Digimon Chapter 00

[Malfuin]

@Rudy[ I ]:

-¡Por supuesto! ¡Nos protegeremos el uno al otro! -exclamó DoKunemon-. ¡Puedes contar conmigo, si hace falta les daré una buena tunda!

Tras esto, se escurrió de entre tus brazos y comenzó a corretear por tu espalda y alrededor de tu cintura, haciéndote cosquillas hasta que finalmente se aburrió y volvió al suelo bajando por una pierna.

@Rudy[ I ], Suzu[ ]:

En realidad, FanBeemon no parecía tener problemas con las gotas de lluvia, sus alas salpicaban el agua en todas direcciones. Quizá fuese por su tamaño. Aun así, al ver a los enemigos pareció intranquila y se posó en tu brazo.

-Así que buscando comida en el Jardín de nuestro señor -un Aruraumon se adelantó-. Así que necesitáis comer para sobrevivir. ¿Y nosotros qué? ¡Tenemos que encontrar montones de setas para nuestro amo antes de que sea de noche o nos comerá a nosotros! ¡No pensamos dejar que saquéis nada de comida de este bosque! ¡Es el último aviso, marcháos!

Las otras cinco se inclinaron, como si hicieran una reverencia, pero unos puntos brillantes comenzaron a aparecer sobre los pétalos de sus cabezas, de forma amenazadora...

@Senetyl[II ], Lira[II ]:

-Así que Trydan -dijo Elecmon, y lo sopesó durante un buen rato mientras caminabais-. Sí. Ese será mi nombre -decidió con mucha seriedad.

-¿De verdad? -Iba diciendo Ilargi-. ¿Conquistaremos los teatros? ¡Genial, estoy deseando empezar! ¡Serán todos nuestros y...! Lira... ¿Qué es un teatro?

Una vez al otro lado, decidisteis ir a hablar con los Digimon bebés que habíais visto.

-No, no sería capaz de entender a los bebés -dijo Ilargi-. Los bebés sólo dicen su nombre.

-No deberían dejarles sueltos por aquí -añadió Trydan, mientras os acercaban-. Cualquiera podría atacarles. El que les haya dejado aquí sólos es un desgraciado.

-¿Seguro que deberíamos acercarnos? -preguntó Draco-. Serán bebés, pero esos cascos parecen peligrosos. No me gustaría recibir un cabezazo...

Comprobasteis la identidad de los Digimon con el RH. Al parecer eran Kapurimon, una tipo de Digimon con casco metálico y cuernos. En cuanto os vieron, cargaron hacia vosotros y vuestros Digimon se pusieron en actitud protectora frente a vosotros. Pero los Digimon os rodearon y botaron sin parar a vuestro alrededor mientras preguntaban cosas sin parar.

-¿Quiénes sois? ¿De dónde venís? ¿Tenéis comida para nosotros? ¿Por qué no sois Digimon? ¿Tenéis regalos para nosotros? ¿Qué clase de Digimon sois? ¿Tenéis comida para nosotros?

El escándalo que formaban era increíble. Mafy parecía desorientado, mirando a su alrededor tratando de no marearse, y no parecía que se le ocurriera ninguna respuesta. Draco había vuelto a esconderse detrás de él.

@Nenti[ I ]:

-¿Pájaro de mal agüero? Jejé -Falcomon enseñó los dientes-. Sí, supongo que eso es justo lo que soy. Ya verás como siempre acierto.

[Drail]

Quería arrastrar a Rudy y Nezu atrás para ponernos a salvo, ¡pero no quería irme con las manos vacías y decepcionar a todo el mundo!

-Esperad – salte- , ¡podemos ayudaros a buscar setas si nos dejáis quedarnos con una p-…! – me había lanzado ya en busca de la aprobación de las habitantes del bosque. Pensaba mientras hablaba esperando convencerlas, pero cuando estaba en medio de mi petición caí en un detalle que nos habían contado - … ¿Se os van a comer, decís…? ¿Pero por qué harían eso?

Mire a Nezu y Rudy. Sabía más o menos la respuesta a mi pregunta...

[SleepyKoumi]

En ningún momento había pensado en regalarle la gorra al digimon a pesar de que parecía gustarle. Fue toda una casualidad que acabase con ella cuando mi ropa cambió pero decidí dejársela. Negué con la cabeza cuando preguntó si estaba enfadada. No estaba enfadada, sólo estaba... molesta, molesta porque nunca quise que nadie dependiese de mí y aún así eso estaba pasando (aunque no sólo dependían de mí, daba igual, la cuestión es que yo tenía cierta carga de responsabilidad). Asentí luego, cuando el científico me dijo que los monstruos digitales no podían salir sin nosotros, eso tenía sentido y respondía a una de las preguntas; sin embargo, la otra... "No sois sacrificios, si pudiéramos hacer esto en vuestro lugar, lo haríamos. " Me abstuve de responder, la gente no era de fiar y yo ya me estaba resignando a tener que pagar el pato.

Antes marchar apunté mentalmente el detalle de que era fácil morir si nos destruían y la forma de acceder a nuevos mapas, también memoricé los objetivos: reunir datos, comida y conseguir un digimon eléctrico para ser una suerte de generador. Luego me dirigí a la cafetería tras haber elegido mi grupo, iríamos al norte. En el camino sonreí ¿Qué clase de cosas nos esperarían?

Al entrar en la cafetería todos enmudecieron al verme y yo me apresuré en tapar bien mi ojo con el pelo para que se viese lo menos posible. Ya sabía que había gente que me temía pero no pensé que fuese para tanto "No muerdo, ¿saben?" pensé preguntando si podía llevarme algo para comer y me percataba de que Guilmon se descolocaba la gorra, sonreí divertida y mientras cuchicheaban se la volví a poner bien.

Me sorprendí al ver que, realmente, me tenían mucho miedo ya que la chica que me tendió los dulces envueltos parecía estar temblando. Diablos, sé que hay veces que me salto las clases, respondo a los profesores y me meto en líos pero... ¡Yo a ellos no les había hecho nada! Suspiré y cogí lo que me tendía, sonriendo con arrogancia aunque en realidad hubiese preferido que no estuviesen tan alterados por mi presencia.

-Gracias, dejadlo en nuestras manos -respondí antes de darme la vuelta pensando que aquello era raro pero no le di importancia- Vamos, Guil... ¿Puedo llamarte así? Se me hace más fácil acortar el nombre -comenté antes de sorprenderme por ver que Tomi y un chico de segundo estaba en la salida ya - Aún así, si quieres podemos buscar uno propio, como Kiara para mí... tú decides

Me apresuré en alcanzarles y les saludé con la mano, no sin antes dejar los dulces a buen recaudo en uno de mis bolsillos. El rubiales no me dijo nada pero el otro, el bajito de segundo, me dijo que no me separase sin avisar entre otras cosas. Sonreí con suficiencia y no pude evitar la tentación de responderle.

-Haré lo que yo quiera y si puedo arreglármelas sola, lo haré -respondí con orgullo- Vayamos saliendo entonces, a ver si quién da la talla... -desconocía la situación del chico, pero yo al menos tenía cierta experiencia "viviendo" en la calle lo cual me hacía sentir como si tuviese ventaja- ¿Listo? -le pregunté al digimon rojo antes de seguir a los otros dos

Realmente no me esperaba nada en particular pero me sorprendió verme de repente en un gran desfiladero de piedra, con caminos y cuevas horadados en piedra. En cuanto miramos la primera que se nos presentó, vi que lo que había allí se parecía mucho a una tienda, todo en verdad se parecía a una especie de gran mercado; sin embargo, no había nadie. Fruncí el ceño enseguida.

-Los lugares abandonados nunca me han dado buena espina -comenté, observando a mi alrededor con mucho cuidado- Por una vez, diría que estoy de acuerdo con el bajito -respondí cuando dijo que podríamos mirar en la trastienda, con una sonrisa algo malvada mientras me acercaba más al interior y veía la misteriosa puerta

Para un ladrón un lugar abandonado con pinta de poder tener algo útil era siempre bienvenido; sin embargo, al final aprendes a la fuerza de que hay que tener cuidado, no vayas a meterte en problemas por robar. Me acerqué a una de las sillas tiradas y vi que tenía una pata quebrada, aunque aún estaba unida. SI lograba separarla tendría algo con lo que defenderme, algo más sólido que mis manos desnudas. Le di un par de patadas para romperla pero no lo lograba sola.

-¿Me ayudas? -le pregunté a Guilmon. Al final, no sé cómo logré tener como arma la pata de la silla, pero lo logré. Eso sí, hice un poco de ruido y me di cuenta de que había eco lo cual me dio mal rollo.- ¿Quién te ha dicho que puedes darnos órdenes? -le pregunté al de segundo mientras me acercaba a ellos- Bueno, este es el plan, si sale algo esperamos a que falcomon haga algo y si tiene pinta de peligroso, le arreamos- le dije luego a mi compañero digimon, poniéndome algo más rezagada que el castaño de segundo. Debía reconocer que el plan no era malo, así que lo seguiría- yo también intentaré luchar pero confío en que me cubras, seguramente no tengo tanta fuerza como cualquiera de vosotros -añadí después, poniéndome en posición, alzando el bate, por si era necesario el uso de violencia- Cuando quieras -fue lo último que dije, al de segundo, antes de que la puerta comenzase a ser abierta por el otro chico

[Aritriel]

Esperé pacientemente a que Elecmon me dijera si le gustaba su nombre o no, mientras caminábamos. Trardó un rato en responder y, cuando lo hizo, parecía especialmente serio. Tuve la sensación de que se lo estaba tomando demasiado en serio, pero tampoco le dije nada. Me alegraba de que le hubiera gustado el nombre.

Una vez fuera parecía que todos estábamos de acuerdo en que ir a preguntarles por ese mundo a los pokémon bebés sería la mejor idea, aunque si Lunamon (no, Lunamon no. ¡Ilargi! Tenía que recordarlo) no era capaz de entender a los bebés, tal vez Trydan tampoco. Y, hablando de mi digimon, parecía realmente enfadado por el hecho de que los pobres bebés estuvieran allí solos en medio de la nada. La verdad es que estaba de acuerdo con él, así que asentí cuando terminó de hablar. Pensé en si podríamos llevarlos a un lugar más seguro, pero tampoco conocíamos ninguna ciudad cercana o algún lugar habitado en general...

Cuando estuvimos más cerca, comprobamos de qué clase de digimon se trataban. Reconozco que me sorprendí bastante cuando vi que el RH funcionaba. No pretendía dudar de la habilidad del señor Kenji, pero que ese aparato pudiera mostrarnos la información de todos los digimon que encontráramos se me hacía difícil de creer. Salí de mis pensamientos cuando noté a Trydan ponerse frente a mi, intentando protegerme de algo, y me vi rodeada de repente de todos esos Kapurimon que no paraban de hacernos un montón de preguntas, como niños pequeños. A pesar de las palabras de Draco, el casco que tenían sobra la cabeza me pareció muy gracioso. Aunque estaban montando mucho jaleo...

-Eh... Venga,tranquilos... No hagáis tantas preguntas a la vez, por favor...-intenté conseguir que no armaran tanto alboroto- ah...-. No creo que lo consiguiera...

[Malfuin]

@Kiara[II ]:

-Puedes llamarme Guil -dijo Guilmon-. Claro, es un buen nombre. Pero si es posible no me cambies el nombre cada vez que digievolucione... si es posible.

@Kiara[II ], Nenti[ I ]:

-Claro, dejaré que el más frágil de los dos abra la puerta mientras yo me escondo detrás, buena idea -comentó Falcomon, aunque siguió tus instrucciones-. Golpe lacerante... Espero que no haya un inocente Poyomon al otro -refunfuñó.

Mientras tanto, se oyó un chasquido a sus espaldas. Guil acababa de partir la pata de una silla para que Kiara pudiera utilizarla como arma. Así que Nenti estaba preparado para abrir la puerta, con Falcomon al lado, y Kiara y Guil muy a mano preparados para cualquier eventualidad.

-Dorumon, apóyales si pasa algo inesperado -musitó Tomi, que seguía con los codos apoyados en la barra y la barbilla sobre las manos. Parecía francamente aburrido.

Nenti abrió la puerta de golpe. Nada. El pasillo tras él estaba oscuro y había unas escaleras que bajaban a cierta distancia.

-Un poco paranoicos, ¿no? -preguntó Tomi, incorporándose-. Creo que si hubiese alguien aquí habría salido antes de que tuviéramos tiempo que entrar. La verdad, es una pérdida de tiempo que...

-¡Eh! ¿Quiénes sois? ¿Qué hacéis aquí? ¡No podéis entrar sin permiso! -dijo una voz procedente de las escaleras. Os alejasteis un poco de la puerta y finalmente la criatura que había hablado subió. Tomi echó mano a su RH de inmediato y lo enfocó.

Era un Goblimon.

[LightHelco]

—¡Oh! ¿En el mundo digital no hay teatros? Aunque…igual es porque acabáis de nacer… Bah, no tiene importancia. Un teatro es un lugar en donde la gente cuenta historias de todo haciendo cada uno de un personaje de esa historia —le expliqué de forma simple, no sabía si conocería las palabras actuar y papel —. Por ejemplo en una historia de amor entre un caballero y una princesa, habría una persona haciendo del caballero y hablando y actuando como él y otra que haría de la princesa.

Tras aclararle a Ilargi lo que era el teatro, miré con la RH los Digimon bebes que teníamos en frente, los cuales se llamaban Kapurimon. Eran bastante monos aunque los cuernos de sus cascos parecieran realmente peligrosos y más me lo parecieron cuando se lanzaron en grupo hacia nosotros. Vi como Ilargi y el resto se colocaban frente a nosotros para defendernos, pero no hizo falta que tuviesen que atacar, ya que los Kapurimon solo se dedicaron a saltar y pedirnos comida y regalos.

Ninguno de mis dos compañeros parecía saber qué hacer con los bebes, por lo intenté ver si el peluche de Osechú seguía estando conmigo y se lo enseñé a los Kapurimon.

—Sí, tengo un regalo para vosotros, pero solo os lo podré dar si nos hacéis un poquito de caso —ofrecí el peluche sonriéndoles de forma amistosa a los monstruitos.

[Loud]

- Suzu, creo que nos quieren atacar..

Susurre rapidamente a DoKunemon: - Confio en ti para protegernos, que yo no se pelear... pero solo si nos atacan.

No quiero empezar a pelear tan gratuitamente, aunque si esto es como en los juegos este seria nuestro primer combate...

- Podemos ayudar a buscar setas y llevarselas a vuestro señor, si no le ofende, podemos ser sus sirvientes recogiendo setas, asi el tendra muchisimas setas mas de lo que ha visto nunca y nosotros nos iremos con algunas y no nos volveremos a ver, es un trato justo!

Aun asi yo ya iba con la idea de que nos iban a pegar, asi que ya me estaba preparando para correr, que no quiero estorbar a DoKunemon poniendome en peligro.

[Malfuin]

@Senetyl[II ], Lira[II ]:

Uno o dos Kopurimon se detuvieron a escuchar a Senetyl, pero la mayoría no hicieron casi. Sin embargo, todos se quedaron inmóviles y en silencio en cuanto Lira mostró el muñeco de peluche. Se reunieron en cono en torno a ella y la miraron con ojos brillantes. Mafy se dio la vuelta, conteniendo la risa.

-Eh... Yo... Yo también quiero uno -dijo Ilargi, mirando el muñeco que Lira sostenía.

-Espero que tengas uno para cada vez que haya que sobornar a un puñado de críos -bufó Trydan, y se dio la vuelta.

-¿Qué sucede? ¿Qué queréis que hagamos...? -preguntó el Kopurimon más adelantado, con ojos clavados en el muñeco.

@Rudy[ I ], Suzu[ ]:

-¡Nos comerán si no llevamos suficientes setas! -dijo el Aruraumon-. ¡Y no podemos permitir que os llevéis ni una sola! ¡Nube venenosa!

Los puntos brillantes comenzaron a extenderse y se formaron nubes moradas frente a vosotros. Entonces, con el RH en alto, Nezu se adelantó y comenzó a gritar.

-¡El veneno no llegará lejos con esta lluvia! ¡Gizamon, lánzate a la derecha y si nos atacan con hiedra pasa a toda velocidad para cortar! ¡DoKunemon, intenta paralizar a unos cuantos con hilo eléctrico! ¡El rayo debería ser efectivo con esta humedad! ¡FanBeemon, elévate y lánzales agujas desde fuera de su alcance! ¡Reduzcamos su número antes de que saquen ventaja!

Gizamon fue el único que obedeció con rapidez. Los otros Digimon se quedaron paralizados en un principio ante la sorpresa de recibir órdenes tan tajantes de parte de alguien que no era su compañero. Casualidad o no, el siguiente ataque de los Aruraumon fue Hiedra venenosa: extendieron sus dedos como raíces hacia vosotros y su Digimon pasó a toda velocidad cortándolas y haciendo retroceder a los atacantes.

Un poco tarde, DoKunemon decidió obedecer y disparó un hilo eléctrico sobre uno de los enemigos. El ataque le envolvió y tras unos momentos electrocutó a la presa, que cayó al suelo de espaldas. FanBeemon también se había movido, pero parecía estar esperando el consentimiento de Suzu.

-¿Qué os pasa? -preguntó Nezu, irritado, toqueteándose las gafas de la frente-. ¡Podemos ganar si seguís mis instrucciones!

[Loud]

Pero que... ¿De que conoce Nezu a estos digimon? Yo conozco a DoKunemon porque en el RH sa... ¡Ah! ¡Es verdad! Nezu ha estado todo el rato pegado al RH, entonces yo puedo hacer lo mismo.

[...]

- DoKunemon, con esta lluvia solo nos pueden atacar desde lejos con sus hiedras, asi que dejales quietos con tu Red de Captura y atacales con el hilo electrico, y ambos esquivaremos esas hiedras, ¡Confio en ti!

No es que me guste mucho que Nezu le de ordenes a DoKunemon, y tampoco parece gustarle eso a el, pero podria habernos avisado antes de que podiamos hacer esto.

[LightHelco]

Cuando les enseñé el peluche a los Kapurimon se reunieron de sopetón todos alrededor mío y se me quedaron mirando en silencio mientras sus ojitos brillaban. Escuché a Mafy reírse por lo bajo, algo que me molestó un poco, ya que yo al menos había conseguido callarlos y que nos hicieran caso y bueno, la situación aquella no mejoró mucho cuando Ilargi me pidió que le diese también el peluche.

Jo. Aquellos Kapurimon estaban realmente monos mirándome de esa forma y con sus ojitos… ¡Quería abrazarlos y llevármelos a casa para cuidarlos! Pero no quería deprimir a Ilargi por darle a uno de los bebes el peluche. ¡Ah! ¡Decidir aquello era muy difícil!

—Jo… es que son todos muy monos —refunfuñé por lo bajo, después me dirigí a Ilargi — Pero es que lo necesito para que nos ayuden, si quieres cuando volvamos al planetario te compro un peluche de los que vendían… o mejor, los que quieras, dudo que alguien se preocupe de que pasemos por caja.

Le acaricié la cabeza de forma cariñosa para que viese que tarde o temprano también le iba a dar un regalo a ella, pero en estos momentos Osechú era necesario para poder ganarnos a los Kapurimon.

—Pues…esto… Nos gustaría saber donde podemos encontrar el código de datos de esta zona —les pedí a los bebes tras lidiar con Ilargi —. Oh y también si conocéis algún Digimon eléctrico. Si nos ayudáis con estas dos cosas os daré el peluche para que juguéis con él.

No vi necesidad de preguntar por el tema de la comida sabiendo como era el paisaje, aparte de que los monstruitos se nos habían acercado pidiéndonos algo de comer, por lo que probablemente eso se lo tuviésemos que dejar a otro de los grupos.