Digimon Chapter 00

[SleepyKoumi]

Asentí y seguimos a los bebés que nos guiaban a la torre del centro del lugar. Allí encontramos a un digimon echo polvo, polvísimo, que parecía que no le quedaba mucho para palmarla ¿Quién diablos había hecho eso? Algo preocupada por la gravedad de las heridas, me acerqué y el tipo se levantó y me agarró, dándome un susto de muerte. Al escucharle le miré apenada y bajé la mirada cuando Guil nos separó.

Me sentía impotente al ver el estado del otro y pensar que no podía hacer nada. Era un ladrona pero no tenía medicinas y tampoco sabía cuánto iba a durar esa criatura digital ¿Y si, cuando lograse conseguir medicinas para él, ya había muerto? Me sentía débil, muy débil e impotente en ese momento. Si hubiese una forma de ayudarle... seguramente la habría, siempre hay una salida pero ¿y si yo no soy capaz de encontrarla? Miré a mi alrededor inquieta, buscando con la mirada algo, lo que fuese, que pudiese sernos de ayuda.

De repente Guilmon evolucionó pero esa vez no era Tyranomon... el RH me reveló que era Airdramon ¡y tenía un ataque curativo! Sonreí ilusionada, ¡ya podíamos ayudar al Deputymon! Con el vendaval que formaba Guil, cargado de unas extrañas chispas verdes, el digimon malherido empezaba a curarse; sin embargo, Guil empezaba a agotarse. Tenía que hacer algo aparte de mirar, estaba claro.

-¡Ánimo Guil! intenta concentrar tu ataque, poder... lo que sea, en las heridas más graves -pedí sujetando con fuerza la bandolera, la cual sólo tenía comida - Si estás cansado para, no podemos dejar que te agotes, y si necesitas reponer fuerzas te daré comida así que ánimo, tú puedes - dije intentando sonar por todos los medios segura y tranquila a pesar de estar bastante preocupada por el estado de los dos digimon, uno por las heridas y otro por el cansancio que le invadía a golpe de vista - Pequeños, ¿tenéis algo para cubrir las heridas? Seguro que juntos podremos hacer algo para que se ponga bien - les pregunté a un par de Kapurimon que había cogido al vuelo para asegurarme de que me escuchaban y mi voz no era opacada sus carcajadas.

[Malfuin]

@Suzu[III], Nenti[III]:

-Es que tenían buena pinta y... -Zach agachó la cabeza con vergüenza-. Llevas razón, no debería...

Kyukimon os miró a unos y otros, y de repente soltó una carcajada.

-¡Qué educación! -exclamó-. Que los humanos enseñen modales a los Digimon... Sí, es divertido. Termina de comerte eso -ordenó el extraño Digimon a Zach- pero no cojas nada más.

-¡Muchísimas gracias, señor! -FanBeemon hizo una especie de extraña reverencia, realizando un giro con dos de sus patas.

-Como iba diciendo... -Kyukimon se dejó caer sobre los cojines-. Nuestro Mundo Digital no existiría si vosotros los humanos no creaseis los entornos apropiados, del mismo modo que el universo por mero azar creó un entorno apropiado para vuestra aparición. Somos como primos hermanos, descendientes de la misma casualidad cósmica. Y sin embargo, se produce una extraña dualidad, puesto que los Digimon somos mucho más fuertes y sin embargo estamos totalmente a vuestra merced. Si el ordenador en el que estamos existiendo se apagara, para siempre, este mundo terminaría. Pero he aquí la paradoja: el ordenador que contiene este mundo está dentro de este mismo mundo. Mientras ese artefacto sagrado esté en poder de los humanos, los Digimon no tendremos control de vuestras propias vidas. Y sin embargo, si conseguís los códigos, os llevaréis ese instrumento al Mundo Humano. Eso garantizaría que el Apocalipsis llegue tarde o temprano. Si guardamos los códigos a salvo de vosotros, este mundo podrá seguir existiendo para siempre.

Kyukimon se incorporó sobre la montaña de cojines en toda su altura y os miró desafiantes.

-¡Os lo preguntaré una vez más! -exclamó-. ¿Por qué debería entregaros la herramienta de nuestra propia perdición? ¿Qué motivo puedo tener yo para arriesgar la continuidad del universo que habito! ¡Dadme una buena razón!

@Kiara[ I ]:

-¡Sí que puedo! -exclamó Guil, aleteando con más fuerza-. ¡Claro que puedo!

Notaste que tu RH vibraba en el bolsillo y el torrente de polvos verdes se hizo más intenso. La silueta de Deputymon brilló en verde por un momento y al instante se incorporó, perfectamente curado, con el cañón reparado y la ropa impoluta.

Los Kapurimon entraron en tropel y cubrieron al Digimon de briznas de hierba que habían arrancado en el exterior para cubrir las "heridas" que ya no estaban (y que no habrían mejorado con la solución de los bebés). Sin embargo, cubierto de hierba y rodeado por los bebés, Deputymon sonrió felizmente.

-Gracias -dijo mirándoos a ti y a Guil-. El Digimon que me atacó utilizó conmigo un ataque maldito. Mis heridas sólo habrían empeorado más y más hasta destruirme por completo, de no ser por vosotros. Sin embargo, debo disculparme -añadió, inclinándose ante Airdramon, que se había enroscado en el suelo-. Me temo que es probable que vuestro esfuerzo no sirva de nada... Estoy obligado a volver a enfrentarme a ese Digimon, aunque sepa que no tengo modo de vencerle -suspiró-. Es porque él está atacando la zona al oeste de aquí, y yo... Yo soy el sheriff de ese lugar.

[LightHelco]

—¡Buen trabajo, chicos! ¡Seguid así y ganaréis! —les anime a nuestros Digimon viendo que se las estaban apañando bastante bien contra Karatenmon.

El Digimon enemigo entonces se colocó en una posición defensiva, como si esperase que le atacásemos nosotros. Además nos ordenó que nos largásemos antes de que Lilithmon nos cazara, porque no teníamos ni una oportunidad ni aun venciéndole a él... bueno, no es que nuestro objetivo en ese momento fuese Lilithmon.

—No me gusta nada que se haya quedado tan quieto... ¿Rudy, crees que Toku podría atravesar su defensa? —le pregunté al chico volviendo a repasar los ataques de Ilargi —. Si es así, Ilargi podría usar sus bombas para dormirle mientras esta aturdido y Trydan solo tendría que darle el golpe de gracia.

[Drail]

Toda esa explicación era un tanto confusa. El ordenador al que se refirió Kyukimon debía de ser el portátil del señor Kenji. Podía entender que hubiese esa especie de relación entre ambos mundos recordando cómo habíamos llegado a parar en él, pero…

-…Entonces, ¿qué pasaría si el ordenador fuese destruido dentro de este mundo? ¿Nos quedaríamos como estamos ahora o… llegaría este fin del mundo?

En un momento como este pensé que lo mejor que podrimos hacer era compartir información con Kyukimon y explicarle nuestra situación.

-Hay una amenaza en este mundo que nos persigue a nosotros, los humanos, y os pone en peligro a vosotros, los digimon. Hay un grupo de humanos llamado Eridani que pretende matarnos. Son unos terroristas que no sabemos desde donde nos atacan, pero ya lo han hecho varias veces, a base de tomar el control de digimons de este mundo y usando sus cuerpos sin que puedan resistirse. No sabemos de lo que son capaces aparte de esto ni de si tienen alguna otra intención aparte de matarnos, ¡pero si su único objetivo es el de acabar con nosotros os dejaran en paz si conseguimos volver a nuestro mundo! ¿Sería lo de esperar, no? – pregunté a Nenti.

Puestos a pensar, desde todo el incidente que hizo que nos fuésemos del parque científico, no había tenido oportunidad de hablar con la profesora Ziel. Había cosas que quería preguntarle, pero ahora aún más.

-Si el ordenador es lo que os preocupa puede que haya alguna manera de que regresemos a nuestro mundo dejando el ordenador aquí, podemos intentarlo.

[Loud]

- ¡Esas palabras son las que usaria un cobarde! No nos das miedo ni tu ni Lilithmon.

Esta claramente asustado, tenemos la victoria asegurada, cuanto antes acabemos mejor.

"¿Rudy, crees que Toku podría atravesar su defensa?"

- Ah.. eh.. si.. si, ¡Claro que puede, Toku ya sabes que hacer, no puede hacer nada contra ti!

[Aritriel]

A pesar de lo fuerte que era el Karatenmon, conseguimos hacerle retroceder entre los tres. Trydan no había salido indemne, pero estaba claro que el digimon enemigo se había llevado la peor parte; y, además, estaba a la defensiva. Miré al rival, preguntándome si con eso sería suficiente como para que se rindiera o sí tendríamos que seguir atacando noté que sus ojos brillaban de repente. Parpadeé. ¿Qué había sido eso?

Antes de que pudiera reaccionar, Lira ya había ideado un plan y nos había ordenado atacar; y Rudy no había dudado en obedecerla. Su plan no parecía malo en absoluto, pero de repente tenía un mal presentimiento.

-¡No! ¡Esperad! -grité- ¡Trydan, no ataques todavía! Sus ojos han hecho algo raro, estate atento a lo que pueda hacer. Espera la momento adecuado.

[Malfuin]

@Senetyl[ I ], Rudy[II ], Lira[II ]:

Ilargi dudó y miró alternativamente a Sen y a Lira, pero Toku se lanzó como una centella en cuanto oyó la confirmación de Rudy, y no hubo tiempo de detenerle.

-¡Satori! -gritó Karatenmon. Se adelantó un paso y lanzó dos estocadas simultáneas hacia el aire vacío delante de él... de manera que JewelBeemon se ensartó contra ellas y siguió su ataque hacia adelante sin conseguir golpear al enemigo. Su cuerpo centelló mientras dos enormes heridas se abrían en su cuerpo, y al instante siguiente se convirtió en un Stingmon que cayó de rodillas.

-¡Toku! -Ilargi saltó por encima del enemigo y se arrodilló junto a Stingmon. Generó una esfera de agua en su mano y la interpuso entre ella y el enemigo, en actitud protectora.

Mientras tanto, Trydan permanecía inmóvil, pero se le oía respirar profundamente y su cuerpo se iba volviendo, lentamente, más grande y brillante. Era como si estuviera cargando un ataque más poderoso en su interior.

-¡Espadas malditas! -dijo Karatenmon, apuntando una hacia Lekismon y otra hacia FlareRizamon. Los filos de ambas armas fueron recorridos por una especie de espinas negras. Sin embargo, no pasó nada. Los ojos del enemigo volvieron a emitir aquel brillo sospechoso, preparándose para recibir otro ataque.

[Crow]

Al final salvamos la situación, pero Kyukimon tampoco es que tuviera muchas ganas de darnos el código. Y tenía buenos motivos para ello. Me rasqué la cicatriz mientras pensaba.
-Pues... voy a ser sincero. No tengo argumentos para contradecir lo que dice. Pero voy a decir todo lo que pienso: Es cierto, que nos llevemos el ordenador de vuelta es terrible para este mundo. Aunque si nos quedamos aquí es igual de malo. Como ha dicho mi compañera, hay un grupo que posee digimon para hacerlos atacar nuestro actual refugio en el mundo digital. Que ellos deseen nuestra muerte no es mas que una consecuencia de que nos opongamos a ello, lo que quieren hacer es matar al científico que inventó la digitalizacion y destruir los datos de esa tecnología, que se encuentran en su ordenador. No creo que sea complicado dejar el ordenador aquí cuando nos vayamos, y si el profesor Kenji se opone, siempre podemos hacer que se lo quite de las manos uno de nuestros compañeros digimon, pero ni eso asegura que, aunque lo custodiéis en el sitio más seguro de este mundo, eridani no posea un digimon poderoso para llegar hasta él, querrán no quieren que ese ordenador siga existiendo. Pero es la más segura de las opciones. Igual hay una forma de hacer que el ordenador siga existiendo pero deje de estar presente en un lugar donde pueda ser alcanzado... pero para eso habría que convencer a Kenji de que lo investigara o que alguien de aquí nos diga como hacerlo.

Me quedé callado, expectante. Había hablado mucho, y más que intentado ser convincente, había intentado poner todas las cartas sobre la mesa.

-Esas son nuestras opciones, y como la ultima es una conjetura mía, dejarnos marchar y dejar el pc aquí me parece la elección más segura.

[SleepyKoumi]

Observé algo preocupada cómo Airdramon aleteaba con más fuerza. Me molestaba un poco que, por mucho que quisiese, sólo podía darle ánimos y buscar una forma de ayudar; me sentía algo inútil. Me sorprendí al notar que el RH vibraba y lo saqué del bolsillo mientras el Deputymon brillaba. Segundos después se levantó como si no hubiese estado a punto de morir, de hecho parecía que se había estado echando una siesta reparadora en vez de suplicar por su vida moribundo.

-¡Increíble! -alabé al ver el resultado del ataque justo antes de que unos cuantos bebés cubriesen al ex-herido con briznas de hierba. La escena era muy tierna, la verdad- Él lo ha hecho todo - respondí señalando a Guil. Yo no había hecho nada por lo que no me merecía ese agradecimiento.

El digimon reveló ser el sheriff de la zona a la que nos estábamos dirigiendo ¡Qué casualidad! Lo bueno es que podríamos ayudarle un poco más y, si no nos habíamos retrasado mucho, alcanzaríamos a los demas; dos pájaros de un tiro. Miré a Guil y, por si acaso, le tendí un bollo por si lo quería para reparar fuerzas.

- Nosotros nos dirigíamos a esa misma zona - fue lo primero que dije - Tenemos nuestros motivos pero seguramente te podremos ayudar ¿Qué te parece la idea, Guil? - le pregunté. No había dicho que estábamos buscando el código de la zona porque, en ese momento, no venía a cuento y no quería arriesgarme a meter la pata hablando más de la cuenta; ya sabéis lo que dicen: hombre precavido vale por dos - Además, si no nos hemos retrasado mucho, alcanzaremos al grupo que estamos siguiendo. Seguro que sabrás de quiénes hablo porque han tenido que pasar justo antes que nosotros.

[Aritriel]

Había sido una trampa... y Toku había caído en ella, sufriendo graves daños y retrocendiendo de nivel. Parecía que habíamos perdido nuestra ventaja, y atacarle podía resultar demasiado arriesgado. Miré a los digimon, desesperada por pensar en algo. Si no lo derrotábamos, podría ir al área siguiente y atacar a los digimon que había allí. O avisar a Lilithmon para que intentara acabar con nosotros cuanto antes. Me mordí el labio.

Entonces se me ocurrió una idea, y me acerqué a Lira y Rudy para contársela y asegurarme de que el otro digimon no nos escuchaba. Por suerte no parecía querer atacar, así que esperaba tener algunos segundos.

-Trydan está cargando un ataque, y podemos aprovecharnos de eso-susurré-. Pero necesitamos distraer al Karatenmon para que no pueda contraatacar o, al menos, que lo gaste antes de tiempo y no pueda herirnos gravemente. Ahora al menos sabemos lo que puede hacer. ¿Creéis que Toku y Lira podrían atacarle y ser lo suficientemente rápidos como para esquivarlo? O golpearle a distancia. Entonces Trydan podría atacar mientras está ocupado defendiéndose de ellos.

Miré al digimon un segundo.

-Sé que es muy arriesgado, pero creo que es nuestra única oportunidad. ¿Lo intentamos?