ZERO ESCAPE [Survival Rol] - Ambidex Game [Cerrado]

[Clara Luhg]

Con un fuerte sobresalto, desperté. No tardé en darme cuenta que no reposaba en una cama conocida y la habitación era completamente extraña para mí. Fugaces recuerdos de una nube de gas y un hombre enmascarado invadieron mi mente, llenándome de nervios, casi haciéndome caer de la cama.

¿¡Un secuestro!? ¿¡Ha sido un secuestro!? ¡Espera, ¿solo eso?! ¿Segura? —pensaba, alarmada, mientras me incorporaba y empezaba a comprobar mis bolsillos y mi ropa.

—Vale… Creo que sigue conmigo… Bien… —susurré, algo tranquilizada, sin darle importancia a que había perdido mis pertenencias.

Tras reponerme, me dirigí a la puerta de la habitación, de donde escuchaba venir algunas voces e incluso gritos y salí. Llegué a una especie de habitación circular, con muchas puertas y unas escaleras en el centro. Allí había más personas, que parecían estar en la misma situación que yo. Desorientadas y recién salidas de los extraños cuartos.

—Esto… ¿es un secuestro en masa? —solté la pregunta, aún algo desconfiada.

El grupo comentó varios puntos. En primer lugar el extraño brazalete, del cual parecía que nadie sabía nada. También el extraño mensaje del techo escrito seguramente con tinta roja que parecía anunciar un curioso juego. Por último, algunos parecían dispuestos a inspeccionar qué había al otro lado de las escaleras del centro de la sala.

—¡Esperadme! —exclamé mientras me acercaba a los chicos que tenían pensado explorar. — Y-yo... también quiero m-mirar qué hay ahí… —Intenté sonar algo tranquila, pero al parecer, sin éxito— M-me llamo Clara, por cierto… —continué, intentando sacar mi mejor sonrisa.

[Iriam]

-La chica que se ha puesto nerviosa tendrá sida, una deficiencia immunologica, le habrán hecho la quimio, ha tenido una leucemia recientemente o es una paranoica, pero en cualquiera de los casos es mejor dejar que se calme ella sola. -solté un bufidito por la nariz- Eso de hablar de "gérmenes" es muy como de los noventa, hace tiempo que no oigo a nadie usar esa palabra. Andrómeda, si ves que no se calma, recuerdale que respire hondo.

Yo hubiera preferido quedarme arriba, pero no me sentía con ganas de socializar con la anciana y la niña burbuja, así que decidí que bajaría. Me aproxime a la chica que decía llamarse Clara.
-No hace falta que finjas no estar asustada, es muy normal que lo estés. Si ves que te ayuda, piensa en otras cosas que no tengan nada que ver con esto. ¿Te gusta el té? ¿Alguna marca en especial? ¿No hay ninguna variedad que te apetezca probar?

[Camila Young]

-¿Será esto alguna especie de fiesta sorpresa de mis amigas?... No, no puede ser.

Había gente que no conocía, y entre ellas una anciana y una niña pequeña. No podía tratarse de una fiesta organizada por mis amigas.

-¿Entonces qué...?

Acababa de despertar en una cama desconocida, en un lugar desconocido lleno de caras desconocidas. El pánico empezó a cundir. Algunos decían que era un secuestro, la niña se puso histérica y la abuelita intentó tranquilizarla inútilmente. Algunos de ellos, por lo visto, estaban a punto de ponerse a explorar el lugar.

-Seguro que es sólo una broma pesada de algún graciosito -dije para mí misma intentando no ponerme en lo peor.

Observé la sala de arriba a abajo y vi en el techo algo que parecía... ¿¡SANGRE!? Si era una broma pesada, era MUY pesada, casi macabra. "Nonary Game". ¿Qué córcholis era eso?

-Ah... ¡No tiene gracia, eh! ¡Seas quien seas el que ha organizado esta cosa, me las vas a pagar!

Un brazalete inútil, una sala misteriosa, palabras escritas con algo que parecía sangre en el techo, gente desconocida para mí... ¿Por qué estaba yo allí?

-Esto, ¿váis a bajar? -pregunté al grupito de gente que se había formado frente a la escalera de caracol- Yo también quiero ir. Me llamo Camila.

[Baulfor]

- Dejémonos de chorradas y miremos si hay una salida, así ya no nos tendremos que preocupar de estar aquí. Yo soy Baulfor. Encantado supongo, aunque no puedo decir que me alegre estar aquí.

En vista de que más gente iba a acompañarme no perdí tiempo y empecé a bajar.

- No os quedéis atrás, vale?

[Andromeda O'Donovan]

-De acuerdo, bajen ustedes -concedí-. Yo me quedaré aquí arriba por si a la pequeña Sophie le ocurre algo. No entraré en su habitación para no atosigarla.

Eché un vistazo a mi alrededor para observar a todos los presentes en la sala. Parecíamos ser un grupo de lo más variopinto... ¿quién nos había llevado hasta allí? Y aquel mensaje en el techo... Los más pesimistas hablaban de sangre, pero a mí la idea me parecía demasiado macabra. Seguramente sería pintura roja, puesta allí para hacernos perder los estribos. En algunos casos había funcionado.

-No tarden mucho, por favor. Y si ocurre algo, griten -pedí a los que ya estaban bajando por las escaleras-. Esta situación parece muy delicada, vayan con cautela.

[Drail]

> Rebecca, Baulfor, Iriam, Jacob, Pher, Clara, Camila

Bajaron por las escaleras de caracol dejando atrás a Sophie y Andromeda. Llegaron a otra sala bastante grande. Tenía las mismas paredes que la circular de arriba, pero aparte de ser cuadrada esta tenía unos pocos muebles. De hecho, todos estaban arrinconados en un lugar, y eran butacas y sillones encarados a un monitor apagado incrustado en la pared.
No perdieron tiempo y buscaron una puerta o una ventana por la que salir de ese sitio. No encontraron ninguna ventana, pero había varias puertas en diferentes partes de la habitación. Había una puerta pero que destacaba más que las otras…

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> Sophie, Andromeda

Sophie entro en la habitación donde se había despertado. Seguía pareciendo la boca de un lobo a pesar de la luz que entraba por la apertura. La niña intentaba encerrarse dentro pero no parecía que hubiera manera cerrarse. Se fijó que la entrada de la habitación no era sino una puerta metálica que se había levantado, como si fuera la puerta de un garaje.

Andromeda vio a la niña entrar en “su” habitación y a los demás bajar por las escaleras. Se había quedado sola bajo el techo pintado. Podía sentir resonar los pasos de la gente que había bajado por la escalera desde arriba.

[Jacob Bullard]

-¡Miren! Otra pintada – avise a los demás señalándola con el dedo-. Eso es un nueve. Además, parece que sea un ascensor con esas puertas.

¿Qué intentaban decir todas aquellas extrañas pintadas? Nonary Game... Nueve personas en un sitio desconocido... Ahora ese nueve... Que obsesión.

-Me da un poco de mala impresión, pero voy a acercarme a esa puerta. Quizás haya más pisos aparte de este y el de arriba.

[Clara Luhg]

—¡No estoy asustada! —le respondí a Iriam mientras bajaba por las escaleras— Solo… que aún no me he acostumbrado a este sitio…

El piso inferior era muy similar al de arriba, con la excepción de que habían algunos muebles, menos puertas y un extraño monitor.

—Ah, gracias por el ofrecimiento… —continué mientras ojeaba la estancia y me estiraba un poco— Pero no estoy como para beber té que me ofrezca un desconocido después de un secuestro… S-sin ofender...

Esperaba no haber sonado demasiado repelente… Aunque realmente tenía la garganta seca y un trago era de lo más apetecible, no sabía si aún podía fiarme de mis “compañeros de celda”.

Menudo gasto de pintura… —pensé mientras miraba de reojo el 9 pintado en la puerta— El que haya montado esto se ha currado el ambiente al menos…

Me acerqué curiosa al monitor, intentando buscar algún botón por los lados.

—¿Creéis que habrá alguna manera de encenderlo?

[Andromeda O'Donovan]

Me acerqué a la puerta por la que había desaparecido Sophie. y me coloqué de pie en un lateral, casi como haciéndole guardia.

-Tesoro, ¿estás bien? -dije, alzando la voz para que me oyese desde dentro-. Siento haberte asustado, cielo, debería haber sido más considerada.

Agudicé el oído para ver si la oía desde dentro. No creía que estuviese llorando, pero quería estar atenta por si se daba el caso.

-Podemos hablar cada una desde un lado de la puerta, si quieres. ¿Qué te parece si jugamos a algo para calmar los nervios, eh? Sé que es difícil no alterarse, pero hay que intentarlo, cariño. ¿Qué me dices?

[Baulfor]

- Anda que...

Mire arriba para ver si las dos que habíamos dejado atrás se habían repensado la idea de quedarse en ese sitio, pero nada. En fin, otra habitación, otra pintada.

- Pues mira que poner una pantalla y sillones alrededor en un sitio tan grande y dejar el resto de la sala vacía...

Seguí a la chica que se acercaba al monitor.

- ¿Para qué quieres encenderlo? No creo que sea nuestra prioridad ahora ponernos a mirar la tele.