Vamos a jugar a... -Foro-

-Humph.

Este combate ha sido muy aburrido, no he sentido un riesgo real ni nada emocionante en él. Y ahora me da otra órden, así porque sí; bueno, la sombra esa que veo desde aqui me intriga...está bien, por ahora, seguiré con esto.

Santi se despereza un poco y toca el portal.

El hechizo dio efecto tal y como esperaba, la invocación se encargo del resto…

Dyray Cífer escribió: -Has obtenido el poder de invocar a tu enemigo. Cada vez que destruyas a un enemigo que comparta tu mismo color, tendrás la posibilidad de que se una a tu bando. Sin embargo, tu capacidad mental y física solo te permite llevar 30 hechizos distintos. Si quieres guardar alguno, yo soy capaz de guardar cerca de 15. Pero en batalla solo podrás usar esos 30. Piénsalo bien.

Parecía sencillo, no muy difícil de tener presente. Esto era interesante, y algo me decía que el don que se me había dado no se limitaba solo a eso. Tampoco parecía que fuese el único con ese poder, el amo menciono a otros ‘’caminantes de planos’’. ¿Era este el nombre que se nos otorgaba? ¿Cuál sería mi deber respecto a los otros caminantes? ¿Combatir con ellos? Confiaba en que el amo supiera hacer lo más correcto cerca de todo esto…

Se abrió un portal, seguramente obra mi señor Bolas, abajo, en la pradera. Me encargo ir allí en busca de un emperador, Konda, con el objetivo de saber cómo se desarrollaba la situación de la guerra entre los humanos y los kamis. Descendí posándome en el suelo y penetre en el portal, no iba a descontentar al amo. Desafortunadamente no tenía ni remota idea de dónde cercar mi objetivo ni de dónde me encontraba yo exactamente. Levante el vuelo de nuevo en el otro lado de la entrada a ese lugar en busca del algún rastro de humanos o para permitirme orientarme; no recordaba haber estado en ese sitio alguna vez…

@Zodiark
De tres de tus esferas, una esencia verde aparece e inunda a tu criatura. El cocodrilo crecio dos, tres, no, cuatro veces su tamaño normal, hasta alcanzar unas proporciones gigantes. Con un simple bocado, el mago fue engullido.

Spoiler: Mostrar

Nombre: Crecimiento titánico
Habilidad:La criatura objetivo obtiene +4/+4

Un aura verde sube por tus piernas y te inunda. Sientes una nueva fuerza nacer en ti.

-Has obtenido el poder de invocar a tu enemigo. Cada vez que destruyas a un enemigo que comparta tu mismo color, tendrás la posibilidad de que se una a tu bando. Sin embargo, tu capacidad mental y física solo te permite llevar 30 hechizos distintos. Si quieres guardar alguno, yo soy capaz de guardar cerca de 15. Pero en batalla solo podrás usar esos 30. Piénsalo bien.

Has obtenido el poder del Cocodrilo Furtivo (Coste: 1 verde, 2 incoloro)
Has obtenido el poder del Crecimiento titánico (Coste: 1 verde, 2 incoloro)
Has obtenido el poder del Mago de Jade (Coste: 1 verde, 1 incoloro)
Has obtenido el poder de Naturalizar (Coste: 1 verde, 1 incoloro)
Has obtenido el poder del Elfo de Llanowar (Coste: 1 verde)
Has obtenido el poder de la Araña Gigante (Coste: 1 verde, 3 incoloro)
Has obtenido el poder del Anciano de Arboleda Parda (Coste: 1 verde, 2 incoloro)

Una imagen de un mundo dividido en sombras y luz aparece ante ti.

-Tu misión será buscar información acerca de las distintas personalidades de los elfos de este mundo. Creo que será una tarea mas que adecuada para ti.

@Final
Los centinelas levantan inmediatamente sus armas.

-¡¿Quien osa preguntar por esos engendros corruptos?! ¿Eres tu acaso uno de ellos?

Los guardias te inspeccionan. Nunca habían visto a alguien con tus indumentarias, pero, visto que no tenías signos de infección, se calmaron y te escucharon.

-Si buscas información sobre esos pútridos, ve a hablar con nuestro héroe. El ha sido el que nos ha salvado durante tanto tiempo de las invasiones de los pyrexianos. Búscalo en la plaza central; seguramente esté allí.

@Drazham
Caminas durante varios metros. Puedes apreciar que el bosque está lleno de vitalidad... y de algo que te parece mucho más apetecible; el maná, en su forma pura, fluye por todas partes.



Tras andar unos cuantos pasos, enseguida el suelo se abre en dos, y caes por él. Chocas contra el duro suelo. En cuanto abres los ojos, puedes ver a numerosos elfos apuntándote con su arco. Uno de ellos habla.

-¿Quién eres tú y qué buscas? Nadie es tan estúpido como para andar por estos bosques solo.

@Santi
Entras al portal. En cuanto caes, compruebas que estás cerca de la ciudad que viste antes; el páramo parece desierto por cualquier otra razón, aunque sientes que alguien te vigila.



@Drail
Al llegar al plano, te encuentras en una gran llanura. Esta desolada, pero a lo lejos ves una gran ciudad amurallada.

Me llevé una sorpresa no muy agradable cuando un grupo de elfos me apuntaron con sus arcos. No lo veía extraño, pues los elfos son conocidos por ser los guardianes de los bosques... y no les gustaban mucho los extraños.

-No vengo con intenciones impías, si es lo que os preocupa-. dije con un tono calmado-. La razón por la que me he adentrado en estos bosques es para buscar a la elfa Nissa Revane. Me gustaria que me aportase información sobre unas criaturas a las que llamáis Eldrazi.

Alguién....me ve, no sé donde está ahora pero sé que me está observando...Mejor me dirijo a la ciudad estando muy atento, aunque no sé que me encontraré allí...esto va a ser interesante.

Santi se pone a andar a la ciudad con normalidad mientras se fija en todo lo que está a su alrededor.

-Gracias.
Entré en la gran bóveda después de que los centinelas me dejasen paso. Tenía que buscar a aquel héroe.

@Drazham
Los elfos empiezan a murmurar. Puedes notar que se sorprenden de pronunciar tales nombres. Los elfos bajan las armas.

-Si conoces la conexión entre ambos... debes ser alguien con un poder superior. Ven, sígueme.

El elfo te conduce por una escalinata hasta lo que parece ser la copa de un árbol. Allí, sentada en una silla de caoba y con varios libros destrozados en una mesa, una elfa te recibe.



-¿Qué sabes tú sobre los Eldrazi? ¡Cuéntamelo todo!

La elfa te mira con un poco de desprecio, como si no fueras mas que una herramienta para servir a sus planes.

@Santi
Al llegar a la ciudad, los aldeanos se aterrorizan al ver tu forma. Huyen despavoridos, pensando que eres otro de tantos demonios que han asolado la ciudad. La guardia viene enseguida, y se puede ver en sus ojos el miedo. Uno de ellos habla con un pequeño hilo de voz.

-¿Q-quien e-eres? ¡N-no queremos v-viles diablos por a-aquí!

Al hombre le tiembla el arma en mano.

@Drail
Al acercarte a la ciudad, puedes ver como varios hombres se agrupan en un tumulto. Cuando empiezas a descender para comprobar por qué, una oleada de flechas te son lanzadas. Intentas esquivarlas como puedes, alejándote un poco. Aterrizas, pero los hombres siguen apuntándote.

-¡Escúchanos, Kami! ¡Nosotros no te hemos hecho nada para merecer tu odio! ¡Dejad de arrasar nuestras ciudades y hogares!

Parece ser que ha habido un gran malentendido. Puede que los habitantes de este mundo no estén acostumbrados a tu especie...

@Final
Al entrar en la bóveda, te das cuenta de que es básicamente un cuartel de guerra. La gente te mira extrañada, pero simplemente pasan de largo. Al entrar a la plaza principal, compruebas que una joven esta sentada junto a la fuente, tocando una armónica.

-Bueno... me parece que un humilde servidor también se hace esa pregunta -dije-. No conozco nada acerca de esas criaturas. Es por eso que la he estado buscando, ya que parece ser que usted podría ser un rayo de luz en mi travesía.

El interior de aquella cúpula no resultaba especialmente acogedor... de no ser por una melodía. Una hermosa música que salía de la armónica de una joven sentada tranquilamente en el borde de una fuente, ajena a lo que pasaba a su alrededor. Me acerqué a la fuente, sin acercarme demasiado a la joven y, observando las irregulares formas que reflejaba la superficie del agua, sólo pude musitar una palabra.
-Precioso...
Una escena así en medio de aquel desolado páramo resultaba tan milagroso como una nube de lluvia en el ardiente desierto... o un rayo de esperanza en una guerra. Esperé a que la mujer dejase de tocar para acercarme a ella. Si continuaba tocando, no disturbaría su sonata y exploraría la ciudad en busca de información, como el Maestro Bolas me había ordenado.