infeliz... Va, evoluciona, que si no, no la pillamos. ¡PROFESORA! ¡LE HE DICHO QUE NO ME HAGA CAMBIAR DE OPINIÓN! ¡Y HUIR DE MÍ NO ES LA MEJOR IDEA QUE HA TENIDO HOY!
Entonces llegamos arriba y la profesora y Mina se pusieron a gritar y a ponerme la cabeza como un bombo
-¡Estoy de acuerdo en que os calléis porque NO ME OIGO PENSAR, JODER! -y se fueron cada una en una dirección distinta después de que Horus les enseñara quien manda- Agh, mierda de gente, te lo juro. A por la profe, a saber que pretende hacer, ¡corre! -yo también corrí hacia la profesora, Mina haría alguna tontería y se acercaria a Nezu y él acabaría teniendo que salvarle el pellejo, así que una adulta con remordimientos y toda la carga emocional que ello comportaba me preocupaba más.- Eres el puñetero amo, Horus, si le pusieras esas ganas a evolucionar, serias tan fuerte como los del clan de la Garra. Menuda tunda le diste al MetalMamemon, y eso que estabas en nivel Campeón, ese pobre infeliz... Va, evoluciona, que si no, no la pillamos. ¡PROFESORA! ¡LE HE DICHO QUE NO ME HAGA CAMBIAR DE OPINIÓN! ¡Y HUIR DE MÍ NO ES LA MEJOR IDEA QUE HA TENIDO HOY!
Ora Ora Ora Ora Ora
Re: Digimon Chapter 00
Entre todos pudimos hacerle frente a Mephistomon. Tal y como había dicho Kiara, si había sido derrotado por cuatro… Pero era inexplicable como aún no había entendido que los problemas vienen uno tras otro de la mano. Confusa, escuche lo que sucedía entre Lira, Nezu y la compañera de Lira. Algo muy serio estaba pasando… Eso… ¿¡Ese cacharro era…!? ¡Entonces!
-¡No! – grite a través de la sala con las fuerzas que reuní para ser escuchada y señale la sombra de Eridani - ¡Allí! ¡Tiradla allí!
-¡No! – grite a través de la sala con las fuerzas que reuní para ser escuchada y señale la sombra de Eridani - ¡Allí! ¡Tiradla allí!
Re: Digimon Chapter 00
Esta debe ser esa situacion que ocurre siempre una vez en la vida, donde el tiempo se detiene y hay que tomar la decision mas dificil que ha habido en tu vida. Tenemos un minuto para decidir que hacer con una bomba que borrara todo el mapa instantaneamente, no da tiempo a coger un transportador e ir a otra zona, ademas, moriran todos los digimon que existan alli por nuestra culpa, EBEmon debio de obligarla a llevar la bomba cuando nos separamos... Solo hay una decision posible, Ilargi tiene razon pero... ¿Como se supone que debo aceptar esa decision? Lanzarle la bomba a la sombra no servira, no es seguro, si sale mal todo se acabara, si DoKunemon muriera no se si lo podria llegar a superar, no existe ninguna otra opcion, aqui no hay decision posible, solo la imposibilidad de aceptar el destino que toca.
- Ilargi tiene razon... no es justo...
- Ilargi tiene razon... no es justo...
Re: Digimon Chapter 00
Cerré los ojos con fuerza y me limpié las lágrimas. Seguía cansada y me costaba pensar con claridad, pero Trydan tenía razón. Respiré hondo para calmarme.
-Lo siento-le dije-. Gracias, y ten mucho cuidado.
Los digimon atacaban sin parar al Mephistomon. Perdí la noción del tiempo entre llamas y explosiones; mientras el digimon enemigo parecía completamente invencible. Entonces escuché el grito de Nezu y descubrí que estaba con Lira, y parecían pelearse por algo que tenían entre los brazos. Ese algo comenzó a pitar... e Ilargi nos explicó que era una bomba que destruiría toda la zona. No lo podía creer. ¿Por qué tenían algo así? ¿Qué significaba todo eso?
Que Ilargi se sacrificara para salvarnos era tan horrible que me entraban ganas de llorar sólo de pensarlo. La idea de Suzu era demasiado arriesgada. No podía elegir una de ellas. No podía.
-Lo siento-le dije-. Gracias, y ten mucho cuidado.
Los digimon atacaban sin parar al Mephistomon. Perdí la noción del tiempo entre llamas y explosiones; mientras el digimon enemigo parecía completamente invencible. Entonces escuché el grito de Nezu y descubrí que estaba con Lira, y parecían pelearse por algo que tenían entre los brazos. Ese algo comenzó a pitar... e Ilargi nos explicó que era una bomba que destruiría toda la zona. No lo podía creer. ¿Por qué tenían algo así? ¿Qué significaba todo eso?
Que Ilargi se sacrificara para salvarnos era tan horrible que me entraban ganas de llorar sólo de pensarlo. La idea de Suzu era demasiado arriesgada. No podía elegir una de ellas. No podía.