Vamos a jugar a... -Foro-

-Este es el último... ¡Ya nos queda poco, Chicos! ¡Vamos!

-¿Nos toca subir ahora? *Sigh* Que se le va a hacer. Subamos.

-¡Si! ¡Al fin, la última zona! ¡Estoy que echo chispas, Psyche!

Entonces me subí a su espalda.

-¿Te molesta que vaya a tu espalda? Puedo andar si quieres, pero ya que puedes volar... si no te soy muy pesado, ¿puedo ir aquí? -dije, con tono de alegría y con una cara que irradiaba felicidad.

-¿Libros de colores? -miré en el DD el mapa de las zonas- Bueno, el único color que es distinto es el blanco. Debería ser negro ese libro, ¿no?
Me acerqué un poco a él.
-Deberíamos...
Pero me callé enseguida. Una imagen cruzó mi mente e hizo que se me erizara el vello. ¿Pero qué? ¿Qué significaba aquello? ¿Cómo era posible que...? Todo... todo perdía el sentido y a la vez lo cobraba... Decidí aparentar normalidad. No sabía si había sido mi imaginación al fin y al cabo.
-D-Deberíamos probar con... este -acabé, sin acercarme más al libro.

-Pues miraré de tocarle yo o hacerle lo que sea al blanco, ¡sí!

Dicho eso, toqué el libro blanco, a ver qué ocurría.

@Drazham[III], Dyray[III], Drail[III], Final[II ]:

Observáis como Dark toca las páginas del libro blanco y es absorbido por ellas. En cuanto desaparece, el libro se cierra de un golpe, y por más que lo intentáis, no conseguís volver a abrirlo.

@Dark:

Apareces junto a Psyche en lo alto de las gradas de una especie de coliseo de hielo construido sobre un iceberg. Es de noche y hay una increíble tormenta de lluvia y rayos en un mar solitario, razón por la cual el escenario sobre el que os encontráis se tambalea mucho. Abajo, en el centro del coliseo a la deriva, está Vikemon, que agarra sus armas con gesto desafiante.

-Esto es malo. Coged otro libro, tal vez nos conduzcan hasta él! -digo, mientras cojo el de color azul.

@Dyray[III]:

De inmediato, eres transportado junto a Commandramon a un océano en calma en pleno día. Ambos caéis al agua y os mantenéis a flote con cierta dificultad.

Y entonces algo veloz y enorme brota del agua y os apunta con una lanza. ¡Es Neptunmon!

-¿Magno, estás bien?

Pensaba rápidamente. Estaba en una situación que no me favorecía mucho... Y ese Digimon... parecía bastante fuerte... Creo que solo quedaba una alternativa; una que esperaba usar contra el Antivirus en caso de emergencia...

-Magno... ha llegado la hora de hacer "eso"

Saco el digivice de mi bolsillo, y con una voluntad férrea, aprieto el botón trasero.