-Vaya vaya, bocadillo de caballa -dije, observando el pintoresco pueblecito en el que había ido a parar-. En menudo lío me he metido, sin comerlo nni beberlo.
Observando a mi alrededor, lo único que conseguí es que un chucho se enfadara conmigo.
-Jopelines, yo a ti que te he hecho. Como no enncuentre una forma de volver a casa, nadie va a cosechar la grannja de carne, se va a poner mala y Tanemon se enfadará conmigo. Seguro que me manda a limpiar retretes una semana, y el de RustTyrannomon es enorme... Supongo que mi mejor opción es seguir los pitidos del dispositivo digital. Si, se lo daré al nniño y entonnces encontrara a su compañero digimon. Definnitivamennte no puedo ser yo, tiene que haber un error.
Así, murmurando para mi mismo, me dirijo al norte, siguiendo los pitidos del misterioso aparato.
Digimon: Ad hoc
Re: Digimon: Ad hoc
¿Qué le pasa a esta ciudad? Este calor es insoportable, no recuerdo ningún lugar del mundo digital fuera tan caluroso.Cansado de esto, me sente en el suelo en un lugar alejado.
-Aunque quizás fuera porque nunca fue a un lugar caluroso, para empezar- Dije mientras intentaba abanicarme, a la vez que miraba el objeto que tenia en mi cuello- Hmm, este cacharro pita mas cuando voy hacia una dirección , supongo que esa es mi misión.
Después de descansar , me levanté para decidir lo que hacer, obviamente iría donde el dispositivo me decia, pero tendría que decidir como porque al contrarío que las montañas , aqui hay algo asi como ¿Torres cuadradas? y minimurallas que hacian imposible que pudiera pasar por donde quisiera facilmente.
Al final ,algo malhumorado por el calor,decidí ir por una calle con un leve olor a mar.
-Aunque quizás fuera porque nunca fue a un lugar caluroso, para empezar- Dije mientras intentaba abanicarme, a la vez que miraba el objeto que tenia en mi cuello- Hmm, este cacharro pita mas cuando voy hacia una dirección , supongo que esa es mi misión.
Después de descansar , me levanté para decidir lo que hacer, obviamente iría donde el dispositivo me decia, pero tendría que decidir como porque al contrarío que las montañas , aqui hay algo asi como ¿Torres cuadradas? y minimurallas que hacian imposible que pudiera pasar por donde quisiera facilmente.
Al final ,algo malhumorado por el calor,decidí ir por una calle con un leve olor a mar.
Re: Digimon: Ad hoc
@Impmon[III]:
Te acercas a las mesas donde está la comida desprotegida y comes hasta hartarte. No tardas en darte cuenta de que un gato callejero está haciendo lo mismo que tú. Te bufa, pero no parece capaz de comunicarse contigo. De todos modos, hay comida de sobra para ambos, y te sientes lleno rápidamente.
Un momento después ves a un camarero salir corriendo de la cafetería, con una escoba en la mano.
-¿¡Tú otra vez!? ¡Te vas a enterar! -trata de dar un escobazo al gato, pero él lo esquiva sin inmutarse. Te llama la atención la esfera electromagnética que envuelve al humano. Es más brillante que la del resto de la gente, de hecho posee un fulgor rojizo. Cuando el camarero pasa junto a ti, notas que te repele y te derriba de la mesa.
Parece que esa esfera es tan potente que te repele. Te resulta extraño. Naturalmente, el camarero no te ha visto, pero se queda rascándose la cabeza.
-¿Cómo ha podido comer tanto ese bichejo? -pregunta disgustado.
@Kamemon[III]:
Avanzas junto al río, procurando mantenerte fuera de las esferas electromagnéticas que envuelven a los humanos. Hay bastante espacio, por lo que te resulta fácil. Al cabo de un rato caminando, ves que el río parece abrirse a una ancha bahía, pero no te deja seguir por ahí. Hacia el norte tienes un callejón, estrecho pero poco transitado, que parece llevarte de forma segura al lugar que está señalando mediante pitidos tu Dispositivo Sagrado.
Antes de que puedas entrar por esa calle, sin embargo, ves como un DemiDevimon pasa cerca de ti sin verte y entra en un local humano, una especie de tienda. Echas un vistazo a través del cristal: el DemiDevimon ha entrado en un lugar lleno de ordenadores. Hay varios niños dentro que parecen estar usándolos para jugar.
Es el primer Digimon que ves en este mundo, pero no guardas muy buenos recuerdos de los DemiDevimon que has conocido hasta ahora. No sabes si deberías hablarle o continuar sin ser visto, utilizando el callejón poco transitado que va directamente al norte.
@DemiDevimon[III]:
Echas a volar hacia el este. La luz te ciega bastante, así que te guías principalmente por el pitido del Dispositivo Sagrado, que llega a hacerse casi constante cuando pasas junto a cierto local. Vuelas a su interior, que es bastante oscuro y te resulta más fresco y cómodo.
Parece que estás en una especie local de juegos. Hay un montón de críos y algunos adultos, todos utilizando ordenadores para jugar. Te llama la atención uno de ellos, un chaval pelopincho con las puntas pintadas de naranja. Tiene una mano en el teclado y con la otra mueve el ratón como un loco. Te sorprende ver que el juego al que está jugando muestra Digimon luchando entre ellos. Lo observas durante un rato, y al ver una pantalla descubres el nombre del juego: Digimon Battle Royale.
El Dispositivo Sagrado está sin duda reaccionando al chico, que no es precisamente silencioso.
-¡TOMAAAA! -grita-. ¡TE HAS COMIDO EL TOMAHAWK, PRINGUI! ¡QUE ERES UN PRINGUI...! ¡NOOOOOO, TÍO, JODER, NO USES EL DIGIHUEVO SAGRADO QUE NOS QUEDAN TRES RONDAS! ¡GUARDAD LAS DIGIEVOLUCIONES PARA LA FINAL, CABRONES! ¡CLARO, CLARO! ¡SÍ, SÍ, SÍ! ¡YO HE USADO LA MÍA PORQUE ME SALE DE LOS DIGIHUEVOS!
Notas que el resto de usuarios del local le miran de vez en cuando, bastante irritados.
-¡VENGA, OTRA, TÍOS! ¡PERO ESTA VEZ HACEDME CASO, QUE YO ME CONOZCO ESTE MAP...! ¡JODER, NO, ESPERADMEEEEEE!
Está muy centrado en el juego y no parece que vaya a darse cuenta de tu presencia.
@Herissmon[III]:
Sigues los pitidos del Dispositivo Digital a través de la calle, que es bastante larga. De vez en cuando te cruzas con humanos cuyos campos electromagnéticos son diferentes, normalmente de color rojo, aunque llegas a ver uno azul. Esos campos tan fuertes te transmiten una sensación de peligro, y cuando pasas cerca de uno te das cuenta de que no podrías atravesarlo aunque quisieras.
Por fin llegas al final de la calle, que desemborca en un gran parque redondo partido por un río. A tu izquierda ves un edificio rodeado de un gran patio. Hay porterías, y ves que unos cuantos niños están jugando al fútbol. Te llama la atención el hecho de que ellos no tienen ningún campo electromagnético a su alrededor. De todos modos, ninguno puede verte.
Entras al patio y sigues los pitidos hasta una ventana. Al otro lado hay una habitación bastante grande, con muchas estanterías llenas de libros y un par de mesas. En una de ellas ves a una niña con el pelo corto y negro, a la altura de la barbilla. Tiene un ordenador portátil abierto, y a su alrededor hay amontonados un montón de libros y periódicos viejos. Parece estar estudiando algo, tan concentrada que no presta atención a nada más.
La ventana está entreabierta, podrías colarte por el hueco perfectamente.
@SnowAgumon[III]:
Hechas a caminar hacia el sur, evitando a los transeuntes... Y de hecho no tardas en encontrarte el mar de frente. Hay unos pequeños acantilados al final de la calle, a tu izquierda, aunque no son muy abruptos, y la hierba crece en terraplenes casi hasta el nivel del mar. El Dispositivo Sagrado te guía, sin embargo, a la derecha.
En esta zona el mar está casi a la altura de la calle. Bloques de piedra enorme mitigan la fuerza de las olas. Hay muchos bares y restaurantes llenos de humanos, pero el Dispositivo Digital te conduce hasta una cafetería pequeña, decorada de color rosa.
A pesar de que es muy mona, hay algo en ella que te resulta intimidante, como un hormigueo que te hace querer alejarte. Sin embargo, es el lugar que te indica el Dispositivo. Empieza a pitar como loco cuando aparece una niña que parece trabajar allí. Lleva un vestido sin mangas y su pelo es rosado. Está tan ocupada sirviendo café y pasteles a los clientes que no repara en tu presencia.
Te acercas a las mesas donde está la comida desprotegida y comes hasta hartarte. No tardas en darte cuenta de que un gato callejero está haciendo lo mismo que tú. Te bufa, pero no parece capaz de comunicarse contigo. De todos modos, hay comida de sobra para ambos, y te sientes lleno rápidamente.
Un momento después ves a un camarero salir corriendo de la cafetería, con una escoba en la mano.
-¿¡Tú otra vez!? ¡Te vas a enterar! -trata de dar un escobazo al gato, pero él lo esquiva sin inmutarse. Te llama la atención la esfera electromagnética que envuelve al humano. Es más brillante que la del resto de la gente, de hecho posee un fulgor rojizo. Cuando el camarero pasa junto a ti, notas que te repele y te derriba de la mesa.
Parece que esa esfera es tan potente que te repele. Te resulta extraño. Naturalmente, el camarero no te ha visto, pero se queda rascándose la cabeza.
-¿Cómo ha podido comer tanto ese bichejo? -pregunta disgustado.
@Kamemon[III]:
Avanzas junto al río, procurando mantenerte fuera de las esferas electromagnéticas que envuelven a los humanos. Hay bastante espacio, por lo que te resulta fácil. Al cabo de un rato caminando, ves que el río parece abrirse a una ancha bahía, pero no te deja seguir por ahí. Hacia el norte tienes un callejón, estrecho pero poco transitado, que parece llevarte de forma segura al lugar que está señalando mediante pitidos tu Dispositivo Sagrado.
Antes de que puedas entrar por esa calle, sin embargo, ves como un DemiDevimon pasa cerca de ti sin verte y entra en un local humano, una especie de tienda. Echas un vistazo a través del cristal: el DemiDevimon ha entrado en un lugar lleno de ordenadores. Hay varios niños dentro que parecen estar usándolos para jugar.
Es el primer Digimon que ves en este mundo, pero no guardas muy buenos recuerdos de los DemiDevimon que has conocido hasta ahora. No sabes si deberías hablarle o continuar sin ser visto, utilizando el callejón poco transitado que va directamente al norte.
@DemiDevimon[III]:
Echas a volar hacia el este. La luz te ciega bastante, así que te guías principalmente por el pitido del Dispositivo Sagrado, que llega a hacerse casi constante cuando pasas junto a cierto local. Vuelas a su interior, que es bastante oscuro y te resulta más fresco y cómodo.
Parece que estás en una especie local de juegos. Hay un montón de críos y algunos adultos, todos utilizando ordenadores para jugar. Te llama la atención uno de ellos, un chaval pelopincho con las puntas pintadas de naranja. Tiene una mano en el teclado y con la otra mueve el ratón como un loco. Te sorprende ver que el juego al que está jugando muestra Digimon luchando entre ellos. Lo observas durante un rato, y al ver una pantalla descubres el nombre del juego: Digimon Battle Royale.
El Dispositivo Sagrado está sin duda reaccionando al chico, que no es precisamente silencioso.
-¡TOMAAAA! -grita-. ¡TE HAS COMIDO EL TOMAHAWK, PRINGUI! ¡QUE ERES UN PRINGUI...! ¡NOOOOOO, TÍO, JODER, NO USES EL DIGIHUEVO SAGRADO QUE NOS QUEDAN TRES RONDAS! ¡GUARDAD LAS DIGIEVOLUCIONES PARA LA FINAL, CABRONES! ¡CLARO, CLARO! ¡SÍ, SÍ, SÍ! ¡YO HE USADO LA MÍA PORQUE ME SALE DE LOS DIGIHUEVOS!
Notas que el resto de usuarios del local le miran de vez en cuando, bastante irritados.
-¡VENGA, OTRA, TÍOS! ¡PERO ESTA VEZ HACEDME CASO, QUE YO ME CONOZCO ESTE MAP...! ¡JODER, NO, ESPERADMEEEEEE!
Está muy centrado en el juego y no parece que vaya a darse cuenta de tu presencia.
@Herissmon[III]:
Sigues los pitidos del Dispositivo Digital a través de la calle, que es bastante larga. De vez en cuando te cruzas con humanos cuyos campos electromagnéticos son diferentes, normalmente de color rojo, aunque llegas a ver uno azul. Esos campos tan fuertes te transmiten una sensación de peligro, y cuando pasas cerca de uno te das cuenta de que no podrías atravesarlo aunque quisieras.
Por fin llegas al final de la calle, que desemborca en un gran parque redondo partido por un río. A tu izquierda ves un edificio rodeado de un gran patio. Hay porterías, y ves que unos cuantos niños están jugando al fútbol. Te llama la atención el hecho de que ellos no tienen ningún campo electromagnético a su alrededor. De todos modos, ninguno puede verte.
Entras al patio y sigues los pitidos hasta una ventana. Al otro lado hay una habitación bastante grande, con muchas estanterías llenas de libros y un par de mesas. En una de ellas ves a una niña con el pelo corto y negro, a la altura de la barbilla. Tiene un ordenador portátil abierto, y a su alrededor hay amontonados un montón de libros y periódicos viejos. Parece estar estudiando algo, tan concentrada que no presta atención a nada más.
La ventana está entreabierta, podrías colarte por el hueco perfectamente.
@SnowAgumon[III]:
Hechas a caminar hacia el sur, evitando a los transeuntes... Y de hecho no tardas en encontrarte el mar de frente. Hay unos pequeños acantilados al final de la calle, a tu izquierda, aunque no son muy abruptos, y la hierba crece en terraplenes casi hasta el nivel del mar. El Dispositivo Sagrado te guía, sin embargo, a la derecha.
En esta zona el mar está casi a la altura de la calle. Bloques de piedra enorme mitigan la fuerza de las olas. Hay muchos bares y restaurantes llenos de humanos, pero el Dispositivo Digital te conduce hasta una cafetería pequeña, decorada de color rosa.
A pesar de que es muy mona, hay algo en ella que te resulta intimidante, como un hormigueo que te hace querer alejarte. Sin embargo, es el lugar que te indica el Dispositivo. Empieza a pitar como loco cuando aparece una niña que parece trabajar allí. Lleva un vestido sin mangas y su pelo es rosado. Está tan ocupada sirviendo café y pasteles a los clientes que no repara en tu presencia.
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Re: Digimon: Ad hoc
—Vaya mocoso, qué fastidio —susurró para sí mismo— Yo que pensaba que había encontrado un lugar más agradable, ¡y entre los pitidos de este chisme y el niño este voy a terminar loco! —las tripas del digimon también se quejaron— ¡Lo que me faltaba!
DemiDevimon decidió curiosear por el interior del local que le resultaba más familiar y acogedor que las calles bañadas por el sol. ¿Qué estarían haciendo tantos humanos aquí dentro? ¿Todos estaban jugando? Parecía ser que ya conocían a los digimon, pero más importante, ¿habría comida por alguna parte allí dentro?
DemiDevimon decidió curiosear por el interior del local que le resultaba más familiar y acogedor que las calles bañadas por el sol. ¿Qué estarían haciendo tantos humanos aquí dentro? ¿Todos estaban jugando? Parecía ser que ya conocían a los digimon, pero más importante, ¿habría comida por alguna parte allí dentro?
Re: Digimon: Ad hoc
-Ahhhh, esta chatarra cada vez me está molestando mas - Durante mi caminata, me encontre una casa rara donde parecia que era mi destino.Más concretamente una chica de pelo piyomonesco ¿ quizás era lo normal aquí?
La chica no hacía ni caso a nadie que no fuera los clientes,¿quizás fuera un restaurante? Si fuera asi quizás lo mejor sería ir a la cocina o donde tengan la comida y esperarla para hablarle de... ¿qué era lo que tenía que hacer? supongo que trabajar juntos en algo.
La chica no hacía ni caso a nadie que no fuera los clientes,¿quizás fuera un restaurante? Si fuera asi quizás lo mejor sería ir a la cocina o donde tengan la comida y esperarla para hablarle de... ¿qué era lo que tenía que hacer? supongo que trabajar juntos en algo.
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Re: Digimon: Ad hoc
—Comida rica, ñam ñam.
No había nadie vigilando, así que todo iba para el buche. Bueno, todo lo que aquel intento de Gatomon me dejase comer. Cuando me bufó, no tuve ni medio reparo en soltar mi gruñido más amenazador, pero bah, que importaba, comida gratis.
Por suerte me dio tiempo a llenarme la panza cuando apareció otro tonto humano armado con una escoba. Se puso a echar a la bola de pelo esa, causándome bastante gracia, ni devolver el ataque podía, simplemente salió corriendo como un cobarde. Que patético, he visto bebes más valientes que ese peludo... ¡ay!
Algo me repelió y caí al suelo de culo. Al mirar arriba, me di cuenta de que la burbuja de aquel tonto era diferente, tenía un color rojo muy brillante. ¡Que molesto! Ahora además de que no me viesen, había humanos que ni podía tocar.
—¡Pues toma esto! ¡Fuego nocturno! —grité disparando una bola de fuego con mi mano —. Ahí te quedas, por molesto y tonto.
Con un bufido, me di la vuelta y cogí el dispositivo, supongo que tocaba ir a las fabricas esas... que rollo... pero mejor tener un humano, que estar pegándome contra burbujas rojas todo el rato.
No había nadie vigilando, así que todo iba para el buche. Bueno, todo lo que aquel intento de Gatomon me dejase comer. Cuando me bufó, no tuve ni medio reparo en soltar mi gruñido más amenazador, pero bah, que importaba, comida gratis.
Por suerte me dio tiempo a llenarme la panza cuando apareció otro tonto humano armado con una escoba. Se puso a echar a la bola de pelo esa, causándome bastante gracia, ni devolver el ataque podía, simplemente salió corriendo como un cobarde. Que patético, he visto bebes más valientes que ese peludo... ¡ay!
Algo me repelió y caí al suelo de culo. Al mirar arriba, me di cuenta de que la burbuja de aquel tonto era diferente, tenía un color rojo muy brillante. ¡Que molesto! Ahora además de que no me viesen, había humanos que ni podía tocar.
—¡Pues toma esto! ¡Fuego nocturno! —grité disparando una bola de fuego con mi mano —. Ahí te quedas, por molesto y tonto.
Con un bufido, me di la vuelta y cogí el dispositivo, supongo que tocaba ir a las fabricas esas... que rollo... pero mejor tener un humano, que estar pegándome contra burbujas rojas todo el rato.
Recompensa: Firma rotatoria
Re: Digimon: Ad hoc
Miro con curiosidad a la niña que veo delante de mi. ¿Esa es la niña elegida? No tiene un aura tan... "legendaria" como esperaba. Pero parece maja. ¿Que estará mirando con tanta concentración?
Me cuelo por la ventana y me acerco sigilosamente por detrás para ver que está viendo en ese ordenador. Tras un momento digo:
-Hola, ¿que estudias?
Me cuelo por la ventana y me acerco sigilosamente por detrás para ver que está viendo en ese ordenador. Tras un momento digo:
-Hola, ¿que estudias?
Ora Ora Ora Ora Ora
Re: Digimon: Ad hoc
Miré con curiosidad el local, intentando no llamar la atención. Ese Digimon no me inspiraba mucha confianza, definitivamente. No obstante, en un mundo ajeno al nuestro debía dejar mis prejuicios y buscar el apoyo patrio, ¿no?
Entonces escuché cómo la señal del dispositivo disminuía. Y eso no era bien presagio.
Sí tenía que elegir entre depositar mi confianza en algo cuyo nombre incluye "sagrado" o algo que incluye "devi(l)", la respuesta estaba clara.
Seguiría por el callejón
Entonces escuché cómo la señal del dispositivo disminuía. Y eso no era bien presagio.
Sí tenía que elegir entre depositar mi confianza en algo cuyo nombre incluye "sagrado" o algo que incluye "devi(l)", la respuesta estaba clara.
Seguiría por el callejón
Re: Digimon: Ad hoc
@DemiDevimon[III]:
Echas un vistazo por el local. Tras un mostrador en el que está sentado quien se supone que es el dueño, ves bastante comida colocada en estanterías. Hay fideos instantáneos, pasta precocinada y cosas así, pero te fijas principalmente en la bollería y las patatas fritas. Tomas lo que te apetece y te vas a un hueco en el techo en el que puedes comer a tus anchas. El niño del pelo de punta sigue gritando a la pantalla mientras juega.
En el juego, ves como sube a la cima de la montaña controlando un Betamon y allí lo hace evolucionar a Whamon. El cuerpo gigantesco del Digimon baja rodando por la montaña, aplastando a los enemigos que le perseguían.
-¡SIIIIÍ! ¡CROQUETA DE BALLENA! ¡CROQUETA DE BALLENA! ¡CHUPÁOS ESA, PRINGUIS! ¡JAJAJAJAJA!
Se lo está pasando en grande.
@SnowAgumon[III]:
Entras discretamente en la cafetería y te diriges hacia donde parece estar la cocina. La niña, llevando una bandeja hacia una de las mesas, te ve a pesar de que estás fuera de su esfera electromagnética y se queda mirándote boquiabierta. Su piel se pone tan blanca como la tuya. Ya casi estás en la cocina, así que sigues y entras allí.
Un minuto después, la chica entra en la cocina respirando entrecortadamente.
-¡Tú...! ¿Eres... ¡eres real!? Eres un Digimon de esos, ¿verdad? ¡Eres Agumon! P-pero sólo sois personajes de una historia para niños... ¿cómo es posible que tú...?
Se apoya sobre la encimera más cercana. Parece muy confusa, casi a punto de desmayarse.
@Impmon[III]:
Cuando la bola de fuego alcanza la esfera electromagnética, se oye un chisporroteo y todo se ilumina con una luz roja, aunque nadie salvo tú parece notarla. Un agujero se abre en la esfera, pero al otro lado no ves el espacio normal, sino algo que desde tu punto de vista no puedes comprender.
Pero pronto podrás verlo de cerca. Un viento te aspira y te arrastra al interior de la esfera. Caer al interior te resulta ligeramente desconcertante: es como entrar en uno de esos edificios del Mundo Digital que son más grandes por dentro que por fuera.
Pero no estás en un edificio. En realidad, pareces estar en una especie de llanura arenosa que flota en espiral alrededor del camarero, sólo que ahora el tipo parece ser como tres veces más grande y no parece tener sustancia (puedes ver a través de él). Si miras más allá de los límites de la esfera, ves la cafetería, pero parece difuminada y extramadamente lejana. Por los bordes de la llanura flotan toda clase de fotos del camarero: fotos de su infancia, fotos con sus amigos, fotos de su graduación, fotos de él posando en el cuarto de baño. También oyes una música que no eres capaz de reconocer.
Aquí y allá, como meteoritos, caen globos de texto que causan un gran estruendo y quedan medio enterrados en la arena. Una vez más, intentar leerlos hace que te sientas mareado. Te fijas en que una gran ventana de luz blanca parece ser el origen de todos esos datos: proceden de un rectángulo gigante en el bolsillo del camarero.
Te fijas en que hay algo más que globos de texto sobre la espiral de arena. También hay allí Digimon convertidos en piedra, la mayoría novatos como tú. Algunos están en posición de combate, pero la mayoría tienen pinta de estar huyendo. Pero, ¿de qué...?
Entonces, la luz blanca se vuelve roja y un enorme Digimon aparece, procedente de la pantalla. Reconoces su figura. ¡Es Kokatorimon! Intenta volar hacia ti, sin mucho éxito, así que avanza rápidamente para ponerse frente a frente contigo.
-¿¡Qué te crees que haces!? -pregunta Kokatorimon-. ¿Crees que puedes robarme a este humano así como así? ¡Yo lo vi primero! ¿Quién te has creído que...? -de repente parece notar tu confusión, porque su tono cambia-. Ah, no me digas más -pese a que todavía no le has dicho nada-. Eres nuevo en la ciudad, ¿verdad? No tienes ni idea de cómo funciona el Mundo Humano.
Extiende las alas.
-¡Esta es la zona ad hoc de este humano! ¡La he conquistado y es un chollo! El tipo vierte toda clase de emociones en ese smartphone -señala al rectángulo de luz gigante-, que las devuelve en una esfera de datos de los que nosotros nos podemos nutrir. Es mucho mejor que esos Dispositivos Sagrados de las leyendas, que... -se fija en lo que llevas al cuello-. ¿Tienes uno? ¿Un Dispositivo Sagrado? ¡Jajajajaja! ¿De dónde lo has sacado? ¡Esa antigualla tiene mil años! Los smartphone son mucho mejores, más convenientes para nosotros.
Acerca su cabeza a la tuya y se tapa el pico con las plumas, como si te estuviera contando un secreto.
-Oye, normalmente no haría esto por nadie, pero me has caído bien... -entrecierra los ojos-. ¿Por qué no te quedas en esta zona ad hoc y te conviertes en mi lacayo? Podrás alimentarte de las emociones de este panoli, te volverás más poderoso en unas semanas... y sólo tendrás que atacar a los Digimon cochambrosos intenten colarse. Si rechazas mi oferta... -mira a las estatuas que hay a su alrededor- ...bueno, pasarás a formar parte de la decoración.
@Herissmon[III]:
La chica está tan concentrada que comienza a responder sin darse la vuelta.
-Investigo los sucesos que se han estado produciendo últimamente -responde-. Accidentes extraños, aparatos que dejan de funcionar, incluso lo que parecen catástrofes naturales en miniatura... Pero no lo son. ¡Estoy segura! Hay algo en Internet, una especie de entidades digitales que parecen estar infestando las telecomunicaciones y causando toda clase de problemas -te mira sonriendo-. No creo que sean criaturas digitales de verdad, claro -bromea, y vuelve a mirar la pantalla-. Deben ser bots programados por hackers muy peligrosos o algo así. El caso es que soy la única que se ha dado cuenta, y como soy una niña, la policía no me hace ningún caso. Subestiman mi habilidad para encontrar patrones -se encoge de hombros-. Lo siento, sé que soy un poco repelente, pero es que... Creo que esto es importante. Están provocando accidentes serios y... -se queda muda de repente. Lentamente, se da la vuelta para volver a mirarte-. ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!
Su grito hace que la mujer que parece estar a cargo de la biblioteca se levante sobresaltada. En el patio, los niños dejan de jugar al fútbol y miran hacia la ventana.
-¡VETE! ¡VETE! ¡MALDITO MONSTRUO! ¡FUERA! -la chica ha enrollado un periódico y te está atizando con él. La verdad es que no te hace ni cosquillas.
@Kamemon[III]:
Decides continuar caminando por el callejón. De vez en cuando te encuentras a un humano, pero puedes esquivarlo sin llegar a entrar en su esfera electromagnética. Por fin, llevas a una calle más ancha que conduce directamente a una galería comercial. No es muy distinta a las calles que has recorrido, la principal diferencia es que está techada y eso hace que los escaparates de las tiendas del interior parezcan más brillantes.
El Dispositivo Sagrado comienza a pitar como loco cuando te diriges al callejón. Al entrar en su interior, ves a algunos humanos dentro de las tiendas, pero nadie parece ser la persona a la que buscas... Hasta que se abre un ascensor y ves a una niña con el larguísimo pelo negro recogido en una coleta.
Lo primero que te llama la atención sobre ella es que le falta un brazo. Inmediatamente después, te das cuenta de que te está mirando con odio, a pesar de que estás fuera de su campo electromagnético. ¿Acaso ella puede verte a cualquier distancia? Está claro que el Dispositivo Sagrado te ha conducido a su presencia.
-¿¡OTRA VEZ!? ¡ESTOY HARTA! ¡MALDITOS DIGIMON! -con su única mano, saca su teléfono móvil del bolsillo y dibuja un extraño patrón con el pulgar. De inmediato, oyes un chisporroteo y la esfera electrmagnética que la envuelve comienza a menguar... y a concentrarse en su brazo. En menos de un par de segundos, su extremidad perdida ha sido reemplazada por un brazo de pura energía... Con el que te ataca. Salta hacia ti, te agarra la cabeza por el casco y te la golpea contra el suelo. La fuerza de ese brazo de energía es temible-. ¡DESAPARECE! ¡VUELVE A TU MUNDO! -grita.
Pero no pasa nada. De hecho, gracias al casco, ni siquiera te ha hecho daño. El brazo de energía sigue brillando unos segundos más, pero no tarda en desvanecerse.
-¿Por qué...? -te mira horrorizada-. ¡No ha funcionado! ¿Por qué...? Nunca había fallado...
De repente cae de espaldas. Ya no está furiosa, sino aterrorizada. Comienza a arrastrarse por el suelo, y notas que está llorando.
-Por favor... ¡No! ¡No me hagas daño! -implora-. Vuelve a tu mundo...
Echas un vistazo por el local. Tras un mostrador en el que está sentado quien se supone que es el dueño, ves bastante comida colocada en estanterías. Hay fideos instantáneos, pasta precocinada y cosas así, pero te fijas principalmente en la bollería y las patatas fritas. Tomas lo que te apetece y te vas a un hueco en el techo en el que puedes comer a tus anchas. El niño del pelo de punta sigue gritando a la pantalla mientras juega.
En el juego, ves como sube a la cima de la montaña controlando un Betamon y allí lo hace evolucionar a Whamon. El cuerpo gigantesco del Digimon baja rodando por la montaña, aplastando a los enemigos que le perseguían.
-¡SIIIIÍ! ¡CROQUETA DE BALLENA! ¡CROQUETA DE BALLENA! ¡CHUPÁOS ESA, PRINGUIS! ¡JAJAJAJAJA!
Se lo está pasando en grande.
@SnowAgumon[III]:
Entras discretamente en la cafetería y te diriges hacia donde parece estar la cocina. La niña, llevando una bandeja hacia una de las mesas, te ve a pesar de que estás fuera de su esfera electromagnética y se queda mirándote boquiabierta. Su piel se pone tan blanca como la tuya. Ya casi estás en la cocina, así que sigues y entras allí.
Un minuto después, la chica entra en la cocina respirando entrecortadamente.
-¡Tú...! ¿Eres... ¡eres real!? Eres un Digimon de esos, ¿verdad? ¡Eres Agumon! P-pero sólo sois personajes de una historia para niños... ¿cómo es posible que tú...?
Se apoya sobre la encimera más cercana. Parece muy confusa, casi a punto de desmayarse.
@Impmon[III]:
Cuando la bola de fuego alcanza la esfera electromagnética, se oye un chisporroteo y todo se ilumina con una luz roja, aunque nadie salvo tú parece notarla. Un agujero se abre en la esfera, pero al otro lado no ves el espacio normal, sino algo que desde tu punto de vista no puedes comprender.
Pero pronto podrás verlo de cerca. Un viento te aspira y te arrastra al interior de la esfera. Caer al interior te resulta ligeramente desconcertante: es como entrar en uno de esos edificios del Mundo Digital que son más grandes por dentro que por fuera.
Pero no estás en un edificio. En realidad, pareces estar en una especie de llanura arenosa que flota en espiral alrededor del camarero, sólo que ahora el tipo parece ser como tres veces más grande y no parece tener sustancia (puedes ver a través de él). Si miras más allá de los límites de la esfera, ves la cafetería, pero parece difuminada y extramadamente lejana. Por los bordes de la llanura flotan toda clase de fotos del camarero: fotos de su infancia, fotos con sus amigos, fotos de su graduación, fotos de él posando en el cuarto de baño. También oyes una música que no eres capaz de reconocer.
Aquí y allá, como meteoritos, caen globos de texto que causan un gran estruendo y quedan medio enterrados en la arena. Una vez más, intentar leerlos hace que te sientas mareado. Te fijas en que una gran ventana de luz blanca parece ser el origen de todos esos datos: proceden de un rectángulo gigante en el bolsillo del camarero.
Te fijas en que hay algo más que globos de texto sobre la espiral de arena. También hay allí Digimon convertidos en piedra, la mayoría novatos como tú. Algunos están en posición de combate, pero la mayoría tienen pinta de estar huyendo. Pero, ¿de qué...?
Entonces, la luz blanca se vuelve roja y un enorme Digimon aparece, procedente de la pantalla. Reconoces su figura. ¡Es Kokatorimon! Intenta volar hacia ti, sin mucho éxito, así que avanza rápidamente para ponerse frente a frente contigo.
-¿¡Qué te crees que haces!? -pregunta Kokatorimon-. ¿Crees que puedes robarme a este humano así como así? ¡Yo lo vi primero! ¿Quién te has creído que...? -de repente parece notar tu confusión, porque su tono cambia-. Ah, no me digas más -pese a que todavía no le has dicho nada-. Eres nuevo en la ciudad, ¿verdad? No tienes ni idea de cómo funciona el Mundo Humano.
Extiende las alas.
-¡Esta es la zona ad hoc de este humano! ¡La he conquistado y es un chollo! El tipo vierte toda clase de emociones en ese smartphone -señala al rectángulo de luz gigante-, que las devuelve en una esfera de datos de los que nosotros nos podemos nutrir. Es mucho mejor que esos Dispositivos Sagrados de las leyendas, que... -se fija en lo que llevas al cuello-. ¿Tienes uno? ¿Un Dispositivo Sagrado? ¡Jajajajaja! ¿De dónde lo has sacado? ¡Esa antigualla tiene mil años! Los smartphone son mucho mejores, más convenientes para nosotros.
Acerca su cabeza a la tuya y se tapa el pico con las plumas, como si te estuviera contando un secreto.
-Oye, normalmente no haría esto por nadie, pero me has caído bien... -entrecierra los ojos-. ¿Por qué no te quedas en esta zona ad hoc y te conviertes en mi lacayo? Podrás alimentarte de las emociones de este panoli, te volverás más poderoso en unas semanas... y sólo tendrás que atacar a los Digimon cochambrosos intenten colarse. Si rechazas mi oferta... -mira a las estatuas que hay a su alrededor- ...bueno, pasarás a formar parte de la decoración.
@Herissmon[III]:
La chica está tan concentrada que comienza a responder sin darse la vuelta.
-Investigo los sucesos que se han estado produciendo últimamente -responde-. Accidentes extraños, aparatos que dejan de funcionar, incluso lo que parecen catástrofes naturales en miniatura... Pero no lo son. ¡Estoy segura! Hay algo en Internet, una especie de entidades digitales que parecen estar infestando las telecomunicaciones y causando toda clase de problemas -te mira sonriendo-. No creo que sean criaturas digitales de verdad, claro -bromea, y vuelve a mirar la pantalla-. Deben ser bots programados por hackers muy peligrosos o algo así. El caso es que soy la única que se ha dado cuenta, y como soy una niña, la policía no me hace ningún caso. Subestiman mi habilidad para encontrar patrones -se encoge de hombros-. Lo siento, sé que soy un poco repelente, pero es que... Creo que esto es importante. Están provocando accidentes serios y... -se queda muda de repente. Lentamente, se da la vuelta para volver a mirarte-. ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!
Su grito hace que la mujer que parece estar a cargo de la biblioteca se levante sobresaltada. En el patio, los niños dejan de jugar al fútbol y miran hacia la ventana.
-¡VETE! ¡VETE! ¡MALDITO MONSTRUO! ¡FUERA! -la chica ha enrollado un periódico y te está atizando con él. La verdad es que no te hace ni cosquillas.
@Kamemon[III]:
Decides continuar caminando por el callejón. De vez en cuando te encuentras a un humano, pero puedes esquivarlo sin llegar a entrar en su esfera electromagnética. Por fin, llevas a una calle más ancha que conduce directamente a una galería comercial. No es muy distinta a las calles que has recorrido, la principal diferencia es que está techada y eso hace que los escaparates de las tiendas del interior parezcan más brillantes.
El Dispositivo Sagrado comienza a pitar como loco cuando te diriges al callejón. Al entrar en su interior, ves a algunos humanos dentro de las tiendas, pero nadie parece ser la persona a la que buscas... Hasta que se abre un ascensor y ves a una niña con el larguísimo pelo negro recogido en una coleta.
Lo primero que te llama la atención sobre ella es que le falta un brazo. Inmediatamente después, te das cuenta de que te está mirando con odio, a pesar de que estás fuera de su campo electromagnético. ¿Acaso ella puede verte a cualquier distancia? Está claro que el Dispositivo Sagrado te ha conducido a su presencia.
-¿¡OTRA VEZ!? ¡ESTOY HARTA! ¡MALDITOS DIGIMON! -con su única mano, saca su teléfono móvil del bolsillo y dibuja un extraño patrón con el pulgar. De inmediato, oyes un chisporroteo y la esfera electrmagnética que la envuelve comienza a menguar... y a concentrarse en su brazo. En menos de un par de segundos, su extremidad perdida ha sido reemplazada por un brazo de pura energía... Con el que te ataca. Salta hacia ti, te agarra la cabeza por el casco y te la golpea contra el suelo. La fuerza de ese brazo de energía es temible-. ¡DESAPARECE! ¡VUELVE A TU MUNDO! -grita.
Pero no pasa nada. De hecho, gracias al casco, ni siquiera te ha hecho daño. El brazo de energía sigue brillando unos segundos más, pero no tarda en desvanecerse.
-¿Por qué...? -te mira horrorizada-. ¡No ha funcionado! ¿Por qué...? Nunca había fallado...
De repente cae de espaldas. Ya no está furiosa, sino aterrorizada. Comienza a arrastrarse por el suelo, y notas que está llorando.
-Por favor... ¡No! ¡No me hagas daño! -implora-. Vuelve a tu mundo...
- Spoiler: Mostrar
Re: Digimon: Ad hoc
-Holi! Soy Herissmon, y soy una criatura digital! Deja de pegarme, por favor, te podrías pinnchar por accidennte!
No me molesta que me golpee, pero espero que se calme pronto, si no, no podremos hablar.
-Eres muy lista, has descubierto que existo antes de saber que existo! Ay, eso era mi ojo, para, por favor.
No me molesta que me golpee, pero espero que se calme pronto, si no, no podremos hablar.
-Eres muy lista, has descubierto que existo antes de saber que existo! Ay, eso era mi ojo, para, por favor.
Ora Ora Ora Ora Ora