Vamos a jugar a... -Foro-

Me sentí aliviado al ver que había funcionado, aunque la explosión fue bastante grande. René y Cristoph desparecieron al acercarse a la estatua que William atacaba antes. Este y dos más fueron allí también. Me levante y me acerque a David.

- Vamos – dije ofreciéndole la mano para que se levantara – puede que sea interesante lo que haya allí.

- Sí - respondí mientras e levantaba con la ayuda de Derek -. ¿Crees que será seguro? En todo caso hay que ayudar a Cristoph y René, así que vamos.

@Dark



El encapuchado vuelve a repetir el gesto con la mano de tomar asiento sin decir palabra, sin ver otra posibilidad o alternativa decides sentarte. En ese momento tu cuerpo se prende en llamas, un remolino te levanta por los aires del asiento, miles de esquirlas de hielo se te clavan en el cuerpo y un centenar de relámpagos te afligen. Pierdes el conocimiento antes de siquiera caer al suelo.

"Todavía no ha ocurrido nada, ¿por qué tarda tanto?"
"Quién sabe, a lo mejor ni siquiera tiene voluntad de vivir, o no ha despertado todavía."
"Entonces habrá que hacerlo por las malas."

Te despierts en la misma sala, con un gran dolo en todo el cuerpo, esta vez el suelo está prácticamente cubierto de sangre, y en las paredes hay muchísimas más manchas y unas cuantas por el techo. Esta vez delante de ti ves algo que recuerdas vagamente, de algún libro o algo parecido, sabes que su nombre es ciervo tirador, pero no consigues recordar nada más. El monstruo se encuentra encadenado, intentanto liberarse con fuerza y ahínco.

"Tu última oportunidad."

De repente las cadenas que oprimían al ciervo son liberadas, éste no duda en cargar hacia ti con furia. Clavándote sus cuernos en el pecho y lanzándote contra el techo, vuelves a caer al suelo con violencia y te encentras terriblemente magullado. El ciervo alza su puño hacia a ti listo para dar el golpe de gracia.

"Va a morir, no merece la pena seguir con éste. Probemos con otro en la siguiente."

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@IES

En el mismo instante en que tocáis la estatua de Artemisa notáis un extraño cosquilleo mientras os disolvéis. En un abrir y cerrar de ojos os encontráis flotando en un un vacío blanco, estáis todos juntos. Podéis ver a una persona con toga y un arco, su similitud con la estatua de Artemisa es total.

"Os lo agradezco de verdad, no hay mucho tiempo, pero por favor salvadlos."

Eres.... ¿Artemisa? ¿La mismisima diosa? ¿Y a quien hay que salvar? ¿A otros dioses?

- Es la misma voz de aquella vez..

Por fin parecia que avanzabamos, no se si estar alegre, triste.. son muchas cosas de golpe.

Maldita sea, no podia hacer nada. Me dolian los brazos a mas no poder y la sombra seguia intentando suicidarse, era como si tuviera miedo a tocarme. Me levante y me acerque a la sombra cogiendole uno de los brazos y golpeandome contra el.

- Vamos! Cuanto te cuesta acabar conmigo? COBARDE! Matame con tus propias manos si puedes! HAZLO YA, ACABA CONMIGO!!!

Cogi su brazo y lo use para golpearme la cabeza con el mientras le seguia gritando a la sombra.

¿Voluntad? ¿Probar con otro? ¡No quiero morir, malditos sean!

Me incorporo como puedo y si vuelve a por mi intento esquivarlo para no resultar herido.

Todo ocurrió bastante rápido. Hace unos segundos estábamos en aquella sabana del mundo del sol... y ahora en una habitación totalmente blanca.

-¿Salvarlos? -la similitud de la mujer con la estatua hizo que mis sospechas se hiciesen realidad-. Entonces ¿Hay otros mas?

Supongo que ya conocía la respuesta, pero dado que nada de aquello era normal, ¿Qué podía perder preguntándolo?

- Supongo que te referirás a otros como tú, pero… ¿Hay alguna manera de hacer algo para el chico que perdimos intentando ayudarte?