Realmente no soy la verdadera Celeste, sino una copia parcial de su personalidad creada desde el interior de Phantasma para ejercer influencia sobre este lugar. Creo que es necesario que os explique la naturaleza de este mundo. 
Este mundo pertenece a un plano superior de existencia creado hace miles de años por el Aureole. Su función era actuar como subsistema del Aureole para incorporar y procesar la voluntad de la población de Liber Ark. A Phantasma se le podría llamar un mundo autorregulado diseñado para realizar muchos otros mundos.
Phantasma es como un reino ficticio creado por el Aureole para cumplir con los deseos de la humanidad. 
Pero ¿qué tiene Phantasma de ficticio? A mí me parece demasiado real para ser un mundo imaginario. Cuando hablo de "mundo ficticio", no me refiero a que Phantasma sea una mentira, sino a que es algo parecido a un caleidoscopio. Tiene sus propias leyes y puede cambiar para reflejar innumerables posibilidades. ¿Queda así más claro lo que es Phantasma? 
Sí, y ahora entiendo el nombre de Phantasma.
Su relación captó nuestra atención mientras ideábamos el método de sellado.
¿Te refieres al mecanismo que bloqueaba al Aureole? Exacto. Al principio, pensamos que nuestro plan sería imposible de ejecutar. Después de todo, el Aureole tenía control absoluto sobre el espacio y podía influenciar todas las acciones de la humanidad. 
Incluso tras idear el plan de inmovilizar temporalmente al Aureole y encerrarlo con una barrera gravitatoria, no teníamos forma alguna de ponerlo en práctica. Estábamos completamente perdidos.
Sí. Es el único objeto capaz de interactuar con Phantasma sin recurrir al Aureole como intermediario. Celeste lo usó para crear una copia suya (es decir, yo) dentro de Phantasma. Una vez dentro, empecé a sabotear las funciones de este mundo usando este jardín como base de operaciones. Como resultado de mis esfuerzos, la habilidad de procesamiento del Aureole quedó inutilizable lo suficiente para poder ejecutar el plan. En cuanto el Aureole quedó sellado, mi trabajo había terminado y entré en un profundo letargo aquí. Tenía mis motivos. Quería asegurarme de que, si alguna vez el Aureole volvía, pudiera ayudar lo suficiente a la gente del futuro. Pero me alegro de que las cosas salieran bien sin mi ayuda. 
Yo también he podido confirmar la desaparición del Aureole desde Phantasma. Cuando lo hice, pensé que mi misión finalmente había acabado y que lo único que quedaba por hacer era abrazar la lenta y pacífica destrucción de este mundo. Pero no pudo ser debido a la aparición del Señor de Phantasma. Apareció de la nada y me robó los poderes antes de que pudiera saber lo que había pasado. Tras ello, empezó a reconstruir Phanatasma según sus deseos. Tanto la estructura actual de este mundo como los planos que lo conforman son creación del Señor de Phantasma.
Ni siquiera sé cómo ha podido acceder a este mundo. Y me temo que tampoco sé qué pretende al traeros a todos aquí. Lo único que puedo decir con certeza es que ahora mismo se encuentra el el Séptimo Plano. 
¿E-Estás seguro de que te encuentras bien?
¡Estoy mejor que nunca! Parece que necesitaba un buen sueñecito.
Y veo que habéis hecho muchos progresos sin mí. Y de todos los presentes, eres el que más cerca está de descubrir la verdad, ¿me equivoco? A ver, no es que se el mayor experto en Phantasma, pero creo que tengo una buena idea de quién es el responsable de todo esto. Tan solo se me ocurre una persona lo suficientemente malévola para hacernos pasar por todo esto. 
Tampoco es que soliese aparecer por palacio o asistir a eventos de la nobleza. Conocerme no te va a ayudar a mejorar tu estatus, amigo mío. Además, embajador, lo cierto es que te estoy muy agradecido. Me ofreciste muchos consejos útiles durante mi estancia aquí que seguro que serán beneficiosos en el futuro. Palabras bienintencionadas como "¡Compórtate como un hombre del Imperio por una vez en tu vida!" o "¡Deja de vaguear, vete a casa e intenta hacer algo útil!".
Alteza, creo que ya le has atormentado bastante por un día. El embajador se comportó de la misma forma que lo habría hecho cualquier otra persona en su situación. Yo incluso diría que tiene derecho a estar enfadado con nosotros por haberle ocultado la verdad tanto tiempo.
Aaah, supongo que tienes razón. Dejaré de meterme con él por un tiempo. Pero no estaba bromeando al decir que te estoy muy agradecido. Has hecho un muy buen trabajo durante el último mes. Tienes mi más sincero agradecimiento como príncipe del Imperio. Tan solo hice lo que pude. Ni más ni menos. Y no lo podría haber hecho solo. Si he conseguido tantas cosas, es gracias a todos los que me han ayudado. Lo cierto es que me alejo mucho del estereotipo de ereboniano rígido, fuerte y autosuficiente.
Espero que continúes trabajando para garantizar la paz en Liberl y todas las naciones colindantes mientras estoy fuera.
Debo hacer uso de cualquier cosa si quiero tener alguna oportunidad contra el canciller. ¿Ha habido cambios en nuestros planes?
No. Todo debería proceder según lo previsto. Hace tres días, el canciller salió de la capital para hacer un tour por el este de Erebonia. Mañana regresarás a la capital en el Arseille mientras el canciller sigue de viaje. Ya se ha informado a todas las personas que debían saber de nuestra llegada. Tu regreso a Erebonia causará un gran impacto, estoy seguro.
¿Qué obstáculos potenciales podremos encontrarnos? Nada importante. Ha habido movimiento en la 4ª subdivisión de la División de Inteligencia, pero nada destacable. Es posible que todo el mundo esté actuando con cautela debido a que el Arseille está involucrado... pero yo creo que todos consideran esto una muestra más de pomposidad por tu parte y que no te toman en serio. No me queda otra que empezar aquí, aunque tenga que usar a Liberl de nuevo. Y si voy a montar un espectáculo, mejor que sea el mejor que hayan visto nunca.
Me temo que llevo desde esta mañana hasta arriba de trabajo.Me hubiera gustado haber venido antes a veros dado que os marcháis mañana, así que siento no haber podido. 
Si ya has terminado de trabajar, los tres podríamos... disfrutar de un momento sensual esta noche. ¿Qué mensaje traes de la capital, Secretario?
Todos han recibido el mensaje de la llegada de Su Alteza. Sin embargo, no habían anticipado que llegarías desde Grancel en menos de un día,a sí que hay un poco de pánico mientras se aseguran de que esté todo preparado para mañana. 
¡Qué cruel por vuestra parte ignorar mi propuesta! Ahora tan solo me falta preparar un traje que consiga dejar a todos boquiabiertos. Quizá deba ponerme una capa brillante y un taparrabos blanco.
Su Majestad, Alteza, os agradezco humildemente vuestra generosa hospitalidad durante mi estancia en vuestro magnífico reino. Fuisteis incluso tan amables de ofrecerme escolta a Heimdallr con el Arseille. Estoy en deuda con vosotras. ¿Y Estelle y Joshua han dejado ya el país?
Creo que ahora mismo están ocupados preparándose en Rolent. Por cierto, aunque las ruinas de Hamel están selladas, haré todo lo que pueda para permitir que puedan pasar. También te debo mucho a ti, Cassius. Si no hubiera sido por tu ayuda, detener el avance del ejército en Liberl no habría sido tan simple. Aun así, estoy seguro de que sabes que el canciller perfectamente tendría planeado que algo así podría suceder. Dudo que estuviese sorprendido por el incidente. 
Ya sospechaba que ese fuera su propósito.
El Fenómeno de Apagón Orbal era desconocido para el resto del continente. Quizá nunca más vuelva a suceder, pero siempre cabe la posibilidad de que sí, ya sea aquí o en otro lugar. Además, he oído que el Imperio tan solo construyó unos pocos tanques. Desde luego no había bastantes para iniciar una invasión. Por lo que parece, fueron construidos en fábricas Reinford usando partes sobrantes de la fabricación de tanques orbales. 
Y da la casualidad de que solo el Imperio sabe cómo construir tanques de esta forma. En estos tiempos impredecibles, ninguna otra nación tiene el tiempo ni los recursos necesarios para desarrollar armamento con motor de vapor, que luego resulta ser ineficiente. En cierto modo, dado lo que ha ocurrido, el efecto disuasorio del Ejército Imperial es todavía mayor. El canciller está usando la guerra como herramienta diplomática... y muy eficientemente. Siempre parece que va varios pasos por delante del resto del mundo. Es impresionante, al margen de lo que uno piense de sus ideas. 
Je, je. Soy un idiota redomado por intentar desafiarle, ¿eh?
No sé cómo puedes decir algo así con una sonrisa...
Es un placer veros de nuevo, Alteza. Ya hace un año desde la última vez que nos vimos, ¿verdad? Espero que todo os vaya bien. ¿Qué hace un hombre de tu estatura en este castillo sin avisar de su llegada?
Veréis, Alteza, los últimos días he estado viajando por el Imperio realizando inspecciones rutinarias. Todo ha ido bien, mucho mejor de lo que esperaba. Así que tenía tiempo libre en mi agenda para hacer una visita. Naturalmente, me hubiera gustado venir mientras tenía lugar la crisis, como hicisteis vos, Alteza. Por desgracia, la confusión en el sur de Erebonia era demasiado grande, así que no tuve más remedio que tomar medidas. Por tanto esta es la primera ocasión que he tenido de venir a visitar a Su Majestad, así que he venido en cuanto he podido. Espero que me perdonéis mi falta de decoro al no avisar de mi llegada. Bueno, pues no te preocupes por mí. Sin duda querrás saludar a Su Majestad. 
Nunca os pediría que os disculpaseis; he oído que todo ocurrió a causa de una organización secreta que ha causado problemas en vuestro país. Aunque quería enviar fuerzas militares para ayudaros, nunca habría hecho algo tan estúpido si hubiera sabido la verdad de todo el asunto. Actué sin pensarlo. Fui un idiota, y Su Majestad Imperial se encargó de amonestarme. Por suerte, Su Alteza pudo actuar rápido para solucionar mis errores antes de que se causaran más daños... Os estoy agradecido por ello, Alteza. Y permitidme felicitaros por poner fin a tal crisis.
Seguro que no soy tan conocido como tú lo eres en Liberl. Es un honor poder hablar contigo en persona. Pero debo decir que es una sorpresa que estés aquí. Seguro que no ha sido fácil hacer este viaje para alguien tan ocupado como tú. ¿Y qué vas a hacer ahora? Yo tengo pensado marcharme de Liberl mañana, así que no me quedaré mucho tiempo. Si no me equivoco, vais a hacer una entrada grandilocuente en Heimdallr a bordo del Arseille, ¿verdad? Ojalá pudiera vovler a Erebonia con vos... Pero me temo que tengo unos asuntos pendientes en cuanto haya acabado aquí. Me iré de Liberl esta tarde. 
Aun así, todavía queda un rato hasta que salga la aeronave. Si no es mucho pedir, Alteza, ¿podría hablar a solas con vos?
Antes os tenía por un hombre flexible y jovial, pero ahora me he dado cuenta de que tenéis mucha más fuerza de la que mostráis. Seguro que Su Majestad Imperial estará encantado de vuestra evolución. Y tú sigues siendo el mismo hombre estoico de siempre. E incluso yo diría que lo eres aún más. Ese aura devastadora que exudas parece haberse hecho más potente. Es como si te alimentaras del resentimiento de las personas que viven en los territorios que anexionas al Imperio. Personalmente, prefiero el término "unificación política". "Anexión" puede tener... connotaciones negativas. Desde el final de la Guerra de los Cien Días, nuestro ejército no ha cometido ni un solo acto de agresión. Todas nuestras unificaciones han sido pacíficas. Aparentemente...
Es increíble lo mucho que se parecen todos los procesos de anexión cuando tienen lugar. Todo empieza con una nación pequeña o un estado independiente con una serie de problemas que no tienen solución. Entonces estos problemas empeoran, debido a la influencia de jaegers u otros elementos peligrosos, y el orden público alcanza su peor momento... Así, al estar desesperado por encontrar una solución, el gobierno local pide la ayuda del Ejército Imperial. Y, antes de darse cuenta, ya son parte del Imperio.
También tengo curiosidad por saber por qué los miembros de la División de Inteligencia viajan a esas naciones con tanta frecuencia... Incluso llegan antes de que empeoren los problemas. Ja, ja. No voy a preguntaros por qué conocéis esa información, aunque tengo curiosidad. Pero si que os diré una cosa: esas acciones consisten en gestionar los riesgos. Debido a que hemos actuado de antemano para minimizar los riesgos, el ejército siempre ha podido acabar con los problemas con facilidad. Con el pequeño precio de ganarte el desdén de los ciudadanos de esas naciones y un mayor riesgo de terrorismo. Para serte sincero, me sorprende que hayas tenido el valor de aparecer en Liberl sin protección. Después de todo, eres el principal objetivo de los terroristas de Erebonia. 
Ja, ja. Es un tipo bastante peculiar, ¿verdad? Y muy útil. Ha sido cosa suya la planificación de este viaje y hacer los preparativos para evitar ataques terroristas. Y gracias a sus grandes esfuerzos, puedo marcharme a Crossbell sin preocupaciones en cuanto acabe en Liberl. Allí participaré en una reunión secreta con un representante del gobierno de Crossbell. Recientemente, el país se ha beneficiado de una gran financiación procedente de la República, lo que pone a nuestros aliados a la defensiva. 
Me sorprende que habléis de tener precaución ante posibles peligros, Alteza. Después de todo, fuisteis vos quien volasteis a una ciudad antigua (poniendo vuestra vida en grave peligro) y volvisteis sano y salvo. Comparado con tal aventura, mi visita a Crossbell es un juego de niños. Estoy seguro de que sabéis que ahora mismo sois un héroes en Erebonia. Ah, presenciar el regreso triunfal de un héroe.. y encima a bordo del famoso Arseille... Naturalmente, nuestro héroe se ha encargado de que todos los periódicos y revistas hablen de su llegada. Estoy seguro de que vuestro regreso será tan triunfal y magnífico como os imagináis, Alteza.
¿Acaso no lo creéis? Personalmente, se me hace difícil creer que no odiéis en qué se ha convertido Erebonia. Un gran imperio aferrado a las glorias del pasado, dirigido por la nobleza y encadenado a convenciones estúpidas. La gente me llama Canciller de Sangre y Acero, como si tuviera toda Erebonia en la palma de la mano, pero en realidad mi posición es más tenue. Por supuesto, tengo aliados en la capital, pero fuera de sus muros, la nobleza tiene mucha más influencia. Y aunque es cierto que tengo mucho poder en el Ejército Imperial, tan solo lidero un 70%. El resto es leal a la nobleza, que además tiene sus propios ejércitos personales. Con todo esto, mis "apoyos" disminuyen considerablemente. Así que, como puede ver, todavía me peleo por tener el control. Por eso estás construyendo vías de tren por todo el país y anexionando naciones, para expandir tu influencia. Como pensaba, vos me comprendéis mejor que nadie. Por eso os pido que os aliéis conmigo, Alteza. Con vuestro apoyo, nuestra nación podrá acometer las reformas más rápido que nunca. La Facción Noble, debilitada por siglos de decadencia, puede desaparecer antes siquiera de que se unan contra nosotros. Antes quiero preguntarte algo. ¿Qué conexión tienes con Ouróboros? Mmm... Me temo que no sé a que os referís. Pero diré una cosa: creo firmemente en utilizar cualquier recurso que tenga a mi alcance para lograr reformas. 
Sí, odio a la podrida Facción Noble que tenemos en el Imperio. Pero el miedo que les tengo a tus métodos es superior a mi odio hacia los nobles. Lo que estás haciendo es engañar a los erebonianos con una falsa utopía para instigar un conflicto. Sin duda, tras convencer a la gente, la vieja guardia caerá debido a la tormenta que habrás creado. Pero para entonces, los engranajes ya habrán empezado a girar y no se podrá satisfacer a la población con ganas de revolución. La tormenta seguirá creciendo y haciéndose más violenta hasta consumirlo todo a su paso. Eso es justo lo que quiero que pase. Es la primera parte de mis reformas.
Ya dije que Olivier era el mejor personaje de toda la saga.
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