Vamos a jugar a... -Foro-

@Senetyl[II ]:

-No pienso seguirle -fue lo último que dijo Dracomon-. Entrar ahí me da demasiado miedo.

@Senetyl[ I ], Lira[ I ]:

Los Hagurumon dejaron de orbitar en torno a Senetyl y giraron en torno a su mano, centrándose en el colgante. De repente, se detuvieron.

-¿Nos lo estás ofreciendo? -preguntó uno. Hasta aquel momento habíais tenido la impresión de que no podían hablar, por lo que fue un poco repentino-. No podemos aceptarlo. Si tienes un colgante como ese, no deberías desprenderte de él. Es un buen colgante... -pareció distrarse mirándolo, luego se sacudió en el aire y volvió a retroceder. Trydan dejó de cargar energía pero siguió mirándolos con desconfianza. Desde luego aquel collar tenía un efecto extraño en ellos-. ¿Qué habéis venido a buscar?

-Estamos buscando tres cosas -intervino Mafy, agradeciendo que los Digimon por fin notaran su existencia-. Comida, un código hecho de cuadrados con información de la zona y un Digimon eléctrico.

-El Empresario es un Digimon eléctrico -dijo un Hagurumon-. Está en la planta 20. En la planta 3 hay comida, y en la Planta 18 es donde están estudiando el Código del que hablas. Hay un ascensor...

-Pero no deberíamos dejaros pasar -dijo otro Hagurumon-. Sin embargo, ya que tenéis ese colgante... Creo que podemos hacer una excepción.

-Pero los otros Digimon de la torre puede que os ataquen.

-Y recordad que algunas de las plantas están completamente destruidas. No intentéis ir por las escaleras, hagáis lo que hagáis. Podríais acabar muertos.

Los Hagurumon siguieron orbitando en torno al grupo, a cierta distancia.

-¿Pero qué pasa con ese collar? -preguntó Mafy-. ¿Si yo tuviera un collar de dragones, Draco me trataría así...? -se calló súbitamente y miró hacia atrás, donde se veían un puñado de Kapurimon en la distancia.

-Yo tengo hambre, Lira -dijo Ilargi-. ¿Podemos ir a la planta 3? ¡Dicen que habrá comida!

-Yo... me temo que también tengo hambre -comentó Elecmon-. Odio ser tan inoportuno, Sen... -pareció disgustado consigo mismo, a diferencia de Lunamon que había expresado su malestar abiertamente y sin preocuparse.

-Me pregunto si Dracomon también tendrá hambre -se preguntó Mafy, distraído.

@Rudy[II ], Suzu[II ]:

DoKunemon lanzó seda a los ojos de Dobermon, quien se movió bruscamente y sólo acabó recibiendo en uno. Los Tanemon comenzaron a huir, gritando aterrorizados, y se refugiaron detrás de Rudy, aunque no es que él fuera a servirles de mucho como defensa. El Digimon cánido levantó una pata para tratar de aplastar al gusano, pero recibió un ataque de aguja por parte de FanBeemon y dio tiempo al veloz DoKunemon a apartarse a tiempo. Gizamon pasó a toda velocidad aprovechando su lado ciego y cortó los espolones de sus patas traseras.

Dobermon lanzó un ladrido, y una especie de ráfaga de viento gris mandó dando vueltas a DoKunemon y FanBeemon contra sus compañeros. Después se dio la vuelta y dio un zarpazo cargado de energía oscura a Gizamon, que quedó malherido y rodó hasta un rincón de la habitación.

-¡Gizamon! -exclamó Nezu, y echó a correr hacia Gizamon pese a que Dobermon estaba en medio.

-¡ESTOY HARTO DE PLANTAS E INSECTOS! ¡CARNE, QUIERO COMER CARNE! -rugió Dobermon, volviéndose hacia vosotros. A pesar de que vuestra estrategia no había salido mal, el enemigo no parecía tener todavía daños significativos, y Gizamon estaba prácticamente fuera de juego.

- Yo protegere a los Tanemon, tu puedes acabar con el, sera mas grande, ¡Pero no tiene un compañero! Llenale el otro ojo de seda y si tantas ganas tiene de olfatearnos muestrale tu veneno, que lo aspire enterito.

No deja de ser un perro, deberia funcionar, espero, DoKunemon es fuerte y podra con el.

- Suzu ¿Puedes ayudar a Gizamon? Esto deberia entretener un poco a Dobermon.

Quería hacerle caso a Rudy e ir corriendo al lado de Nezu y Gizamon, pero tenía que haber algo que FanBeemon y yo pudiésemos hacer aparte de eso. DoKunemon no podría solo contra ese perro psicópata, ¡tenía que pensar algo! Ayude a FanBeemon a levantarse del suelo.

-¡FanBeemon, e-el zumbido! ¡Zumbe, usa la Llamada 88!

¡Era un digimon, pero también un perro! El oído de los perros es muy sensible, si FanBeemon hacía un zumbido y lo aturdía DoKunemon podría atacarle mejor. Y en el mejor de los casos vendrían los aliados de FanBeemon. No entendía muy bien a qué se refería esto, pero salía en el dispositivo digital… Si la combinación funcionaba irái corriendo hacia los demás para ayudarles.

@Rudy[ ], Suzu[ I ]:

DoKunemon lanzó con precisión otro chorro de seda en el ojo de Dobermon cuando este se disponía a morder a Nezu.

-¡Llamada 88! -FanBeemon comenzó a emitir un zumbido, que no pareció molestar demasiado al perro pero le distrajo. De repente, oísteis un sonido venir de detrás de vosotros y un nutrido grupo de abejas del tamaño de pelotas de tenis entró bajando las escaleras a toda velocidad. Comenzaron a picotear a Dobermon en el morro. El enemigo rugió de furia y aplastó todas las abejas que seguía habiendo en el aire contra la pared, dejándolas bien espachurradas.

-¡Eso es todo lo que puedo hacer en este sitio! -se disculpó FanBeemon.

Los ojos de Dobermon brillaron y la tela se derritió.

-¡Ya me has causado demasiadas molestias, maldito insecto! -gruñó Dobermon-. ¡Te aplastaré en primer lugar!

-¡No! ¡No vas a hacer daño a nadie más! -gritó DoKunemon, esparciendo una nube de veneno, que el perro desvió a su alrededor con un resoplido-. ¡Rudy me dijo que puedo acabar contigo! ¡Tú no tienes un compañero y yo sí lo tengo y Rudy siempre ha sido mi compañero desde que nací que fue hace muy poco pero no me importa! ¡Y no me gusta que te comas a los Tanemon y que estés ahí sentado creyéndote muy importante y... y... y...! -el RH de Rudy, que todavía tenía en la mano, había comenzado a brillar con fuerza-. ¡Y... creo que voy a hacerme muy muy muy fuerte y acabaré contigo y...!

-¡CÁLLATE, GUSANO, CÁLLATE! -rugió Dobermon.

-¡No, no me voy a callar porque tú lo digas! ¡Voyavoyavoyavoyavoyavoyavoyavoya... DIGIEVOLUCIONAR!

-¡DoKunemon digievoluciona en...!

-¡...Stingmon!

-¡IMPOSIBLE! -rugió Dobermon, saltando hacia atrás, por lo que casi pisa a Nezu y a Suzu, que estaban sacando entre los dos a Gizamon del fondo de la mazmorra. Pero Stingmon le persiguió rápidamente.

-¡Patadas punzantes! -Stingmon comenzó a lanzar patadas en la cabeza de Dobermon, clavándole sus afiladas garras a toda velocidad y llegando a atravesarle un ojo.

-¡No! -Dobermon respondió con varios de sus letales zarpazos. Sin embargo, Stingmon era demasiado veloz.

-¡Disparo lunar! -Stingmon lanzó un aguijonazo brillante y atravesó el otro ojo de Dobermon. Soltó un aullido desgarrador y sus cuerpo pareció deshacerse.

-¡Buena! ¡Muy bien hecho! ¡Eres genial, DoKunemon! -gritó Nezu, llegando hasta Rudy y soltando a Gizamon en el suelo con cuidado, junto a los Tanemon. Stingmon brilló durante un momento y volvió a convertirse en DoKunemon. Iba a caer al suelo, pero FanBeemon voló a toda velocidad y le recogió en el aire, para volver a traerlo a brazos de su compañero.

-Rudy... Me muero de hambre... -murmuró DoKunemon-. No tengo ganas de correr ni de luchar ni de nada... Llévame un rato, ¿vale?

-Yo me encargaré desde aquí -dijo FanBeemon-. ¡Dobermon...! No, ¡Labramon! -gritó-. ¿Sigues pretendiendo tenernos de cena?

-¡Alejaos! -ladró Labramon-. ¡Alejaos! ¡No os acerquéis! -el Digimon en que se había convertido Dobermon ladraba cobardemente tras el fuego.

Los hagurumon empezaron a girar alrededor del colgante. Lira había prometido protegerme, así como Ilargi y Trydan; y cuando los digimon simplemente se detuvieron y nos preguntaron por qué hacíamos por allí, me sentí algo estúpida por haber tenido tanto miedo. Asentí a las palabras del digimon mientras respiraba hondo para calmarme y que se me pasara la vergüenza, y me ponía el colgante de nuevo. Era tan asustadiza... Aunque por lo menos nos dejaron entrar en la torre. No pude evitar preguntarme a qué se referían con lo de "este colgante". ¿Habría alguien más por la torre al que le interesaría o ya me estaba imaginando cosas?

Nos dijeron que los digimon nos podrían atacar, y eso no me gustó nada, pero en la tercera planta había comida y nuestros digimon empezaban a tener bastante hambre. Trydan no parecía contento de quejarse, pero yo, algo más calmada por lo de los hagurumon, me agaché y le sonreí mientras le acariciaba un poco la cabeza.

-No te preocupes, Trydan; es normal tener hambre. Podríamos ir al tercer piso lo primero de todo. Igual conseguimos información sobre los pisos superiores- no sabía quien era ese "empresario", pero por el nombre tenía la sensación de que no nos ayudaría sin algo a cambio. Además, no quería admitirlo en voz alta pero, aunque no tuviera hambre, yo también quería comer algo.

Al final Sen no tuvo que darles su collar a los Hagurumon, pero seguía preguntandome que tenía de especial un collar con forma de engranajes... ¿igual con mi ropa podía conseguir que Digimon de temática antigua nos ayudasen? A saber, pero lo cierto es que esas criaturas y su mundo era bastante extraño.

—Bueno, si tienes tanta hambre no voy a decir que no al ir a buscar algo de comida —accedí a la petición de Ilargi antes de entrar en el edificio y buscar el piso en donde nos habían dicho que estaba la comida —. Aunque tampoco nos pasemos con lo que comemos, no deberíamos abusar de la hospitalidad de los Hagurumon.

¿Líder? ¿Yo? Miré con algo de incredulidad a Guil mientras este hablaba. Nunca me había ni gustado ni llamado el puesto de líder, aunque eso te solía dar la posibilidad de dar órdenes a diestro y siniesro, pues me parecía que conllevaba cierta responsabilidad, cierta preocupación por el equipo, que yo carecía. Mi estilo era más independiente, más "tú vas a tu aire y yo al mío" ¿Me entienden? Si me juntaba con alguien o alguien se juntaba conmigo, era por interés; no nos fiábamos el uno del otro hasta que tuviésemos buenos motivos... y a veces ni eso. Esa filosofía la había aprendido en la calle y funcionaba ¿Para qué cambiarla siendo la líder de nuestro "minigrupo" (más conocido como pareja o par)?

-Si no te sale bien algo, practica -dije hablando con sinceridad - Inténtalo cuantas veces puedas, aunque te sea difícil, práctica, aunque te digan que no vas a mejorar... practica -añadí después, recordando mis humildes inicios como una ladronzuela sin mucha habilidad- al final ya verás como mejoras incluso sin darte cuenta -sonreí un poco y luego añadí otra cosa- No hace falta que seas tan confiado.. está bien serlo, está bien tener confianza con alguien, pero no en exceso

Después escuché al bajito que, curiosa e irónicamente, era mayor que nosotros. Rodé los ojos al escucharle hablar, sí, era consciente de mi reputación pero realmente no quería demostrar nada, sólo quería vivir tranquilamente sin que me molestasen. Asentí cuando mencionó que era más probable sobrevivir en grupo y sonreí socarrona cuando escuché lo siguiente ¿Dar ideas? ¿Ayudar? Todavía no tenía motivos para confiar en nadie, por lo que sólo haría eso cuando me viniese bien a mí. Junté mi mano con la suya la sacudí levemente antes de soltarla.

-Trato -dije con simpleza antes de irme a declarar mi deseo de "ayudar" al goblimon

Tras mi "charla" con el chico de segundo y escuchar al otro digimon, dije un entusiasta "Ya estamos tardando" antes de seguir al grupo c¡por una zona bastante oscura. Agradecí el llegar a un lugar más amplio, similar a cualquier mercado de cualquier ciudad. Me separé y miré la ropa, hecha jirones y los libros que encontré, escritos con cosas raras y con páginas perdidas. Gruñí a ver que no tendría lectura posible y los dejé allí. Seguí con mi particular investigación, sin perder mucho de vista al resto. Por suerte sí encontré algo interesante: un bate; sin perder un segundo me deshice del palo que tenía y lo cogí, practicando luego un par de golpes en el aire antes de notar que alguien nos llamaba. Seguí al ogro digital y nos escondimos tras un escaparate roto. Luego me percaté de la presencia de los otros tipos rojos.

-¿En serio no hay otro camino? - pregunté desconfiada antes de suspirar y escuchar al de segundo curso- Podríamos engañarles, si alguno de vosotros maneja bien las palabras a lo mejor podemos "tratar" con ellos -dije, aunque realmente prefería dar unos cuantos golpes bien dados- Hmmm... también podríamos hacer una trampa para que acabasen encerrados en alguna tienda, a lo mejor eso sirve y nos ahorramos problemas -sugerí después de echarle un vistazo a todo nuestro alrededor

@Senetyl[II ], Lira[II ]:

Os montasteis en el ascensor y pulsasteis el botón con un 3. El ascenso dio un poco de miedo, porque el ascensor vibraba con violencia y las luces parpadeaban. Daba la impresión de que se columpiaba un poco en el vacío, y en efecto cuando se abrieron las puertas notasteis que se mecía respecto al suelo del piso.

La planta estaba relativamente intacta, aunque parecía muy abandonada. Había un boquete en una de las esquinas del techo, y por allí entraba luz solar.

Había varios asientos cómodos y mesas, además de paredes de plástico como las de las oficinas, que no llegaban al techo. En un rincón había amontonadas montones de cajas de pizza, varias torres de cajas con un logotipo que no entendíais pero un dibujo muy reconocible. En otro rincón había un rincón aun mayor de cajas abiertas.

-¡Tiene buena pinta! -exclamó Lunamon, abriendo una de las cajas. Elecmon se acercó y al final entre los dos se comieron un par de cajas. Mafy cogió una y la metió como pudo en la mochila. Entonces las puertas del ascensor se abrieron y un grupo entró. Os escondisteis en uno de los módulos de oficina y los observasteis a través de las rendijas.

-Oye, ¿no os parece que los Hagurumon estaban un poco raros? -preguntó un KoKuwamon, pues eso eran, una especie de escarabajos robóticos.

-¿Y quién los entiende? No han sido capaces de encontrar a los ToyAgumon y tampoco hacen bien su trabajo -respondió otro-. No es que sean muy útiles. Creo que el Empresario les deja estar aquí porque comen poco.

-Y son buenos vigilantes -admitió el primero-. Mantienen en la calle esa panda de bebés que sólo estorbarían y se comerían nuestra comida sin pensar.

-Hay que racionarla bien, cada vez hay menos envíos... ¡Ñam! -los KoKuwamon habían comenzado a comer, al parecer-. Aunque es difícil contenerse, esta pizza está riquísima.

Había tres KoKuwamon. Trydan miró de reojo a Senetyl.

-Podría freír a uno de esos desgraciados desde aquí -musitó-. Luego nos ocuparíamos de los otros dos. De todos modos estamos atrapados aquí hasta que se vayan, y supongo que si nos descubren nos atacarán igualmente.

-Estoy dispuesta a luchar, si a ti te parece buena idea -murmuró Ilargi, mirando a Lira-. Aunque no sé si deberíamos. Podemos esperar a que se vayan.

@Kiara[II ], Nenti[ I ]:

-Estas tiendas son sencillas -explicó Goblimon-. Sólo tienen una entrada, algunas tienen puertas traseras pero son pequeños almacenes. No hay ningún pasillo que las conecte por detrás, así que no podemos pasar de una tienda a otra... Podríamos tratar de hacerlo rompiendo las paredes, pero el ruido les atraería.

Después, Tomi se quedó mirando a Kiara.

-¿Encerrarlos? -preguntó-. La verdad es que he visto ahí detrás una tienda con una verja que parecía muy sólida, y no era demasiado grande... Aunque habría que buscar un método para no quedarnos nosotros atrapados al intentar encerrarlos...

-Sí, y alguien tendría que hacer de cebo -añadió Goblimon-. Necesitaríamos una forma de atraerlos. Parece arriesgado, ¿estáis seguros? Intentar negociar con ellos es una pérdida de tiempo, eso os lo garantizo.

Kiara me estrechó la mano, pero seguía sin fiarme de ella. Esos ojos tan pícaros... sabía que me iba a dejar tirado en cuanto le conviniese, pero el haber dado la palabra era un pequeño seguro, un pequeño motivo que quizá le haría pensárselo dos veces. Era mejor que nada, en todo caso.

Mas tarde propuso encerrar a los Goblimon rojos y Tomi propuso una tienda, solo nos faltaba el método.
-Sinceramente, dudo que podamos encerrarlos y salir, pero se me ha ocurrido que podríamos cavar un agujero que fuera del interior de la tienda hasta el exterior. Que el cebo se meta en la tienda y entre en el agujero, los Goblimon lo sigan, y el resto de digimon que los esperen fuera para darles una tunda mientras intentan salir. Toda la tierra que saquemos podríamos dejarla dentro de la tienda cerca del agujero, para que alguien... se esconda en ella y cuando todos estén en el agujero... salir y empujarla de nuevo adentro del agujero y taponarlo. O simplemente escondernos en otra tienda cercana y cuando entren cerrar la puerta, es menos complicado. Por ejemplo. El cebo podría ser cualquiera, yo apuesto, no te ofendas, para que lo hagas tu, Goblimon. Si sois igual de rápidos y empiezas con ventaja, jamás te pillarían. Falcomon si usa su Carrera Falco también es rápido, segun el RH.

Quede sorprendida cuando de repente salieron como FanBeemon pequeños de la escalera por la que habíamos venido.

-¡Funciona! – me emocioné.

Me di prisa en correr al lado de Nezu, que hubiese sido devorado de no ser por DoKunemon. Pero lamentablemente no sirvió de mucho la ayuda de los aliados de FanBeemon. Sin poder hacer gran cosa vi como las amigas de mi compañero iban siendo reducidas por el digimon enemigo. Dobermon parecía estar muy enfadado. Iba a atacar a DoKunemon. Había ido a ayudar a Nezu a sacar a Gizamon de allí pero no podía dejar de mirar al pobre compañero de Rudy, como si esperara inminentemente lo que fuera a ocurrir entre Dobermon y él. Pero lo que ocurrió fue muy diferente a lo que pensaba que ocurriría. DoKunemon se transformó en un insecto verde muy grande que tenía la constitución de una persona. ¡Había digievolucionado otra vez! Y no solo eso, se volvió tan fuerte que derroto a Dobermon de unos cuantos ataques.

Nezu y yo trajimos a Guizamon hasta Rudy y los Tanemon, y FanBeemon trajo a DoKunemon que había vuelto a su forma pequeña de antes.

-Has estado muy bien, DoKunemon! Y tú muy valiente, Rudy.

Tenía a Rudy por un chico callado y tímido, pero a la hora de la verdad ha demostrado ser decidido, y ha infundido confianza a su compañero. ¿Había sido por eso que DoKunemon se había hecho más fuerte? Al dejar a Guizamon inmediatamente quise mirar información de Stingmon en el dispositivo, pero aún quedaba una cosa por resolver. Dobermon.

Se había convertido en un perro que parecía de concurso ahora, más pequeño que antes. FanBeemon era el único que quedaba para plantarle cara si ahora pasaba algo. Adelante a los demás para ponerme de su lado.

-¡Eso! ¡Te está bien empleado, por gastar esos humos y aprovecharte de los Tanemon!

En ese momento el que era Dobermon parecía muerto de miedo. La verdad es que en ese momento los Tanemon parecían fuera de peligro, la situación estaba controlada, lo que nos llevaba a la siguiente cuestión:

-… ¿Y ahora qué hacemos? – pregunte al aire girándome a los demás - Tanemon, contadnos que ocurre aquí. Explicadnos porque os queríais dejar comer por ese matón.