
La Alianza de la Bruja Dorada
Capítulo 18: Cien muertes

Silencioso. Negro. Frío. Doloroso. Rosa recuperó la consciencia poco a poco… Al principio pensó… que habría sido mejor no hacerlo. Después de todo, con su cuerpo frío y dolorido… el dolor aumentaba cuanto más consciencia recuperaba. Se sentía como si hubiera estado durmiendo en mármol frío como el hielo en la oscuridad, tumbada boca abajo durante mucho rato.
Aaah, por eso siempre me lo digo. Al menos tengo que ir a un sofá, aunque sea sólo para una siesta. Sé que, si ingenuamente intento cerrar los ojos un segundo… y termino durmiendo en el suelo o en la silla del estudio, el cuerpo me dolerá más tarde y las cosas serán más difíciles… Como dormí en un suelo tan frío y duro, hasta mis huesos están helados. Como dormí en un suelo tan duro y frío, la mitad de mi cara que estaba presionada hacia abajo me duele mucho.
Si me fuera a mirar en un espejo ahora, seguro que veía una marca vergonzosa. No creo que frotarla fuera a hacer que desapareciera, pero lo intenté de todas formas, intentando suavizarla… Me pregunto… dónde estoy.
Creía que estaba completamente oscuro, pero parece que no. Después de todo, puedo ver levemente todo mi cuerpo… Sin duda, había alguna fuente de luz, pero aunque mirase al techo… o al cielo, sólo había una extensión de negrura y no podía ver una luz adecuada. Sólo mi cuerpo estaba ligeramente iluminado, mientras que todo lo demás estaba hundido en la oscuridad… Así es como era este mundo.
Era casi como si sólo Rosa hubiera sido abandonada en un mundo olvidado. Mientras su mente se aclaraba, empezó a ponerse nerviosa sobre por qué estaba sola en un lugar como este… Cuando iba a llamar en voz alta, preguntando si había alguien ahí, escucho el sonido de pasos acercándose a ella. Eran pasos ligeros, así que probablemente era un niño. No sintió nada perturbador, así que no estuvo asustada.
Pero tampoco eran los pasos de Maria, así que, preguntándose quién demonios podía estar en una oscuridad como esta, miró en la dirección desde la que venían los pasos. Cuando lo hizo… pudo ver una débil silueta aproximándose.

Pero la expresión de su cara era como la de un niño perdido separado de sus padres… Como la madre con hija que era, Rosa sintió como si su pecho se hubiera partido…
"… Uryu."
¡Ah!
En el instante en el que el niño murmuró esa palabra infantil… sintió dolor en la mitad de su cara que le había empezado a doler por el suelo frío, como si hubiera sido atravesada por largas y finas agujas. Sin pensarlo, presionó la mano contra esa parte de su cabeza.
"¿Estás bien…? ¿Todavía duele…?"
Gracias, estoy bien, pequeño… ¿Dónde estamos…? Hace mucho… frío.
"Ven por aquí… No debes quedarte aquí…"
Ese niño me cogió la otra mano y tiró con una expresión desalentadora en la cara.
Rosa no tenía ni idea de qué estaba pasando. Sin embargo, una expresión honesta en un niño… suele contar la verdad mucho mejor que cientos de palabras de un adulto. No conocía la situación, pero aún así, corrió junto a él, él todavía tirando de ella…
Pero ese era un mundo en el que no se podía ver nada en la oscuridad salvo sus propias formas. Ni siquiera sentía que estuviera avanzando… Aunque estaba corriendo, no podía sentir ningún viento. Era como si estuviera todavía dentro de una pesadilla… esa clase de sensación irreal…

"Uryu… ¿estás bien…?"
Ah… nn… Lo siento, me duele la cabeza.
Cuando el niño dijo esa… palabra infantil, "uryu", un dolor como si se clavasen agujas volvió a atravesar mi cabeza. Aunque sólo había pasado dos veces, de alguna manera fui capaz de comprender que la palabra de ese niño era la causa de mi dolor… Así que lo dije con franqueza.
Perdona. ¿Podrías dejar de decir "uryu"…?
"Uryu…"
Nng… espera un segundo, ¿no te he dicho que pares…?
"¡U…au… uu! Lo siento…"
Tenía la sensación de que la disculpa de este niño me causó un dolor agudo en la frente esta vez. ¿Qué es… este niño…? Sé que no hay malicia en él… pero cuando estoy a su alrededor… me duele la cabeza…
"¿Estás bien…? Vámonos, rápido… No debes quedarte aquí…"
¿Por qué no debería estar aquí…? Oye, ¿dónde estamos…? ¿Quién eres? ¿Dónde está tu mamá…?
"La que me hizo… eres tú, mamá…"
¿Eh…?
Ese niño me miró fijamente con ojos redondos. ¿La mamá de este niño… soy yo…? ¿Quién? ¿Quién es… este niño? No me acuerdo en absoluto.
"¿Te has… olvidado de mi…? Tú me hiciste, ¿verdad…?"
Espera un segundo, deja de bromear… Maria es mi única hija… Eso es, ¿dónde está Maria? ¡¿Dónde está?! ¡¿Maria…?!


"¡Maria te encontrará…! ¡Ven por aquí rápido, mamá…!"
Ese niño me tiró de la mano otra vez… Probablemente me estaba llevando en la dirección opuesta de Maria, así que dejé de andar.
¡Déjame…! ¡¿Quién eres tú…?! ¡¿Qué te da derecho a llamarme mamá…?!
"Mamá es quien me hizo… ¿Lo has olvidado…? Como regalo de cumpleaños de Maria… me hiciste con tus propias manos… ¿lo has olvidado?"

"Sí… ¡El león de peluche que mamá hizo…!"
¡¡Aaah!!
Un dolor feroz me golpeó. Venía de la palma que había agarrado con su mano. Cuando aparté su mano sin pensar… y miré mi palma… se había abierto allí u agujero del tamaño de un pulgar, del que salí sangre de un rojo profundo… Era un agujero tan grande que podía ver a través...
"¡Uryu…! ¡¿Estás bien?! ¡¿Estás bien?! ¡¿Qué ocurre…?!"
Sakutaro vio la herida y entró en pánico… Por lo que pude entender mirándole, él no podía entender por qué mi mano había sufrido una herida seria. Pero a mis ojos, parecía que me había herido porque me había agarrado la mano. Independientemente de si había malicia en él o no… comprendí que ese niño era algo que me haría daño, y me pareció inquietante instantánteamente…

"U… yu…"
Lentamente… la base del cuello de Sakutaro… fue cortada en una línea horizontal. Se abrió por completo, y el interior negro asomó… No salió sangre. Sólo apareció un vacío negro. Entonces… del interior de la herida… salió nieve de algodón… y mientras los trozos de algodón se esparcían, se tambaleó. Entonces… todo lo que quedó fue una tela amarilla arrugada… y trozos de algodón que parecían algodón de azúcar pegajoso y arrugado.

Un león… de peluche. Sin duda. Estos eran los restos del peluche animal de Sakutaro que destrocé ese día, mientras me sobrepasaban las emociones. En el instante en el que me di cuenta de eso… un largo chillido agudo que podía romper un oído partió el mundo en dos…

Requiem
Como una inundación de una presa rota, o como una televisión rota… Maria lloró con voz aguda… Su voz, que hacía que te doliesen los oídos, me trajo dos emociones… Una fue arrepentimiento, "Sí, las emociones me han superado y me he pasado". Era el deseo de una madre de arrodillarse inmediatamente, sostener la mano de Maria, llorar con ella y disculparme. De hecho, lo hice inmediatamente. Sostuve la cabeza de Maria y me disculpé, llorando.
Pero Maria no dejó de llorar. Al contrario, me rechazó, a aquella que había destrozado a su amigo más cercano, y me empujó lejos de ella con fuerza con ambas manos. Había estado de rodillas en una postura antinatural, así que caí hacia atrás con facilidad. Maria recogió los trozos amarillos de tela y los trozos de algodón… hundió la cara en ellos y lloró todavía más…
Viendo eso, otra emoción brotó. Brotó con rapidez… Y entonces, estalló. ¡¡Después de todo, se había negado a perdonarme aunque me había disculpado, y de todas formas ya no podía hacer nada más, y en primer lugar todo había sido culpa de Maria…!! ¡¡Como está demasiado ocupada jugando con animales de peluche todo el tiempo como ahora, no puede hacer amigos, y por eso la gente la trata como a un bicho raro…!! ¡Es una oportunidad perfecta para darle una guía instructiva! ¡¡Después de todo, a mi no me mimaron todo el tiempo…!!
¡Todo se termina rompiendo, o lo roban, o alguien lo destruye! ¡¡Hasta yo tenía montones de juguetes y tesoros que mis hermanos, padre y madre robaron, rompieron, tiraron o de los que se burlaron…!! Pero cuando lloraba acerca de ello… aunque podría haber dejado caer alguna lágrima… ¡¡nunca lloré de esta forma y molesté a mis padres, tuve una pataleta, me enfurecí, golpeé el suelo y di patadas y armé un alboroto…!!

En ese momento, sentí algo extraño. La misma sensación que cuando utilizas una herramienta sin cuidado, y por fin se rompe, así que sólo queda la base. Pero yo no estaba usando una herramienta. Sólo había estado golpeando la cabeza de Maria con dos manos repetidamente. Así… que miré mis manos.

Miragecoordinator
Se deben de haber llenado de grietas porque golpeé a Maria demasiado… antes de que se cayeran… Después de todo, mira,… ¿no están mis dos muñecas en el suelo partidas en pedazos a mis pies…?
¿Eh…? ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh…!!!
No había dolor. Pero la impactante escena de ver mis manos partiéndose de las muñecas en adelante me hizo gritar…

(Una vez más, este traje está mal y debería ser el negro. Ay…)

Ignorando mi confusión… María habló con voz helada… alejando lentamente sus manos de la cabeza, donde habían estado defendiéndose de mis golpes…
¡¿Qué está pasando?! ¡¡Mis manos, mis manos…!! ¡¿Qué has hecho, Maria, qué es esto, qué demonios es esto…?!
Tras Maria había aparecido una silueta negra… Era la silueta de un adulto. ¡¿Quién?!

Mamá me pegaba más la cabeza que la acariciaba… Nunca abre libros de dibujos. Ni siquiera me hace comida… tengo que ir a comprarla yo.
Pero no debo ir a la misma tienda más de una vez, no debo dejar que recuerden mi cara, no debo hablar con el policía… ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Es culpa mía?
¿No se me permite que mamá me acaricie la cabeza, que me lea libros de dibujos o cenar con mama…? ¿Por qué no? ¡¿Por qué no?! ¡¡No he hecho nada malo!! ¡¡No es culpa mía, es de mamá!! ¡¡Es culpa de mamá!!
¡Mamá no tenía tiempo de jugar conmigo, pero Sakutaro sí! ¡¡Hasta leía libros, veía la tele y comía conmigo!! ¡¡¡Era mucho, mucho mejor amigo que mamá!!!
¡N-no estoy orgullosa de ello…! ¡¿P-pero qué se supone que debo hacer?! ¡¡Estoy muy ocupada con el trabajo, con el trabajo, te digo!! ¡¡Era inevitable!! ¡¡No hay nada que pueda hacer!!
Muy cierto. Era inevitable. ¡Inevitable que hirieras a tu hija, destrozaras su corazón e hicieras que cayeran lágrimas con sangre…! En ese caso, ¡¡no se puede evitar que ocurra lo mismo, justo aquí y ahora…!!
¡Vamos, MARIA…! Basta de las excusas de la mujer que se llama a sí misma madre. ¡¿Puedes perdonarla o no…?! ¡¿Es inocente… ¡¿o culpable?!?!

Los ojos de Maria lanzaron un destello azul ominoso. En ese instante, unos brazos enormes e invisibles sacaron las uñas y agarraron con fuerza el cuerpo entero de Rosa. Todos los huesos de su cuerpo sonaron como ramas en las que se está pisando, y crujieron de inmediato y se rompieron.
Rosa lo entendía vagamente. Esos brazos enormes probablemente eran… los suyos, de la vez en la que destrozó a Sakutaro. Desde la perspectiva de un animal de peluche, sus brazos seguramente habrían sido así de enormes. Así que podía imaginar qué ocurriría después… Las afiladas uñas se clavaron profundamente en la base de su cuello… y escuchó la piel partiéndose con sus propios oídos. Entonces, mientras las dos brujas la observaban, la carne de rosa se partió en dos, la parte superior y la inferior.
Cuando Sakutaro había sido destrozado, trozos de algodón habían salido volando como copos de nieve. Pero en el caso de Rosa, salió algo como brea espesa y negra, ensuciándolo todo. No había ni rastro rojo de sangre… Era algo negro, asqueroso y espeso. Probablemente era lo que un humano sin lágrimas ni sangre mantenía dentro de su cuerpo.

¡¡No puedo perdonarla!! ¡¡¡Todavía no puedo perdonarla, es culpable…!!!
Cuando Beatrice blandió su pipa, por ella se filtraron mariposas doradas y restauraron la carne rota de Rosa en un instante…


¡Ah… fuaah! *cof*cof*
Siente las profundidades de tu pecado, el cual no puede pagarse por una sola vida humana. ¡Y rcuerda tu mayor pecado…! ¡¡Vamos, intenta recordar…!! ¡¡Recuerda la escala de tu pecado…!!

Lo siento. Hoy estoy ocupada con mi trabajo, así que me quedo aquí.
¿Vuelves a quedarte en el trabajo…? Parece que el trabajo vuelve a ser muy duro para ti hoy, mamá…
Sí, lo siento. Estoy realmente ocupada. Llevo encerrada en la empresa todo el tiempo. Ni siquiera puedo salir a tomar aire fresco. Mamá no puede acabar con su trabajo rápidamente esta vez. A menos que les de un diseño mejor, no me darán otro encargo… así de duro es este trabajo. Así que me llevará bastante tiempo.
Sí, lo entiendo… Seré una buena chica y cuidaré de la casa, así que esfuérzate en el trabajo, termínalo pronto y vuelve, ¿vale…?
Gracias por ser comprensiva por el trabajo de mamá… Prometo que compraré una tarta deliciosa mañana y la llevaré a casa.
No necesito tarta… en vez de molestarte en ir a la tienda de tartas, estaría más contenta si volvieras a casa mucho antes.
No te preocupes. Volveré rápidamente, lo prometo. Así que comamos juntas una tarta deliciosa. Bebamos juntas un delicioso té. Leamos un nuevo libro de dibujos juntas. Juguemos a ese puzle de Lobos y Ovejas que compré el otro día. Las dos juntas… Lo prometo.
Sí, lo prometo. Estaré esperando… Hazlo lo mejor que puedas en el trabajo, mamá…

M-mantuve… esa promesa, ¿verdad? A la mañana siguiente, ¿no hice lo que prometí, comprando una tarta y volviendo más pronto que de costumbre?
No es eso. Lo sabía… Esa tarde, llegó un paquete para mamá que había que pagar, pero no había suficiente dinero en la cartera, así que llamé a la empresa de mamá para preguntarles qué hacer… Me dijiste que llamara sólo en momentos especiales… pero pensé que sería malo si el paquete era algo importante para el trabajo de mamá… Así que llamé.
…
Entonces me dijeron que mamá tenía el día libre… Me dijeron que se había decidido hacía mucho tiempo que mamá tendría ese día libre… y que se había ido muy lejos a jugar… Lo sabía. Durante todo, todo el tiempo… ¡sabía que mamá estaba mintiendo…!
Pero, ¿sabes qué? Sakutaro me riñó, diciendo que no era verdad. Todos los días mamá estaba muy ocupada con el trabajo. Era imposible que hubiera abandonado a Maria para jugar. ¡Dijo que la persona que nos había dicho que mamá tenía el día libre debía de haber cometido alguna clase de error…! Eso fue lo que dijo Sakutaro. Así que le creí. ¡Le creí! ¡Quiero a mamá, la quiero…! ¡¡Por supuesto, mamá dice que me quiere, que me quiere!!

Rosa dejó salir un suspiro profundo… Quizá sentía el peso de sus palabras. Entonces, dejó el auricular en el teléfono de al lado de la cama. La habitación oscuro hacía que la noche estrellada a través de la ventana sobresaliera todavía con mayor belleza. En la mesa frente a la terraza había un enfriador de vino, y aquel con quien compartía una copa estaba mirando a la escena de abajo…

Pero si estabas preocupada por tu hija, no tenías que obligarte a añadir esto a tu horario, ¿verdad?
Pero de esa forma, nunca habríamos conseguido que nuestros horarios encajaran… ¿No te dije que no te preocuparas de eso?
El hombre de mediana edad delgado vestido con una bata blanca suspiró ligeramente. Rosa reaccionó instantáneamente a esa minúscula acción…
¡Venga! No hablemos de mi hija. Malgastaríamos este vino precioso.
Te encuentro fascinante tanto como mujer como ser humano. Pero precisamente por esa razon, me siento mal por quitarte tanto tiempo que empeore tu relación con tu hija.
¡¡No te digo siempre que no te preocupes por mi relación con mi hija…?! Intento no hablar de ella cuando estoy sola contigo, ¿vale? ¡Ni siquiera habría llamado desde aquí si no fuera por el borracho ruidoso riéndose de forma estúpida en la entrada de abajo…!
Rosa, ¿no puedes reconsiderar coger vacaciones de repente como estas en el futuro, por el bien de tu hija…? ¿No es suficiente que nos veamos cuando nuestros horarios coincidan?
¡Nuestros horarios no coincidirán nunca de esa forma, ¿verdad…?! Y… ¡yo… siempre quiero estar contigo…!
Esa es una forma infantil de amar. El amor entre adultos debería ser algo más estoico… No ser capaz de estar contigo durante largos periodos de tiempo también me produce soledad. Sin embargo, creo que podemos disfrutar más que suficiente el amor adulto durante ese tiempo limitado.
Entonces me estás diciendo que pase más tiempo con mi hija… ¿Que sea una madre, no una mujer?

¿Has vuelto a estar en buenos términos con tu mujer? Parece que ya has tenido bastante con eso de estar separado de ella.
No quiero habar sobre mi mujer. Del mismo modo que tú no quieres hablar sobre tu hija.
Estoy segura de que piensas que las mujeres solteras con hijos son una molestia.
Nunca he dicho nada semejante antes.
Cada vez que alguien descubre que tengo una hija, me abandonan… Aunque les diga que no tienen que preocuparse por pagar sus gastos básicos, todos me abandonan… Pensé… que tú lo entenderías… pero supongo que después de todo no te gustan las mujeres solteras con hijos después de todo…
No estoy diciendo eso. No has empezado a disgustarme, Rosa. Sólo estoy intentando decir que cuides mejor de tu hija, algo que sé que deseas para ti, y no quiero tener que te hagas daño mintiéndole. Eso es todo lo que estoy diciendo.
¡¡¡Mentiroso!!! ¡Me he convertido en una molestia para ti, ¿verdad?!
¡Eso no es lo que estoy diciendo…!
No, lo sé, lo entiendo. Tras haber sido abandonada tantas veces por culpa de esa niña, lo sé. Puedo detectarlo por tu estado de ánimo, sí, ¡¡ya eres como esos otros hombres!! ¡¡No quieres una mujer con una hija, no quieres una divorciada porque es una molestia!!
No quieres convertirte en el padre de un niño hecho con otro hombre, ¿verdad? ¡¡Sí, eso es, lo entiendo completamente!! ¡¡Una vez salí con un hombre con hijos, así que sé cómo te sientes…!! ¡¡Por eso… creía que sería capaz de estar contigo, una persona que era comprensiva con lo de mi hija!!

¡…!
Si tan solo no existieras… Habría sido capaz de alcanzar mi felicidad como mujer hace mucho… Como existes… siempre te interpusiste en el camino de mi felicidad…
Ma… má…
Ni siquiera yo quería que nacieras… No, no es eso… Creí que igual sería capaz de crear una familia feliz contigo… Pero ese hombre desapareció justo antes de que nacieras. Dijo que crearía una familia conmigo… me engañó… ¡¡y desapareció de mi vista por toda la eternidad…!! Sólo me quedaste tú. ¡¡No quedó amor ni memorias ni nada!! ¿A dónde fue ese hombre? Probablemente convirtió mis días con él en un recuerdo agradable… y se encontró con un amor nuevo. Y esta vez, ¡¡podría haber sido capaz de crear una familia feliz…!! ¡¿Y qué hay de mi?! ¡¡Yo te tengo!! ¡¡Ni siquiera puedo buscar un nuevo amor!!

¡¡No, a mi ni siquiera se me permitió eso, ni siquiera se me permitía que me emborrachara sola!! ¡¿Quién eres tú?! ¡¿Quién?! Has malgastado mi vida… y ni siquiera me dejas que tenga una vida nueva… ¡¿Quién eres tú en mi vida?! ¡¡Muere, desaparece, te he odiado desde que naciste!! ¡¡Te he odiado desde que estabas en mi vientre!! Lo he dado todo para actuar como una buena mujer para que el mundo exterior me aceptase. ¡¡Sí, lo he hecho lo mejor posible!! ¡¡Mientras veía como a otras mujeres de mi generación se las alaba por ser solteras, a veces jugando con pasión o hasta uniéndose con alguien enamorado, yo estaba atascada con ser tanto madre como mujer…!! ¡¿Quién ha mostrado apreciación por mis esfuerzos?! ¡¡Nadie me admiraba, nadie me elogiaba!!

¡Por supuesto, también odio a tu padre auténtico! Pero ambos compartimos la culpa de traer al mundo esta catástrofe. ¡Yo misma debería haber sido lo bastante insistente como para hacerle huir! ¡Pero las catástrofes nunca han sido culpa tuya! ¡¿Cuándo te he reñido por ello?! ¡Nunca, ¿verdaaaaaaad?!

La cara de Maria todavía estaba rígida… Si las palabras hubieran sido espadas… todo su cuerpo probablemente estaría teñido de rojo con sangre fresca. Hasta después de ganar el poder de una bruja y decidirse a vengarse de Sakutaro… no podía soportar las maldiciones que salían de la boca de su madre…
Ma… má…. Uuuuuuuu… ¡¡¡Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!
Fea. ¡¡Aaaah, qué fea es una mujer que se ahoga en lujuria…!! ¡¡Ahora ya ves la verdadera naturaleza de esta mujer!! ¡¡Hasta yo, como bruja que ha explorado las profundidades de lo malvado, encuentro esto muy difícil de contemplar!!
¡¡Aaah, MARIA, ahora es el momento de alejarte de ella!! ¡¡Aplasta el feo trozo de carne que se llama a sí misma tu madre…!! ¡No le servirá de nada a tu alma pura estar ataca por las cadenas entre madre e hija durante más tiempo! ¡Con tus propias manos! ¡¡Libera ahora tu propia alma!! ¡¡Ahora has ganado los dientes y garras para protegerte!!

¡¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!! ¡¿No has sido tú la que me ha estado haciendo daño?! ¡¡Yo soy quien quiere venganza…!! ¡¡Debería haberlo hecho antes de que nacieras!! ¡¡Si tan sólo no hubieras nacido!! ¡¡Desapareceeeeeeeeeeeeeee, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh!! ¡Aaaaah!
Mientras Rosa aullaba, la parte superior de su cuerpo fue aplastada de una forma que sólo se puede describir por la palabra "plas", y en un instante se convirtió en algo similar a una toalla manchada de sangre y estrujada.

Aunque desde la cadera de Rosa para abajo se encontraba de pie de forma normal, sólo la parte superior de su cuerpo había sido aplastada, y en contraste extremo resultaba extraño. Entonces, cayó, pero en el instante en el que cayó, su cuerpo fue restaurado.
*cof*cof*cof* Muere TÚ. ¡Ku, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji…!
Vamos, Maria. ¿Es ese el límite de tu ira y tristeza? ¡Es la hora de la venganza! ¡¡Hora de resolver la ira y la tristeza…!! ¡¡Golpéale, escúpelo!! Expulsa todas las cuñas enterradas en tu pecho… ¡¡¡y devuélveselas!!!
¡¡¡Uaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaoooooooooooooooooooooooooohhhhhhhhhhhhhh!!!
El rugido de Maria estuvo adornado por el feo ruido de la carne y los huesos siendo aplastados al mismo tiempo… Mientras Rosa, que había insultado a Maria de forma repugnante, se encontraba tirada con los brazos y piernas en cruz, un círculo perfecto fue cortado de su pecho y aplastado, como si su pecho hubiera sido aplastado por un elefante invisible.
Su corazón, sus pulmones y sus costillas habían sido aplastados con piedad hasta que fueron completamente indistinguibles… Podría haber simbolizado el dolor en el corazón de Maria hasta hoy.
Entonces, Maria, ¿ya estás satisfecha? ¿Puedes perdonar a tu madre por su pecado? ¿O no? ¿Inocente? ¡¿O culpable?!
¡¡No puedo perdonarla!! ¡¡Aún no, aún no!! ¡¡¡Mamá es culpable, culpable, culpable, culpable, no puedo perdonarla!!!
Sí, ¡¡¿cómo podría este nivel de castigo compararse con los días que has sufrido?!! ¡Lo sabes, Rosa! ¡Ven, intenta recordar, ¿qué forma tenías antes?! ¡¡Revive para que te mate!! ¡¡¡Muere una y otra vez, para que tus pecados puedan purificarse!!!
Cuando Beato sacudió su pipa, el cuerpo volvió a restaurarse, y Rosa se sentó, tosiendo violentamente y aparentemente con dolor… Y una vez más, volvió a escupir maldiciones rechazando a Maria.
Tú no eres mamá. ¡¡Eres una bruja, una bruja que nos está atormentando a mi y a mamá!! ¡No te perdonaré porque te pareces a mamá! ¡¡No te perdonaré!!

Maria gritó. ¿Era incapaz de soportar su ira y su tristeza? O en su lugar, ¿había sido sobrepasada por una emoción indescriptible…? En verdad era… un grito de desesperación.
Y aún así, era una realidad que se tenía que aceptar. Maria lo sabía. Sabía que pensaban en ella como una molestia. Pero aunque lo sabía, no lo había creído. Había creído que su madre la quería… y había hecho lo posible para interpretar varios sucesos que podrían haberle hecho dudar… confiando y agarrándose al amor de su madre. Pero… no tenía a nadie salvo a mamá. Así que de verdad la quería… y quería volver a los días cuando había creído que mamá la quería…



Cada vez, Beatrice revivía a Rosa. La arrastraba de vuelta al mundo de la tortura infinita, de la cual no podía escapar no muriendo. Ese era el verdadero y profundo infierno que la Bruja Infinita Beatrice podía crear. Sin embargo, este mundo no se había hecho infinito por voluntad de Beatrice… Porque cada vez que Rosa se convertía en un trozo de carne, le hacía la misma pregunta a Maria.
*carcajadas*carcajadas* ¡¿Estás satisfecha, MARIA?! ¡¿Puede tu ira perdonar ya a tu madre?!
¡¡¿Cómo podría perdonarla, cómo podría perdonarla?!! ¡¡No la perdonaré, no la perdonaré!! ¡¡Te enseñaré todo mi dolor…!! ¡¡Te enseñaré mucho, mucho más…!! ¡¡Todavía no es suficiente, no es suficiente en absoluto…!! ¡¡Desde que nací, desde antes de que naciera…!! ¡¡No puedo deshacerme de la ira y la tristeza de haber sido rechazada tanto tiempo…!!
Fuji, ja, ja, ja… Te odio, te odiooooo… Fuji, ja, ja, ja…
¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Revive una y otra vez. Vuelve a ser un trozo de carne una y otra vez. La aplastó, destrozó, golpeó y rompió en pedazos de varias formas. La sangre voladora y la carne convirtieron el mundo negro en un mundo que era una mezcla de negro y rojo. La ira de Maria todavía no se había calmado. Era como si estuviera escupiendo toda la ira reprimida desde el momento en el que nació hasta hoy. Si todo eso se convertía en veneno para su corazón… Entonces, ¿el repetido asesinato de su madre purificaría su alma…? ¿Los hechos de este asesinato ineficiente salvarían su alma, al menos un poco…? Esta tortura infinita… podría haberse convertido en una pequeña distracción de su triste vida sin recompensa. Después de todo… parecía que por fin había sido capaz de recuperar su sonrisa.

Fu, ji, fu, ji, ji, ji… ¡¡¡Gyaaaaa…!!!
La mitad de su cráneo se aplastó. Los ojos salieron volando y surgió un chorro de fluido craneal. Se desperdigaron fragmentos de dientes.
¡¡Venga, revive…!! ¡¡Intenta reírte…!! ¡¡¡Venga, vengaaaaaaaaaaaaa!!!
¡¡Ji, ji, ji ,ji, gyaaaaaa!!
Todo su pecho junto con sus costillas salió de fuera a dentro, exponiendo sus entrañas asquerosas. Todas se retorcieron, como alguna clase de criatura impura.
¡¡Venga, venga, venga!! ¡¡Revive!! ¿Aún puedes reírte? ¡¿Aún puedes reírte?! ¡¿Ki, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji?!
…
Rosa ya no podía reír… Pero su cara se estaba riendo. Estaba llena de una risa retorcida… y cubierta de una malicia que rechazaba a su hija no deseada.
Borré esa risa. Luego borraré esa cara que se ríe. ¡¡La borraré, la aplastaré, la partiré en pedazos…!!



¡¡Eso es, ahora estás jugando con tu madre, divirtiéndote con ella…!! ¡Dime cómo te sientes ahora! ¡No creo que sea ira, tristeza o dolor…!
¡¡Sí, eso es, lo entiendo, Beatrice…!! Me estoy divirtiendo mucho ahora… ¡¡estoy jugando con mamá, así que es muy divertido!! ¡¡Y aunque mate a mamá una y otra vez, se le puede revivir con un poco de magia!! ¡¡Cuidaba de mis juguetes porque no se podían arreglar si se rompían…!! Pero si se puede arreglar el juguete, ¡¡quiero romperlo una y otra vez!! ¡¡Ki, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji!! Ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji…
Pero… Sakutaro no puede arreglarse… No se puede arreglar… Porque mamá, quien lo hizo… Mamá, quien le hizo nacer… no le reconoce.
…
Mamá no me reconoció a mi tampoco, ¿verdad…? Así que la Maria rota tampoco se puede arreglar… Ki, ji, ji, ji. ¡¡Ki, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji!! ¡¡Kya, ja, ja, ja, ja, ja, jia, jia, ja, ja, jia!! ¡¡Aaaaaaaaah, qué divertido, qué divertido, mamá…!! ¡Se ha vuelto tan divertido que, de alguna manera, he empezado a sentir que podría perdonarte…! ¡Oye, Beato, es una sensación muuuuy rara…! ¿Por qué? ¡¿Por qué he empezado a sentir que puedo perdonar a mamá?!
Ese estado iluminado sólo lo alcanzan las brujas que han ganado el poder de controlar la vida y la muerte a voluntad… Puedes matar cuando quiera. Puedes revivir si es necesario. Si eso es una molestia, ¡entonces no pasa nada por matarla otra vez…! Una vez has aprendido que puedes hacer esto en cualquier momento chasqueando los dedos, ¡todas las tonterías que se hablan en el mundo de los humanos se convierten en sonidos de insectos que no merece la pena escuchar…!



(En esta parte, cada vez que sale un "ji" la imagen cambiaba y alternaba entre sangre y dientes, aunque evidentemente no pude capturarlo)
Maria probablemente terminaría perdonando a su madre… Tras asesinarla brutalmente incontables veces. Con elegancia.

Battler había estado mirando la noche oscura entre el hueco de las cortinas. De vez en cuando, un relámpago pálido y blanco brillaba, y parecía estarlo disfrutando.

¿Oh? Mirad, hacéis tanto ruido que habéis despertado a Maria. Lo siento Maria. ¡Siento que Battler sea tan, tan ruidoso…!
¿Qué demonios, entonces es culpa mía? Lo siento, Maria. No pasa nada porque vuelvas a dormir. Buenas noches.
Maria estaba algo desorientada, con ojos somnolientos… Probablemente estaba medio dormida y no podía pensar con claridad.
Uu… No pasa anda. No dormiré.
Nah, venga, duerme. Todavía estás medio dormida, ¿verdad? Ji, ji.
¡No estoy medio dormida! ¡¡Uu!!
Vamos, estás totalmente medio dormida, ¿no? Duerme, duermeeee.
¡No estoy medio dormida! ¡¡No estoy medio dormida!! ¡¡Uu, uu, uu!! ¡¡Uu, uu, uu, uu!!
¡Déjalo, Battler estúpido…! ¡Aah, maldición, ¿en qué estás pensando, hacer que una niña que acaba de levantase se ponga de mal humor…?!
¡No estoy medio dormida! ¡No estoy medio dormida! ¡¡¡Uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu!!!
Lo entiendo, Maria… No estás medio dormida. Así que cálmate…
¡No estoy medio dormida! ¡No estoy medio dormida! ¡¡¡Uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu, uu!!!
Quizá era por su estado mental delicado tras haberse despertado, pero María de repente tuvo una pataleta. Battler sólo había intentado tomarle el pelo, así que estaba confuso por su reacción extrema. George le abrazó a cabeza, intentando calmarla, pero la rabieta de Maria no iba a sofocarse fácilmente. Battler y Jessica estaban intentando echarse la culpa el uno al otro, diciendo "Es culpa tuya", "Es culpa tuya también".
¡Oye, silencio vosotros dos…! Jessica, todavía quedaba algo de agua caliente en la tetera, ¿verdad? ¿Podrías hacerle algo de té? ¿Te has calmado, Maria?
Uuuu.
Parecía que su pataleta se estaba calmando poco a poco, pero todavía fulminó con la mirada a Battler, quien se había reído de ella.
Battler sólo estaba bromeando. No cree que estés medio dormida de verdad. Así que cálmate. ¿Vale? ¿…?
…
George se dio cuenta… Maria estaba mirando a Battler con unos ojos impresionantes.


George sintió algo inquietante durante un instante… pero no pudo detectar la locura que asomó de las profundidades de los ojos de la niña durante un instante. Tras un corto periodo de silencio impresionado por parte de George, Maria detuvo su extraña y silenciosa risa y apartó los brazos de George, como si le dijera que la dejara.
Uu. Le perdonaré.
¿D-de verdad? Eres muy buena chica, Maria… Battler, Maria te ha perdonado. Discúlpate también.
Sí, siento haberte tomado el el pelo. Perdóname..
Oye, Maria… Vamos a hacer café con leche como señal de que os habéis perdonado. Pondré mucho azúcar, así que estará dulce.
No lo necesito. Pero te perdonaré… Porque soy una bruja… Ki, ji, ji, ji.
Maria volvió a reír una vez más con una voz silenciosa e inquietante. Pero fue durante muy poco tiempo, así que Battler y Jessica no pensaron mucho en ello… Decidieron pensar que… probablemente sólo lo había parecido cuando el relámpago iluminó su mejilla con una luz blanca y pálida durante un instante.
En ese momento, pudieron oír el claro y fuerte sonido de pasos que provenían de la entrada. Ya eran las 10:30, tarde por la noche. A esas horas normalmente era un momento en el que se suponía que no iban a molestarte. Escuchar pasos a esta hora estaba lejos de resultar tranquilo…






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