Ahí estaba Ilyas, en su séptima hora de mirar las pantallas (lo cual, si ya era aburrido durante las horas de trabajo, lo era aún más por la noche, cuando los empleados se iban y solo quedaban los guardias dando vueltas por los pasillos y ocasionalmente quedarse de pie hablando sobre por qué estaban ahí), cuando de repente se encontró con un cuchillo en el cuello.
Eso era nuevo.
El guardia se levantó instintivamente, y para cuando quiso darse cuenta, quien sea que le tenía enganchado lo había metido en un cuarto de la limpieza lleno de gente rara (y uno muy bajito), uno de los cuales ahora encima le estaba intentando amenazar.
Crow escribió:Vanja observó como Rauðr iba a llevar a cabo su movimiento, y empezó a prepararse para sacarle información al vigilante en cuanto lo tuvieran controlado, preguntandole en voz baja, bien de cerca: -¿Donde están los datos de las operaciones? ¿Donde está la nave?
Si no fuera a contestar a la primera, tenía un método para hacerle hablar. Amartillaría el revolver, pondría el pulgar del vigilante entre el percutor del martillo y la abertura que tenia que golpear para disparar la bala, y tiraría del gatillo, dejando que el percutor se enterrara en su dedo. Repetiría las preguntas: -¿Donde están los datos de las operaciones? ¿Donde está la nave?
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— ¡E-En la intranet! ¡Cuelgan una copia de todas esas mierdas para el contable! — el guardia ladeó la cabeza y frunció el ceño — ¡El cacharro está en el almacén, pero lo tienen vigilado todo el rato con... alarmas, y sensores, y esas cosas!