@Jeremy (25%) @Matías (100%) @Asch (120%) @Adair (25%)
-¡Esa es una gran idea, Remy! –te asegura Kyaromon, justo antes de ponerse a brillar y crecer de nuevo. ¡Nori ha vuelto a convertirse en Kudamon!
A Hawkmon se le erizan las plumas cuando le amenazas, Asch, y te indica que le sigas hasta una de las tiendas de lona más amplias en el asentamiento. Te pide que al menos le desates las alas para que te pueda ayudar a traer alimentos… pero decides sabiamente no hacerle ningún caso. Mientras tanto, Adair y Lucemon traen algo de leña que han encontrado en otra de las tiendas y crean una hoguera que Tentomon enciende con Mini Trueno. Para cuando termináis, habéis montado un puesto de guardia bien majo. Los ocho coméis alrededor de la fogata. Algunos habláis, otros preferís manteneros en silencio, pero para cuando termináis, Jeremy, Norizuna y Hawkmon se quedan solos junto al fuego. Por mucho que le dices que vaya a descansar, Jeremy, Nori se niega a dejarte solo, así que acabas por rendirte.
-Oye, Remy… -empieza a hablarte, un tanto tímido-. ¿Tienes algún hobby o algo por el estilo? ¿Algo que hicieras mucho cuando estabas en tu mundo? Yo… bueno… -Nori parece bastante avergonzado-. Antes me preguntaste si había hecho algo como las cosas que te he enseñado por mi cuenta… Bueno, puede que sí que lo haya hecho. Pero si quieres que te lo enseñe, ¡primero tienes que hablarme tú de ti mismo! –Nori parece bastante animoso. Tal vez la comida le haya dado más fuerzas de lo que pensabas.
Matías, Asch y Adair, vosotros estáis en el interior de una de las tiendas, que según Hawkmon es la más calentita y con las mejores “camas”. Aunque más que camas, estáis descansando sobre colchones desnudos. Es mejor que dormir encima de roca, de cualquier manera. Aunque les habéis dicho a vuestros digimon que descansen, no parecen dispuestos a quedarse dormidos hasta que lo hagáis vosotros. Si queréis hablar con vuestro digimon de cualquier cosa o conocerlos mejor,
este es el momento perfecto para hacerlo.
Matías, has decidido recoger los dos huevos de Tanemon de donde los dejó Meramon. Ahora mismo los tienes a tu lado y puedes tratar de abrirlos, si así lo deseas.
@Luke (25%) @Alan (75%) @Tris (180%)
-Internalia suena bien –Flynn bosteza al mismo tiempo que tú-. Es el lugar más prudente al que podemos ir… Tal vez allí encontremos a alguien que nos pueda explicar mejor qué debemos hacer. Un sabio o algo. –El Penguinmon se acurruca más a ti. Parece contento con tus caricias-. Pero hay muchos más lugares en el Mundo Digital… Puede que algunos tengan problemas, o puede que todo siga bien… Podríamos explorar, supongo, pero creo que sería una pérdida de tiempo… Nuestro objetivo al final es ir a por Persiamon, así que tal vez debamos ir directamente a la Ciudad de los Tanemon… -Penguinmon vuelve a bostezar-. Mañana lo decidiremos. –Flynn espera a que dejes de hablar-. Eso sería genial, Luke… No puedo esperar… para ir a ver el lugar en el que vives… Espero que me compres… helado…
Flynn termina por quedarse dormido al mismo tiempo que tú, con el calor corporal de cada uno arropando al otro.
-Estoy segura de que lo harás genial, Alan –te asegura Floramon antes de iros a dormir-. Estaré a tu lado para todo lo que necesites, siempre. ¡Esforcémonos al máximo los dos!
Tris, Opossumon se arrima a ti cuando ambas decidís iros a dormir. Lo mullido y calentito que es su pelaje te hace sentir genial, y tu dolor de espalda parece estar desvaneciéndose. ¿Es el sofá, u Opossumon…?
-Yo… No sé si estabais destinados… Sólo sé que llevamos esperándoos mucho tiempo, y que vosotros debéis salvar el Mundo Digital. No sé por qué, o como… pero lo sé. Supongo que eso te convierte en una heroína –te sonríe-. O protagonista, como quieras llamarlo. Y… si algún día vamos a tu mundo, me gustaría jugar a esos “videojuegos” contigo. Así podremos ser felices juntas.
Opossumon se mantiene en silencio un rato. Sus ojos se le cierran. Parece que tiene mucho sueño.
-No sé si es el Mundo Digital es flipante porque es lo único que conozco… -admite Opossumon con un bostezo-. Pero me encantaría explorarlo contigo, Tris… Está Internalia, las Cordilleras DemiMeramon, el lugar en el nacen todos los digimon… La Ciudad de los Tanemon solía ser muy bonita, por lo que he escuchado, pero desde que llegó Persiamon se ha convertido en una especie de ciudad fortificada muy fea… -Opossumon vuelve a bostezar-. Mañana salimos del bosque y miramos hacia dónde ir… Casi todo se puede ver desde la rivera del río, de todos modos…
Y con esas palabras, Opossumon se queda dormida. Tris, no tardas en seguir el mismo camino que ella.
@Alice (125%)
Válor todavía tiene las orejas caídas cuando le acaricias la cabeza.
-¿Más poderoso que ellos? Supongo que sí, soy muy poderoso… -De nuevo, vuelve a susurrar algo por lo bajo que no oyes, pero te parece escuchar la palabra “débil”. Válor te deja seguir hablando-. Sí, tienes razón. Alan y Floramon deberían haberse esforzado más. A mí tampoco me gusta arrastrar a nadie. –Y añade en voz baja “porque normalmente el que acaba arrastrándose soy yo”-. No tendríamos por qué cargar con perdedores. Los demás no hacen más que ralentizarnos.
Válor parece que está cerca de dormirse… cuando vuelves a hablar. El Gazimon se separa de ti bruscamente, colocándose en el extremo contrario del sofá, y te mira como si fueras un horrible monstruo. El terror se refleja en sus ojos.
-¡¿L-lo has notado…?! –masculla, incrédulo-. Yo… siempre me esfuerzo… para hablar bajito… -Válor se muerde los labios-. ¿A gusto contigo…? Yo… Yo…
Válor se lleva la garra al cuello. Parece que le está costando mucho hablar.
-¿Quieres que sea…? ¿Quieres que sea…
sincero…? –La manera en que lo dice es como si cada palabra fuera una daga clavada en el pecho-. ¿Sin…cero…?
Válor cierra los ojos y respira muy hondo. Se pasa así varios minutos. Todos los demás están ya dormidos, incluso Dorimon. Cuando Gazimon vuelve a abrirlos, parece una persona totalmente cambiada.
-Yo… lo intentaré. Por ti –sentencia-. Alice… eres… ¡la mejor! –Como si se tratara de un movimiento reflejo, Válor se tira de las orejas y ahoga un grito de dolor-. A… Alice… Alice. Eres mi compañera. Nunca antes te había visto. Me esperaba a alguien completamente diferente –Válor se pone a hablar muy rápido, con sus palabras pisándose las unas a las otras-. No me gustaste. Te odiaba. Quería a alguien distinto, alguien menos estúpido. ¿Cómo podía salvar nuestro mundo alguien tan idiota? Pero entonces me protegiste de Gabumon cuando yo me negué a luchar. Y me di cuenta de que, quisiera o no, eras mi compañera. Te salvé, casi por obligación… Pero cuanto más empezamos a hablar, más me di cuenta… De que eras más parecida a mí de lo que pensaba. Eres dura, pero en el fondo te preocupas. Cada vez me costaba más pensar mal de ti. Me he dado cuenta, cuanto más avanzaba el día… de que te quiero –Válor se pone a jadear. Le cuesta respirar después de soltar todo eso-. Alice… Yo… Estoy muy a gusto contigo. Y si alguna vez te parece que es al contrario… Lo siento. Sé que yo no soy el mejor compañero digimon que se puede tener… pero tú eres la mejor compañera humana que podría haber pedido.
Tras el discurso, pasan unos segundos antes de que Válor se ponga completamente rojo, aparte la mirada y empiece a susurrar él solo de nuevo. Sea cual sea tu respuesta, el Gazimon de repente se levanta y tira de tu mano, obligándote a levantarte del sofá.
-¡Vámonos, Alice! –te pide-. No quiero que nadie lo vea. Si intentamos irnos mañana… simplemente no podré. No podré mirar la cara a Penguinmon, Floramon y Opossumon y decirles que les dejo de nuevo. Además, Luke y Alan necesitan a alguien que les proteja, y las únicas que pueden hacerlo son Tris y Opossumon –Gazimon te mira con el ceño fruncido. Va en serio-. Por favor, Alice. Estoy intentando ser… sii..inceee…ro… ¡No sólo contigo, sino conmigo mismo también! ¡Vámonos ahora!
No tienes otra opción: la decisión de Válor es definitiva, y nada de lo que digas podrá hacerle cambiar de idea. Os guardáis una gran cantidad de comida sobrante en una bolsa y abandonáis el barco en mitad de la noche. Camináis toda la noche y gran parte de la mañana hasta llegar de nuevo a la ribera del río, y allí descansáis y coméis un poco. Válor te explica que atravesando el río está Internalia, un pueblo que Persiamon suele dejar en paz. Más allá de Internalia se encuentra la Ciudad de los Tanemon, y atravesando el bosque se puede llegar a las Cordilleras DemiMeramon. Sin embargo, el día es tan despejado que al otro lado del río puedes ver otros dos edificios: uno es un castillo de piedra, y el otro, bastante más lejano, parece una especie de edificación elegante de colores brillantes. ¿Hacia dónde te dirigirás?
Te metes las manos en los bolsillos mientras piensas, y te sorprendes al encontrar algo en ellos.
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¿Cómo ha llegado este extraño colgante hasta ahí? Tiene dos ranuras, una a cada lado, donde cabrían tarjetas SD o algo así. No tienes ni idea de cómo o por qué ha llegado hasta ahí, pero algo te dice que deberías quedártelo.
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Una función especial para tu dispositivo digital te permite saber exactamente dónde se encuentran el resto de los niños elegidos. Este logro es de DOS usos.