Vamos a jugar a... -Foro-

@Jural:

Saltasteis a través del agujero y avanzásteis descolgándoos por los pasillos rotos... Hasta que oísteis un sonido y visteis un fogonazo saliendo de un pasillo. Al acercaros a investigar, visteis debajo de vosotros a la enemiga del Biometal naranja. Estaba de pie, en silencio, y parecía que le costaba moverse. A su lado estaba el cuerpo destrozado de Keig. La cabeza estaba intacta y la luz parpadeante de sus ojos indicaba que seguía consciente, pero era evidente que ya no podía moverse.

Antes de que tuvierais tiempo de hacer nada, la reploide desapareció por un agujero.

@Dos:

Tu golpe no fue muy preciso, pero sí devastador, porque golpeaste a tu atacante en el pecho y le reventaste medio cuerpo, un brazo y una pierna. El inservible resto se estrelló contra la pared y quedó tendido en una posición rara. Te levantaste sobre el montón de trozos de armadura y circuitos que habías dejado y te diste cuenta de que te costaba andar y moverte. Los daños recibidos habían sido bastante severos...

-Estás acabada -dijo el tipo destrozado, y te sorprendió ver que la cabeza estaba intacta y podía hablar, aunque sus ojos parpadeaban de forma preocupante-. Ya he hecho la mitad del trabajo. Mi amo acabará contigo de una vez por todas.

Estabas rodeada de paredes por los cuatro lados. Tardaste en fijarte en una grieta por la que podías deslizarte y llegaste a un pasillo en el que el suelo era el techo, a juzgar por los paneles fluorescentes apagados que había en lugar de baldosas. Aquello se había vuelto bastante laberíntico, y tenías la sensación de que te seguían...

Te fijaste en que se acercaba alguien, proyectando una luz azul, y te escondiste. Un humano con brazos de reploide cargados de electricidad azul. Avanzaba despacio, fijándose en cualquier hueco. Era probable que encontrara tu escondite si seguía acercándose, pero también sabías que todo acabaría si recibías un ataque fuerte, porque habías sufrido muchos daños.

@Nuler:

-Mi configuración está perfectamente calibrada para funcionar con una extremidad de menos -dijo Interruptor con cierto tono de orgullo. Luego añadió-. Aunque mi arma ha sufrido daños de consideración y no puedo repararla... -te enseñó la motosierra, que había sido hendida por algo enorme y muy afilado, y las cuchillas ya no giraban. Actuaré con prudencia.

Examinaste un rato las ventanas del edificio, pero no oías ni veías nada. Sólo en cierto momento te pareció oír un estruendo lejano, quizá una sección del edificio derrumbándose. Habrías sido incapaz de decir de dónde venía...

Entonces te fijaste en una figura que se acercaba en la distancia, caminando por el centro de una calle lejana. Sabías que no era uno de los Biometales, porque estaban ambos en el edificio, pero tampoco habrías sabido decir quién era, ni siquiera humano o reploide.

Ignorando lo que decía el tipo ese, pensé en que podría causar mas derrumbamientos si tuviera un dinosaurio propio.

-Tío. Que tienes la cabeza partida en dos. La gente suele morirse por cosas así. Bueno, digas lo que digas yo creo que... ¿Quien coño es ese ahora? Bueno, antes de que llegue, subamos al edificio. He pensado a ver si podrías tontear con los circuitos del dinosaurio y activar algún sistema de autodestrucción como con la araña o algo. Yo, mientras, vigilaré a este tío desde ahí arriba, me da mala espina.

En el momento en el que nos encontramos a Keig fuera de combate realmente lo único que quería hacer era sacarlo de allí y retirarnos. Pero no podía, sino todos los esfuerzos hechos hasta ahora hubieran sido en vano.
-Yuta, deprisa, lleva a Keig a un lugar seguro fuera de este edificio. Yo intentare alcanzar la reploide, luego os buscare.
Me lance al agujero por el que se había ido la reploide esperando atraparla por fin, pero tenía que ir con cuidado, quizás ella ya me estaba esperando…

—¡Mierda, mierda, mierda! Esto no esta saliendo nada bien…

Corría por el techo, ahora suelo, del edificio intentando alejarme lo máximo posible del otro portador del biometal, el cual suponía que estaba con aquella chica humana y en mi estado tenía claro que no podría vencerle con aquella desventaja numérica.

En cuanto encontré un hueco donde esconderme, me metí en él sentándome para mirar bien en que puntos había recibido mas daños. Tenía todo el pecho agujereado debido a las cuchilladas que había recibido por parte del reploide y al tocarme el caso pude notar como una de las antenas había desaparecido y la otra se había quedado a la mitad.

—Igual debería usarlo… —pensaba en voz alta mirando el Tanque E.

Apoyé la cabeza en la pared, ahora que no tenía las antenas era más fácil, pensando en lo que podría hacer, pero lo único que pasaba por mi cabeza era el misterioso reploide. La verdad es que el descubrir quien era me resultaba atractivo, pero en una situación tan critica como aquella prefería que desaparecieran sus datos de mi cabeza.

—Umm —me levanté un poco al escuchar unos pasos viniendo hacia mí.

Al mirar por una esquina, pude ver a un hombre alto y con los brazos cargados de electricidad. No estaba segura de sí era un humano o un reploide, pero tenía la sensación de que no estaba con ninguno de los biometales y a sabiendas de que yo tenía a dos tipos persiguiéndome conseguir ayuda de aquel hombre podía ser mi salvación.

—¡Ey! ¡Tu! ¿Podrías ayudarme? —salté delante de él con mi mejor sonrisa —. Me he quedado atrapada en el edificio y ahora que esta tan…liado me esta costando salir de aquí y bueno…he pensado que tu podrías saber como salir de aquí.

@Nuler:

Subes a vigilar al tipo que se acerca por la calle, y cuando está a menos distancia le reconoces. Es Reploiden.

-He descubierto que el dinosaurio carece de sistema de autodestrucción -dice Interruptor acercándose-. Reploiden -reconoce al verle-. Has venido.

Con una serie de ágiles saltos, el reploide legendario llega hasta vosotros.

-Es hora de que esta contienda termine -explica-. He venido a inclinar la balanza a tu favor, ya que tú fuiste quien logró derrotarme. No puedo implicar a mi ejército en esto, ya que están protegiendo a la población. Pero pongo mi espada a tu servicio.

@Jural:

Caes en el pasillo con suavidad y te deslizas por el hueco que ha usado la reploide para salir de la habitación. Te acercas y ves a Elok al fondo de pasillo. Antes de que te decidas a hablarle, tu enemiga sale de un recoveco y se pone entre vosotros, mirándole. Al parecer, no te ha visto todavía.

-¡Ey! ¡Tu! ¿Podrías ayudarme? -exclama-. Me he quedado atrapada en el edificio y ahora que esta tan… liado me esta costando salir de aquí y bueno… he pensado que tu podrías saber como salir de aquí.

Elok parece dudar, pero al notar tu presencia sonríe y levanta la mano, lanzando un rayo de alta intensidad hacia ella...

Dos Biometales flotan delante de ti, girando en torno a una figura femenina hecha de brillante luz blanca. Parece que están a punto de quedar libres, pero entonces un rayo los une y la figura coge ambos Biometales con sus manos. Tras un destello cegador, tu enemiga reaparece...

Ahora tiene un cañón enorme en la mano derecha y un gigantesco puño de hierro, de gruesos y largos dedos en la izquierda. La armadura se ha vuelto naranja y azul, con piezas de ambos colores distribuidos de forma desigual. Ella todavía no te ha visto, porque sigue de espaldas a ti, pero está mirando a Elok y comprendes que corre un grave peligro.

@Dos:

El tipo se lo piensa, se queda durante un momento con la vista perdida y al final te lanza un rayo. Tu armadura salta en pedazos y te sientes caer en la oscuridad. La información de la que dispones se reduce drásticamente y el concepto de mortalidad te acude constantemente a la cabeza. Sólo puedes ver el techo.

No podemos rendirnos ahora. ¡Debemos seguir luchando!

Ha perdido, F. Ya está.

¡Todavía queda algo por hacer! ¡Dos no puede desaparecer sin más!

¿Por qué? ¿De verdad piensas que ella es la más adecuada para enfrentarse a Centra? Es inestable y no ha demostrado humanidad.

¡Pero ha mostrado honor, valentía e ingenio! ¡Eso también es necesario para tener éxito frente al Modelo W! ¡Tenemos que intentarlo! ¡Unamos nuestro poder!

Es demasiado peligroso...

¿¡Cómo puedes decir eso!? ¡Tú ya has pasado por esto!

Por eso lo digo... Está bien. Démosle una última oportunidad. Dos, ¿puedes oírnos? Vamos a combinar nuestro poder para que puedas seguir existiendo. Cuando te lo ofrezcamos debes tomarlo en tus manos y concentrarte en unir tu mente a la nuestra.

Ves los cascos de los Biometales girando a toda velocidad en torno a ti, el azul que tomaste de aquel chico humano y el naranja que siempre te ha hablado en la cabeza. En cierto momento, te das cuenta de que estás a punto de desaparecer, apenas tienes fuerzas para moverte, pero aferras los cascos cuando pasan entre tus dedos... Y el poder te desborda.

Notas el suelo bajo tus pies, pies que pertenecen a un cuerpo totalmente reparado, formado por pieza de color azul y naranja. En el brazo derecho tienes un cañón enorme y en el izquierdo un guantelete de gran tamaño. Todavía desconoces las habilidades de tu nuevo cuerpo, pero sabes que resulta mucho más letal. Entrechocas los brazos y descubres que el guantelete encaja perfectamente en la abertura del cañón.

¡Modelo XF! ¡Adelante!

-Pues menuda puta mierda, hubiera venido de coña. Quizá enchufandole el Sable Z para darle un chute de energia... no, eso es una chapuza.

Aliviado, reconocí al reploide que se acercaba, y me acerqué a hablar con él, aun estrujandome los sesos para saber como seguir dañando a mi enemiga sin entablar combate directo.
-Ey, que tal Reploiden. Por un momento me has asustado, llevo un rato muy tenso. En fin, gracias por la ayuda, esta gente es un dolor de cabeza. A riesgo de parecer repetitivo, se me ha ocurrido que podría... ¡Modelo H! -le pasé una espada a Reploiden- Yo me pongo a un lado del edificio, tu al otro, y empezamos a subir plantas mientras rajamos la pared. A ver si se les cae algún pedrusco encima y les rompe las piernas a ellos, para variar. Cuidado con si sale alguien de repente, estos son expertos en aparecer y desaparecer para que me cueste contarlos.

-¡N-!

Intente detener a Elok, pero ya era demasiado tarde. Disparo a la portadora del biometal y la derribo. Me ayudo con eso, pero podía haberle pasado algo a él. Hubo un destello de luz que me cegó. Lo siguiente que vi fue dos biometales… ¿D-dos? ¿Esa reploide tenía dos biometales también…? Hubo otro destello. No pude ver lo que le ocurría a Elok ni qué pasaba alrededor mío, pero cuando recupere la visión la cosa estaba como antes, pero el armadura de la portadora había cambiado. Parecía más poderosa que antes. ¿¡Qué demonios había hecho!? Su armadura era de los colores de los biometales que flotaban hace un momento. ¿Se habían fusionado? … Estaba de espaldas a mí, frente a frente con Elok. ¡Tenía que dejarme de tonterías o probablemente nos mataría a los dos con esa forma! Ahora que la había alcanzado por fin tenía que acabar con ella. No pensé mucho lo que haría, podía haber intentado huir, pero no podía dejar a Elok solo, a saber qué le ocurriría. ¡Y no quería distraerla para escapar ambos tampoco, no iba a alargar esto más, así que solo podía hacer una cosa! De un ataque cuerpo a cuerpo no iba a acabar con ella aunque estuviera de espaldas, y encima me pondría cerca de ese puño enorme. Cree un shuriken de energía tan grande como pude y se lo lance a su torso horizontalmente.

-¡Elok, abajo! – grite al disponerme a arrojar el shuriken a la portadora, desesperado para que me oyera y le diera tiempo a esquivarlo si fallaba.

Si esto no acababa con ella al menos la dañaría o haría ganar tiempo a Elok para huir o para atacar desde su lado. Si después de todo esto la portadora no se giraba le clavaria un kunai a su espalda, tenía que concentrarme en un punto en concreto, y esperaba que Elok hiciera lo mismo. Del mismo modo, si atacábamos a la vez podíamos intentar evitar que la portadora disparara a uno de los dos con el cañón, porque el otro quedaría a su espalda, pudiendo atacar.

Por un momento, al ver su transformación había perdido la esperanza, pero aún no estaba muerto, esto era lo importante.

Aquel silencio me estaba empezando a incomodar ¿por qué tardaría tanto aquel desconocido en contestarme? No podía esperar durante mucho tiempo a su respuesta o el otro Biometal me alcanzaría y en el estado en el que me encontraba eso sería mi…espera, ¿estaba sonriendo?

Un rayo creado por aquel hombre me golpeó al instante destrozando por completo la armadura. Dejé de sentir mi cuerpo al instante y en cuestión de segundos noté como me apagaba, en esta ocasión para siempre.

La imagen de aquel reploide volvió a aparecer en mi cabeza, mucho mas clara que las anteriores. Le podía ver moverse por una habitación llena de plantas y flores de todo tipo. Se le veía feliz y tranquilo, como si estuviese en su entorno. Sabía muy bien porque estaba ahí siempre y porque yo le solía acompañar aquel lugar tan sagrado para él, pero aun me faltaba su nombre.

Y nunca llegaría a recordarlo.

Abrí los ojos al escuchar unas voces por encima de mí. Mirando hacia el techo, podía ver a los dos Biometales hablando.

“¿Humanidad?” pensé al escuchar las palabras de X.

Volví a sentir las descargas de antes, las cuales me enseñaron ahora un grupo de humanos uniformados entrando en el que debió ser el lugar donde nos mantenían a los Reploides como yo. Otros humanos vestidos con batas de laboratorio intentaban frenar a los soldados, pero los apartaban de en medio sin problema alguno siguiendo su camino hacia nosotros. ¿Habían querido matarme en el pasado? ¿Pero por qué razón?

El Reploide familiar se encontraba al lado mío en aquel recuerdo, o más bien se mantenía enfrente intentando protegerme de aquellos humanos. Los humanos cargaron sus armas y apuntaron contra nosotros, sentí miedo en aquel momento y mucho más cuando empezaron a disparar.

Veía a algunos de los míos intentar detenerlos, luchar contra ellos y ser destruidos en el intento. Tres cayeron a los pocos minutos y yo siquiera había hecho un movimiento. Lo recordaba, no sabía luchar es por eso que él estaba allí a mi lado. Había tirado de mí para alejarme de los soldados, me había dejado en un lugar para que me escondiese. No había querido abandonar a los demás, debía luchar junto a ellos antes de que todos fuesen destruidos.

Otros dos más cayeron, solo quedábamos tres…dos…

Una última descarga que me devolvió junto a los Biometales, aunque en esta ocasión no había sido una descarga, no. Volvía estar en pie, todo mi cuerpo se encontraba en perfecto estado y era…diferente. Golpeé mis nuevos puños entre ellos para ver como el que ahora era un cañón encajaba con el guantelete.

—Modelo XF…

Encaré al que había intentado matarme. Ahora ya lo sabía todo y tenía claro que no iba a dejar que alguien como él intentara acabar conmigo.

—Llegaré a Centra y la recuperare con o sin estabilidad, X —le dije al Biometal preparándome para el segundo asalto —. Ahora al menos ya tengo una razón para ir allí.

Aquel tipo usaba electricidad y el otro Biometal podría andar bastante cerca, por lo que rápidamente me movería hacia el hueco y desde allí dispararía a los lados y sobre todo al tipo de la electricidad.

—Nada me va a impedir llegar a Centra —declaré ya a salvo de cualquier ataque — ¡Nada me va a impedir recuperar a mi hermano!

@Nuler:

-Está bien, aunque parece una estrategia un poco rara. No creo que pueda utilizar un arma de Biometal -dijo, y en efecto cuando sostuvo una de tus espadas, la hoja se apagó y no hubo forma de encenderla-. Pero supongo que mi katana servirá perfectamente.

Comenzaste a seccionar partes externas del edificio, pero tal como estaban las cosas, los escombros caían hacia afuera, hacia la calle, y no parecían provocar grandes daños en el interior. Enseguida uno de ellos te golpeó, y tu ya debilitado cuerpo acusó el daño.

Enseguida acabaste en la calle, con tu cuerpo incapaz de funcionar, tendido sobre el suelo sin poder quitarte las rocas de encima. Interruptor trotó hacia ti para ayudarte, pero antes de que llegara notaste un profundo dolor en el cuello... y un shuriken ocupó todo tu rango de visión. A todas luces, tenías una de las puntas atravesándote la garganta y clavada en el suelo debajo de ti.

-¿Qué ha ocurrido, de dónde ha venido el disparo? -preguntó la voz de Reploiden.

-Había una chica en lo alto de aquel edificio. Ha sido un tiro muy preciso, teniendo en cuenta la distancia. No teníamos modo de devolver el ataque y ya estará muy lejos. ¿Qué hacemos? Sigue vivo.

-Pero parece incapaz de moverse o reaccionar -dijo Reploiden-. Si no fuese un humano, diría que está totalmente estropeado... Y si le sacamos el shuriken será peor.

-Yo se lo sacaré -propuso Interruptor-. Tú ten preparado su Tanque E y aplícaselo en cuanto lo haya sacado. No le va a hacer gracia, pero le parecerá más conveniente que estar muerto.

-Está bien -Reploiden cogió el Tanque E y la cola de Interruptor envolvió el shuriken-. Lista para tirar. Una, dos y...

Todo se volvió blanco y notaste un dolor agudo en tu cabeza que casi te hizo enloquecer. Cuando tu vista fue recuperándose, descubriste que el Tanque E te había reparado por completo y te habían sacado de debajo de la roca.

-Sentimos haber tenido que gastar algo tan valioso en una situación como esta -dijo Reploiden, ayudándote a levantarte-. Aunque de todos modos ya estabas tan destrozado que cualquier ataque habría podido acabar contigo. Quizá haya sido lo mejor. Podemos perseguir a la ninja, aunque creo que sería una pérdida de tiempo.

-Al menos, me ha proporcionado un reemplazo para mi arma -comentó Interruptor, y el shuriken propulsado comenzó a girar enloquecido en el extremo de su cola.

@Jural:

Lanzaste tu shuriken al mismo tiempo que ella saltaba a un lado. Le hizo un corte en el tronco, hasta casi la mitad, partiendo lo que en un humano habrían sido las costillas del lado izquierdo. Luego siguió hacia adelante, pero Elok estaba sobre aviso y lo esquivó sin problemas. Oísteis más rocas desprendiéndose y el suelo tembló, como si el edificio estuviera siendo bombardeado. Todo se llenó de humo.

-Nada me va a impedir llegar a Centra -dijo la reploide con voz extraña, como si no se dirigiera a vosotros-. ¡Nada me va a impedir recuperar a mi hermano!

La reploide se ocultó en un hueco formado por escombros y desde allí os disparó. Una miriada de disparos brillantes, que dejaban estelas como estrellas fugaces, se repartieron por todas partes. Elok levantó una barrera de energía para detenerlos, pero no aguantó y una le dio en la cara, carbonizándole una de las mejillas y extendiéndose hasta el ojo, lo que le hizo emitir un alarido. Otra le reventó uno de sus brazos mecánicos. Chilló y utilizó toda la energía que le quedaba para mandar una brillante bola de luz en la dirección en la que se había escapado la reploide. Los escombros estallaron, aunque no viste qué fue de ella. Cuando el destello se disipó, Elok había desaparecido.

No tenías tiempo de preocuparte con él. Aunque te ocultaste por instinto ante el contraataque, varios disparos te habían alcanzado en diferentes puntos y brillaban incandescentemente. Tardaron unos cinco segundos en apagarse, y para entonces ya te habían hecho agujeros en la armadura, chamuscados como plástico y bastante profundos y dolorosos. El pasillo estaba lleno de puntos brillantes como aquellos, que se fueron apagando y convirtiéndose en quemaduras negras y profundas.

Tu enemiga parecía seguir sepultada bajo los escombros que le habían servido de escondrijo, en un hueco en la pared.

@Dos:

-¡Elok, abajo! -gritó una voz, incluso antes de que hubieras decidido esconderte, y saltaste a un lado. Viste como un shuriken te salía del pecho y seguía su camino hacia el tipo de la electricidad, el tal Elok, que se agachó para esquivarlo. Te colaste en el escondiste y evaluaste tus daños. Te había cortado un tajo perfecto, en horizontal, partiendo por la mitad lo que en un humano habría sido el pulmón izquierdo. Tu brazo izquierdo se había librado por poco. Eran daños muy graves, y no podías permitirte más heridas como aquellas. Respondiste disparando a través del cañón, y tu propio ataque te sorprendió.

Era similar a las bolas de fuego del Modelo F, pero esta vez habías lanzado centenas de disparos más pequeños, brillantes y veloces. Eran tantos que apenas eras capaz de controlarlos, aunque no importaba porque estaban por todas partes. Primero te centraste en acabar con Elok, que formó un escudo de energía y repelió los primeros disparos. SIn embargo, la intensidad de tu ataque acabó por derribar su barrera. Un ataque le dio en la cara, achicharrándosela, y otro le reventó uno de sus brazos mecánicos. Lanzó un grito ensordecedor y levantó el otro brazo, mandándote una esfera de energía eléctrica que reventó el hueco en el que te ocultabas. Varios escombros te cayeron encima y te sepultaron, sin causarte graves daños por sí mismas pero agravando el corte de tu costado. Además, estabas inmovilizada y no veías a tus enemigos. Creías haber dado al otro tipo, al que había usado el shuriken. Sin embargo, no podías estar segura y no creías que hubiera bastado para aniquilarle. Al menos, de Elok seguramente no tendrías que preocuparte más...

Tienes que salir de aquí. Utiliza un disparo cargado para deshacerte de los escombros. Tu potencia de fuego ahora es muy superior.

O mejor, junta los brazos como antes y dispara contra el guantelete. Absorberá la energía del cañón. Fundirás todo lo que toques y tus golpes serán devastadores.

Antes de darme cuenta, acabé tirado en el suelo, hecho polvo e incapaz de levantarme.

Vaya, esto no ha salido como esperab... coño

Y... ¿Eso era un shuriken? Oh, mierda!

Reploiden e Interruptor se coordinaron para salvarme el pellejo.

-Bueno, si, mejor esto que estar muerto. Me siento bastante tonto. Pasad de la ninja, me parece que tiene unas narices muy grandes, hacerme esto después de que le perdonara la vida. En fin, como la pille me la cepillo. Ya es hora de que me deje de dar rodeos y vaya adentro. Reploiden, cuando te haga una señal, troceas la pared que te señale y te apartas rápidamente.

Busqué una ventana y entré por dentro. Iba a ir poco a poco, poniendo la oreja en las paredes intentando oír barullo al otro lado. Si era capaz de localizarlos, le señalaría a Reploiden la pared y cargaría un ataque con el modelo H y efectuar mi técnica estrella.