Gelato[III], Herissmon[III]:
Accedéis a las zonas ad hoc de vuestras compañeras, las islas de los periódicos y la montaña de cajas de cartón. Las zonas se conectan y algunas de las cajas entran flotando al agua entre las islas. Las dos chicas se miran y asienten.
Se acercan con paso tranquilo a uno de los guardias, que se queda mirándolas durante unos segundos.
-¿Vais al ayuntamiento? -pregunta-. El horario de oficinas ha acabado, pero podéis pasar si tenéis alguna cita. Sin embargo, deberéis dejar vuestros teléfonos móviles en la taquilla que hay en el vestíbulo, a la izquierda. Se os proporcionará una llave para la taquilla y podréis recogerlos a la salida. Es por seguridad.
Niina levanta las cejas.
-Qué medida de seguridad tan inusual -comenta, despreocupada-. Pero da igual, no queríamos entrar. Sólo queríamos copiar esas extrañas pintadas para un trabajo de clase.
-¿Copiarlas? -el guardia frunce levemente el ceño. Parece molesto y adormilado al mismo tiempo-. Estamos aquí para evitar que hagan pintadas nuevas, pero si simplemente vas a copiarlas en esa libreta... Bueno...
Mientras Niina habla, veis que vuestras zonas ad hoc se han conectado con la del guardia. Lo que veis en su zona azul es un vacío antinatural, totalmente a oscuras. El suelo está compuesto por placas metálicas cuadradas, y eso es todo. Lo más extraño es que el holograma que debería ocupar la posición del propio guarda parece... infectado. Su color es verde y violáceo, y en su interior flotan lentamente grandes cantidades de Digicódigo.
Pero la zona no está vacía. Hay un Unimon volando en su interior, trazando círculos en torno al holograma. Sobre él va montado un Igamon oteador; y en cuanto Igamon os ve, señala hacia vuestra dirección y Unimon comienza a volar hacia vosotros.
@Kamemon[IIII], Lalamon[III]:
-Está bien, lo escribiré en el grupo -dice Valiant tranquilamente, sacando el teléfono.
-Yo entraré con vosotros -intervino Erika-. Tengo el brazo ad interim cargado, así que tengo más posibilidad de defenderme que él.
-Por mí vale, pero procurad atraer al bicho a mi zona para que Lalamon también pueda evolucionar en caso de necesidad... -Valiant mira a Erika y sonríe-. Espero que no haya nada vergonzoso por ahí dentro.
-Nada que no haya por aquí fuera -se burla Erika, y os disponéis a entrar.
Erika sostiene su Dispositivo Sagrado y tanto ella como Kamemon caminan tras Lalamon, que vuela suevemente hacia la luz que ha aparecido en un extremo de la zona ad hoc de Valiant. Cuando cruzáis, notáis un repentino frío penetrante que os hace deteneros casi de inmediato.
Estáis en medio de una tormenta de nieve. La visibilidad es reducida, pero notáis que hay pinos a vuestro alrededor. Puede que os encontréis en un bosque alpino. El holograma de Valiant, que debería estar en el centro, no es visible. Veis una acogedora luz naranja que brilla con enorme intensidad entre los árboles, así que camináis con más rapidez en esa dirección mientras
esto resuena a vuestro alrededor.
En cuanto os acercáis a la luz, veis que en medio del bosque hay una preciosa aldea de madera en la que arden grandes fuegos. Todo es precioso, y el fuego mantiene el frío alejado, así que es agradable incluso si la nieve sigue cayendo. Sin embargo, hay algo extraño... Las casas no parecen tener profundidad.
Camináis tras una de ellas y descubrís que no es una casa real, es mero decorado. Es un trozo de madera plano, decorado por un lado y sostendo por prácticas vigas de madera en el otro. Miráis tras los árboles, los arbustos, las piedras, pero todo es plano y feo por detrás. Todo es un decorado.
Incluso la nieve. Los copos son muy bonitos y se derriten cuando los tocáis, pero son perfectamente planos y caen dando vueltas, girando como confeti. Lo único auténticamente real es el fuego.
Curiosamente, tras los decorados hay fotos pegadas. Fotos de Valiant con diferentes fans, con otros actores, y algunas de un niño parecido a Valiant con un hombre y una mujer adultos. Le llevan de la mano, comen helado con él o montan en una montaña rusa. Las fotos de ese niño son escasisimas, y cuesta encontrarlas entre los montones y montones de fotos del Valiant actual posando con otra gente.
Indiferente a vuestros descubrimientos, Valiant os habla desde el mundo físico.
-Vale, voy a acercarme a él.
En un extremo del bosque, una gran luz aparece y camináis hacia ella, alejándoos del calor. Al otro lado se ve una playa de arena blanca de la que brotan varios electrodomésticos. Veis a Nanimon roncando sobre una secadora. Quizá la canción de Lalamon haya surtido efecto en él, o quizá la responsabilidad recaiga sobre las botellas que hay desperdigadas a su alrededor. No en vano hay una nevera abierta y vacía a su lado.
No es la única nevera. En la puerta de cada una hay pegadas con imanes muchas fotografías del profesor y sus dos hijas. Pero Nanimon ha tirado muchas de estas fotografías, que ahora están medio enterradas en la arena, y en su lugar ha dibujado cacas, escrito mal su nombre o simplemente llenado de garabatos.
-Esto... ¿Seguro que queremos a esa cosa viviendo en nuestras zonas? -preguntó Erika, escéptica.
@DemiDevimon[III], Impmon[III]:
DemiDevimon voló sigilosamente entre la maquinaria de la zona ad hoc de Rick, mientras este plantaba cara a Kokatorimon.
-¡TE VAS A ENTERAR! -gritaba el ave gigante, mientras corría también a la zona de Rick-. ¡De todos modos ya habría dejado seco a ese tipo! ¡Serás la primera pieza... DE MI NUEVA COLECCIÓN!
Entra a toda velocidad entre las máquinas, cargando contra Impmon y lanzando fuego por los ojos.
De repente, Impmon notó la preocupación de Rick, que a pesar de estar distrayendo al camarero debía poder oir a través de ti lo que Kokatorimon te decía. De repente, fue como si unas siluetas se solaparan con el cuerpo de Impmon, siluetas cuyos datos podía absorber, pero tenía que darse prisa porque eran muy débiles. Todo parecía indicar que la Digievolución no duraría mucho.
Los datos le permitían saberlo todo sobre las formas de aquellas siluetas. Meramon. Fangmon. Witchmon. Sólo podría absorber los datos de una.
Mientras tanto, DemiDevimon había encontrado el resquicio ideal desde el que podía disparar a Kokatorimon sin ser visto y cubrirse tras las máquinas en caso de necesidad.