Vamos a jugar a... -Foro-

- Nos has salvado a todos, DoKunemon, gracias, ahora ya puedes descansar.

Empece a llorar arrodillado entre Tanemons, abrazando a DoKunemon, de pura alegria, porque no solo el les habia salvado a todos, sino que yo mismo le habia dado la fuerza suficiente para conseguirlo y ademas Nezu y Suzu nos reconocieron y alabaron, nunca habia ocurrido nada igual

Ahora toca lo dificil, ese Labramon va a seguir haciendo lo mismo, y si consigue poder volvera, aunque parece el dueño de todo esto y podria saber algo del codigo.

- Aun le queda un nivel mas... si lo dejamos asi los Tanemon seguiran en peligro.

Es mi turno de defender a DoKunemon, si ese digimon se atreve a atacarle sentira toda mi furia.

Aquellos Kokuwamon nos dieron un buen susto al entrar y nos obligaron a escondernos bajo una de las mesas. Desde ahí pudimos escuchar la conversación de los insectos, los cuales parecían ser solo tres, y por como hablaban me resultaron unos bordes maleducados, se metieron con los Hagurumon y los bebes y por mucho que decían que había que racionar la comida que tenían, no dudaron ni un segundo en empezar a comerla.

—Esos insectos necesitan que alguien les enseñe a ser respetuosos —dije en tono bajo para que no pudiesen escucharnos los Kokawumon, pero entonces escuché las propuestas de ataque de Trydan e Ilargi, lo cual hizo que me rectificase rápido en lo dicho —. Pe-pero tampoco tenemos que hacerlo de forma violenta, eh. Después de lo amables que han sido los Hagurumon no veo que este bien que ataquemos a los Kokuwamon por muy irrespetuosos que sean, yo veo mejor el que nos quedemos aquí esperando y solo atacar si nos descubriesen, pero nunca a matar...

Estaba bastante segura de que Ilargi no atacaría sabiendo que yo no lo veía correcto, pero tenía miedo que el compañero de Sen no lo viera así y electrocutase a los Digimon, ya había dejado bastante claro que era un poco demasiado violento

Al entrar en el ascensor sufrí un vértigo horrible al notar lo mucho que se movía y casi salí corriendo de él. La sala en la que entramos parecía encontrarse mejor que la entrada, pero se notaba que no la cuidaban apenas. Había varias cajas con pizza y nuestros digimon empezaron a comer un par de ellas. Yo también cogí un trocito aunque no tuviera hambre, aunque me aseguré de que fuera pequeño. Eran ellos los que necesitaban comer, al fin y al cabo.

Entonces el ascensor se abrió y tuvimos que escondernos para que unos digimon no nos vieran. Hablaron sobre los hagurumon y los kapurimon, y también sobre unos digimon que estaban desaparecidos. No sabría decir por qué, pero eso de los toyagumon me llamó la atención. ¿Quienes serían y por qué habrían desaparecido? Sin embargo, tuve que salir de mis pensamientos porque Trydan parecía más que dispuesto a luchar contra ellos y a mi no me pareció buena idea.

-No lo hagas, Trydan-susurré-. Puede que sólo sean tres, pero sabemos que en la torre hay muchos más y que pueden atacarnos; no creo que debamos llamar la atención con un combate. Además, este sitio está en muy mal estado; es posible que se derrumbe si luchamos. Tenemos que esperar a que se vayan-intenté convencerlo de que no era buena idea pelear. Me alegré de que Lira tampoco tuviera intención de lanzarse a por ellos a menos que fuera necesario.

Ahora sólo podíamos esperar y vigilar...

@Senetyl[II ], Lira[II ]:

-Bueno, de vuelta al trabajo -dijo uno de los KoKuwamon tras un rato-. Aunque sin los ToyAgumon no vamos a poder hacer mucho.

-Este proyecto es de locos, de todos modos -respondió otro-. ¿En qué está pensando el Empresario?

-Mientras nos sigan mandando comida, haremos lo que nos digan -caminaron hacia el ascensor, entraron en él y se perdieron de vista.

-No creo que se derrumbe tan fácilmente -Trydan parecía algo molesto-. Y tampoco creo que hubieran enviado refuerzos, este edificio es muy grande. Pero... está bien. Supongo que no te gustan las peleas.

-¿Puedo comer más pizza? -preguntó Ilargi-. Verles comer a ellos me ha dado más hambre.

-Bueno, espero que no volvamos a encontrárnoslos... -Mafy caminó hacia el ascensor-. Por un momento pensé que nos descubrirían. ¿A qué planta vamos ahora?

@Rudy[ ], Suzu[ I ]:

-Nuestra función es hacer crecer setas y... recolectarlas para el Custodio del Bosque -dijo un Tanemon-. Pero al no poder cumplir nuestra función, decidimos sacrificarnos. Ahora estamos a salvo, pero... Pero... Ahora el Custodio ha sido debilitado, este bosque ya no es seguro para nosotros. Y no tenemos ningún bosque que sea seguro... al que ir para cumplir nuestra función...

Los Tanemon empezaron a llorar.

Por su parte, Labramon parecía cada vez más nervioso.

-¡He dicho que os marchéis! ¡Ya habéis vencido! ¡No me molestéis más! ¿Es que pensáis atacarme hasta convertirme en un Digihuevo?

FanBeemon voló hacia atrás para quedar cerca de Suzu.

-¿Qué hago? No parece que quiera luchar y la verdad es que está muy débil... No quiero tener que atacarle en estas circunstancias. Creo que no estaría bien...

-¿El custodio? – mire al digimon perro en el que se había convertido Dobermon. Empezaba a imaginarme que habíamos ayudado a los Tanemon, en efecto, pero al mismo tiempo les habíamos perjudicado por lo que decían – ¿Pero por qué no es seguro el bosque?

Mi pregunta quedo en el aire, en vez de obtener una respuesta Labramon solamente se limitó a querer echarnos de allí. FanBeemon me dijo que no le parecía bien seguir peleando en esas circunstancias.

-No, no, tienes razón, pero es que además creo que ha habido un malentendido. ¿Por qué decís que el bosque ya no es seguro? – repetí.

Estaba pensando en varias cosas, no podía evitar sentirme responsable si ahora resultaba que habíamos metido la pata hasta el fondo por meternos en cosas que no eran de nuestra incumbencia. Quería entender lo que ocurría en ese bosque para poder ayudar.

-En cualquier caso… – le pregunte en voz baja a FanBeemon, que era el que estaba más cerca de mí – ¿Y si se vienen con nosotros en el planetario…? Los Tanemon podrían hacer crecer setas para todos y allí estarían fuera de este bosque.

¿Eso es todo lo que buscan? Parecen muy dispuestos a seguir plantando setas sea para quien sea mientras le proteja, vaya proteccion de perro.

- Nosotros no os vamos a comer porque no nos ayudeis, si quereis venir con nosotros, os protegeremos, y si podemos coger algunas setas de aqui, DoKunemon necesita recuperar energias. Tambien estamos buscando a un digimon electrico y un codigo por si sabeis algo de ello.

Miré con desdén a Goblimon mientras decía que podríamos romper las paredes pero que el ruido atraería a los goblimon rojos "¿En serio, genio?" pensé mientras miraba cómo era la pared de la tienda donde nos habíamos agazapado. La roca era fuerte por lo que podía deducir que si lo rompíamos se enterarían hasta los que estaban en el fin del mundo. Evidentemente, no podíamos montar semejante escándalo por lo que ignoré la propuesta.

Le devolví la mirada a Tomi y sonreí algo orgullosa al ver que mi idea le parecía haber gustado y podría ser de ayuda. Algo era algo y además en cierta manera significaba que estaba por "encima" del de segundo; ese chaval se complica mucho la vida con sus ideas diría yo... Observé de nuevo el lugar donde estábamos, buscando con la mirada la verja y la tienda de la que hablaba el rubiales. El problema que le veía, a parte de que alguien debería tener el valor de hacer de cebo, era la verja porque si por casualidad pesaba mucho nos chafaría el plan.

Mientras pensaba eso, noté que el de pelo castaño se puso a hablar así que le miré y atendí a lo que decía. ¿Conocen el término "facelpalm"? ¿No? Básicamente es llevarse la mano a la cara ¿Por qué pregunté eso? Fácil: es básicamente lo que hice al escucharle. Por el amor de lo que sea... ¡Se complica mucho la vida! Suspiré exasperada y di un par de golpes suaves al suelo.

-¿No te parece demasiado duro el suelo como para cavar? -pregunté cansada de que le diesen tantas vueltas- Además, si nos dedicamos a hacer un hoyo gigante a modo de trampa perderemos tiempo y... bueno, ya me dirás tú cómo logramos que no se enteren del plan antes de terminarlo -le dije poniendo los ojos en blanco y asomándome de nuevo por si había algo peligroso- Bueno, mi idea es no idear cosas tan raras ni elaboradas -hablé una vez visto que todo seguía más o menos igual por ahí fuera- Necesitamos un cebo, alguien rápido y ágil y, lo siento goblimon pero no me pareces el adecuado... aunque puedas ser más o igual de rápido no tienes pinta de ser ágil y además eres grande, un ataque de su parte seguramente te será difícil de esquivar -miré a los dos chicos- Pensad en las travesuras que hacíais cuando erais más críos que ahora, el más grande, aunque fuese igual de rápido, era el que más fácil se pillaba o por lo menos eso me pasaba con mis amigos... ni sé ni me importan los juegos a los que jugabais -expliqué- Me da igual quién sea el cebo, mientras cumpla las características... si quieren incluso yo puedo intentarlo -comenté, suponiendo que se sentirían molestos y me soltaría el típico "¿Y tú por qué no lo haces?"- y ahora la trampa... -suspiré de nuevo pensando en las ideas tan complicadas del bajito- Sugiero usar los jirones de ropa que hay por allí, atarlos y hacer una cuerda -dije con una sonrisa bastante segura- El cebo tiene que atraerles a la trampa y luego, cuando esté a la puerta de la tienda se hace el viejo truco de la zancadilla con una cuerda. El cebo sólo tendrá que echarse a un lado y los rojos caerán dentro de la tienda, sólo tenemos que tapar la salida con la verja, goblimon puede ayudarnos con eso, y pirarnos lo más rápido posible ¿Qué os parece?

Una vez echa mi sugerencia les miré, contenta por haber elaborado un plan sencillo y que no llevase mucho tiempo para elaborarlo. Me recordaba al tipo de planes que hacía con mis compañeros en la calle, sencillos, fáciles y perfectos para hacer cualquier travesura o robar algo. Lo único que me preocupaba un poco era que había que llevarlo a cabo bien, con precisión como cuando robas una cartera. Si llega a fallar alguna parte del plan alguno de nosotros podría salir mal parado y eso la verdad es que de momento no me interesaba.

-Guil, si salgo yo para ser el cebo... por favor, estate atento a mis movimientos -le pedí a mi compañero digimon- si te llamo o chasqueo los dedos es que necesito tu ayuda ¿vale? -le dije, mostrándole cómo sonaba cuando chasqueaba los dedos- Confío en ti, si somos un equipo habrá que trabajar en equipo -comenté mintiendo un poco.

Realmente guilmon no me terminaba de inspirar confianza pero parecía ser un poco inocente y eso lo podría aprovechar para ganarme su amistad y lealtad y así asegurarme de que no pensase en jugármela. De todas formas, debía reconocer que él era el que más confianza me inspiraba (así que ya imaginaréis lo que me inspiran los otros...) por lo que no me importaba mucho obligarme a formar un equipo con él, de hecho, reconozco que me repatea más estar con el de segundo.

-Ja, según esa regla de tres, debería ir yo, soy mas pequeño. Que vaya Falcomon. Chico -le dije a Falcomon-, si estas en problemas para salir, usa la Carrera Falco y pásale por encima a esos pardillos. No te preocupes, yo te cubro la espalda.

Si veía que tenia problemas, iba a lanzarles trozos de cristal a los ojos a los goblimon rojos.

@Rudy[ ], Suzu[II ]:

-Otros Digimon vienen del sur del bosque a veces -dijo un Tanemon-. Son peligrosos, vienen de muy lejos pero Dobermon les hace frente cuando aparecen. Aunque no es muy a menudo...

-Hay un pequeño bosque en la zona de la que venimos -dijo FanBeemon a los Tanemon, después de que Rudy les hablara-. Pero vosotros también sois más pequeños ahora... Seguro que os gustará.

-¡Sí! ¡Sí! ¡Vosotros nos protegéis! ¡Vosotros sois fuertes! ¡Queremos ver ese bosque! -se emocionaron los Tanemon-. Podemos ir a coger las setas ahora... ¡Están por todo el bosque! ¡Las recogeremos antes de irnos si nos protegéis! ¡El código está aquí! ¡Debajo del fuego! ¡Dobermon lo escondió debajo del fuego!

-¿Debajo del fuego? -Nezu soltó a Gizamon con cuidado y se acercó a la hoguera-. Eso quiere decir...

Se acercó despacio y FanBeemon voló cerca de él para disuadir a Labramon de hacerle nada. El perro se había retirado a una esquina. Nezu cogió la madera y la apartó con cuidado sin apagarla. Luego pasó la mano por el suelo y apartó el montón caliente de ceniza, dejando a la vista un relieve en el suelo.



@Kiara[II ], Nenti[ ]:

-Diría que el plan ya ha tomado forma -Tomi sonrió-. Muy bien, vamos a preparar la cuerda y luego Falcomon hará de cebo. Lo ideal sería que Dorumon y Guilmon estén preparados para tirar en cada extremo, creo que son más fuertes que nosotros... Aunque los humanos también colaboraremos. Podemos ocultarnos en las tiendas de los lados y tirar cuando Falcomon de la señal.

-Veréis como acaban cenando alitas de Falco, los tipos esos -dijo Falcomon, cabizbajo.

El plan se desarrolló de la siguiente manera. Los Goblimon rojos tardaron en darse cuenta de la presencia de Falcomon cuando éste quedó a la vista. El Digimon tuvo que intentar provocarlos para llamar su atención. No parecía saber muy bien como hacerlo.

-¡Eh, vosotros! ¡Actuad como los estúpidos que sois y perseguirme!

Afortunadamente, los Goblimon hicieron exactamente eso sin detenerse a analizar la frase. Falcomon corrió veloz por el pasillo, perseguido por los cinco ogros rojos, y se metió en la tienda.

-¡Ahora! -gritó. Guilmon y Kiara, ocultos tras el mostrador de la tienda de al lado, tiraron con todas sus fuerzas de un extremo de la cuerda. Lo mismo hicieron Dorumon, Tomi y Nenti en el escaparate del otro lado. La cuerda se tensó y los nudos de las ropas resistieron, cuando el primer Goblimon tropezó. los otros rodaron por encima de él y cayeron dentro de la pequeña tienda. Con un rugido, Goblimon salió de detrás de la verja y tiró de ella hacia abajo con todas su fuerzas mientras Falcomon pasaba como un rayo por debajo de él. Los Goblimon se revolvieron y comenzaron a golpear la verja y tratar de levantarla, pero todos los Digimon y los humanos colaboraron para mantenerla bajada hasta que Tomi encontró la forma de asegurarla.

-¡Sacadnos de aquí! ¡Os daremos una paliza! ¡Os vamos a matar! ¡Pagaréis por esto, desgraciados! -los Goblimon rojos seguían aporreando la verja, pero no tardaron en estorbarse unos a otros y comenzar a pelearse entre ellos.

-Hacen mucho ruido, ¿no nos oirán los otros Goblimon rojos? -preguntó Tomi.

-No creo. Como dije, están arriba, en el desfiladero. Desde allí no se oye nada de lo que ocurre aquí abajo -Goblimon parecía contento-. Qué tontos han sido. Ahora podemos ir a ver al Chef sin peligro.

-Kiara... -Guil tiró a la chica del asa de la mochila-. Conseguiste comida antes de salir, ¿verdad? Es que tras todo esto... Me ha entrado hambre.

-A mi también -Falcomon suspiró-. Ojalá mi compañero hubiera sido tan previsor, estoy destinado a morir de hambre.

-¿Compartirías comida con nosotros, Kiara? -Dorumon, que no solía hablar mucho, se puso serio-. Juro que te devolveré el favor tarde o temprano. Considéralo una especie de trato. Además, necesitamos estar fuertes y alimentados si queremos tener esperanzas de vencer al Chef, ¿no crees?

Lo hemos conseguido... no me lo puedo creer, esto es increible.

- Os ayudamos a coger setas y os llevamos con nosotros, DoKunemon yo te dare algunas de las mias cuando no miren.

Teniamos comida, nuevos amigos y el codigo, pero aun tenia en la cabeza esa horrible imagen.

- Labramon, eres el guardian del bosque, ¡¿Como has podido comerte a tus propios protegidos?! La gente como tu me...

Le mire fijamente con cara de odio hasta girarme e irme enfadado, aunque todo habia salido bien hay digimons que han muerto por culpa de ese sucio y frio asesino... No puedo sopartarles.