Re: Digimon Chapter 00
Publicado: 11 Feb 2015, 02:37
@Suzu[III], Kiara[III], Nenti[III]:
-Sí, deberíamos volvernos -dijo Guil, que se había acabado su desayuno en un visto y no visto-. Podemos seguirlos más adelante si hace falta, los alcanzaríamos en un momento.
-Oye, guapo, no te pases -dijo Zach, al escuchar a Nenti-. Está claro que hacer amigos no es lo tuyo, así que no te vayas a poner en contra a las únicas personas que no te han dejado tirado. Para que conste: yo creo que Mafy hizo bien en echarte. Dicho esto... Estoy de acuerdo contigo, no es buena idea que nos acerquemos a KingEtemon. No habíamos estado aquí nunca antes, así que dejaremos que nos guíes a esa zona de la que hablas.
-Menudo honor -refunfuñó Horus.
-Los Goblimon Rojos os permitirán entrar al Área NIII -aseguró Goblimon-. El camino está despejado. Os acompañaría, pero no puedo dejar sola la tienda. De todos modos, podéis usar la escalera para llegar allí cuando queráis -señaló la puerta detrás de la barra-. Suerte con los códigos.
@Senetyl[II ], Rudy[III], Lira[II ]:
-¡No estoy nervioso! -exclamó DoKunemon, trepando al hombro de Rudy-. Por ciertoooo, ¿has pensado algún nombre ya? ¿Algún nombre guay como Trydan? ¿O Ilargi? ¡Podrías llamarme Trylargi!
-Ni se te ocurra -dijo Trydan con voz tan amenazante que os recordó a su antigua actitud. Cuando os quedasteis mirándolo, se agitó y rió nerviosamente-. Es broma -se apresuró a decir, lanzando una mirada de disculpa a Sen-. Pero no creo que sea un buen nombre.
-¡Desde luego que no! -estuvo de acuerdo Ilargi, cruzándose de brazos.
-Yo tengo un nombre ideal para él... -musitó Mafy, acercándose a Rudy-. Si no se te ocurre nada, avísame. Pero no te sientas obligado a usarlo si no te gusta, es una decisión muy personal.
-¿Cuál es? ¿Cuál es? ¿Cuál es? ¿Cuál es? -preguntó DoKunemon.
-A ti no pienso decírtelo -sonrió Mafy.
Salisteis todos juntos del edificio, y enseguida visteis que en efecto había aparecido una especie de boca de metro en el lugar donde Nezu había enterrado el Núcleo de Transporte la noche anterior.
-¡Nos vemos al anochecer! -se despidió Mafy-. ¡Tened cuidado!
-¡Y más te vale no confiarte, Lira! -añadió Nezu, apretando un puño y levantándolo-. ¡Te aseguro que te alcanzaré!
-¿Nos vamos o no? -preguntó Tomi, molesto. Él ya había empezado a bajar por la escalera mecánica y ahora tenía que ir subiendo peldaños para no desaparecer escalones abajo.
Os despedisteis de ellos y os dirigisteis al oeste. La zona contigua era una enorme extensión de hierba salpicada de ruinas, con un alto edificio en el centro. En cuanto avanzasteis unos metros por allí, un montón de Kapurimon os rodearon por todas direcciones y comenzaron a botar a vuestro alrededor, con aire insistente.
-¡Está malherido! -dijo uno.
-¡¡Pobrecito!! -exclamó otro.
-¡Dice que no se encuentra bien!
-¡Creo que se va a morir!
-¡Pobrecito!
-¡Venid a ayudadle!
-¡Tenéis que ayudarle, por que está malherido!
-¡Id a verle!
-¡Vayamos a verle! -gritó DoKunemon, que en algún momento se había mezclado con los Kapurimon y trataba sin éxito de botar junto a ellos.
-¡Tenéis que ayudarle!
No estaba muy claro de qué hablaban, pero prácticamente os empujaron hasta el edificio. Como en ocasiones anteriores, los Hagurumon de la planta baja olvidaron lo que estaban haciendo y comenzaron a orbitar en torno a Sen.
-¿Ya estamos? -preguntó Trydan-. Bueno, la última vez nos fue útil...
-¿Por qué se comportan de este modo? -preguntó DoKunemon, que también había comenzado a corretear en torno a Sen, procurando mantener la misma "órbita" que los Digimon engranaje-. ¡No lo entiendo!
-¿Dónde está el herido, pequeños? -preguntó Ilargi a los Kapurimon, amablemente pero con tono insistente. Acabaron por llevaros hasta la zona norte del edificio.
Había un Digimon muy malherido recostado contra el suelo. Tenía el aspecto de un vaquero de dibujo animado, aunque el torso era el de una pistola. Sin embargo, las partes metálicas de aquel Digimon estaban terriblemente melladas, y había sangre en su ropa. Sus ojos amarillos brillaron como rendijas sobre su rostro ensombrecido cuando os acercasteis, como si se acabara de despertarse.
-Estos pequeños -dijo con voz entrecortada- son muy amables. Os preguntaréis quién me ha dejado así... Y yo os responderé que fue un Karatenmon, un siervo de Lilithmon. Sé que sabéis de qué hablo: muchos vieron a un grupo de humanos sobrevolar el Abismo del Trueno a lomos de un dragón, acompañados por el Mago Renegado, Wizardmon.
-Ese tuvo que ser el grupo de Mafy -comentó Trydan, pensativo.
-¿Mago Renegado? -preguntó Ilargi-. Por lo que nos contaron, sólo es un prisionero fugado.
-Ayudó a los humanos -Deputymon tosió-. Y Lilithmon os ha declarado la guerra a todos vosotros. En cuanto encuentre el modo de cruzar el Abismo de Trueno... También arrasará esta zona -miró con tristeza a los Kapurimon, que seguían botando sin entender nada de lo que se hablaba.
-Sí, deberíamos volvernos -dijo Guil, que se había acabado su desayuno en un visto y no visto-. Podemos seguirlos más adelante si hace falta, los alcanzaríamos en un momento.
-Oye, guapo, no te pases -dijo Zach, al escuchar a Nenti-. Está claro que hacer amigos no es lo tuyo, así que no te vayas a poner en contra a las únicas personas que no te han dejado tirado. Para que conste: yo creo que Mafy hizo bien en echarte. Dicho esto... Estoy de acuerdo contigo, no es buena idea que nos acerquemos a KingEtemon. No habíamos estado aquí nunca antes, así que dejaremos que nos guíes a esa zona de la que hablas.
-Menudo honor -refunfuñó Horus.
-Los Goblimon Rojos os permitirán entrar al Área NIII -aseguró Goblimon-. El camino está despejado. Os acompañaría, pero no puedo dejar sola la tienda. De todos modos, podéis usar la escalera para llegar allí cuando queráis -señaló la puerta detrás de la barra-. Suerte con los códigos.
@Senetyl[II ], Rudy[III], Lira[II ]:
-¡No estoy nervioso! -exclamó DoKunemon, trepando al hombro de Rudy-. Por ciertoooo, ¿has pensado algún nombre ya? ¿Algún nombre guay como Trydan? ¿O Ilargi? ¡Podrías llamarme Trylargi!
-Ni se te ocurra -dijo Trydan con voz tan amenazante que os recordó a su antigua actitud. Cuando os quedasteis mirándolo, se agitó y rió nerviosamente-. Es broma -se apresuró a decir, lanzando una mirada de disculpa a Sen-. Pero no creo que sea un buen nombre.
-¡Desde luego que no! -estuvo de acuerdo Ilargi, cruzándose de brazos.
-Yo tengo un nombre ideal para él... -musitó Mafy, acercándose a Rudy-. Si no se te ocurre nada, avísame. Pero no te sientas obligado a usarlo si no te gusta, es una decisión muy personal.
-¿Cuál es? ¿Cuál es? ¿Cuál es? ¿Cuál es? -preguntó DoKunemon.
-A ti no pienso decírtelo -sonrió Mafy.
Salisteis todos juntos del edificio, y enseguida visteis que en efecto había aparecido una especie de boca de metro en el lugar donde Nezu había enterrado el Núcleo de Transporte la noche anterior.
-¡Nos vemos al anochecer! -se despidió Mafy-. ¡Tened cuidado!
-¡Y más te vale no confiarte, Lira! -añadió Nezu, apretando un puño y levantándolo-. ¡Te aseguro que te alcanzaré!
-¿Nos vamos o no? -preguntó Tomi, molesto. Él ya había empezado a bajar por la escalera mecánica y ahora tenía que ir subiendo peldaños para no desaparecer escalones abajo.
Os despedisteis de ellos y os dirigisteis al oeste. La zona contigua era una enorme extensión de hierba salpicada de ruinas, con un alto edificio en el centro. En cuanto avanzasteis unos metros por allí, un montón de Kapurimon os rodearon por todas direcciones y comenzaron a botar a vuestro alrededor, con aire insistente.
-¡Está malherido! -dijo uno.
-¡¡Pobrecito!! -exclamó otro.
-¡Dice que no se encuentra bien!
-¡Creo que se va a morir!
-¡Pobrecito!
-¡Venid a ayudadle!
-¡Tenéis que ayudarle, por que está malherido!
-¡Id a verle!
-¡Vayamos a verle! -gritó DoKunemon, que en algún momento se había mezclado con los Kapurimon y trataba sin éxito de botar junto a ellos.
-¡Tenéis que ayudarle!
No estaba muy claro de qué hablaban, pero prácticamente os empujaron hasta el edificio. Como en ocasiones anteriores, los Hagurumon de la planta baja olvidaron lo que estaban haciendo y comenzaron a orbitar en torno a Sen.
-¿Ya estamos? -preguntó Trydan-. Bueno, la última vez nos fue útil...
-¿Por qué se comportan de este modo? -preguntó DoKunemon, que también había comenzado a corretear en torno a Sen, procurando mantener la misma "órbita" que los Digimon engranaje-. ¡No lo entiendo!
-¿Dónde está el herido, pequeños? -preguntó Ilargi a los Kapurimon, amablemente pero con tono insistente. Acabaron por llevaros hasta la zona norte del edificio.
Había un Digimon muy malherido recostado contra el suelo. Tenía el aspecto de un vaquero de dibujo animado, aunque el torso era el de una pistola. Sin embargo, las partes metálicas de aquel Digimon estaban terriblemente melladas, y había sangre en su ropa. Sus ojos amarillos brillaron como rendijas sobre su rostro ensombrecido cuando os acercasteis, como si se acabara de despertarse.
-Estos pequeños -dijo con voz entrecortada- son muy amables. Os preguntaréis quién me ha dejado así... Y yo os responderé que fue un Karatenmon, un siervo de Lilithmon. Sé que sabéis de qué hablo: muchos vieron a un grupo de humanos sobrevolar el Abismo del Trueno a lomos de un dragón, acompañados por el Mago Renegado, Wizardmon.
-Ese tuvo que ser el grupo de Mafy -comentó Trydan, pensativo.
-¿Mago Renegado? -preguntó Ilargi-. Por lo que nos contaron, sólo es un prisionero fugado.
-Ayudó a los humanos -Deputymon tosió-. Y Lilithmon os ha declarado la guerra a todos vosotros. En cuanto encuentre el modo de cruzar el Abismo de Trueno... También arrasará esta zona -miró con tristeza a los Kapurimon, que seguían botando sin entender nada de lo que se hablaba.