Vamos a jugar a... -Foro-

-Aun... ¡no estoy acabado! -Aunque me hubiese dado en el hombro derecho, todavía podía usar el brazo izquierdo para una última jugada. Nada mas golpearme, me aferraria con la mano izquierda a su hombro, y ya que tendría levantada la pierna por la coz que me ha dado, la usaria para impulsarme y saltar para hacer el pino sobre sus hombros. Antes de que intentase algo... simplemente, aumentaría el peso de los guantes para que la gravedad hiciese su trabajo.

@Draz: Logras llevar a cabo tu acción. Tu puño se clava en un punto crítico de tu rival, dejándolo sin conocimiento aunque con la respiración agitada. Parece que sufre, pero has ganado la batalla.

Te echas en el suelo mientras ves a tu mentor apresar a su adversaria.

@Meli: Tu enemigo se adelanta a tu movimiento y salta un par de metros hacia arriba, desde donde te lanza una de las dagas, que se te clava en un brazo. Justo después, cae grácilmente a menos de medio metro de ti.

-Oh, no, no -recupera su cuchillo-. ¿Querías luchar, pequeña? Entonces no llores.

-Siento haber tardado tanto, Tetsu -resoplé-. Meli y Flint siguen luchando ¿no? ¿Vamos a ver que tal les va?

Mi último recurso... La última vez no salió muy mal, y si se acerca tanto es que lo viene buscando. Lanzo cables en todas direcciones y hago girar la sombrilla a toda velocidad, para crear una sierra gigante. Ni él debería ser capaz de parar eso.

@Meli: La herida de tu brazo se resiente y no puedes girar tan rápidamente como desearías el parasol. Tu rival te desarma de una patada.

Recojo mi arma y salgo corriendo.

@Meli:
Según sales corriendo, te cruzas con Scott y Tetsu

-¿En problemas, damisela? -te cubre firmemente-. ¡Harvey! ¡Erra! Se supone que teníais que ayudar a mis chicos!
-Tampoco es que se nos esté haciendo fácil contra estos dos -gritó el chico desde la lejanía-. Parece que traer sólo a dos no era buena idea del todo.

@Flint:
Te encuentras algo mejor, aunque tus heridas se resienten un poco.

-¿Estas bién, Meli? -posé mi mano en su hombro-. Problemas con ese tipo ¿eh? En ese caso no te importará que te echemos una mano.

-¡Sí! Menos mal, no podía hacer nada... Gracias, Scott.

Oía barullo no muy lejos de allí, y parecía que ya podía moverme con cierta facilidad.
-Venga, venga, a levantarse -me insté a mí mismo.
Me acercaría sigilosamente al origen del ruido y no dejaría que me viesen antes de hacer nada.