Vamos a jugar a... -Foro-

Atado de manos.

-Sí... me parece una buena idea -admití, mirando la cuerda-. Sé que mi petición es egoísta, pero es que... -me encogí de hombros llevado por la frustración-. En fin... Adair ha estado aquí, ¿verdad? -pregunté, dejándome llevar-. ¿O lo he soñado...? Es irónico, era yo quien venía a pedirle ayuda, a decirle que teníamos que unirnos al resto para atacar la Ciudad de los Tanemon y hacer frente a Persiamon, pero no he podido decirle nada y es él quien ha ido a ayudarme a mí. Estará enfadado conmigo...

Permanecí unos momentos en silencio.

-Esto... -parpadeé. Los ojos me escocían y tenía sueño-. Probablemente eso sea un secreto militar que no debería ir contando por ahí -admití, avergonzado-. No se lo digas a nadie, porfa...

—¡Le hemos dado de lleno! ¡Así se hace, Flynn, eres el mejor! ¡Si esto sigue así, acabaremos rápido!

El digimon, enfadado, nos empieza a lanzar estalactitas. Pero nosotros le derrotaremos.

—Flynn, ¡es el momento de evitarlas! ¡Si vamos hacia arriba en diagonal seguro que le será más difícil acertar e irán con menos fuerza, nosotros podemos! Y en cuanto veamos que ya tiene que parar, ¡le daremos una ronda doble de Explosión Láser! Mientras las lanzas, ¡te acercas para poder derrotarlo con el ataque más fuerte y rápido de hacer que tengas! Nos cubriremos con el ataque para acercarnos más rápido.

Si el plan no llegase a funcionar, una retirada usando Onda Láser para poder pensar en algo mejor sería lo ideal. Teníamos que ayudar a nuestro compañero, al fin y al cabo.

—Oye, Cara, la idea era ir a hablar cordialmente con Angewomon para tratar de solucionar todo este asunto, si nos ponemos a destruirle el palacio nos mandará a paseo —dije soltando una carcajada mientras mi compañera me guiaba hacia la ventana por la que entraríamos.

Al atravesar la ventana, no podía creer lo que veían mis ojos.

—¿Esa no es...? —murmuré boquiabierta.

¡Un gran ángel enfurecido estaba atacando a Alice, y era sin duda ni más ni menos que Angewomon! ¡Teníamos que actuar rápido!

—Rápido, Cara, bloquea las flechas con unas Bombas de globos locos, y después sorpréndela por la espalda con un Orbe misterioso.

»¡Alice, ahora! —gritaría a la chica para que actuase cuando Angewomon estuviese distraída por el ataque sorpresa de Opossumon.

Al final todas esas horas perdidas en las casetas de escopetas en las ferias había servido para algo, si podía darle a dos muñecos a la vez con una escopeta trucada, podía dejarle la frente a esa chiflada tan roja como la capa de Válor.

Pero ahora estábamos en una situación más jodida que antes.

—¡Esta energúmena se va a cargar medio palacio como use ese ataque! —grité cogiendo rápidamente a la verdadera Angewomon para buscar un lugar donde escondernos —Válor, sé que es arriesgado, pero derriba el techo delante de nosotros para que detenga las flechas —. Señalé este a la par que daba la orden.

Y justo cuando lo hice me fije en la presencia de Tris y su compañera. ¿Qué hacían allí? Bah, que importaba, la chavala tenía un plan para librarnos de aquello y tendríamos que aprovecharlo.

—Válor, tenemos que cubrirnos y después apoyar a Tris y su compañera —le dije intentando buscar alguna columna gruesa que pudiera aguantar varios flechazos y usarla para cubrirnos —. Cuando paren las flechas suéltale tú mejor andanada de puños. Como la de antes, esta vez no debería poder sobrevivir a ella.

El Kumamon cerró la trampilla con la promesa de no hacer nada si estábamos en problemas. No es que me importara, pero al menos nos podía haber dado otra copia de la llave por sin no encontrábamos al digimon del chico. Cuando llegamos abajo, sin embargo, me relajé. Estaba oscuro y hacía algo de frío por la humedad, pero no me pareció que hubiéramos llegado a una zona peligrosa.

-No soy muy hablador, pero si quieres, pregunta-le respondí a Seraphiel. Tampoco es que a mi se me fuera a ocurrir ningún tema de conversación.

Terminamos llegando a una bifurcación con dos caminos exactamente iguales. Me detuve a escuchar, por si eso me daba alguna pista. Si allí abajo había digimon, deberían hacer algún tipo de ruido.

-¿Escuchas algo que nos indique por dónde deberíamos ir?-le pregunté a Seraphiel en un susurro. Igual él tenía mejor oído que yo.- Si no, propongo que vayamos por el de la izquierda. Tendremos que empezar a buscar por alguna parte.

@Asch (200%) @Luke (150%)

Yuri vira en el aire, tratando de esquivar el rayo de Devimon sin tirarte al suelo, pero el ataque alcanza su costado y tu compañero empieza a sufrir turbulencias en el aire. Parece haberle quemado una pata con el cañonazo, desequilibrándole.

-N-no he p-podido e-esquivarlo, A-Asch... -masculla Yuri, nervioso, tartamudeando más que de costumbre-. L-lo s-s-siento... ¿Q-qué? ¿Q-qué está escribiendo...? Ah... A-Aaah... ¿Q-qué hago...? ¡No s-sé si p-puedo hacer t-tantas cosas a la v-vez, A-A-Asch!

Yuri, bastante afectado, empieza a lanzar lanzas sin ton ni son. Aunque eso obliga a Devimon a retroceder, pues destruye las letras que estaba escribiendo, sólo tiene que colocarse en una posición estratégica para terminar con su hechizo.

-¡CONTRATO DEL INFIERNO!

Nubes de letras escritas con sangre os rodean entonces, impidiendo ver lo que hay a vuestro alrededor y encarcelándoos en el aire. Es imposible saber en esta condiciones lo que va a hacer Devimon a continuación.

-¡L-lo siento, A-Asch! -repite Yuri tapándose la cara con las patas delanteras-. ¡N-no te e-e-enfades, p-p-por favor!

Luke, vuelas hacia arriba y en diagonal para evitar las estalactitas que te lanza IceDevimon, pero éste te persigue con sus ataques y continúa aleteando hasta que, por fin, alcanza una de alas de Flynn. El afilado hielo atraviesa la fina membrana protegida solamente por plumas y tu compañero aúlla de dolor, haciendo todo lo posible para no caer en picado y no herirte con la caída.

-Esto... no está yendo demasiado bien... Luke... -admite.

Cuando IceDevimon se lanza a por vosotros para asestar el golpe final, Aquilamon inicia tu plan B y utiliza Onda Láser. Flynn te indica que te tapes los oídos y entonces emite un chirrido ensordecedor. IceDevimon se para en seco en el aire y se lleva las manos a la cabeza, confundido e incapacitado. Flynn aterriza con toda la delicadeza posible, jadeante.

-Luke... ¿Qué hacemos ahora...? -te pregunta-. No parece que Asch y Yuri... estén mucho mejor que nosotros...

Tu compañero mira hacia la nube de oscuridad y letras que parece haber engullido a vuestro socio humano y su compañero digimon.

@Adair (100%)

Seraphiel y tú os mantenéis en silencio un buen rato, pegando la oreja en dirección a ambos caminos, pero no escucháis nada distintivo proveniente de ninguno de los dos corredores. Tan sólo se oyen las gotas de agua rompiendo contra las baldosas de piedra y corrientes de aire que se os meten entre los huesos. Al final decidís tomar el camino de la izquierda por pura intuición.

-Quería saber qué opinas de mí -admite Seraphiel al cabo de un rato-. Llevas aquí tres días conmigo y... bueno... Me ha dado tiempo a observarte y conocerte. De sentirme más cercano a ti. Tengo una necesidad imperiosa de cuidar de ti incluso más fuerte que la que he sentido con mis mejores amigos, con los que nací y crecí, o la que siento cuando veo a todos esos bebés. ¿Te parece eso extraño? Je, je... -El Lucemon aparta la mirada, ligeramente incómodo-. Lo siento si eso ha sido raro, pero necesitaba abrirme un poco. Si tú quieres contarme cualquier cosa también eres bienvenido a hacerlo.

Continuáis caminando un rato más, pero el oscuro pasillo de piedra continúa y continúa. En ningún momento os parece escuchar un ruido o sonido fuera de lo normal. Tan sólo vuestros pasos continuos interrumpen las corrientes de viento y el chisporroteo de las goteras.

-Supongo... Supongo que lo que quiero saber es si mi comportamiento te parece molesto -acaba por resumir al cabo de un rato.

@Jeremy (150%)

Kazemon sonríe con ternura por primera vez. Entonces te revuelve el pelo más de lo que ya está.

-Eres un buen chaval -te dice-. Me recuerdas a algunos de los bebés, ya crecidos, justo antes de marcharse del Nido. Siento mucho que esto te haya tenido que pasar justamente a ti.

El digimon hada rompe las ataduras de hielo de tus brazos y piernas y te ayuda a levantarte de la cama. Tras dejarte recobrar la compostura y asegurarse de que no vas a marearte, empieza a atarte las manos con el trozo de cuerda. Lo hace de manera firme, pero no te duele en la muñecas de la misma manera que el hielo de Kumamon.

-Mis labios están sellados -te asegura-. Todos queremos que termine la dictadura de Persiamon, de todos modos, aunque aquí su presencia no nos afecte demasiado. Y sí, hubo un chico humano aquí hace unos minutos, pero no sé si su nombre era “Adair”.

Kazemon vuelve a cambiar de habitación durante cinco minutos y vuelve con una bolsa de plástico más o menos llena. Entonces te da un toquecito en la espalda.

-¿Preparado? Venga, hay que darse prisa o tanto Norizuna como el chico y su Lucemon nos cogerán mucha ventaja.

Salis de la caseta y ves cómo es el Nido Digital por fuera. El suelo parece una serie de parches de diferentes colores y materiales cosidos los unos con los otros, y cuando caminas es realmente como si estuvieras botando en una cama elástica. En la distancia ves diferentes edificios pintorescos, como torres hechas de gigantescos bloques con letras o peluches del tamaño de montañas. Te llama la atención el castillo al que os vais acercando cada vez más. Es multicolor y construido a partir de miles y miles de bloques de lego. No tardáis mucho más de veinte minutos en llegar hasta las puertas de esa fortaleza de juguete.

-Hola, hola, chicos. Cuánto tiempo. -Kazemon sonríe cuando pasáis al vestíbulo. El interior está lleno de bebés digimon que se abalanzan hacia Kazemon cuando la ven. Tu acompañante deja a Tanemon en el suelo-. Mirad, chicos, este es Tanemon, un nuevo amigo. Sed buenos y tratadle bien, ¿entendido? ¿Por qué no le enseñáis la sala de juegos?

Los bebés digimon gritan adorablemente con voz muy aguda y dicen cosas unos encima de otros, así que no entiendes nada, pero todos parecen muy contentos de tener un nuevo amigo entre ellos. Cuando se dispersa un poco la nube de bolitas digimon es cuando escucháis una voz.

-¡¿Kazemon?! -Kumamon corre hacia vosotros al veros, acelerado-. ¡¿Estás total y rematadamente loca?! ¡¡¿Por qué traes al niño enfermo aquí?!! ¡Podría contagiar a los bebés, so estúpida!

Ella se rasca la nuca con algo de deje.

-No había pensado en ello, la verdad -bosteza-. No te preocupes. Si nosotros estamos bien, ellos también lo estarán.

-Eres idiota. -Kumamon se lleva la mano a la frente-. ¿Y tú, qué? -El digimon osito te mira de arriba a abajo con curiosidad-. ¿Ya estás curado o algo? No parece que quieras arrancarme la nariz de un mordisco.

-Esto y el otro aparato son la razón -dice Kazemon pegándole un toquecito a tu circuito-. Parece que le unen de alguna manera a Norizuna. Y el vínculo que tiene con él mantiene su mente clara. O al menos esa es la conclusión que yo he sacado.

-Eso... suena... muy conveniente. Demasiado -resopla Kumamon-. Vale, me lo creeré. ¿Qué piensas hacer trayéndolo aquí?

-Pues llevarle con su digimon, por supuesto -Kazemon pone los brazos en jarras-. Si Norizuna le ha podido ayudar estando a tanta distancia, mantenerlos juntos sólo puede acelerar su recuperación incluso más. Pienso acompañarle abajo, antes de que preguntes.

-Kazemon... -gruñe Kumamon-. Le diste tu llave a Norizuna, ¿recuerdas? La única que queda es la mía, y NO voy a dejártela para que bajes con el chico.

-Quiere decir que nos va a encerrar en los calabozos hasta que encontremos a tu compañero, que es el que tiene la otra llave. -Kazemon te mira, Jeremy, y te dedica una mueca-. ¿Qué opinas?

@Tris (200%) @Alice

-¡Eso está hecho! -exclama Cara, preparando sus globos-. ¡¡EH, TÚ LOCA!! ¡¡¡DEJA A ALICE Y VÁLOR EN PAAAAZ!!!

-¡Espero que esto funcione, Alice! -Válor envaina su espada-. Para derribar todo el techo dudo que baste sólo un ataque... Para nosotros, al igual que Angewomon, ¡ésto será un todo o nada!

-¡¿Estáis locos?! -chilla Nyaromon al escucharos-. ¡¡Si derribáis parte del techo después de tirar dos de las cuatro columnas principales, todo va a...!!

Pero es demasiado tarde. Los tres digimon de la sala ya están ya realizando sus respectivas técnicas. La falsa reina lanza todas sus flechas en dirección a Alice, Válor y la verdadera reina. Opossumon, en un intento de detener parte de la andanada, envía una gran cantidad de bombas globos hacia los arcos de luz. Leomon X, utilizando sus últimas fuerzas, lanza una serie de Puños del Rey León hacia Angewomon y hacia el techo para tirarlo abajo.

Un impresionante choque de fuerzas ocurre frente a vosotras, seguido de una increíble explosión. Alice, te abrazas a Nyaromon para protegerla de lo que está a punto de ocurrir. Tris, Opossumon hace lo mismo contigo, empujándote hacia el pasillo por el que habéis venido para evitar que sufras daños. Todo el techo de la sala del trono se viene abajo, junto a las columnas que quedaban en pie, y dejando sin suelo a la habitación que había directamente sobre vosotros, en el segundo piso. Alice, la lluvia de escombros te alcanza de lleno, hiriéndote de nuevo la cabeza además de otras partes del cuerpo. Tris, como estabas cerca del pasillo, has podido huir en esa dirección junto a Opossumon y no sufrir ningún daño.

Cuando termina esa pequeña hecatombe, Alice, te encuentras semienterrada en fragmentos de roca rosada de diferentes tamaños. Te duele mucho la cabeza y no puedes mover las piernas, aunque es más por el peso que hay sobre ellas que por el daño que han recibido. Estás segura que podrás andar una vez te las quites de encima. Tu brazo derecho, por otro lado, es otra historia. Al utilizarlo para escudar a Nyaromon has conseguido que ésta no sufra ningún daño, pero ahora tu extremidad cuelga de tu torso, ensangrentada y sin poder moverla ni un milímetro.

Parece que algunos digimon han caído del segundo piso y están inconscientes en el mar de escombros. Es entonces que veis a Válor y la reina falsa. Parece que Angewomon ha vuelto a su estado de Nefertimon. No obstante, a pesar de todo lo que le ha caído encima, se ha zafado de las rocas que han caído sobre ella bastante rápido y ha buscado a la víctima que tenía más cerca para ejercer su venganza. En este caso, es Válor, que ha vuelto a ser Gazimon X.

-¡MOCOSO ESTÚPIDO! -grita Nefertimon, pisoteándole-. TODO ES POR TU CULPA. TUYA Y DE LA NIÑA HUMANA. TODO PODRÍA HABER SIDO MÍO, PERO ENTONCES TUVISTÉIS QUE VENIR EL DÍA QUE IBA A LLEVAR A CABO MI PLAN. TODO HUBIERA SIDO MÍO. ¡TODO! ¡¡¡TODO!!! -La fuerza de Nefertimon es demasiado para Válor, que revierte a su forma de Pagumon-. ¡MALDICIÓN DE LA REINA!

-A-Alice... -masculla como puede Válor-. Me siento débil... Me he sentido débil desde que Nefertimon experimentó conmigo... -tose-. Lo siento... no he podido... defenderte...

Nefertimon lanza sendos rayos de energía rosada de sus ojos y desintegra a Pagumon totalmente. Alice, los datos de tu compañero digimon flotan momentáneamente en el aire antes de juntarse y formar un huevo que cae suavemente sobre los escombros. Nefertimon levanta una de sus patas delanteras.

-¡¡¡TE DESTRUIRÉ TAL Y COMO TÚ HAS DESTRUÍDO MIS SUEÑOS!!!

-¡¡¡NO!!! -Alice, Nyaromon se zafa de tu única mano buena y bota a toda velocidad hacia Nefertimon.

-¡Tris! -Opossumon te lanza una mirada llena de determinación y urgencia desde vuestra posición privilegiada. Tu dispositivo empieza a vibrar.

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Estaba claro que Yuri y el estrés no eran buenos amigos. Mejor dar las ordenes de una en una entonces.
-¡Vale, vale! Calma, da igual. Vamos a hacer esto bien, juntos. ¿Puedes darme una de esas lanzas? Es solo por si acaso, tranquilo.

Nuestro mayor problema en esos momentos era saber si se podía salir de esa nube y hacerlo antes de que nos atacara el demonio. Seguramente nos esta esperando fuera, probablemente intentará atacarnos por detrás, pero no hay que descartar que esté arriba o no se haya movido de enfrente. Lo más seguro es...
-Yuri, tenemos que intentar salir de aquí, tira hacia abajo. Y si la nube de sombra nos deja salir, busca rápido al enemigo para dispararle lanzas. Si no nos deja... prueba a destruir letras a lanzazos o embiste con Boujinha.

El camino de la izquierda propuse y el camino de la izquierda fue porque Seraphiel tampoco percibió nada especial con ninguno de los dos. Lástima. Me habría gustado saber que no íbamos a dar vueltas innecesarias allí abajo.

-¿Qué pienso sobre ti?-dije en voz alta. Su pregunta me había pillado por sorpresa. La verdad era que no había pensado mucho sobre ello. Su presencia no me resultaba molesta, aunque eso de que quisiera cuidar más a un desconocido que a sus amigos de toda la vida me resultó extraño y un poquito siniestro. - Pues que eres una persona... no, un digimon-me corregí- paciente y amable. A mi no me gusta depender de los demás, pero reconozco que en este mundo estoy en desventaja y aprecio tu ayuda.

Me quedé en silencio un momento mientras caminábamos, y luego puse los ojos en blanco.

-Desde luego pienso que serás mejor cuidador de este sitio que el otro par de digimon, si al final decides trabajar aquí. Probablemente lo agradecerá más de un bebé.

Libre.

Bueno, al menos hasta que Kazemon volvió a atarme, pero era un tipo de encadenamiento muy distinto. Además, yo mismo lo había sugerido. Me encogí instintivamente cuando me revolvió el pelo, aunque no me molestó. Pensé un poco en lo que había dicho.

-Bueno, antiguamente en mi mundo, ya faltaría poco para que me consideraran un adulto... -murmuré-. Aunque hoy en día es un poco más complicado...

No estaba como para pensar mucho en eso, pero me alegré un poco al ver a Tanemon ser bien recibido por los otros bebés. Casi sonreí antes de recordar para qué había ido allí, y me encogí al ver a Kumamon acercarse enfadado.

-Sssiento haber tratado de morderle la nariz -aseguré, tratando de ser educado, aunque no recordaba haber hecho tal cosa-. Y por favor... no se enfade con Kazemon. He sido yo el que me he empeñado. Sigo atado, ¿lo ve? No soy un peligro.

Escuché la conversación referente a la llave y le di vueltas a la idea.

-Vamos a estar encerrados... -repasé. No me gustaba la idea-. Pero Nori tiene la llave... Y si él no sale, de todos modos yo tendré poco futuro, así que no tiene sentido que no le busque. Sé que puedo ayudarle si estoy cerca... -miré a Kazemon-. Pero es injusto que tú también te arriesgues. Si te quedas fuera, como mucho perderás la llave de este sitio. Si entras, puedes perderlo todo... -bajé la mirada-. Aunque la verdad es que pareces muy fuerte. Si colaboraras con Nori y con el compañero de Adair, seguro que seríais prácticamente invencibles... (aunque no tengo muy claro qué hay allí abajo tan peligroso). El problema es encontrarlos... -no estaba nada seguro de aquello.

-Kumamon, ¿qué ocurre si Norizuna vuelve y Adair o nosotros seguimos dentro? ¿Nos quedaríamos encerrados? ¿Le dirías que estamos ahí abajo? Yo pienso bajar, sólo o con Kazemon si quiere arriesgarse... Pero me quedaré aquí si no va a haber nadie para avisarle, sería una tontería quedarnos encerrados de esa manera.

Parecía que el plan A no funcionaba, pero el plan B de contención sí que funcionó. Y Flynn logró aterrizar a salvo.

—Tendremos que cambiar un poco de estrategia —dije, bajándome de Flynn—. Intentemos otra vez la estrategia de Impulso Supersónico contra él y cuando estés cerca, usamos Onda Láser para que sepa cómo hay que tratar con nosotros, ¿vale? Confiemos que nuestros compañeros aguantarán hasta que derrotemos nuestro rival. ¡Sé que puedes, Flynn! Y ya sabes, si las cosas se complican, usa un ataque a distancia para poder retirarte. ¡Ánimos!

Yo trataría de entorpecer lo mínimo yéndome para atrás, y si intentase ir a por mi, a bocados que acabaría con él. Con un poco de suerte, sin mi peso Flynn se las podría arreglar mejor en el aire.