@Zodiark [PM: 9/10] [PF: 2/2]
@Loki [PM: 7/7] [PF: 1/1]
Con un rápido aleteo, Artemición se colocó sobre la cabeza de Zodiark y comenzó a pegarle con sus pequeñas manitas en la cocorota, agitando la suya propia como un loco y haciendo que su pompón se balancease de un lado a otro.
-¡¡ARTY, ¿EH?!! ¡¿POR QUÉ NO ARTICHUCHY?! ¡¿O PICHURRÍN?! ¡¿EH, SODY?! -chilló, encolerizado.
Dedujiste que al moguri no le hacía demasiada gracia que le llamasen por aquel sobrenombre. Cuando Loki se refirió a él como Artemición, se tranquilizó y bajó lentamente al suelo.
-Sí, hola, Loki -dijo, recuperando la compostura-. Yo soy Artemición. CON TODAS LAS LETRAS.
Tras echarle una mirada fulminante a Zodiark, éste le sugirió ir al castillo, en donde solían vivir antes de comenzar su aventura.
-¡Anda, qué buena idea! -parecía que ya no estaba enfadado- ¡Los demás moguris se alegrarán de vernos, ya verás...! Guau, parece que haga siglos que no nos pasamos por casa...
Seguís a Artemición bajando la colina y llegando a la zona de entrenamiento, con los aros metálicos colgados en los postes en el suelo. Tras pasar caminando el área, llegáis al fin al postigo del castillo: una plataforma de piedra con una escalinata al fondo, que daba a parar a un gran pórtico que funcionaba como entrada al castillo de Tierra de Partida.
-¡Hogar, dulce hog...! ¡Eh!
El comentario del moguri fue interrumpido por una repentina presencia en el ambiente. En efecto, manchas negras comenzaron a aparecer en el suelo. De ellas visteis cómo brotaba un considerablemente numeroso grupo de sincorazón... Eran ni más ni menos que tres Soldados (unas criaturas humanoides con cascos plateados y unas tétricas garras, que parecían andar bailando una extraña danza), un Grandullón (humanoides enormes, con un gran barrigón reforzado con una dura placa) y dos Sombras Junon.
-¡Pero si la barrera del mundo está sellada! -exclamó Artemición, poniéndose en guardia.
Las brechas oscuras se cerraron y los sincorazón se pusieron desviaron sus brillantes ojos hacia vosotros, esperando el momento de atacar...
@Sara [PM: 5/5] [PF: 3/3]
Aqua te miró apenada. Tras sopesar la situación, la chica se acercó a ti y te puso una mano en el hombro. Podías sentirla, como si de verdad estuviese allí... era cálida, y su peso sobre tu cuerpo parecía resultarte extrañamente reconfortante. Tras unos segundos de silencio, no pudiste evitar oír una dura verdad.
-No -respondió, sincera-. Los que se han ido, ido se han, pequeña Sara. La oportunidad que se os ha dado de conservar sus esencias en vuestros corazones por medio de estos brillos es algo milagroso, y deberíais sentiros felices de poder llevar a vuestros amigos perdidos dentro de vosotros, apoyándoos... No todos hemos tenido esa suerte.
Te pareció ver una gota de un líquido brillante corriendo por la mejilla de Aqua, pero fue sólo durante una fracción de segundo. La portadora del Corazón Sabio se alejó de ti y te miró una última vez antes de desvanecerse en una luz azulada que te cegó unos momentos.
-Pero no te preocupes... -añadió, finalmente- Pronto descubriréis que vuestros lumíneos amigos tienen un importante papel en esta historia...
Cuando pudiste volver a abrir los ojos, te encontrabas en El Corazón de Todos. La imagen de Koda se alegró al verte llegar, pero no te paraste a ver su cara, ya que una serie de acontecimientos comenzaron a ocurrir en la vidriera. La corona de la cristalera se encontraba ahora rodeada de siete círculos de color blanco. Uno de ellos, el que se encontraba más cerca de ti, brilló potentemente con una luz de color azul y, cuando se apagó, viste que en él estaba representada la imagen del Siemprejuntos Azul que llevabas ahora en tu pulsera de invocación.
Tu pulsera de invocación...
Al mirarla, viste que la Esfera Beige comenzaba a adquirir un tono más brillante. La cristalera del corazón también se iluminó de una forma muy parecida a cuando había sido activado el Brillo de Montaña de Koda... Y así fue. Tras la tuene luz beige, la Esfera del mismo color adquirió aquel brillo permanentemente.
¡La Esfera Beige se ha convertido en Brillo de Cielo!
Permite invocar a Valefor, el eón celestial.
Al lado de Koda apareció otra imagen translúcida. Era una chica de pelo moreno, con coletas y vestida con una túnica, que te resultaba familiar hasta decir basta.
-Sara... -musitó Valefor.
@Hiro
El Game ya había empezado, y los Players habían comenzado a jugar. Un grupo muy numeroso de adolescentes vestidos con lo que parecían ser uniformes de instituto habíais estado reunidos hacía unos minutos en una amplia sala del Big Building, el edificio central y más grande de la Game City. En ella, Sponsor, un tío bastante engreído y vestido de rojo, os había explicado las reglas de aquel... "juego de supervivencia". Ahora, sin embargo, no estás para darle demasiadas vueltas al asunto... lo que más te interesa es sobrevivir una semana en la isla para que al final tu deseo te sea concedido. Le echaste un último vistazo al móvil que te habían entregado, al que recibirías la misión que debías completar para no ser eliminado del juego aquel día, pero todavía no habías recibido ningún mensaje. En él también os habían dado la opción de adoptar un nick... un sobrenombre que
sustituiría al vuestro propio, con el que os desprendíais de todo pasado al que pudieseis haber estado anclados.
Tú habías elegido "Hiro".
Sin embargo, al salir del Big Building todos los integrantes del juego os habíais dispersado... ¿Sería que nadie confiaba en nadie, y preferían actuar de forma individual? Al fin y al cabo, estaba el tema de los Traitors... pero preferiste no pensar demasiado en ellos. Era una parte del Game que nadie estaba demasiado dispuesto a comentar. Caminando por la ciudad te cruzaste con algún que otro establecimiento cerrado, ya fuese de venta de comida, electrónica... era seguro que no os iba a faltar de nada en aquel lugar.
Llegó un momento en el que viste a un grupito de Players a lo lejos, en una calle...
@Boku [PM: 4/5] [PF: 1/3]
Los robots parecían demasiado enfrascados en su trabajo como para hacerte caso. O quizás sus receptores auditivos estaban demasiado altos como para oírte. O tal vez no entendían el lenguaje humano. Fuese como fuese, como viste que aquellas moles no et hacían ni caso decidiste merodear por el vertedero para intentar encontrar una salida.
Cuál fue tu sorpresa cuando, tras una de las montañas de basura, te encontraste una extraña escena: un pequeño robot muy parecido a aquellos que no se fijaban en ti, pero de una centésima parte de su tamaño (como mucho), se hallaba muy deteriorado, aunque parecía que el mayor problema era una pieza electrónica que le faltaba en el centro del... "pecho". A su lado había un pequeño robot con un cepillo encajado entre dos bracitos que parecía estar limpiándolo, y en los montes de desperdicios pudiste ver a un impoluto robot blanco levitador rebuscando como loco entre la basura.
Te quedas mirando la escena unos instantes, intentando adivinar qué está pasando o pensando qué hacer...
@Felanan [Confu (2)] [PM: 3/8] [PF: 2/3]
@Edurna [PM: 2/9] [PF: 2/2]
Felanan intenta utilizar la cabeza como puede y decide mantenerse a la defensiva para no arriesgarse a atacar a su joven compañera. Edurna, por su parte, ataca a la Madre con Morbis+. Del extremo de su Llave Cetro brotan pútridos tentáculos que, ya sólo a la vista, parecen más dañinos que los que invocaban con la magia Morbis simple.
Cuatro de ellos se dirigen directos hacia la Madre, pero Edurna no es capaz de dirigirlos para que corten los hilos... La Madre, con un simple gesto de la mano, desvía el ataque de la chica, que se piede en el abismo blanco sobre el que está la telaraña. Vuestra enemiga sigue con los brazos extendidos hacia la Maga Negra.
-¡¡QUIÉREME!! ¡¡QUIÉREME!! ¡¡QUIÉREME!! ¡¡QUIÉREME!!
Si intentaseis seguir atacándole en ese estado, os daríais cuenta de que ninguno de vuestros hechizos tendría efecto. Parece ser inmune a cualquier daño... ¿cuál será su punto débil? Mientras lo pensáis, los brazos de la Madre comienzan a alargarse lentamente mientras chilla, dirigiéndose hacia Edurna...
@Aurek [PM: 8/8] [PF: 0/2]
-Estoy pisando -te responde el chico, como si estuviese diciendo algo obvio.
Parece que no vas a poder sacar nada en claro de él... al hechar un vistazo al callejón, te das cuenta de que no tiene salida, así que miras hacia atrás y ves una salida que parece dar a una zona un poco más transitada que la que habías dejado al entrar allí, según lo que ves por el hueco entre las dos paredes que forman la estrecha callejuela.
Cerca de la entrada al callejón puedes fijarte, desde tu lejana posición, en un chico pelirrojo que camina mirando a los lados...