Vamos a jugar a... -Foro-

Descansé durante unos minutos para recobrar las fuerzas perdidas en el combate anterior.

-Condenado pirómano... en cuanto tenga las pilas recargadas se van a enterar de quien es Scott Teorslark

-¡No te pases!
No podía moverme demasiado, así que estrategias basadas en agilidad eran impensables. Me dejé caer al suelo y, tumbado boca arriba, disparé a la barbilla del Saki.

Recojo los cables discretamente tratando de no matar a ningún aliado en el proceso.

@Flint: Crees que vas a impactar, pero tu rival esquiva la bala haciendo un movimiento digno del Rey del Pop. Vuelve a golpearte con saña, esta vez en los brazos. Aún así, logras aferrarte al bastón con todas tus fuerzas para evitar que caiga y tener que perder tu precioso tiempo recogiendo la cinta.

@Scott:
-Tranquilo, déjame hacer mi trabajo -te pone un ungüento que escuece en tus quemaduras y comienzan a desaparecer, como por arte de magia-. Sólo un poco más...

@Meli:
-¡Eh! ¡Novata! -te grita el chaval-. Ve con cuidado. Según esta cosa, aún quedan ocho más. Y según esta otra -saca un segundo radar-, uno de tus compañeros de equipo parece estar frente a uno de ellos.

-Espera, ¿dices que tenéis un escáner mágico que muestra la posición de todos los enemigos y nosotros nos hemos dedicado a dar vueltas por todo el edificio como idiotas? Vaaaale... En fin, me voy a buscar a mi compañero.

-¡Mucho mejor! gracias Tetsu. Voy a ayudar a Flint y Meli -activé el comunicador-. Aquí Scott ¿Necesitais que os eche un cable?

-¡Ag! ¡Que te estés quieto, leches!
Aprovechando que estaba en el suelo, intenté hacerle una tijereta con las piernas para tirar al Saki. Luego volvería a intentar destruir el ordenador con mi bastón desde allí.

@Flint:
Intentas hacer la tijereta, pero tu cuerpo simplemente no responde. Tu enemigo aprovecha para patearte de nuevo, esta vez en la cara.

@Scott:
-¿No te contesta nadie? -bufa Tetsu-. Bueno, será mejor que les busquemos nosotros mismos. ¿Por dónde crees que estarán?

@Meli:
-La tasa de refresco no es suficientemente buena como para fiarnos de unos datos tan fugaces, pero parece que esas dos señales no se mueven un ápice -te explica-. En fin, haremos lo que tú dices. Igualmente, sería buena idea eso de darnos prisa... Me pregunto si aguantará tres personas.

El policía vuelve a a sacar esa plancha metálica y se sube encima. Al ver tu mirada de sorpresa, te insta para que hagas lo mismo y, por último, se une su compañera.

-¡Vamos allá!

Aunque el transporte parece ser algo inestable al tener tres pasajeros es lo suficientemente rápido como para acercaros al lugar que os marcaba el radar. Ahí, encuentras a Flint tirado en el suelo y lleno de moratones, mientras un enclenque chaval le patea violentamente.

Dolorido como estaba, intenté señalar el ordenador que se hallaba a unos metros de mí.
-¡Destruid ese maldito ordenador! -exclamé, mientras intentaba de nuevo sacármelo de encima.
Cada vez me dolía más todo el cuerpo. Me estaba esforzando demasiado en contrarrestar la trampa de parálisis.

Salto del vehículo. Cargo una bola de energía.

-DEJA-EN-PAZ-A-FLINT.

Se la lanzo de forma que si él la esquiva, le de al ordenador.