Vamos a jugar a... -Foro-

-No estés triste, Yuri. Ya te habías separado antes de tus compañeros y al volver a encontrarlos se habían hecho mas fuertes, habían vivido experiencias y habían encontrado sus compañeros humanos. ¡Y ahora sera igual! ¡Mira que pedazo de ciudad, será fantástico! Y además... -entonces Strabimon nos dejó tirados con la responsabilidad de encontrar comida para nuestros digimon- Eh! Pero no nos abandones, capullín! En fin... -Jeremy se dirigió a mi- Bueno, no soy el tío mas leído del mundo, pero cuando los peces no pican, hay que matar el tiempo de alguna manera. Y en la mayoría de libros en los que hay una rebelión, sus consignas suelen mencionar a aquel que quieren derrocar, así que yo no pensaría demasiado en ello. En lo que si quiero pensar es en como conseguir comida sin tener que desprendernos de nuestras chaquetas, porque... -se me humedecieron un poco los ojos- ¡Adoro esta cosa, tío! Espera, creo que tengo una idea. Somos únicos en este mundo. ¡Aprovechemos eso! Seguro que a muchos digimon jóvenes, niños en nivel principiante básicamente, les hará ilusión ver si son mas fuertes que un humano.

Busqué un local que tuviera una tonel como mesa e intentaría convencer al propietario que nos dejara usarlo para una competición de pulsos entre mi y digimon principiantes a cambio de unas monedas que nos repartiríamos nosotros y el local.

@Tris (200%)

Tu circuito brilla con todavía más fuerza cuando le dedicas esas palabras de ánimo a Opossumon. A pesar de las vibraciones del cuerpo paralizado de Makuramon, consigues escalar su brazo sin grandes dificultades. Cuando llegas a su hombro, no obstante, el simio recupera el control y empieza a agitarse. Te agarras con mucha fuerza a su pelaje para mantener el equilibrio.

-Esfera del Tesoro.

Con su mano libre Makuramon crea una bola de cristal que sale disparada en tu dirección, Tris. Alzas el colgante, esperando que te ayude de alguna manera, pero no parece hacer efecto. Sus intermitentes destellos parecen volverse más potentes cuanto más lo acercas al símbolo que brilla en el torso de Makuramon, sin embargo.

-¡BOMBA DE GLOBOS LOCOS!

Opossumon hace explotar sus globos en el interior de la mano de Makuramon. El simio pega un chillido y suelta a tu compañera, que se pone a salvo volando. Es entonces que Opossumon se da cuenta del gigantesco orbe dirigiéndose hacia ti.

-¡SALTA, TRIS!

—¡Allá voy, prepárate! —exclamé a Opossumon mientras dirigía mi mirada al pecho de Makuramon para que me ayudase si mi plan salía mal.

Con la mano libre, señalé al pecho de Makuramon para indicar a Opossumon que se acercase allí, y me colgué el circuito digital al cuello para tener ambas manos libres. Respiré hondo y salté hacia el pañuelo morado que envolvía el cuello de Makuramon para engancharme en él y acercarme a su pecho. Si salía mal, confiaba en que Opossumon fuera capaz de socorrerme. Una vez allí, colocaría el circuito justo frente a la fuente del brillo verdoso para comprobar si así ocurría algo.

@Tris (200%)

A pesar de saber que una caída desde tan alto acabaría con tu vida sin ninguna duda, decides realizar un salto de fe. Esquivas con éxito el orbe de cristal, y escuchas a Makuramon gruñendo. ¡Extiendes ambos brazos tanto como puedes para intentar agarrarte a algo…!

Y lo consigues. Alcanzas el pañuelo de Makuramon y te agarras con todas tus fuerzas. El corazón te palpita a mil por hora. Opossumon, que se había lanzado a tratar de cogerte, se acerca a ti.

-¡Estás loca! ¡Me refería a saltar al suelo, no a otra parte del cuerpo de Makuramon…!

Makuramon vuelve a agitarse con fuerza, tratando de deshacerte de ti de una vez. Sabes que es peligroso, pero si no lo haces ahora, acabarás por caerte. Liberas el agarre de una de tus manos, coges tu circuito… y una luz verdosa recubre todo tu brazo hasta adoptar la forma de la hoja de una espada. Miras la extraña runa que resplandece delante de ti. Sabes lo que tienes que hacer, y Opossumon parece que también.

-Juntas –te dice, agarrándote de la mano y provocando que la luz recubra también su bracito.

Y entonces atravesáis el pecho con la espada de luz.

Makuramon aúlla de una manera incluso más ensordecedora que antes, y empieza a menguar. Te ves obligada a soltarte, Tris, pero Opossumon te ayuda a flotar para que el aterrizaje sea más suave. Makuramon se lleva la mano al pecho, que está rezumando sangre… ¿verde? No estás segura de que es, pero está chorreando todo el suelo con ello. Y entonces vuelves a escuchar esas palabras en tu cabeza.

“Yo represento los fondos más ocultos de tu compañero. El pecado de Labramon me hace crecer. Lo aburrida que ve su vida incrementa mi poder. Lo vacío que encuentra el mundo me hace colosal. Nada es más grande que la nada en su corazón.”

Opossumon se coloca frente a ti.

-Lo hemos conseguido, Tris... ¡Y ha sido gracias a ti! Yo no podía vencer a Makuramon sola. ¡Ha sido gracias a que tú también has actuado que hemos pasado esta prueba! Tu ejemplo me ha inspirado. No solo hoy: ¡desde el momento en que nos conocimos! ¡A partir de ahora me esforzaré más que nunca! ¡Se acabó el comerse la cabeza y vaguear todo el día! ¡No dejaré que la _ _ _ _ _ _ siga obstaculizando mi capacidad para disfrutar de la vida!

Tu dispositivo digital reacciona. Introduzca la contraseña.

Lo logramos. Makuramon estaba agonizando, llevándose una mano al pecho, y yo todavía no era consciente de lo que acababa de conseguir. Siempre había soñado con ser como la protagonista de un videojuego y hacer ese tipo de cosas, pero ahora que había logrado derrotar a Makuramon de aquella forma no me lo podía creer.

—¿Estás bien, Opossumon? —dije acercándome a ella—. Lo logramos... Ha sido... Ha sido... —musité, quedándome pensativa unos segundos antes de ser consciente por completo de la situación y reaccionar—. ¡Ha sido súper guay, ¿verdad que sí?! ¡Lara Croft sentiría envidia de mí!

>>Eh, bueno... —añadí aclarándome la garganta para intentar sonar más seria y serena frente a Opossumon—. Intentaré ir con más cuidado la próxima vez.

Tras las animadas palabras de Opossumon, me acerqué a ella y me agaché para ponerme a su altera, y le agarré sus manitas de forma tierna con las mías.

—Disfrutaremos de la vida juntas. ¡Viviremos un montón de aventuras, junto a Alice, Luke, Alan y sus compañeros Digimon! ¡Esforcémonos para vivir la vida que queremos!

El dispositivo reaccionó entonces, y al observarlo vi que me pedía una contraseña. Miré a Opossumon extrañada y me quedé pensativa unos segundos.

—¿Contraseña...? ¡Oh! ¡Creo que lo tengo!

>>P E R E Z A.

@Jeremy (125%) @Asch (175%)

-Es sólo que a-ahora que habíamos encontrado a algunos de nuestros amigos, tener que s-separarnos de nuevo… -se lamenta Yuri-. Pero tienes razón… ¡Les volveremos a e-encontrar, y s-seremos todos mucho más fuertes entonces! … O al menos, espero que e-estemos todos vivos…

Norizuna asiente con una sonrisa al escuchar tu estrategia, Jeremy.

-Si es un último recurso, espero que no tengamos que utilizarlo –musita-. Pero por lo que dices, suena bastante interesante. Si no la llegamos a utilizar, ¡al menos espero que un día me expliques cómo iba a funcionar! –ríe-. Kamikaze Zekkouhatsu y Cero, ¡entendido! No se me olvidará.

El Kudamon se separa de ti y sobrevuela el mercado unos segundos, comprobando el territorio. Cuando baja, parece maravillado.

-¡Es impresionante! ¡Está todo incluso más lleno que la última vez que vinimos! –exclama-. Y estoy de acuerdo con Asch, seguramente haya una segunda parte que hable de cómo la luz de la luna derrocará su mandato o algo así. ¡Eso también es muy común en los libros! –Norizuna se rasca detrás de la oreja-. Pues se aceptan los trueques, sí, pero normalmente utilizamos bits para comprar cosas. Pero no llevo ninguno encima ahora mismo, lo siento…

-Vamos a intentar l-la idea de Asch antes de v-vender nada… -propone Ginryumon-. C-con cualquier cosa nos v-valdrá, así que mejor no i-intercambiar nada importante.

Os abrís camino entre el gentío y buscáis alguna calle que esté formada por edificios en lugar de puestos de mercadillo. Llamáis la atención de muchísimos digimon por el camino. Algunos se limitan a susurras entre ellos, mientras que otros se acercan a mirar y alguno incluso os habla, advirtiéndoos de lo que Persiamon pretende hacer con vosotros si os encuentra. Algunos niños hasta os piden autógrafos.

Al fin llegáis a lo que os parece un bar o un restaurante, y le proponéis al dueño del lugar el plan que se le había ocurrido a Asch. El propietario, un Piddomon, se queda mirándoos sospechosamente.

-¿Seguro que teneros aquí haciendo esas cosas no hará que las tropas de Persiamon cierren mi local? –se cruza de brazos, severo-. Aunque, si prometéis darme el cincuenta por ciento de lo que ganéis… Venga, por qué no. No se ven humanos en el Mundo Digital a diario.

El Piddomon sale a la calle para anunciar vuestra presencia, y pronto el lugar empieza a llenarse de curiosos. Muchos digimon Bebés y Principiantes se montan en Yuri a dar una vuelta volando y prueban su fuerza en pulsos contra Asch. Por su parte, otros Principiantes e incluso algún que otro Campeón se para a conversar con Jeremy y Norizuna. Algunos incluso juegan un poco con el Yuramon que acompaña a Jeremy. Cuando habéis reunido suficiente dinero para pagaros una buena comida, le pagáis al propio Piddomon y llenáis los estómagos. Es entonces cuando se os acercan un dúo formado por Lunamon y Bearmon. Parece que ambos son también jovencitos.

-De… ¿De verdad sois humanos? –pregunta Lunamon, parcialmente oculta tras Bearmon.

-¡Pues claro que lo son! ¿Alguna vez has visto a un digimon así de raro? –replica el Bearmon-. Esto… ¿p-podéis firmarme un autógrafo? Es para mi hermano, podéis poner “para el valiente Bearmon”… ¡M-mi hermano también es un Bearmon, no penséis que es para mí!

Entonces, Lunamon se asoma un poco más, curiosa.

-Significa eso… ¿Vais a derrotar a Persiamon? –pregunta, con los ojos brillantes-. ¿Vais a salvarnos? ¿El Mundo Digital volverá a ser como antes?

@Matías (100%) @Adair (75%)

-¿Si… gilo? –musita Tentomon-. ¡¿ACASO ERES TONTO?! ¡Eso no es divertido! ¡No hay por qué ser responsable si saber que puedes con todo lo que te echen! ¡Hay que entrar y destrozar! ¡MATAR, ANIQUILAR, MASACRAR, DERROTAR, DESOLAR…!

-Ya está bien.

Seraphiel agarra a Tentomon de la cabeza, sobresaltando al digimon insecto. Entonces coge varias hojas de platanero de un árbol cercano y empieza a enrollar a Tentomon, que no deja de quejarse ni un solo momento. Para cuando termina, Tentomon está encerrado en una perfecta bola de hojas. Podéis escuchar los gritos de Tentomon convertidos en murmullos.

-Ahora sí que podrás controlarlo –sonríe Seraphiel, dándote la bola-. Sácale sólo si nos metemos en problemas y necesitamos combatir. Ah, y asegúrate de tener una larga conversación con él cuando puedas. Esto no puede seguir así.

Una vez Tentomon se tranquilizara un poco, los tres empujáis las puertas del castillo hasta abrirlas. A pesar de que tenéis mucho cuidado al hacerlo, las puertas de madera son viejas y chirrían mucho. Conseguís abrirlas lo suficiente como para colaros dentro cuando escucháis algo a vuestras espaldas.

-¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! ¡¿Qué creéis que estáis haciendo?!

-¡Koku! ¡Koku!

De cada torre de vigilancia baja volando un digimon. El Kokuwamon aterriza frente a vosotros primero y se queda mirándoos con curiosidad. El DemiDevimon, sin embargo, le araña a Matías en el brazo antes de aterrizar junto a su compañero.

-Más vale que tengáis una buena explicación para esto, o la próxima vez no será sólo un arañazo –os amenaza DemiDevimon.

-¡Koku! ¡Koku! ¡Koku!

-¡Exacto…! Espera, ¡estúpido! –DemiDevimon le pega un capón con la pata a Kokuwamon-. ¡¿Para qué les cuentas que estábamos echando una siesta y por eso no les hemos visto venir hasta que han hecho ruido?! ¡Cómo se entere el Maestro, te vas a ganar una buena!

Matías, tu Yuramon se pone a dar botes. Parece alarmado.

@Luke (75%) @Alan (100%) @Tris (200%)

Basta con pronunciar esas palabras para que Makuramon desaparezca en un haz de luz. Tu dispositivo digital comienza a reaccionar de manera casi violenta, haciendo vibrar tu mano entero. “Contraseña correcta. Nuevo Pack de Actualización desbloqueado”. La luz verdosa en la que se ha convertido Makuramon toma forma lentamente hasta que se convierte en una pequeña tarjetita, y…

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El emblema, aunque completamente partido, vuela hasta tu circuito y se introduce en una de sus ranuras de cristal. Tus heridas de bala desaparecen, pero antes de que te puedas alegrar por ello, sientes como pierdes todas las fuerzas de nuevo. Tu visión se nuble, caes hacia atrás y te desmayas.

***

-¡¡¡¡TRIS!!!!

Abres los ojos. El arma de Armormon apunta a tu pecho. Casi puedes ver la primera bala saliendo del cañón cuando Opossumon se pone en medio para recibir el golpe. Entonces, se pone a brillar.

-¡OPOSSUMON SÚPER DIGIEVOLUCIONA EN…!

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-… ¡KUMBHIRAMON!

Tu compañera se mete en el interior de su artefacto sagrado, que actúa como escudo y devuelve todas las balas en dirección a Armormon. El capitán retrocede, malherido.

-¡¿P-pero qué…?! ¡Esto es un ultraje…! ¿Cómo has…?

Kumbhiramon sale de su escondite y te da la espalda, Tris, dirigiéndole una mirada amenazante a Armormon. Tu circuito todavía emite algún que otro destello ocasional, debido a su recién adquirido emblema. Tu compañera Gira levemente la cabeza para sonreírte.

-Mi emblema, el Emblema de la Pereza –musita-. Gracias a ti, he podido dejar atrás mi anterior estilo de vida. Pasar de todo, esperar que los demás arreglen las cosas por ti y desear que todo salga bien mientras tú no haces nada para intentar cambiarlo… ¡Eso no funciona! Hay que moverse, actuar. Ganarnos nuestro propio destino. –Esboza una media sonrisa confiada-. Nosotras nos lo hemos ganado gracias a nuestro esfuerzo. Muchas gracias, Tris. Algún día te devolveré el favor. ¡Lo juro! Pero ahora, ¡tenemos que acabar con este pelmazo para seguir disfrutando de la emocionante vida que nos espera!

@Alice (175%)

-Lo siento… Lo siento… -musita cuando le encaras de esa manera-. Yo lo entiendo… Sé que está mal, pero… Es lo que he hecho siempre… No sé si podría parar ahora… Es muy difícil…

Secas las lágrimas de Válor con la parte de las mangas que no está manchada de sangre seca. Parece que tu herida ya está completamente curada. Te parece extraño. Sólo han pasado dos días desde que te la hiciste, después de todo.

-Intentaré hacerlo mejor, esforzarme más, ¿vale…? –te asegura-. Soy Bunnymon, pero también soy Válor… Y los valerosos hacemos frente a nuestros miedos. Además…

Parece que el Kiwimon quiere seguir hablando, pero entonces se abre la puerta de la habitación. Angewomon os sonríe, con el dispositivo digital de Alice en la mano, pero enseguida se da cuenta de que algo va mal cuando ve lo rojos que están los ojos de Válor.

-¿Interrumpo algo? –pregunta, algo incómoda-. Puedo dejarte el dispositivo aquí y dejaros solos un rato…

-No, no pasa nada –contesta rápidamente Válor-. Sólo hemos hablado un poco sobre cosas en que tengo que mejorar y me he puesto un poco sensible.

Angewomon se lleva una mano a la mejilla, pensativa.

-¿Es eso otra mentira, Alice? –pregunta, aunque por su tono se nota que es una broma-. Pues nada, si de verdad estáis bien, la cena ya debería estar en camino. ¿Os venís? Porque yo tengo un hambre de cojones.

La Reina te devuelve tu dispositivo digital, enseñándote cómo abrir el mapa cuando lo necesites, y decidís seguirla hasta el comedor. Es definitivamente más ostentoso y está mucho más decorado que la habitación de Angewomon y la sala del trono: parece que la influencia de vuestra nueva amiga no ha llegado tan lejos todavía. Angewomon se sienta presidiendo la mesa, y os indica que os sentéis a su lado para que podáis hablar más fácilmente. Cuando empezáis a comer, descubrís que está todo delicioso. Es posiblemente lo mejor que habéis probado en vuestra vida.

-¿Tenéis alguna otra pregunta? –Angewomon habla con la boca llena-. Porque cuando empecéis a hablarme sobre vuestras aventuras, ¡no pienso dejar que las interrumpáis para que yo os hable de mi jodidamente aburrida vida!

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Zodiark: En cualquier momento, en cualquier lugar, siempre que ya esté en su forma Campeón, puedes hacer que tu compañero digimon digievolucione a su forma Perfecta, sin que cuente como digievolución forzada. Este logro es de UN uso.


Zodiark: Asegura que la próxima vez que tu compañero digimon digievolucione a su forma Perfecta, ésta sea una forma distinta a aquella que sacaste la primera vez. Este logro es de UN uso.

Spoiler: Mostrar

Off rol: Dark y Loud pueden continuar con el rol.

¿Yuramon está asustado? No creo que eso signifique nada bueno. Llegados a este punto solo se me ocurre una cosa que hacer. Espero que cuele.

Aguanté las ganas de patear a Tentomon lejos del lugar y me centré en el caso en cuestión. No parecía que los habitantes del lugar fueran muy amistosos después de atacar, así que era lo mejor intentar evitar a su jefe lo antes posible, lo que no funcionaría si intentábamos escapar ahora mismo.

—Conque durmiendo, ¿eh? No creo que al maestro le vaya a gustar esto. Y eso que me dijo que aunque no siempre lo mostrara estaba orgulloso de sus subordinados, qué decepcionado acabaría si alguien se fuera de la lengua —dije rápidamente y con aires de grandeza para fingir estatus y evitar darles tiempo a asimilar la información—. Venimos aquí para integrarnos a filas por sus mismas órdenes, pero supongo que estabais más ocupados holgazaneando como para enteraros del aviso.

Llegados a este punto me preparé para abrir la caja de Pandora y dejar la bestia suelta en caso de que el farol fallara, parecía que íbamos a necesitar más hojas para volverlo a atrapar.

—Antes de nada nos gustaría visitar el lugar para conocer la estructura de donde nos encontramos. Tras hacer el tour iremos a presentar nuestros respetos. Si nos hicierais una visita guiada estaríamos muy agradecidos, supongo que el jefazo también. Al fin y al cabo hemos elaborado un plan que resolverá el problema al que se tiene que enfrentar, exacto, ese mismo, supongo que entendeis a lo que me refiero, se lo debe haber confiado a sus más confiables aliados.

Suspiré fuertemente para ocultar mi respiración nerviosa. Nunca había mentido a tal escala y menos de manera espontánea. Solo quedaba esperar a su contestación. Mientras tanto, ya estaba cogiendo una de las hojas para empezar a pelar la bola por si atacaban.

Hala, ahí está la bomba. Si todo sale según lo previsto, podemos esperar a estar lo más lejos posible de otros guardias para atacar a estos dos por la espalda. Además, así puede que hallemos algo más de información sobre el castillo y su soberano.

-Gracias-le dije sinceramente a Seraphiel después de que se encargara del digimon de Matías. Cada segundo que pasaba ese Tentomon me ponía más de los nervios. Parecía que quisiera de verdad que acabaran con nosotros. ¿De verdad era tan estúpido como para no darse cuenta de que era imposible que derrotase él solo a lo que fuera que viviera allí dentro? Podría haber decenas de enemigos, y si nos atacaban todos no tendríamos ninguna oportunidad.

Pero nuestra tranquilidad no duró mucho porque antes de que fuéramos capaces de colarnos, un par de digimon nos detuvieron. No parecían demasiado fuertes, pero luchar contra ellos en ese lugar era una locura. Y encima el pequeño digimon que nos acompañaba parecía bastante asustado, así que lo cogí en brazos en medio de uno de sus saltos y le acaricié un poco para que se tranquilizara. Esperaba que así llamase menos la atención.

Por suerte parecía que a Matías se le había ocurrido una idea. En cuanto empezó a hablar con los digimon, les miré con severidad, como si estuviera irritado por holgazanería. Sin embargo, lo que Matías dijo de "el problema" me dejó algo alarmado. Era muy arriesgado suponer algo así; y podría hacer saltar por lo aires todo lo anterior que le había dicho. No estaba nada seguro de que fuera una buena idea, pero no podía hacer nada sin que resultara sospechoso, así que me limité a mirar disgustado a los digimon que nos habían detenido.

—No, está diciendo toda la verdad —le respondí a Angewomon cuando volvió a entrar, aunque no la miré mucho, ya que estaba sonriéndole amablemente a Válor a la vez que le rascaba detrás de la cabeza —. Bueno, nos hemos comido una bolsa de patatas hace nada, pero creo que podremos hacerle hueco a la cena. Vamos, Válor.

Guiados por la Reina y aprovechando el viaje para que me enseñara a usar la nueva función del mapa del dispositivo, llegamos al comedor del palacio. La apariencia tan limpia y elegante de aquel sitio me sorprendió totalmente, era totalmente opuesta a la sala del trono o a la habitación de nuestra anfitriona… y casi prefería las otras dos, no era muy amiga del lujo.

Pero si lo era de la comida y sabiendo que lo último que habíamos comido eran las sobras de las provisiones durante el desayuno y una simple bolsa de patatas, no dudé en atracar todos los platos que pude para ir probando las diferentes comidas. Creo que ni me di cuenta de la imagen que debía estar mostrado ¿pero importaba acaso? Los modales eran para los pijos amariconados.

—La vedga eg que etaguia integueante… —dejé de hablar un segundo para tragar toda la comida y después hacerle mi pregunta a Angewomon —. Agh, quería decir, que estaría interesante saber el cómo habéis acabado en esta situación. Me refiero a cómo llegó Persiamon a ser tan poderosa o controlar un ejército por su cuenta siendo, como tú dices, no el nivel más alto entre los Digimon —me metí un trozo de pan en la boca —. Digo yo gue tenga una egplicagión eso.

Atención.

Estábamos llamando bastante la atención, y eso me ponía nervioso. No me apasionaba la idea de ser el centro de atención (aunque por suerte, Asch estaba mucho más cerca que yo de serlo) y temía que eso atrajera información enemiga. SI había espías de Persiamon en la ciudad, ya tenían que estar sobradamente advertidos de nuestra presencia. Aunque por otro lado, llamábamos tanto la atención que lo habrían sabido de todos modos, así que no importaba mucho.

Mientras trataba pacientemente de hacer que Yuramon se terminara la comida (se le daba muy bien eso de fingir que no tenía boca) un par de Digimon se nos acercaron.

-Está bien, supongo, aunque todavía no he hecho nada por lo que merezca la pena tener mi autógrafo... -dije, y añadí un dibujo de Bearmon con el autógrafo, tratando de hacer que pareciera lo más fiero y amenazante posible-. ¿Qué tal me ha quedado, Nori? -pregunté, en voz baja-. Dibujar no es lo mío, pero creo que se entiende... ¿no?

Entonces oí la pregunta de Lunamon.

-Bueno... -al principio, desvié la mirada, pero no podía destruir la ilusión de aquellos ojos inocentes-. No sé si podremos hacer que todo sea como antes, porque ese es trabajo de los Digimon que vivís aquí, ¡especialmente los más jóvenes! Sin embargo -bajé la voz- derrotaremos a Persiamon. Pero no se lo digáis a nadie, ¿eh? ¡Estamos en una misión secreta!

Seguramente la impresión de chico guay que les di quedó muy diluida cuando, acto seguido, me volví y meneé la cuchara frente al Digimon bebé.

-Veeenga, Yuramon, ¡abre la boca, que no tenemos todo el día! ¡Sé que tienes una, antes comiste!