Rol Saagio

[Dyray Cífer]

-Pero que demo-

Tras la caída, miro a mi alrededor. Todo parecia normal, excepto por una cosa. ¿No estaba yo en clase? ¿Que demonios hago yo en una pradera? Y... ¿que es esta cadena? Nunca la había vis-

La cadena se transforma en la guadaña, lo cual me sorprende un poco. Sin embargo, enseguida consigo manejarla y de-transformarla.

-Vaaaale, esto es muy raro.

A mi alrededor están varios de mis compañeros. Me acerco a ellos para preguntarles si ellos saben que ha pasado y preguntar si ellos tienen algo como mi guadaña. A su vez, intento decidir con ellos hacia donde ir. Creo que lo mejor seria acercarnos al pueblo, aunque está un poco lejos. Quizá en el bosque podamos encontrar recursos...

[LightHelco]

No entendia muy bien lo que habia ocurrido, intentaba buscarle una explicacion logica pero lo unico que hacia era confundirme mas, la voz de un chico me saca de mis pensamientos.

- Ni idea, yo estaba en clase tranquila cuando apareci aqui - le contesto mientras me rasco la cabeza, al hacer esto me doy cuenta de que siento algo raro pasando por mi cabeza, me miro las manos y en una de ellas veo un plateado con algo raro dibujado....o quiza escrito en el - que narices puede ser esto...AGH! - el anillo se transforma en un puñal y del susto estoy apunto de darle al otro chico con el - vale, esto ya pasa de castaño oscuro.

[Alredstone]

Qeu co... -Es absorbivo por el portal-
Ouch! ¿D-Done estoy? ¿que ha pasado?
¡Anda, gente, y tienen armas! Lo mejor sera pedirles ay....
-Aparece la alabarda- Hostia puta maria magdalena!
¡Una alabarda, mi padre usaba una igual!
Yuhuuuuuuuuuu!...¿que estaba yo haciendo?...
Oh... si, los chichos, a ver:
-GENTEEEEEEEEEEEEEE!!!! ¿teneis idea de que pasa?

[Zodiark]

Desconcertado, ando en círculos, pensando qué ha podido pasar. Cansado de dar vueltas, me siento en el suelo y me coloco la mano en la barbilla, en pose pensativa. Tras esto, miro hacia abajo, y veo que hay algo en mi muñeca. "¿Y esta cadena?" me pregunto en voz alta. Cuando me levanto para seguir indagando por el lugar, la susodicha pulsera se transforma en dos revólvers. "¿Eh? ¿Se ha transformado en dos pistolas? Debo estar soñando..." A lo lejos, veo a un grupo de chicos, y me voy corriendo hacia allí. Mientras corro, me doy cuenta de que sigo llevando los revólvers. Pienso en tirarlos pero... algo me dice que debo llevarlos conmigo.

[Amilinne]

La confusión todavía me duraba, y en gran medida. La cabeza me daba vueltas y lo único que sabía era que no sabía nada. ¡Yo hace un momento estaba tan tranquila, aguantando a un profesor más pesado que mi cuñado en brazos, cuando de repente pasó...! ¿Qué pasó? Había sido todo tan raro. Los gritos, la premura, la oscuridad... Mi vista borrosa se fue recuperando poco a poco hasta que me di cuenta de que no estaba sola. No toda mi clase había "ido" conmigo, pero al menos tenía compañía... Me levanté torpemente. La mayoría ya estaba hablando entre ellos.

-Eh... ¿Chicos? Soy yo, Ami... ¿Dónde...? -Me di cuenta de que era una pregunta completamente estúpida. ¿Cómo iban a tener ellos más idea que yo de dónde estábamos? Miré a nuestro alrededor, preocupada-. ¡V-vayamos al pueblo...! ¡Tal vez allí alguien nos diga dónde estamos, y con las referencias podríamos volver a casa!

Señalando en dirección a la villa, me di cuenta de que tenía algo que no me pertenecía. Toqueteé un poco aquel anillo usando la mano libre y, con un resplandor que me hizo pegar un chillido, se transformó en una lanza. Asustada, miré a los demás. Parecía que ellos también tenían un arma. ¿Qué estaba pasando...?

[Alredstone]

Sip, confirmado, todos tenemos armas.
Y todos estamos igual de desconcertados.
Propongo ir al pueblo, allí podremos conseguir indicaciones sobre que esta pasando.
¿quien viene?

[LightHelco]

- Mucho no haremos aqui sentados, asi que vayamos al pueblo y preguntemos donde estamos y si es posible que son estas armas.

[Drail]

Sin apenas darme cuenta llegue de repente a una especie de pradera como la que suelen haber en todos los videojuegos que he jugado... Me habria empanado demasiado en clase y estaba soñando? ... No, juraria que la caida me habia dolido un poco. Cuando levante la cabeza para ver lo que habia alrededor vi algunos conocidos del cole. Los habia visto por ahí, pero no eran de mi clase, apenas los conocia. Al levantarme note algo en la oreja, intente quitarmelo... pero era un pendiente...
- Ah-AH! Que es esto!? Yo no llevo pendientes! Que hace uno pegado en mi oreja?
Queria quitarmelo como fuese. Queria preguntarle a alguna de las chicas que habia como se quitaban esos trastos, pero cuando me acerque parecia que todos se habian reunido. Todos llevaban armas que antes no llevaban, ¿sera el pendiente este un arma tambien?
Decidieron ir al pueblo, me parecia bien. Allí deberia haber alguien que nos diga donde estabamos y por el camino ya se lo preguntaria a alguna de las chicas como se quitaba el pendiente.

[Dark]

@All

Mientras vais al pueblo, veis que empieza a a arder. Todas las viviendas del pueblo están ardiendo, pero cuando lleguéis aún podréis entrar, si os atrevéis.
El bosque está ahora muy lejos, y parece que detrás del pueblo hay unas montañas. Podríais rodearlo y seguir por las montañas a ver qué veis o podéis hacer tirando por dentro del pueblo. Lo mismo hay gente aún... pero a medida que os acercáis más, empiezan a amainar las llamas. Parece que lo consiguen apagar ya el incendio, aunque el pueblo esté ahora medio en ruinas.

Por otra parte, los que tenían las armas transformadas vuelven a su estado original y se tornan oscuras.

[Amilinne]

Me importa poco lo que ha ocurrido con aquella extraña arma, ¡el pueblo al que nos dirigimos está ardiendo! No obstante, decidimos no volver atrás, y según nos acercamos parece que la cosa se calma.

-¡Deberíamos ayudarles...! -sugiero sin demasiada fuerza. Nosotros somos los que venimos a buscar ayuda, pero no podemos negar nuestro apoyo a un lugar que ha sufrido tal calamidad. Los supervivientes tienen preferencia.

Y aunque pudiera sonar egoísta si lo decía en voz alta, de ese modo nos deberían un favor... La amabilidad se paga con amabilidad, y ambos bandos están padeciendo necesidad. Es justo, ¿no?

-¿No...? -susurro para mí misma, torciendo el gesto.