Vamos a jugar a... -Foro-

Creia que... solo me... sujetaria..

- Floramon... yo con..fio en ti... acaba con... palmon.. tienes la fuerza... para hacerlo... hemos esperado mucho... para encontrarnos... y nadie nos... separara...

Agarro las hiedras con todas mis fuerzas y tiro de ellas para intentar tirar de palmon.

- ¡Tu puedes!

La técnica del sopapo estaba funcionando hasta que el gusano se escapó. Pero al escaparse, lanzó una telaraña eléctrica a Penguinmon y empezó a tener espasmos. Al ver esa estampa, lo único que podía pensar era en darle su merecido. Y eso iba a hacer.

—¡Penguinmon intenta soltarte de las cosas esas, tú puedes!

Pero eso no iba a ser suficiente, así que corro hacia el gusano para darle una patada y poder sacarlo de la vista, y entonces poder ayudar de alguna manera a Penguinmon. Tenía que sacarle de las telarañas esas.

—¡Maldita sea! ¡¿Un boss, tan pronto?!

Labramon dijo que les dáramos órdenes con el dispositivo digital, y como ya lo había estado trasteando antes, no me costó demasiado volver a encontrar la lista de habilidades que podía utilizar. Alice y Gazimon (o Bunnymon, como ella se empeñaba en llamarle) fueron a por Gabumon, así que me puse frente a Otamamon para combatir contra él.

—Bien, es el primero y además por su cara de bobo deduzco que no debería ser muy duro —murmuré a Labramon—. A por él.

Para colmo, de reojo vi que a Alice no le estaba yendo demasiado bien, así que supuse que con la habilidad que quería que mi compañero utilizara podría ayudarla. Dicho y hecho, ordené a Labramon que utilizara Retrieving bark, esperando que tuviera el efecto que quería y pudiera aturdir, o como mínimo distraer, a ambos enemigos. Sólo esperaba no perjudicar también a Alice y Gazimon con ello.

—¡Acércate de un salto y atácale con tus garras! —le diría, funcionase o no la habilidad.

@Tris (50%)

-Otamamon no es muy duro, no -concuerda Labramon contigo, Tris.

A Otamamon no parecen gustarle demasiado vuestros comentarios, y forma una bola de agua frente a su boca que lanza en dirección a Labramon. Sin embargo, tu compañero Digimon la disipa con su ladrido sónico, aunque al parecer su efecto no alcanza a Gabumon o Gazimon.

-¿De un salto? Ains...

Labramon pega un brinco sin demasiado entusiasmo y ataca a Otamamon con sus zarpas. El digimon renacuajo se lleva un arañazo en toca la cara y retrocede. Gruñendo, dispara otra bola de agua a Labramon, que le da en la cabeza. Acto seguido, pega un salto él para atacar al cánido. Parece que Otamamon está imitando tu estrategia.

-Alza el vuelo y contraataca!
Cogí el pedrolo mas grande que pudiera encontrar y fui a rompérselo en el tarro a Agumon, a ver si eso si le distraía, y luego apartarme corriendo para que no me dieran los aguijones de Fanbeemon.

—¡Bien hecho!

Labramon lo hizo estupendamente bien y, además de disipar el ataque de Otamamon, logró asestarle el primer golpe, aunque a regañadientes. Aquello pintaba bien por el momento y me estaba empezando a emocionar, pensaba que íbamos por buen camino y si lográbamos salir de allí ilesos sabía que nos esperaba un buen futuro a Labramon y a mí como compañeros.

—¡Esquívale de un salto, frénale con otro Retrieving bark y lánzale bien lejos de un zarpazo, rápido! —exclamé al ver que nuestro rival no iba a quedarse quieto y volvía a lanzarse al ataque de un salto.

Fuego.

Una bola de fuego volaba hacia mi compañero, y no tenía muy claro si podría hacer algo al respecto. Grité una inarticulada advertencia mientras saltaba entre las rocas dispuesto a agarra a Kudamon aunque fuera de la cola y arrancarle del sitio para que no recibiera semejante ataque. ¿Llegaría a tiempo? ¿Estaba demasiado lejos de él? Lo consiguiera o no, lo cogería en brazos y retrocedería sin perder de vista a los enemigos.

-Lo has hecho muy bien -murmuré al Digimon que tenía en brazos-. Has desarmado al mono, gracias a ti casi hemos ganado. No esperaba que fuera tan difícil, pero... -me dolía pedirle esto después de lo que acababa de ocurrir- tienes que hacer un último esfuerzo. Tienes que ir a por el trasgo -expliqué-. Hostígale, mantente a su alrededor, pero siempre fuera del alcance de su porra. Espera a que te lance una bola de fuego y entonces... ¡golpea su ataque con tu bala! Pocas cosas resisten mejor el fuego que el metal (al menos, así es en mi mundo), y seguro que no le gustará recibir un balazo entre ceja y ceja. ¡Sé que puedes hacerlo! Sólo espero que Tentomon pueda ocuparse de un simio desarmado.

Me incorporé y, tras apretar un instante a Kudamon contra mi pecho, le arrojé de nuevo a la batalla. Miré a Mat y asentí.

-¡Estaba pensando lo mismo! Voy a buscar el tirachinas. Tiene que estar entre esas rocas...

Era fácil decirlo. No estaba seguro de si recordaba por dónde había caído. A fin de cuentas, era un maldito desierto.

—Bah, esto no es nada, Bunnymon, he visto críos de preescolar que pegaban más fuerte que esta lagartija.

Al ver como las garras del Digimon iban hacia mi cara salté hacia atrás a la vez que levantaba la pierna para ver si podía golpearle en la parte central de su pata y causarle el suficiente daño para volver a la carga. El intentar ir por su espalda y sujetarle los brazos no había funcionado, así que iba a tener que intentar otra forma de ganarle, cogiendo algo de hierba y tierra con mi mano, se la intenté lanzar al enemigo a los ojos para cegarle y entonces aplacarlo desde un lado.

Me había fijado que la piel del monstruo contaba con dos brazos de más, podía agarrar uno de ellos y usarlo para lanzar a algún lado o al suelo al Digimon y seguir mirando su forma de luchar. Tenía claro que si le rompía el cuerno ya podría atacarle sin mayor problema, porque sus garras estaban bastante separadas y podía usar que mis dedos eran bastante finos a favor para pararle las zarpas sin correr riesgos.

—Ya te lo he dicho, Gazimon, si no quieres luchar no lo hagas —le volví a repetir al conejo —. Pero ni se te ocurra seguir humillándote ante el enemigo, porque entonces se aprovecharán de ti y te aplastaran.

Realmente la ayuda de Gazimon me vendría de perlas, pero no quería presionarle para hacer algo que estaba claro que no se le daba bien. Aun así pasaba de dejar que nuestros enemigos acabaran burlándose de él, ¿era mi Digimon, no? Si era así iba a protegerle a él y a su orgullo hasta el final… si le quedaba algo de eso último claro.

-Y-yo... ¡no lo sé!-admití, confuso y algo asustado por la situación. Hacía escasas horas (o eso suponía) estaba durmiendo en la cama y de repente había dos monstruos sacados de unos malditos videojuegos intentando matarnos. Me mordí el brazo para intentar tranquilizarme, y después vi cómo el otro chico corría hacia los digimon con una piedra en las manos-. Espera a que esté a salvo y luego lanza otra Gran Cruz, Lucemon-le ordené, con la mente algo más clara.

@Jeremy (100%) @Matías (50%)

Tentomon trata de echar a volar. Pero el ala que ha sido dañada prueba ser demasiado para él y no lo consigue. Por suerte, Jeremy, llegas a tiempo para rescatar a Kudamon y, agarrado a su cola, Tentomon. La bola de fuego impacta cerca de tus pies y te hace tropezar, pero nadie sufre daño por la caída. Tentomon se separa de vosotros.

-¡Por fin un poco de acción de verdad! ¡Cuerpo a cuerpo, vamos allá!

Tentomon hace chocar sus garras y la electricidad que generan rodea todo su cuerpo. Aunque no puede volar, se pone a girar como una peonza y sale disparado en dirección a Monmon cual bomba de energía. El simio trata de detenerlo con las manos, pero parece que no está acostumbrado a tener que utilizar su fuera física y el insecto gana el duelo. Tentomon acierta con su Giro Dinamo en toda la cara de Monmon, y éste cae al suelo, inconsciente. Una luz le rodea durante unos segundos, y se convierte en un pequeño digimon con forma de brote de planta: Tanemon.

-¡Y el campéon mantiene el título! –celebra Tentomon, levantando las patas al cielo.

Jeremy, Kudamon te asegura que lo conseguirá después de que le des un abrazo y lo sueltes. Tú sales corriendo en busca del tirachinas, mientras Kudamon comienza a volar alrededor de Goblimon, molestándole. El orco no deja de tratar de golpearle con su maza, pero Kudamon es ágil y esquiva todos los intentos. Al final, Goblimon se exaspera y lanza una Bomba Goblin. A Kudamon le brillan los ojos un instante, se queda parado en el sitio… y golpea la bola de fuego con su bala, imitando la manera en que Goblimon le había bateado con su arma momentos antes. La bola de fuego acierta de lleno en la cara de Goblimon, que se cae de espaldas. Sin embargo, no tarda en levantarse, iracundo.

-¡Me las pagaréis! –grita.

Deja caer su maza y junta las manos, creando dos Bombas Goblin que se unen en una, más grande y poderosa. No consigues encontrar el tirachinas, pero cuando Goblimon está a punto de disparar su ataque, Jeremy, notas una nueva vibración en tu dispositivo digital. En su pantalla ahora figura lo siguiente “Descarga completada. Nueva forma disponible”.

@Alice (100%) @Tris (50%)

Alice, no calculas bien la distancia entre tu rostro y la garra de Gabumon. Aunque evitas que te arranque los ojos, consigue arañarte de nuevo, esta vez en la mejilla. El repentino dolor hace que falles la subsecuente patada. Sin embargo, la precisión de tu lanzamiento de tierra y césped es envidiable, y Gabumon se lleva las manos a los ojos con un grito. Acto seguido, le placas y le tiras al suelo.

-… Maldita… ramera… -susurra Gabumon.

Y antes de que puedas hacer un solo movimiento más, Gabumon te clava su cuerno en el hombro. Al principio no sientes nada, pero al cabo de unos segundos te das cuenta de lo que acaba de pasar y, el increíble dolor llega al mismo tiempo. Gabumon abre la boca, y puedes ver algo extraño formándose en su interior. Parece que es… fuego azul.

Que está apuntando directamente en dirección a tu cara.

-¡ALICE!

De pronto, Gazimon comienza a brillar. Su luz engulle toda la pradera, y te obliga a cerrar los ojos, aunque Gabumon también interrumpe su ataque.

-¡Gazimon digievoluciona en…!

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-… ¡Kiwimon!

Y entonces, oyes un sonoro “CRACK!”. Caes sentada al suelo, con parte del cuerno de Gabumon todavía insertado en tu hombro. La otra mitad está en la boca… o pico… de lo que hasta hace un segundo era Gazimon. Gabumon suelta el aullido de dolor más agonizante que jamás has escuchado.

-“Ya te protejo yo en esta ronda” –murmura Kiwimon, tras escupir el cuerno-. Eso es lo que has dicho. Pero, en realidad, esa debería haber sido mi frase.

Te aleja de Gabumon todo lo posible mientras éste sigue arrodillado en el césped, gritando. Kiwimon te sonríe.

-Siento… Siento que te hayan hecho eso –masculla-. Te compensaré, no lo dudes.

Con esas palabras, Kiwimon te da la espalda y corre en dirección a Gabumon, que ya se ha incorporado y lanzando fuego azul por todas partes, furioso. Notas otra vibración del dispositivo digital, que anuncia “Descarga completada. Nueva forma disponible”. También ves la lista de habilidades que posee Kiwimon, y recuerdas que deberías darle órdenes para que combata mejor. Tu hombro sigue doliendo como nunca, y la punta del cuerno de Gabumon aún está ahí.

Labramon trata de hacerte caso y esquivar el golpe de Otamamon, pero se enreda con el césped y el ataque conecta. Tras un gruñido, le ladra en toda la cara, y la onda sónica manda a Otamamon a volar. Cae de bruces, y Labramon se tira encima para empezar a pegarle zarpazos, pero Otamamon se lo quita de encima tras unos pocos arañazos.

-Qué pesadez… -murmura Labramon-. Y encima, ese Gabumon está haciendo que me duelan los oídos…

Otamamon utiliza Nana de Burbujas, y una pompa de gran tamaño comienza a flotar hacia Labramon. Parece inofensiva a primera vista, pero antes habéis comprobado que tiene la misma consistencia que la piedra.

@Luke (75%) @Alan (100%)

Agarras las hiedras de Palmon con todas tus fuerzas, pero eso lo único que hace es que se intensifique el dolor que estás sintiendo. Te retuerces, y algo de sangre salpica la tierra. Los ojos de Floramon se abren como platos.

-No… No le hagas daño… -masculla Floramon-. ¡NO TE ATREVAS A SEGUIR HACIÉNDOLE DAÑO A MI COMPAÑERO!

De pronto, Floramon comienza a resplandecer, y todo el bosque es engullido por la poderosa luz blanca que tu digimon emite.

-¡Floramon digievoluciona en…!

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-… ¡Ninjamon!

De pronto, las hiedras que absorbían tu energía vital son cortadas por una estrella ninja de las que sólo habías visto en la tele hasta ahora, Alan. Piensas que vas a caer al suelo, pero alguien te coge antes de que tu espalda golpee la tierra.

-Alan… ¿Estás bien…?

Aunque el tono de voz es distinto, recuerdas esa manera de hablar. Puede ser que esta criatura que te acaba de salvar se trate de… ¿Floramon?

-Enseguida estoy contigo –murmura Ninjamon, preocupado por los orificios que Palmon ha dejado en tu torso, de los cuales todavía fluye sangre.

Se gira en dirección a Palmon, que está completamente anonadado, y saca su espada. Algo te dice que esta batalla va a ser corta. Si fueras capaz de mirar tu dispositivo digital, verías que en su pantalla pone “Descarga completada. Nueva forma disponible”, y que la lista de movimientos de Floramon ha cambiado a la de Ninjamon.

Luke, tratas de atacar a Kunemon. Aunque fallas el golpe, consigues distraerle lo suficiente como para que Penguinmon corte la telaraña eléctrica con un Prisma de Hielo. Tu compañero se coloca delante de ti, y evita que Kunemon te alcance con su aguijón recibiendo él el golpe.

-L-Luke… -jadea Penguinmon, dolorido-. ¡Eso no ha sido nada prudente! No te acerques al enemigo, déjame los combates a mí. Debo protegerte, pase lo que pase. Ahora, acabemos con este Kunemon.

@Asch (75%) @Adair (75%)

Asch, coges la piedra más grande que encuentras y corres a utilizarla para atacar a Agumon, pero éste ve tus intenciones y te ataca con una Llama Bebé. Caes al suelo, con tu ropa ardiendo. Si no haces algo rápido, llegará también a tu piel. No obstante, sí que consigues distraerle lo suficiente como para que FanBeemon le acierte con una andanada completa de aguijones. Agumon cae de rodillas, dolorido y envenenado.

-Tranquilo, Adair, todo irá bien -Lucemon te habla con una voz sosegada que prácticamente te tranquiliza con solo escucharla-. Yo estoy aquí. No te pasará nada.

Lucemon forma otra bella pero destructiva cruz planetaria con las manos y la lanza. Aunque no consigue golpear a ninguno de los dos oponentes, la onda expansiva es lo suficientemente poderosa como para noquear por completo a Agumon, que brilla levemente y degenera hasta convertirse en Koromon. Coronamon forma entonces dos bolas de fuego, una en cada mano, y las lanza respectivamente en dirección a FanBeemon y Lucemon.

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LightHelco y Loud: En cualquier momento, en cualquier lugar, sea cual sea el porcentaje de descarga, podéis hacer que vuestro compañero digimon digievolucione a su forma campeón, sin que cuente como digievolución forzada. Este logro es de UN uso.