Vamos a jugar a... -Foro-

Aun estaba flipando por lo que estaba ocurriendo, joder... pero no podia dejar de mirar a los niños.

- Vosotros dos.. aun no habeis perdido a vuestros compañeros, aunque sean digihuevos dentro de poco volveran a la vida y volveran a estar a vuestro lado asi que no esteis tristes! - les dije sonriendo - Flonne.. he estado luchando por los digimon y el mundo digital, y parece que ahora me vas a tener que ayudar tu a mi a proteger mi mundo jaja, puedo contar contigo? No entiendo bien que es lo que esta pasando pero tendremos que ir al mundo humano rapido! Aunque igual es mejor esperar un poco, Flonne y Eguzki han recibido muchos palos..

Era todo tan extraño... ¿Dos Mon? No lo entendía, ¿por que ahora Ben era un huevo? Todo era tan sumamente confuso... Habían huido... ¿donde?... Así, al mundo humano... poco a poco empecé a recordar, y un odio hiviente hacía el ser que le había hecho daño a Ben, a la cosa más pura de todos los Universos, crecio, y se multiplicó en mi interior.
-Yo voy al mundo humano. Esto no quedará así.
Cojo fuertemente el digihuevo, lo abrazo, y le digo.
-Pequeñín, es hora de que salgas pronto, por favor... hazlo por mí. Bueno, no tengas prisa. Yo te protegeré, ¿vale? Tú sólo descansa.
Ahora estaba algo más contento. Ben había sobrevivido, y yo me vengaría y cuidaría de él. Y pronto volvería poder jugar con mi pequeño Betamon...
Me dirijo hacia Marc y Alazne.
-Escuchad, podreis protegernos, ¿no? Yo... os pido disculpas, de corazón, por no haber ayudado. Espero que me perdoneis. Lo siento mucho.

Sorprendido, pero al mismo tiempo calmado, miró a Commandramon. Me sacudo la cabeza, y vuelvo a mirarlo. Me restriego los ojos; no, ahí sigue. Unas cuantas bofetadas después, todavía estaba. Poniéndome frente a frente, sonrío.

-No has cambiado nada... o si, dependiendo de como lo mires. Estos... mas que un ejército serían los que ponen la comida en el cuartel.

Tras esto, me doy cuenta de una cosa. ¿Reunir un ejército?

-Magno... ¿Ha pasado algo? ¿Cómo es que estas aquí? ¿Los demás han venido contigo?

Eran varias preguntas, todas muy deprisa, pero dejando espacio a Magno para que respondiese.

Por muchas veces que me frotase los ojos y le dirigiese la mirada no me lo creia. ¡Era Ashura! no sabía como, pero estaba ahí, delante mía. Si en ese momento las piernas me hubiesen respondido habria saltado de la silla a darle una calurosa bienvenida a mi viejo compañero de batalla, pero lo único que pude hacer fue impulsar las ruedas de la silla lo mas rápido que podía.

-Siento tener que recibirte en este estado -esbocé una sonrisa amarga-. Pero eso no importa ahora mismo. Me alegro de verte compañero.

Le tendí la mano a Ryudamon, comprobando que lo que estaba viendo no era una alucinación.

-¿Como has llegado hasta aqui? ¿ha ocurrido algo en el mundo digital?

La duda me carcomía. La aparición de Ashura y que el dispositivo apuntase hacia el sur despertó por completo mi curiosidad, pero a la vez tenía algo de miedo.

Lo que habia ocurrido era realmente confuso. Mon resultaba ser un programa de un tal Tomi y ahora los Digimon habian viajado al mundo humano...todo esto no tenia sentido!

- No te preocupes, Sergio. Tu querias lo mejor para Ben, era normal que te preocupases porque tuviera el ultimo nivel...pero tranquilo, Eguzki y yo estaremos a vuestro lado hasta que Ben se recupere del todo y lo mismo con Zodiark y Tsuki. - me acerque para comprobar la herida de Eguzki, esta batalla le habia pasado factura a mi compañero - Eguzki, te importatia bajar a un nivel mas bajo? Quizas asi puedas recuperarte antes.

Agarrando el huevo de Tsuki, subí a uno de los Devidramon, en silencio, estaba en shock por lo que acababa de ocurrir. Poco a poco, fui recuperando mis fuerzas y asimilando la situación. Miré el huevo, y no pude evitar soltar una pequeña lágrima. Pero no era una lágrima de tristeza... no, era una lágrima de alegría. Me alegraba haber sobrevivido a aquella situación tan peliaguda, y era consciente de que Tsuki acabaría por salir del huevo.

- Pronto volveremos a estar juntos de nuevo, amigo. Tú y yo volveremos a luchar codo con codo... Lucharemos para proteger el mundo, todos juntos, como hasta ahora...

Alazne, Sergio y Marc estaban conmigo. Habíamos sobrevivido, y teníamos a nuestros Digimon con nosotros, no todo estaba perdido... No iba a perder la esperanza tan fácilmente. Sonreí mientras miraba a mis compañeros. Si estaba con ellos tenía la impresión de que nada podía salir mal.

- ¿Lo…Lopmon?

Era… ¿Era eso posible? … ¿De verdad Lopmon estaba aquí?

- ¡Lopmon! ¡Es increíble, eres tú!

Me levante emocionado del banco donde estaba sentado y me acerque hacia él.

- ¡Cuánto tiempo! Te he echado mucho de menos… - le sonreí - Gracias por ayudarme con ese pesado, intento ignorarlo a él y a los demás idiotas que se meten conmigo, pero te juro que a veces me lo ponen muy difícil… ¡Pero dejémonos de tonterías!

Sacudí la cabeza. ¿Qué estúpido, no? Lopmon estaba delante de mis narices y yo hablando de cosas que no vienen a cuento.

- ¿Sabes que aquí en este mundo os habéis hecho famosos? - bromeé - ¿Cómo estás tú? ¿Cómo has llegado hasta aquí?

Quería decirle y preguntarle tantas cosas… ¡Era genial volver a verlo!

-Quiero ser un soñador... -canturreaba, sin demasiadas ganas, con la escoba en la mano.

Al fin y al cabo era bastante difícil evadirse en un colegio vacío. Últimamente me quedaba castigado más que de costumbre, pero no era culpa mía... no tenía la cabeza en mi sitio, eso era todo. Los últimos meses habían sido agotadores, y aunque la mudanza no había acarreado demasiadas molestias en mi vida, sí había sido un poco duro empezar de nuevo en el... bueno, en el mundo humano, después de todo lo que habíamos vivido Derek, Drazham, Dyray y yo.

Sonreí al pensar en aquello. Barriendo y barriendo, acabé por llegar a mi mesa. La miré con cierta melancolía... en ella había pintado a lápiz uno de mis intentos de ClearAgumon. La libreta se me quedaba pequeña a veces y, antes de darme cuenta, sus márgenes se me hacían pequeños. Me imaginaba mi cuaderno como el Mundo Digital... o sea que lo que estaba fuera...

-El Mundo Real -reí-. En fin...

Seguí limpiando el suelo, casi avergonzado por mis pensamientos. Clear en el Mundo Real, claro... era por esa clase de ideas por las que no era capaz de concentrarme en clase.

Pi. Pi. Pi.

Y otra vez el móvil me sonaba cuando le daba la gana. Pero, ¿era mi móvil? No lo había sentido vibrar... Antes de poder comprobarlo, un ruido me hizo ponerme en guardia. Provenía de detrás de la mesa del profesor, donde había dejado mi cartera...

¡Y salió volando un papel! ¡Había un papel de caramelo en el suelo! ¡Había un papel de MIS caramelos en el suelo! ¡Había un papel de MIS caramelos en MI suelo que YO acababa de limpiar! ¡El colmo!

"Mis compañeros de clase no me harían esto...", deduje. "¡Seguro que es alguien de otro curso! O quizás..."

Pero nunca habría adivinado quién estaba allí por mis propios medios. Cuando me asomé tras la mesa del profesor vi que el que estaba hurgando en mi, hasta hacía unos momentos, ordenada cartera era un extraño dinosaurio hecho de piezas de construcción de juguete, translúcidas. No podía ser una broma. Nadie se podía poner un disfraz tan convincente. Ya no me importaban mis caramelos.

-Cle...

-¡Flint! ¡Flint! ¡Flint! -gritó, abalanzándose sobre mí, anonadado como estaba, y tirándome al suelo-. ¡Esta es la casa de Flint! ¡Qué casa tan grande! ¡Hola, Flint!

-¡Clear, Clear, para! ¡Esta no es...! ¡No es mi casa, es mi escuela! -exclamé, extasiado-. ¿Pero cómo has...? ¿Cómo es que estás...? ¿Cuándo...? ¿Pero si...? ¡Oh, Clear!

Lo había echado de menos. Había echado de menos llorar de alegría como lo estaba haciendo en aquellos momentos. Había echado de menos notar las lágrimas chorreando por mis mejillas, no por haber mirado una película o por haberme lastimado. Había echado de menos reírme con aquellos ojos llorosos.

Había echado de menos a Clear.

Cerré los ojos con fuerza y le devolví el abrazo, derribándolo también yo a él. El encuentro me había resultado de lo más inesperado. Casi no sabía qué decir. Tras unos momentos, me relajé un poco.

-¡Qué alegría que estés aquí! ¡Te he... te he echado de menos! -exclamé, radiante- ¿Cómo estás? ¿Han venido también los demás? ¿Cómo está todo el mundo?

@Loud[II ], Light[III], Zodiark, Sergio:

-Protegeré tu mundo, lo haría incluso si no hubiésemos librado una sola batalla en este. Sólo tenías que pedirlo -asintió Sakuyamon-. Lo prometo, pero antes... Creo que ya he mantenido esta forma por bastante tiempo.

Flonne se convirtió en Taomon. Eguzki, escuchando las palabras de Light, hizo lo propio y retomó la forma de MagnaAngemon.

-Es hora de emprender la marcha -dijo Ravemon-. Supongo que los Permisos no serán ya necesarios para moverse entre zonas... ¡Volad pues rápido, Devidramon!

Surcásteis la zona vacía y os dirigisteis directamente al Área 05, que estaba desierto. Aun así, reconocisteis el Templo y el Coliseo, que volvían a existir, aunque la zona estaba vacía.

-Desde aquí iremos al Área 03 -exclamó Ravemon.

-El lugar donde nos conocimos -comentó Flonne a Loud-. El Bosque de Cherrymon.

-¡A partir de allí, puede que tengamos algunos problemas! -volvisteis a cambiar de zona, entrando en el Área 03 y sobrevolando los árboles-. En este punto, es donde acaba esta región del Mundo Digital. Y allí -señaló más allá de las copas de los árboles-, está la entrada de la región de la que yo provengo. ¡La Puerta de Piedra!



Aterrizasteis junto a la extraña entrada, esa Puerta de Piedra, que estaba abierta de par en par. Sólo había oscuridad al otro lado.

-El tiempo apremia, pero seguramente tendremos que enfrentarnos a algo más allá de esta puerta -advirtió Ravemon-. Sé que habéis librado una dura batalla, así que si necesitáis descansar, este es el momento. Entiendo que vosotros dos -señaló a Zodiark y Sergio-, no estáis en condiciones de luchar, así que quizás prefiráis quedaros aquí por el momento. Mientras no os alejéis de la puerta, las criaturas del bosque os dejarán en paz.

@Drazham[III]

-No sabría decir cómo he llegado -explicó Ashura-. Fui... Expulsado por Mon del Mundo Digital. Reapareció y comenzó a hacer daño por todas partes, así que decidimos combatirlo y proteger a los Digimon, ayudando a los nuevos niños que Jijimon convocó. Pero, cuando parecía que las tornas estaban de nuestro lado, apareció el creador de Mon. Parece ser que se había rebelado contra el humano que le creó y había estado impidiendo la digitalización del Mundo Humano, por sus propios motivos. Que yo esté aquí significa que Tomi, el creador de Mon, se ha salido con la suya. Sin embargo, no sé dónde están ellos.

De repente, escuchasteis gritos procedentes del pasillo, y el edificio comenzó a temblar.

-Vaya, ¿qué sucede ahora? -Ryudamon pareció contrariado-. ¿Vamos a echar un vistazo? No temas, no dejaré que te hagan ni un rasguño.

@Dyray[III]

-Han pasado muchas cosas -explicó Magno-. Mon apareció en el Mundo Digital y estuvo atacando la Torre de Ravemon, Fribuya, la Factoría... Todo. Decidí reunir un ejército para enfrentarme a él, y Jijimon estuvo de acuerdo. Llamó a otros Niños Elegidos para que nos apoyaran. Sitié la guarida de Mon durante mucho tiempo, pero no todo fue como había planeado -suspiró-. Íbamos ganando la batalla -aseguró con algo de fiero orgullo-. Mis tropas habían ganado mucho terreno a las de Mon, y los niños que Jijimon ganó habían logrado herirle de gravedad. Pero entonces apareció un factor imprevisto. Un humano llamado Tomi, que fue quien creó a Mon, atacó a su creación. Se ve que en realidad Mon había sido desleal a Tomi, y estaba planeando por su cuenta destruir a la humanidad. Pelearon brevemente, pero Tomi era más poderoso. Mon huyó al Mundo Humano, arrastrando a todos los Digimon del campo de batalla con él... Incluyéndome. He aparecido aquí, pero no sé dónde habrán ido a parar los otros. Al menos, sé que he sido el primero en llegar... Pero mira, ya comienzan a materializarse otros Digimon en la ciudad.

Levantó el fusil y señaló a varios Saberdramon que se estaban materializando sobre los edificios. La gente en la calle comenzó a gritar, y los niños seguidores huyeron en desbandada.

-¿Cuáles son las órdenes? -preguntó Magno, y de repente pareció extrañamente feliz-. El peso del mando es muy duro -comentó-. Me siento más cómodo dejándotelo a ti.

@Drail[III]

-Entonces, ¿soy famoso? -preguntó Lopmon-. Bueno, en realidad ya lo sabía, los otros Niños Elegidos me reconocieron al verme -dijo sin modestia-, y además ya era famoso en todo el Mundo Digital, así que estoy acostumbrado. ¿Qué? Sí, los otros Niños Elegidos, Jijimon les llamó porque Mon volvió y todo eso... ¿No te estás enterando? Vale, desde el principio. Mon hizo un agujero dimensional en el Abismo Séptico, y los Numemon le tiraron cacas. Entonces se ofendió y decidió destruir a la humanidad. Hubo muchas batallas y yo estuve persiguiendo a los Niños Elegidos por todo el Mundo Digital con los Emblemas en blanco que Mon había robado. Y entonces llegó Tomi, que es un chico mayor que tú que creó a Mon, y le derrotó porque claro, Mon quería destruir a todos los humanos, ¿sabes? Entonces Tomi digitalizó el Mundo Humano y Mon vino aquí junto con todos los Digimon y... Oye, trae eso acá.

Con un rápido movimiento, se hizo con tu Dispositivo Digital y te enseñó la pantalla.

-Mira, ¿qué crees que significa? Hay una flecha apuntando al sureste.

@Final[III]

-Yo estoy bien, pero Mon acaba de pegarme -admitió Clear-. Pensé que unos caramelos me ayudarían a sentirme mejor, ¿sabes? No sé dónde están los demás. Estabamos peleando con Mon, que se había vuelto loco y quería destruir el Mundo Humano. Y Tomi, su creador, le dio una paliza y Mon huyó arrastrando a los Digimon con él, y por eso estoy aquí, así que supongo que todos están bien.

Mientras él hablaba, echaste un ojeada al Dispositivo Digital, y descubriste una flecha que señalaba al este.

La situación era peliaguda, y no parecia que todo fuera a mejorar de repente. Teníamos que actuar, y rápido.

-Lo primero de todo es reunirnos con los demás... y reunir a tu ejército. Probablemente ahora mismo estén confusos y no sepan donde están, y serán más propensos a emboscadas o ataques. Puede que incluso destruyan accidentalmente la ciudad... El tiempo apremia.

Pienso la situación un momento. Era arriesgado, pero... era la forma más rápida.

-Hace tiempo que no lo hago, pero... debemos intentarlo. ¿Crees que podrías digievolucionar a alguna forma con maniobrabilidad aérea? Sé donde puede estar Drazham, y muy posiblemente su compañero. Si llegamos antes que nada, será una pequeña victoria nada más empezar. Si no, habrá que caminar hasta el hospital... y no es un trecho nada corto.