1 de diciembre de 2009
Hoy no vino Ryoji al instituto, nos pareció raro, anoche parecía la mar de sanote.
Mitsuru me felicitó por mis últimos logros académicos y me invitó a que la acompañara a un sitio.
Para mi sorpresa, donde quería ir era nada más y nada menos que al humilde restaurante de ramen al que suelo ir.
Estaba como un pez fuera del agua.
Pero le daba corte venir sola y no tenía a quien pedírselo.
ARCANO III - LA EMPERATRIZ
La madre universal, la fertilidad, la maternidad, la dulzura. La sexualidad de la mujer y su uso para dar a luz y para el placer. La pasión, la sensualidad, y la emoción no necesariamente controlada. La Emperatriz representa la necesidad de una experiencia apasionada, y la necesidad de "soltarse el pelo" de vez en cuando.
Como ya se nos hacía tarde volvimos a la residencia.
2 de diciembre de 2009
Hoy tampoco vino Ryoji, y Aigis estaba especialmente rara y se fue nada más terminar las clases, algo que nunca había hecho.
En cualquier caso pasé la tarde con Yukari y volví a la residencia. Hoy había luna llena pero no esperábamos que ocurriera nada extraordinario, al fin y al cabo se supone que ya acabamos con todas las sombras.
Y Aigis seguía por ahí, bueno, yo me fui a la cama...
Ryoji:
Tú... tú eres...
Ryoji:
Bueno, si te digo la verdad, acabé aquí casi sin darme cuenta. Es extraño... el cielo y el suelo están tan raros, y no hay nadie aquí... Ha pasado algo terrible, y sin embargo me siento... en paz.
Aigis:
La Hora Oscura. Un período de tiempo en el que pocas personas permanecen activas. Pero tú, de alguna manera te has adaptado, demasiado bien para ser un humano.
Ryoji:
...
Aigis:
Sí... Ahora lo veo claro. Ahora entiendo lo que siento cuando tú estás cerca.
Ryoji:
¿Tu enemigo...?
Ryoji:
Fue hace mucho tiempo...
Aigis:
Eso es... Tú y yo ya nos hemos visto antes...
Ryoji:
Y... ¿quién eres tú?
Aigis:
Yo soy Aigis. El último arma de control de emergia anti-sombras. Una máquina creada para destruir sombras.
Ryoji:
Creada para... destruir sombras...
Ryoji:
Sí... hace diez años...
Ryoji:
La noche que nací en este mundo... Yo estaba en este mismo puente.
Aigis:
El único propósito de mi existencia es destruir sombras...
Aigis:
...por ese motivo me dieron una personalidad... y un Persona.
Ryoji:
Decían que yo era "La Muerte", el decimotercer arcano que nunca debió ser...
Ryoji:
No estuve mucho tiempo en este mundo... antes de que partes de mí se desperdigaran... dejándome incompleto. Entonces fue cuando me encontré contigo...
Aigis:
Aun así, tu poder era mayor del que lo que había anticipado...
Aigis:
La única alternativa era sellarte. Y las circunstancias quisieron que hubiera un recipiente adecuado.
Aigis:
...un niño humano que había cerca.
Aigis:
Así que hice lo que consideré necesario.
Ryoji:
Ya veo. Así que estuve dentro de él... Y le conducí hasta mis doce fragmentos restantes sin que se diera cuenta... Y entonces...
Ryoji:
Ugh... ¡lo recuerdo! ¡lo recuerdo todo!
Ryoji:
¡Ahora todo tiene sentido! Quién... y QUÉ soy...
Aigis:
¡PALADIÓN!
Ryoji:
Detente, no seas inconsciente, Aigis...
Ryoji:
...es imposible que me venzas... soy diferente a cómo era antes...
Aigis:
Una máquina se crea con un propósito... El mío es derrotarte... No existo para nada más.
Ryoji:
No tiene porque ser así...
Aigis:
Ugh...
Aigis:
Lo siento... He fracasado...
Aigis:
Una máquina que no puede cumplir su misión no vale nada...
Aigis:
Lo siento...
Aigis:
Tengo... miedo...
Yukari:
Bueno, hoy es luna llena... Tú también lo has notado, ¿no, senpai? Me siento como una adicta al trabajo.
Yukari:
¿Será Strega?
Mitsuru:
No ha detectado a ninguno de sus miembros, pero no podemos estar seguros.
Fuuka:
He confirmado la localización de Aigis.
Por la noche, durante la Hora Oscura, nos levantaron a todos y nos dijeron que teníamos que apresurarnos al puente en el que estuvimos la última vez.
Allí estaba Aigis, hecha polvo, me pidió que me acercara...
Pero antes de que pudiera responder alguien inesperado hizo su aparición.
Ryoji en carne y bufanda. Aigis entonces se desconectó por completo.
Ryoji no mostraba signos de hostilidad, así que le preguntamos qué diablos pasaba.
Un momento, ¿no dijo Ikutsuki que las doce sombras debían reunirse?
Es como si a él le chocasen las revelaciones tanto como a nosotros, empezaban a fallarle las fuerzas.
Le preguntamos más sobre este "ente maternal" como él decía.
Sí, el abuelo de Mitsuru, eso lo sabíamos.
Eso debió de ser el accidente, ¿fue el padre de Yukari el que sabía lo que iba a pasar y lo saboteó? Y dijo que luchó contra Aigis...
Ya me imaginaba por donde iba la cosa...
Él era Pharos, el niño raro al que solo yo podía ver...
Eso explica que aunque los SEES existieran desde hace tiempo no aparecieron las sombras gordas hasta que yo vine...
Entonces perdió el sentido... Hemos decidido traerlo a la residencia y dejar que descanse, lo único que podíamos hacer era dormir y esperar a mañana, aunque yo no creo que vaya a pegar ojo...
3 de diciembre de 2009
Puf... qué día, hoy...
Escuchando:
Místico
En fin, a ver si soltándolo por aquí al menos consigo despejarme y pensar las cosas con claridad.
Tal y como quedamos, nos reunimos en la última planta con Ryoji para que nos contase lo que no pudo ayer.
Concretamente, todos nos convertiríamos en víctimas de lo que hemos llamado "síndrome de apatía" como los que pululan las calles, apenas vegetales incapaces de hacer nada, hasta que nos consumiéramos...
Por supuesto, esto era lo que más nos interesaba.
Se refería a la campana que sonó en Tartarus cuando Ikutsuki mostró su verdadero rostro...
Con fecha y todo...
Sí, esa era la idea que yo mismo tenía en un principio.
Pero en términos comunes, no es algo a lo que puedas ir y partirle la cara.
Él ha vivido dentro de mí, sabe el poder del que disponemos y de lo que somos capaces, y aun así...
Aunque Ryoji era el catalizador de dicho porvenir, parece que el tiempo que estuvo conmigo le hizo adoptar humanidad.
Su oferta es, que si le matamos, Nyx vendrá igualmente, pero desaparecerá la Hora Oscura y todos nuestros recuerdos asociados a ella, así que no sabremos lo que va a pasar...
...
El pobre Ken no podía aguantar más, con todo lo que ha tenido que pasar a su edad y ahora esto...
Ryoji nos daba todo el mes para pensarlo porque entonces perdería su forma corpórea... se despidió y nos dijo que volvería en la víspera de año nuevo.
Entonces volvimos al vestíbulo, pero no hablamos entre nosotros, simplemente no encontrábamos las palabras.
Y ya me fui para mi cuarto.
Pobre Aigis.
