@Uzu
En cuanto tú rival bajó la pierna, alzaste los brazos para interceptarla. Pese a la fuerza que ejercía el chico, te las arreglaste para agarrarlo con saña y tomar impulso para lanzarlo. Una de las parejas se tuvo que apartar para que el obús humano no los aplastase. El pobre alumno se quedó totalmente inmóvil en el suelo… pero cuando estabas a punto de dar el combate por finalizado, comienza a levantarse lentamente, pero no parece que vaya a contraatacar. Se queda allí plantado mirándote fijamente. Como si te estuviese desafiando.
@Dyray
Tu oponente no logra mantener el equilibrio cuando le pones la zancadilla por sorpresa, dándose de bruces contra el suelo. En la caída, su espada se le escapa de las manos, quedando a tu merced. En vista de la situación en la que se encontraba, decide rendirse, no sin antes maldecir para sus adentros.
-Bueno, chicos –Eron se levanto de su asiento en el que observaba los duelos-. Ahora que habéis pulido un poco vuestros aceros, va siendo hora de enseñaros una de mis técnicas favoritas de la Esgrima Magna.
El proyector de la clase se encendió. Mostrando unos símbolos bastante extraños.
-Esto, señores, es la base de todo lo que aprenderéis en estas clases: Las runas del caballero –Eron apuntó con el dedo a aquellas imágenes-. Aparte de fortalecer vuestro cuerpo, también deberéis preparar vuestra mente. Las runas se encargan de concentrar toda esa energía interior en vuestra espada y desatar una fuerza increíble –Eron carraspeó-. Hoy os enseñaré las bases de la técnica de la Espada Alada. Se trata de un truco que os ayudará a hacer frente a múltiples ataques, pero… bueno, ya lo veréis por vosotros mismos. Ahora, tendréis que grabar en vuestra mente las runas de esta fila.
Prestaste toda tu atención a las runas que el profesor os indicó. Al cabo de un rato, notaste aquellas imágenes te rondaban por la cabeza. Como si pudieses agarrarlas y emplearlas de algún modo. Después de estudiarlas más a fondo, parecía que tenías cierto dominio en estas, aunque un tanto inestable.
-En fin, estas runas se encargarán de darle a vuestras armas el toque especial de la Espada Alada, aunque es un poco pronto para que la realicéis a la perfección. El próximo día pondremos en práctica la susodicha técnica –dijo Eron-. Esto es todo por hoy.
@Zodiark
El chico se lanzó con las dos cuchillas por delante, haciéndolas girar. Consigues bloquear su ataque. No obstante, el golpe es lo suficientemente fuerte para hacerte retroceder y perder el equilibrio.
-Interesante. Has logrado bloquear mi ataque –el chico se volvió a preparar para atacar otra vez-. ¿Pero crees que podrás con otro?
-Es un poco descortés de su parte atacar a alguien indefenso –replico Lerika.
-¿Descortes? ¿Me trae a rastras a su clase para que luche con uno de sus alumnos y encima se queja? –exclamó el chico.
-Si tiene tiempo para quejarse, lo tiene para luchar -.Lerika dejo de prestar atención al joven y se dirigió a ti-. Escucha, jovencita. La defensa no siempre suele ser la solución en los combates. A veces hay que anticiparse al rival –dijo Lerika-. ¿Recuerda perfectamente el tema del equilibrio? Temple su espada y alma para localizar un punto flaco –Lerika se retiró-. ¡El combate sigue!
@Crow
El robot responde a tu acometida agarrando la lanza y apoyándose en ella para pegar un bote y caer sobre ti. De otro salto se quita de encima de ti.
-Tu rival tiene buen juego de pies –dijo Apolo-. Pero no olvides que los draconarios son los jinetes de los vientos. Esos brincos que da no se comparan a los Saltos de un draconario.
El autómata se aproximaba hacia ti dando piruetas en el aire. Resultando un blanco bastante complicado.
-La mejor forma de pillar a ese granuja es en su propio elemento –Apolo te hizo un par de señas para que te colocaras en posición-. Ahora escucha: apoya la lanza en el suelo e intenta concentrar algo de energía alrededor de tus pies. Cuando la tengas, suéltala de golpe. Que no te de miedo pegar un buen bote, el techo de este aula es bastante alto.
@Loud
El robot esférico se aproxima hacia ti tambaleándose. No te resulta complicado volverle a golpear con tu vara incandescente, dejándolo en un amasijo de metal fundiéndose.
-Una demostración magnífica, señorita –dijo Simon-. Y recuerde que no solo podrá encantar su arma.
Tu vara se apagó completamente. Después de un pequeño respiro vuelves a tu pupitre para continuar con la clase.
Eiko ha aprendido la técnica Encantamiento
@Final
@Dyray
Las clases terminan por hoy. Ambos salís al mismo pasillo al tener las aulas muy cerca de cada una. Pero antes de que decidáis donde ir, observáis a una chica de pelo castaño mirando el plano del centro bastante nerviosa y confusa. Fénix, parece que esa chica te resulta familiar…