LA CONDESA SANGRIENTA
Cuando llegaste a Bratislava, un coche oficial os estaba esperando a Rada y a ti.
-Qué atentos -comentó Rada, alzando una ceja. El coche estaba conducido por un chofer de aspecto despistado. os montasteis en la espaciosa parte de atrás y en cuestión de minutos dejasteis la ciudad, alejándoos por los campos llenos de árboles raquíticos hacia un enorme castillo que se erigía sobre una roca que sobresalía junto a un gran precipicio. El camino que serpenteaba hasta lo alto de la roca era muy estrecho.
-Haced lo que tengáis que hacer -pidió el chofer-. Aquí os espero.
El cielo estaba tan nublado que casi parecía de noche. El castillo tenía una única puerta principal, y las ventanas más bajas estaban en los torreones, por supuesto a gran altura. Dos guardias con armaduras custodiaban la entrada principal. Cruzaron las alabardas frente a la puerta cuando os acercasteis.
-¿Qué asuntos tenéis con Lady Elizabeth? -preguntó uno de ellos, de mal humor.
No sentías maldad en sus almas, sólo eran personas normales haciendo su trabajo.
HUELLAS EN LA NIEVE
Con el viento potenciando el fuego, las llamaradas se avivaron y tuvieron más potencia de lo habitual. El enemigo se levantó ágilmente y corrió hacia vosotros, siendo derribado una y otra vez mientras intentaba esquivar tus ataques sin éxito. Se lanzó hacia ti con el pie por delante y alcanzó con una de sus potentes patadas, pero conseguiste resistirla y fue su pierna carbonizada la que se desintegró en un montón de ceniza. Le acuchillaste con ambas armas a la vez y se desintegró con un grito furioso.
Un vendaval arrastró la ceniza y sólo quedó su alma, roja y convertida en un huevo de Kishin.
-Vaya espanto de tío -dijo Suria, recuperando su forma humana y cogiendo el alma. Se dio la vuelta y se llevó las manos a la boca, tapándose la cara para que no vierais cómo se la tragaba-. Gracias por ayudarme antes, Trev -sonrió, y te dio un par de palmadas. Venga, será mejor que volvamos... ¿No te transformas, Igna?
-No, prefiero quedarme así -replicó la voz de Igna-. Mi fuego está calentito.
-Pues sí, es verdad -admitió su hermana, acercando las manos a la hoja que sostenías.
Volvisteis a la cima de la montaña siguiendo vuestras propias huellas y os encontrasteis al monje jefe meditando medio desnudo sentado en la postura del loto sobre la barandilla.
-He sentido todo lo que ha sucedido desde aquí -dijo sin abrir los ojos-. Me congratula que hayadis tenido éxito en vudestra misidón, y espero que volvadis a visitar mudy pronto nuestro teeeemplo de la sabidurida.
El pastor había arreglado ya su vehículo, así que comenzasteis el camino de regreso al Shibusen.
LECCIONES EXTRA
Trev, Igna y Suria volvieron a la recepción con aspecto de haber pasado mucho frío. No parecía haber nadie por allí, y en el tablón quedaban tres misiones.
-¿Qué opináis? -preguntó Suria, señalándolas-. ¿Hemos tenido suficiente por hoy?
EL FANTASMA DE LA ÓPERA
Rango: ★☆☆
Lugar: Londres.
Descripción: ¡Alguien está robando las almas de las cantantes de ópera! ¿Quién podría tener semejante fijación? Durante el próximo concierto, un técnico deberá supervisar a la multitud y encargarse de la seguridad de la artista. Seguramente el "fantasma" sea alguien entre la multitud. Se recomienda confiscar su alma, aunque no es la prioridad.
ROMPE-SOULS
Rango: ★☆☆
Lugar: Chicago.
Descripción: Esta misión probablemente sea una falsa alarma, ni siquiera seguiríamos investigándolo si no hubiera tantas denuncias... Dicen que en cierto salón recreativo de Chicago, hay una máquina en la que puedes jugar una última partida entregando tu alma si te quedas sin monedas. Hemos examinado todas las máquinas del salón y probado cada uno de los juegos: no encontramos nada raro. Puede que tú tampoco encuentres nada, pero quizá es que sólo funciona con adolescentes. La misión consiste simplemente en echar un vistazo por el local, y jugar un rato a ver qué pasa. Por supuesto, es posible que no consigas ningún huevo de Kishin con esta misión.
ALMAS DORMIDAS
Rango: ★☆☆
Lugar: Wyndham.
Descripción: Se están registrando una serie de casos extraños en esta ciudad australiana. Alguna criatura o persona está provocando que las almas de las personas se "duerman". Las víctimas de esta extraña afección parecen perder sus sentimientos y emociones y siguen con sus vidas de forma mecánica. Localiza al causante de estos sucesos y asegúrate de atrapar su alma.
EL MARQUÉS DE SADE
-No puedo hacer nada sin estar transformado del todo, lo siento -musitó Yu, volviendo a su forma humana.
Os acercasteis a la habitación y el Marqués se apartó de vuestro camino, manteniendo a su rehén inmovilizada.
-Muy bien -ordenó, satisfecho-. Ahora, tú -te señaló- acuéstate en esa camilla. Y tú -señaló a Yu- átale con las correas.
Ibas a negarte, pero tu compañero te indicó con una mirada que obedecieras. Te sentaste en el frío tablón de acero inclinado y Yu te cogió la mano derecha y comenzó a colocar una correa alrededor... pero en el último segundo se transformó, recubriendo tu brazo.
-¡Os lo advertí! -bramó el conde, y el taladro comenzó a atravesar el cuello de la mujer. Le disparaste el gancho a la frente y con un tirón le hiciste caer de boca contra el suelo. La mujer cayó también y rodó por el suelo. Bajo su cuello apareció un gran charco de sangre, aunque gemía débilmente. No habías sido lo bastante veloz para impedir que saliera muy malherida. Ahora tenía una gran herida en la garganta y se desangraría si no la atendíais pronto. En aquel laboratorio tenía que haber material para curar una herida...
Con el gancho clavado todavía en la frente y sin que eso pareciera molestarle en absoluto, el Marqués de Sade se volvió hacia ti, con el pelo convertido en multiples taladros con los que parecía dispuesto a atravesarte de un cabezazo.
FEAR AND SOULS IN LAS VEGAS
El matón se encogió de hombros y se dio la vuelta.
-¡Eh, Bugsy! -llamó con una voz-. Aquí hay un par de niñatas buscándote.
Se abrió una puerta al otro lado de la habitación, y de ella salió un hombre alto y atractivo con un curioso sombrero con forma de escarabajo. A medida que se acercaba, cruzando la habitación, te diste cuenta de que su frecuencia del alma era ensordecedora y te enviaba una sensación de absoluta corrupción y maldad. No hacía falta ser muy hábil para percibir que estabas ante un tipo extremadamente poderoso.
-¿Sí? -preguntó amablemente, deteniéndose frente a la puerta del ascensor. Te diste cuenta de que inconscientemente habías retrocedido hasta el fondo y te habías recostado contra la pared del ascensor-. Soy Bugsy Siegel, ¿qué queréis? ¿Nos conocemos?
Valeria, incapaz de percibir lo que tú estabas sintiendo, te miraba con perplejidad. Bugsy sonrió amablemente, y en tu cabeza aparecieron imágenes de él metiéndote los brazos en una picadora de carne y disfrutando de cada momento.