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Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 25 Mar 2016, 02:14
por Impredecible
Bueno, aquello había sido... intenso. No es que mis deseos de un épico combate aéreo se hubiesen cumplido, pero no me podía quejar.
Primeramente, habíamos descubierto que otro clan estaba empeñado en hacernos la competencia. Y la puñeta, a juzgar por cómo nos habían recibido. Que poca educación. Nosotros teníamos más estilo.
Además, habíamos conseguido superar la misión, pese a que no teníamos precisamente la suerte de nuestra parte. Si hubiesemos tenido que enfrentarnos con todo aquel clan de golpe y con Antracita a la vez probablemente no habríamos salido vivos del barco.
El barco.
Nuestro barco.
Teníamos un barco.
Solté una risilla feliz al recordar aquello. Le habíamos quitado el barco a Antracita de debajo de las narices y ahora nos serviría como una enorme y flotante muestra de que íbamos en serio con aquello. Me encantaba.
Vale, no lo habíamos conseguido de la forma más legal posible, y no estaba seguro de cómo reaccionaría el resto del grupo a aquello... ¡pero teníamos un barco! Y con chofer, según Bolvir.
Hice una mueca de dolor involuntaria al recordar a la ángel perdiendo las alas de cuajo y, con un suave suspiro, me giré ligeramente para acariciarme una de las mías. No podía enfadarme con Arsna por hacer aquello, puesto que solo estaba defiendiendo al grupo, pero sí estaba molesto con el resto de mis acompañantes por ni siquiera reaccionar al respecto. ¡Era un ángel! Un ángel sin alas solo es un humano con delirios de grandeza.
Resoplé pesadamente, dejándome caer en la cama. Tenía que centrarme en los asuntos mas importantes por ahora, como el hecho de que Arsna estaba muerto. Temporalmente, según había mostrado la experiencia de Vinu y lo que sabía sobre Forasteros en general, pero aun así me sentaba mal. Tenía que aplicarme más en lo de proteger al grupo antes de que aquello se me saliese de control.
Centrado en aquellos pensamientos estaba cuando Kineban vino a reclamar mi presencia. Si a mi me había afectado la muerte de Arsna, lo mío no había tenido ni punto de comparación con la reacción del Tharul.
Como imaginaba, el pobre minino iba en busca de apoyo emocional tras aquello.
-Bueno -contesté tras un suave suspiro una vez Kine se desahogó-, nos lo estamos intentando tomar con un poco de optimismo, si se puede tomar la muerte con optimismo... La experiencia de Vinu nos dio datos valiosos, y aquellos forasteros del barco tampoco parecían muy preocupados porque les matásemos, así que creo que podemos afirmar que Arsna volverá en unos días. No es capaz de quedarse quieto cuando está aquí, ¿por qué pensar que un accidente va a conseguir pararlo? -apoyé las piernas en la cama y los brazos en las rodillas y continué-. Y no es que sea yo precisamente un especialista en muertes, los ángeles tenemos la manía de ser dificiles de matar para compensar el hecho de que las guerras son esencialmente como nos comunicamos, pero no creo que tengas que preocuparte... Fijo que en algún punto de ahí fuera hay algún sitio que te acogerá si te pasase algo. Nos haga más o menos ilusión, todos tenemos algún sitio al que volver -le di una palmadita amigable al gato y sonreí-. Y seguro que Vinu y Arsna están dispuestos a explicarte como funciona todo eso para que no pases fuera de aquí más tiempo del necesario.
Sonreí satisfecho al ver que el gato parecía más tranquilo, pero todo control que pudiese tener sobre la situación se desvaneció en el momento en el que reveló el sable. Vale. Eso era nuevo. No era bueno con los regalos. Traté de mantener mi apariencia guay y calmada y fallé horriblemente.
-O-Oh... ¿Gracias? -atiné a decir- Osea, quiero decir... Lo agradezco, pero no... no era realmente necesario...
Estaba tan nervioso y tan aturrullado por aquello que apenas fui vagamente consciente de las palabras del Tharul hasta que la visita nos interrumpió. Asentí ante la despedida del gato y decidí salir de tiendas para despejarme. Ya no necesitaba comprar nada por ahora, pero puesto que había decidido quedarme con el hacha del forastero, no era mala idea vender mi hacha antigua y, ahora que tenía arma nueva, mi katana. No venían mal unas monedillas extra, y no podía permitirme ser sensiblero con espadas. Una vez volviese a casa, dedicaría un rato a practicar con la kotetsu. Pese a mi larga historia con hachas, le había cogido tal costumbre a luchar con la katana que ya podría considerarme un Maestro de Sable.
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 27 Mar 2016, 13:44
por LightHelco
Por lo que había dicho Seis Cazuelas, parecía que el cachorro no podía hablar lo cual hizo que sintiera más odio hacia aquellas personas que lo habían encerrado en la mina. Mas tampoco valía la pena enfadarse ya, el pequeño estaba a salvo y por su aspecto había encontrado una familia que lo trataba bien.
Tras despedirme de él y coger la recompensa, volví a mi habitación para lavar mis nuevas heridas y limpiar las posibles manchas de sangre que pudiese tener la armadura. En cuanto estuve lista, salí como era ya costumbre, de la posada para ir hacia el edificio abandonado en donde me dedicaba a entrenar. Mi aliento estaba perdiendo fuerza, quizás por las extrañas leyes de aquel mundo o porque ya solo practicaba con mis garras, pero necesitaba recuperar su letalidad.
Pase bastante tiempo sin conseguir ningún resultado. Tanto mi aliento de hielo como el de agua, no conseguía que fueran mejores. Entonces recordé los sucesos de la biblioteca y como vimos a varios magos crear una página de hechizos. Quizás necesitara más, si quería ser más poderosa, debía seguir las leyes de ese mundo. Busqué una tienda de magia por la zona, la que encontré… distaba mucho de ser buena y casi no tenían productos a la venta, di las gracias a mis dioses por al menos haber conseguido una página de un hechizo de agua: Tautiner Hwaur, u Ola de Caballería como lo había llamado el tendero.
Tras pagarle el dinero correspondiente, volví nuevamente al edificio abandonado. Pero por el camino escuché a alguien gritando, en silencio y con cuidado, me acerqué al origen de aquello hasta encontrarme a un hombre amenazando a otro. Escuché para ver cuál era la razón de aquello y al darme cuenta de que el hombre con el arma era un bandido abusando del otro, no dudé en acercarme por la espalda y atacar. A poco estuve de rajarle el cuello ya que el bandido no me vio llegar, había realizado un ataque sigiloso con éxito, haciendo que el malhechor soltara su cuchillo. Tras todo lo que me había enfrentado, aquel bandido cayó en poco tiempo, fui a preguntarle a la víctima como se encontraba, pero esta ya no estaba allí.
Me rasqué la nunca confundida, pero al final no le di importancia, después de todo aun tenía un entrenamiento que realizar.
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 27 Mar 2016, 17:10
por Impredecible
La sabiduría pesaba.
Con un resoplido, dejé en el suelo de habitación las cajas que había sustraído de la biblioteca, con intención de echarles un ojo más tarde. Los documentos que había encontrado sobre barcos voladores eran mi principal interés, pero quizá encontrase algo más si rebuscaba un poco. Tendría que consultarlo con el resto del grupo.
Estaba bastante satisfecho con como había salido la misión: habíamos tenido éxito, no había habido bajas, lo cual era un consuelo después del incidente de Arsna en el barco, habíamos conseguido material extra que podía ser importante, y nadie tenía pruebas para acusarnos de nada. No me podía quejar.
Además, estaba contento con el desempeño del grupo. Tenía la sensación de que poco a poco empezábamos a ser capaces de funcionar como algo parecido a un equipo, y aquello me motivaba. Aún así, seguía opinando que era labor mía protegerlos. Quizá incluso liderarlos si era necesario.
Miré de reojo las cajas y suspiré. Tenía trabajo por delante, y quería ir de tiendas en busca de armamentos y obsequios, pero aquello podía esperar. Había algo mucho más importante que hacer primero.
Una vez Baseryn, Vinudren y Lwiestho volvieron a la posada tras hacer sus cosas individuales, reclamé su presencia y, una vez los tuve a todos sentaditos y escuchando, hablé.
- Como os comenté en la biblioteca y creo necesario que sepáis, ahora tenemos un barco -comencé, tratando de mantener calmado mi entusiasmo por aquello-. Bolvir, Kine, Arsna y yo tuvimos que colarnos en el barco de Antracita para matarle, y aparte de que tuvimos una refriega con otros Forasteros (pero eso da igual, solo son la competencia), una vez nos deshicimos de él fue como "Venga, vamos a quedarnos el barco, ¿por qué no?" -tomé aire y continué. La ronda de preguntas luego.- Además viene con chofer y todo. Había una ángel con la que tuvimos un ligero... incidente -agité las alas sin querer- pero que ha aceptado trabajar para nosotros como conductora. Bolvir se encargó del trato y es él quien tiene los detalles, pero por lo que sé, le permitió que vendiera el alijo de droga del barco para pagar los costes a cambio de servirnos. No es que sea el trato más honrado del mundo, pero...
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 27 Mar 2016, 19:50
por Santi_gf
Después de haber logrado Comprender la Oscuridad, repasaba lo que me había escrito durante mis experimientos mientras borraba esos escritos, y presté especial atención a unos cuantos que resumían como me había ido con aquello:
"Creo que esto me va a costar más que comprender el fuego, la verdad. Al parecer, me gusta menos estar en mi habitación, a oscuras, que estar tonteando con Hdaur. Para que mis ojos no se acostumbren a la oscuridad, con tal de...bueno, ¿'ver más oscuridad'? he ido usando Hdaur, uno tras otro cuando veo que veo demasiado, cerca de la cara. O lo mismo se podría decir que veo poco en esos casos...Tercer Hdaur."
-Nota del antebrazo derecho, cubriendo todo este en letra grande.
"Creo que ya llevo más tiempo tratando comprender la oscuridad que el fuego, o al menos esto se me está haciendo eterno. Parece mentira, pero no estoy hecho para quedarme mirando la pared, o donde estaba la pared antes de que el último Hdaur se apagara. No sé muy bien que trato de hacer en todo esto, así que he ido probando cosas: he tratado de recordar que había en cada sitio para saber si las... oscuridades se perciben de forma distinta según lo que rodean, pero no me parece así. En ese aspecto, lo veo todo muy negro (perdona eso, sabes como yo que necesito hacer gracias con esto). Por otra parte, cuando comprendí el viento entendí que existía un patrón en sus movimientos, que era así por lo que era, signifique eso lo que entendí durante unos instantes. Pero con las sombras no tengo tanta suerte, ¿falta de luz para comprender la oscuridad? Lo dudo, y no me pienso tirar por la ventana por ello. A partir de ahora toca experimentar como lo hice para comprender el fuego. Ánimo yo, espero que leas esto sin sentirte tan imbécil como te aseguro que lo hacías mientras lo escribías. Decimoprimer Hdaur."
-Nota de la pantorrilla derecha, donde se aprecia que me iba quedado sin sitio mientras anotaba.
"Creo, y digo creo para mantener la tradición, que ya lo tengo. Si, comprendo la oscuridad, por estúpido que suene si se dice, o se escribe, así. Para comprender el fuego me fijé en los patrones que formaba mientras estaba vivo, así que he estado tratando más o menos lo mismo con la oscuridad, pero justo después de que las llamas de los Hdaur se apagasen para ver como las sombras devoran la luz que desprende el fuego hasta reducirlo a oscuridad simple y llana. Recuerda comprobar que no has perdido visión haciendo todo esto y, para terminar con todo esto: Decimotercer Hdaur."
-Nota de la espalda y cerca del cuello, porque era el sitio más amplio que me quedaba. Escrito al revés para ser leido con espejo y con florituras en las letras del final, que estaban en un renglón aparte y centradas sobre la columna. Me daba pena borrar eso último que me había quedado bastante bien, así que lo dejé mientras me puse a borrar el resto.
Y con eso terminé de borrar mis notas provisionales, me faltaba cambiarme de ropar, que todavía llevaba la del guardia por lo extrañamente cómoda y abrigada que era, y estaba listo para ir a hablar con Aker sobre lo que hicieron durante lo de matar a Antracita, que ya deberían de haber vuelto los demás de hacer sus cosas. Aunque tambien me faltaba frotarme muchos los ojos, desde luego, porque hacer este tipo de cosas no podían ser muy sano y los sentía un tanto cansados, y después de todo esto quería ir a comprarme Dahun Hdaur antes de irme a dormir... Suspiré mientras me masajeaba los hombros y abría la puerta de mi habitación.
Mientras Akerteh iba contando los detalles de la misión no parían de sugirme una duda tras otra: ¿qué Forasteros? ¿Nos hemos ganado enemigos, otra vez? ¿Donde está el barco y cómo es? ¿Cómo es que nos fiamos de una ángel al que le hemos hecho algo que no parece ser muy bueno? ¿Por las tormentas, que se le ha hecho, a todo esto? Y, sobre todo: ...¿tratos con droga?
Me callé sin formular ni una pregunta con una cara que debía ser un poema comecuernos de un par de páginas y esperé a que fuese otro el que hablara tras todo esto mientras me quedaba de piedra sentando sobre mi silla, pensando más sobre el asunto. Bolvir... estas cosas no se hacen. Parpadeé conscientemente, no lo había hecho en un rato y me parecía que la última vez que lo había hecho no sabía que tenía una ángel trabajando para nosotros vendiendo droga de qué tipo a saber dónde y a saber a quienes. Giré mi cabeza para ver a los otros dos que escuchaban la historia, Vinudren y Baseryn, y esperé, porque algo me indicaba que no lo iba a tener que hacer durante mucho tiempo.
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 27 Mar 2016, 21:43
por Crow
Llegué cargado de cajas a mi habitación, que solté pesadamente en el suelo. Me senté de piernas cruzadas al lado y me puse a estudiar atentamente los escritos sobre la creación de Sincropolis y, sobretodo, aquellos firmados por Raluen, aunque no había muchos de esos. Una vez hube terminado, los guardé a buen recaudo, al fondo de la caja y bajo la cama, y mientras pensaba en que gastarme el dinero que tenía acumulado, pasé el rato lanzando un cuchillo contra la puerta. Realmente no me gustaba llevarlos a la batalla porque son cortos, pero ya era prácticamente un Maestro con el cuchillo.
Aburrido y preocupado de haberle hecho demasiados agujeros a la puerta, me levanté y busqué una tienda de armas con buen aspecto. Después de vender mi espada y mi arco, me decanté por una Hoja Rúnica porque los símbolos me recordaban a mi hogar (aunque no entendía que sentido tenían en una espada, menuda perdida de tiempo, pero bueno) y un Arco largo como el que usaban los camaradas elfos.
Al volver a la posada, Aker nos quiso comentar sobre el barco volador y las condiciones de adquisición, y en serio que lo estaba haciendo sonar todo mucho más complicado de lo que debía ser realmente.
-Pues si es él que sabe las condiciones del trato, no se por que nos lo cuentas tu, pero da igual, es cosa vuestra. Ya os espabilareis con esa ángel y lo que sea que le hayáis hecho.
Me retiré a la barra para pedirme una cerveza e invité a Baseryn a lo que le apeteciera como había prometido.
-Chica, ojala los dragones de mi tierra fueran la mitad de fáciles a la vista de lo que eres tu, porque te juro que son feos de narices. Lombrices con alas. Por no hablar de que a esos de ninguna manera los podrás meter en una biblioteca... al menos no sin que se coman a un bibliotecario o dos.
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 28 Mar 2016, 00:48
por Malfuin
-Vosotros sois libres de hacer lo que queráis -dijo Nvazka, dirigiéndose a Bolvir-. Pero la verdad es que no me gusta que la gente de Raulën haya fijado su vista en vosotros. La posada estaba bien para cuando erais aprendices, pero los auténticos equipos de cazadores tienen sus propias sedes, ya sean refugios ocultos o locales abiertos al público. Y por si se te ocurre pensarlo... No, no voy a dejar que convirtáis mi posada en la sede de Akerith Elisen.
A pesar de sus palabras confiadas, Nvazka miraba la puerta con intranquilidad un buen rato después. En la habitación de Bolvir, él y Kineban probaban una mezcla de las sustancias que habían obtenido durante la misión. En cuanto Bolvir tomó un trago, sintió que le invadía una furia tremenda. Rompió la botella y, sin poder contenerse, comenzó a atacar con ella a Kineban. Sin embargo, el Tharul había sentido algo extraño en su interior al tomar un sorbo: valor. Un coraje rayano en la locura que hizo que no retrocediera ni un milímetro mientras el enorme lupino le atacaba. Se movió lo necesario para esquivar los golpes más directos, y aunque se llevó unos cuantos cortes no les dio la menor importancia ni temió que le ocurriera nada por ellos (de todos modos, se cerraron en segundos). Kineban siguió bebiendo tranquilamente su copa mientras Bolvir derribaba muebles, gritaba maldiciones y trataba de matarle.
Unos días más tarde, mientras discutían los pormenores de la adquisición del barco volador, volvió a ocurrir. Sin que ninguno de los presentes lograra prestarle atención hasta que ya se había marchado, Kuo se las ingenió para entrar en la posada, arrancar el cartel que había puesto anteriormente y largarse por donde había venido. Para cuando el grupo comprendió lo que había pasado, no había ni rastro de la misión en el tablón. Todos se quedaron mirando hacia la puerta, que acababa de cerrarse de golpe. Y cuando se volvió a abrir, aunque esperaban ver al hada que acababa de marcharse, se encontraron con que era un Goran el que acababa de llegar.
Arsna había regresado.
Carta a lo desconocido
Aprendiz.
Esta será la última carta de la que deberéis haceros cargo, y también la más peligrosa. Tendréis que entrar en uno de los lugares más terribles de Sincronópolis, y también en uno de los más desconocidos... Si os reunís conmigo en el lugar habitual, os daré toda la información.
Noble enmascarado
Recompensa: 300 monedas
Los que acechan en las sombras
Aprendiz.
Es el momento de utilizar la información que recabasteis anteriormente. En esta ocasión os enfrentaréis a los ladrones y asesinos de Sincronópolis, pero andad con mucho cuidado: hay verdaderos profesionales a las órdenes de Lignito. No os enfrentéis a ellos sin necesidad, sed cautelosos y limitaos a acabar con su líder. Os esperaré en el lugar en el que nos vimos por última vez.
Gudd Ferrel
Recompensa: 150 monedas
Un turbio negocio
Cazador.
La caída de Antracita me ha permitido acceder a nuevas vías de información. Gracias a ellas he podido echar el guante a datos sobre los tejemanejes de Turba... Aunque sin un interrogatorio será imposible llegar hasta ella. Hay varios candidatos a interrogar: los pocos contactos que hacen de intermediarios entre ella y sus casas de alterne y prostíbulos. Es muy probable que os tengáis que hacer pasar por clientes, o incluso por... Mercancía. A pesar de mis desavenencias con Baseryn, su peculiar aspecto la haría idónea para satisfacer ciertos fetiches, y por tanto agradecería su presencia si está dispuesta a infiltrarse, en esta misión.
Gudd Ferrel
Recompensa: 300 monedas
A un Paso de la Libertad
Cazador.
Ahora sois poseedores del Péndulo Infinito y tenéis los planos necesarios para construir la Llave de las Mil Combinaciones. Este artilugio es capaz de abrir cualquier cerradura, siempre que tenga un tamaño estandarizado. Entregad el Péndulo y mis esquemas a Mick, el joven Tharul. Durante nuestro cautiverio le enseñé a manipular diversos artefactos y demostró una habilidad sorprendente, por lo que es algo así como mi aprendiz ahora. Mientras luchábais contra el monstruo de vapor, decidí darle estos carteles junto con algo de dinero que debía ir dándoos a través de un tercero cuando fueseis completando las misiones. También le pedí que utilizara parte del dinero que le di para hospedarse en algún lugar cerca de vosotros, así que no os debería ser difícil encontrarle. Una vez tengáis la Llave, ya sabéis dónde estoy prisionero: liberadme y acompañadme hasta mi refugio secreto, donde tengo mis propios ahorros para poder pagar como es debido.
Lloyd
Recompensa: 300 monedas
Estímulo mortal
Cazador.
Hay un grupo de capataces que han invertido una pequeña fortuna en comprar un enorme cargamento de Espiritosa. La Espiritosa es un tipo de cerveza bastante famosa, hecha por y para los grandes ogros de una tierra llamada Zarzaña. Se sabe que cuando alguien de una raza de talla menor la prueba, obtiene energía y soltura suficientes para trabajar durante días sin comer y dormir. ¡Pero por cada hora que trabajan, tienen una posibilidad entre cuatro de sufrir un ataque al corazón! ¡Y los muy bastardos pretenden colarla como cerveza normal entre sus trabajadores! He intentado de convencerles a todos de que dejen de beber cerveza en general, pero se han reído de mis advertencias... ¡La mejor solución es abordar y derribar el barco volador que transportará la Espiritosa hasta Sincronópolis! ¡He reunido todo el dinero posible para pagaros!
Freya
Recompensa: 150 monedas
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- En teoría, podemos hacer sesiones cualquier noche del martes al domingo de esta semana.
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 28 Mar 2016, 06:58
por Amilinne
Mientras Akerteh explicaba a Vinudren, Baseryn y Lwiestho cómo Bolvir se había hecho con una aeronave, yo estaba comiéndome una hogaza de pan distraídamente. Ya habían pasado varios días y Arsna aún no había vuelto. ¿Cuánto había tardado Vinu? Para ser sincero, no lo recordaba. Lo que sí recordaba con relativa claridad era aquella tarde que había pasado con Bolvir. ¿Qué...? ¿Qué había pasado exactamente? ¿Había tomado el lobo más que yo y por eso había entrado en aquel estado de furia irrefrenable, mientras que yo, al haber tomado un simpre sorbo, solamente había notado aquel sentimiento de seguridad y superioridad absoluta que me había permitido evitar sin ningún problema los intentos de asesinato del peludo chamán? Recordé el tarro que yo mismo tenía guardado en mi habitación y mi expresión se tornó una mueca. No quería que Nvazka lo encontrara, pero tampoco quería deshacerme de él. ¿Y si me venían bien en el futuro? Lo dejaría escondido un tiempo más.
No le guardaba rencor a Bolvir. Sí, era verdad que no había visto a Arsna, algo que prácticamente me había prometido. Y sí, me había intentado matar. Varias veces. Aparte de que era el que más intención tenía de aceptar la misión de la mano ejecutora de Raulën y la manera poco ortodoxa que había tenido de conseguirle al clan un barco volador. Pero gran parte de aquellos, desde mi punto de vista, errores eran debidos a un increíble choque cultural. Puede que fuera un tanto... cerrado a intentar adoptar cualquier otra costumbre, pero tampoco podía culparle. Ninguno de ellos estaba en Frontera por elección propia. Yo era el único que veía Sincrópolis como mi hogar. Más o menos. En cualquier caso, sentía cierta animosidad por parte una porción del grupo hacia Bolvir. Especialmente por parte de Baseryn. No lo compartía, y esperaba poder actuar como su pilar en caso de que se sintiera rechazado por los demás. Después de todo, gracias a él (¿o a la droga...?) le había perdido el miedo totalmente a su aspecto lobuno.
Me estaba terminando el tentempié cuando ocurrió. No me dio tiempo a cazarla. Para cuando me di cuenta de lo que había ocurrido, Kuo ya se había largado y ni siquiera había sido capaz de quedarme con sus rasgos característicos para poder identificarla más adelante. Me levanté de un salto en cuanto pude, prácticamente lanzando lo que quedaba de mi pan, y me abalancé hacia el tablón de misiones. La milië no había puesto nada nuevo... De hecho, había arrancado el papel. Eso significaba que retiraban su oferta. Ahora eran, sin lugar a dudas, enemigos del imperio a ojos de Raulën. Me mordí los labios, preocupado... pero también algo emocionado. No podía esperar a atravesarle la frente a aquel hada escuálida en frente de su rey.
Carta a lo desconocido, estaba convencido, me acercaría a aquel objetivo, así que le di prioridad.
Los que acechan en las sombras sería mi segunda opción, pues se lo había prometido a Gudd Ferrel, y... ¿oh? ¿Qué era esta nueva misión?
Un turbio negocio... Infiltrarse no era la especialidad de Akerith Elisen, nadie podía debatir aquel hecho, pero dudaba que un prostíbulo fuera el tipo de lugar en que se hablara de nosotros. La misión pedía específicamente la participación de Baseryn, pero... también habría clientes y clientas interesados en hombres, ¿verdad...? Le eché una mirada rápida a Akerteh y luego la devolví a la hoja de la misión, avergonzado. Casi me sentía culpable, pero no había duda. Tenía... experiencia. No podía ignorarlo. Si era necesario, realizaría aquella misión.
Sólo esperaba que el ángel no viniera conmigo. Eso lo haría todo mucho más complicado.
Cuando escuché la puerta abrirse a mis espaldas todo el pelo de mi cuerpo se erizó. Saqué automáticamente las uñas, preparado para arrancarle los ojos a Kuo o a cualquier otro que viniera a cazarlos. Llevaba días preparándose para el momento en que vinieran a la posada a por ellos. Conseguir una base de operaciones era difícil, pero esperaba poder hacerlo pronto por la seguridad de Nvazka, su negocio y el resto de los que se hospedaban allí. Sin embargo, no se trataba de ninguno de los enemigos que imaginaba. No era otro que...
-¡¡¡Ars!!!
Me tiré encima del cambiaformas nada más verle y lo atrapé en un cariñoso abrazo. ¡Realmente había vuelto! No había nada de qué preocuparse... Ahora me sentía un poco estúpido. ¡Pero estaba demasiado contento como para pensar en ello! ¡Miau!
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- every day is muh frontera day
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 28 Mar 2016, 20:20
por Crow
Junto a las nuevas misiones apareció Arsna, al que saludé levantando la copa desde el que era mi sitio habitual en la barra. Hacía poco había oído un jaleo en la habitación del lobo, pero a estas alturas había aprendido a ignorarlo igual que ignoraba el repiqueteo de los martillos sobre el yunque, las carretas llenas de mena y el rugir de la forja en los campos de concentración del imperio. Descartando aquel pensamiento rápidamente, me levanté a hacer sentir bienvenido al transformista. Tras eso, dejé que descansara de atenciones y me dirigí a echar un vistazo al panel. Decidí que
Carta a lo desconocido y
Los que acechan en las sombras debían ser terminadas ya, y que
A un Paso de la Libertad también era importante.
- Spoiler: Mostrar
- En teoria puedo cualquier día.
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 28 Mar 2016, 23:18
por LightHelco
Cuando el enano me invitó a beber algo no supe muy bien que pedir, había alguna que otra razón para que nuestros líderes nos vetaran el alcohol y es que un dragón borracho… es casi más peligroso que un dragón cuerdo. Aun recordaba la primera vez que me pasé con la bebida y como quedó el establecimiento tras ello.
Pero algo que había aprendido de los enanos, es que adoraban beber y no quería resultar grosera con uno que estaba usando su dinero para mi disfrute, así que acabé pidiendo algo que no fuera demasiado potente. Los dos nos sentamos en la barra y el enano me describió a los dragones de su mundo.
—Realmente… no se si se nos puede considerar dragones del todo —le respondí tomando un sorbo de aquella bebida —. En nuestro propio mundo hay dragones comunes, más grandes de lo que los de mi raza pueden llegar a ser, más peligrosos y letales de lo que deseamos ser y también más inteligentes. No sé que se les pasó a los dioses por la cabeza cuando nos crearon a nosotros, pero al menos me alegra saber que no nos dieron ese aspecto tan desagradable que describes —reí finalmente.
No pudimos hablar mucho cuando por la puerta de la taberna entró el desaparecido Cambiante, el cual también había caído durante una misión. Era bueno saber que todos nosotros volveríamos tras morir en Frontera, aunque… ¿cómo me tratarían los míos si regresara tras tantos años? ¿Llegarían a perdonarme? Muchas veces me preguntaba si sería mejor morirme y regresar a mi mundo, pero si tanto el enano y el Cambiante habían regresado, seguramente yo también lo hiciera. Bah, tampoco era bueno el comerme de esa forma la cabeza.
Tras terminar mi bebida, me levanté para coger una de las nuevas misiones. A poco estuve de empezar a reír cuando vi como aquel desgraciado de mi segunda misión estaba pidiendo mi presencia en una de las suyas y además para usarme para el placer de otros. Ni borracha aceptaría tal cosa, tenía mi orgullo, mi honor y aquello que me pedía era vergonzoso y humillante. Pero si iba a aceptar su misión sobre los asesinos, así que acabé apuntándome a
Los que acechan en las sombras, quizás así podía decirle bien claro lo que pensaba sobre su idea de usarme en su futura misión.
—También ayudaré a estos dos nuevamente, además de que el pequeño ogro parece estar listo para su fuga —murmuré apuntándome también a las misiones de
A un Paso de la Libertad y Estimulo Mortal.
Con eso zanjado, me acerqué al ángel para comentar una duda que tenía y es que no había terminado de entender que era ese asunto turbio con el que habían conseguido el barco.
—Ángel, una pregunta por lo del barco. Has dicho que el lobo ha prometido vender una cosa, ¿pero qué? —le pregunté confusa —. Discúlpame si te parezco ignorante, pero mi raza no cuenta con un vocabulario extenso y nunca había escuchado esa palabra que has usado… ¿doga era?
- Spoiler: Mostrar
- Sin problemas cualquier dia, pero vaya, si podemos evitar el domingo mejor que mejor, que el lunes ya por fin se vuelve a madrugar xD
Re: Frontera de la Neblina
Publicado: 29 Mar 2016, 01:37
por Impredecible
Apenas acababa de terminar de dar mis explicaciones sobre nuestro nuevo vehículo flotante cuando vi algo que entraba y salía muy rápido de la posada. Si no fuera por el ligero revoloteo de papeles en el tablón y por el hecho de que el resto de mis compañeros también había seguido la trayectoria de la puerta, hubiese pensado que era una ilusión óptica. Pero las ilusiones ópticas no pegan portazos.
Tampoco pareció ser una ilusión óptica lo que entró a la posada cuando la puerta volvió a abrirse: parecía que Arsna había vuelto al hogar. ¿Qué había sido, una semana? ¿Más? Por lo menos aquello confirmaba que lo de Vinu no era un caso aislado y podíamos tener una relativa tranquilidad en caso de que hubiese bajas. No es que fuese a permitir que hubiesen bajas, de todas formas.
Puesto que Arsna parecía ocupado tratando de librarse de Kineban, opté por saludarle con la mano por el momento y acercarme al tablón de misiones. La misión de Kuo había desaparecido sin apenas darnos tiempo a valorar todas las opciones. Todas las opciones eran "no", obviamente, pero no me gustaba la gente impaciente.
A cambio había varias que llamaban mi atención.
Carta a lo desconocido era mi prioridad (quería terminar dignamente mi época de cartero a sueldo), con
Los que acechan en las sombras siguiéndole de cerca (quizá Lignito demostraba ser un oponente más digno que Antracita), y, a estas alturas, no podía decirle que no a
A un Paso de la Libertad.
Justo estaba leyendo la segunda misión de Ferrel, quien por alguna razón había supuesto que proponer a Baseryn infiltrarse en un lupanar era buena idea (no sabía con exactitud qué había pasado entre ellos, pero sabía que había habido un desencuentro y que la cosa no había sido bonita, y aquello probablemente no iba a mejorarlo) cuando la susodicha dragona vino a mi lado.
- Bueno, ya sabes... -contesté ante la pregunta de esta, dudoso sobre cómo explicar-. Las drogas son ese tipo de sustancias que hacen que toda coherencia se pierda por completo... Básicamente, si en unos días nos topamos por la calle con un montón de gente semidesnuda -aún más semidesnuda que la mitad de integrantes del grupo, quería decir- que vayan cantando canciones populares y se queden mirando luces fíjamente, es que han tratado con nuestra nueva empleada.
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- ¿Quién no tiene vida y por tanto tiene libres todos los días? ¡Impre!