Vamos a jugar a... -Foro-

-Er-…

Por un momento intente engañarme, pero cuando fui lanzado y hundido a la pared por la explosión entendí lo que había ocurrido de verdad. Ertz aún estaba vivo, donde antes había el reploide enemigo, pero la explosión debía haberle dañado mucho. Me acerque torpemente hacia él con la energía que me quedaba.
-Debería haber sido más agudo…

Ertz me descubrió que había aparecido un control en el monitor de las cámaras de seguridad. No le hice mucho caso a eso e intente echar una mano a mi compañero… Pero ya no podía hacer nada por él. Llegue a pensar que si hubiera aceptado la oferta que me habían hecho… No, ya no me podía arrepentir, y además, aún quedaba una esperanza para él si lograba restaurar la situación en la que estaba el mundo.

Pensando en que esto no era más que le principio de lo que me esperaba, me dirigí al monitor pulse los paneles de <Troue> y <Yorem> para desactivar la energía, y seguidamente pulse los de <Trovec> y <Siaram> para conducir la energía hasta ellos. Habíamos cumplido nuestro objetivo, pero aún teníamos que salir de allí. Cargue con Ertz teniendo en mente volver sobre nuestros pasos, hacia el conducto con el que entramos a la central en el piso de abajo. No me había olvidado que la central estaba siendo asediada, por eso tenía que ir con más precaución que nunca. Antes de salir por la ventana para bajar al piso de abajo comprobé si realmente podía cargar con Ertz y moverme, y eche un vistazo al exterior para vigilar si era seguro bajar.

@Dos:

La mesa saltó en pedazos y los trozos cayeron, golpeándoles. La distracción vino de perlas a Reploiden, que golpeó a ambos con el reverso de la katana electrificada, noqueándolos. Cayeron al suelo y los ató con cables mientras se reiniciaban.

El interrogatorio no duró mucho. Descubristeis que la única forma de subir a las plantas superiores era a través de la escalera que había al otro lado del almacén, y que desde aquella habitación se podían controlar todas las puertas de aquella planta (o al menos, las que todavía funcionaban) y también la puerta exterior (que ya estaba rota) y la cúpula energética que rodeaba el edificio.

-Parece que no hay nada más aquí dentro -dijo Reploiden-. Será mejor que usemos tu dinosaurio para mover los restos del almacén que derribamos... Aunque podría ser más rápido retirar la cúpula y llegar a la planta superior desde arriba.

@Nuler:

Buscabas una ruta alternativa que rodeara la aldea cuando sucedió algo curioso. Repentinamente, los cables que surcaban el aire fuera de vuestro alcance se iluminaron con una potente luz azul. El agua a vuestro alrededor comenzó a flotar en el aire, en grandes burbujas, y se elevó en dirección a aquellas líneas azules, cada vez en mayores cantidades. Rápidamente quedasteis rodeados en la cima de un edificio, con agua ascendiendo como una cascada invertida a los cuatro costados. No pudisteis hacer nada más hasta que las calles quedaron secas, aunque llenas de charcos, y el cielo estuvo lleno de corrientes de agua que fluían veloces hacia Trovec.

-Ahora los robots de Yorem recibirán el agua que esperaban, supongo -comentó Interruptor.

Aquello lo cambiaba todo. De repente ya no estabais en un lago, sino una ciudad llena de barro, con algas creciendo en las ventanas de los edificios. No sabíais bien cómo reaccionar cuando oísteis un crujido y gritos. Los puentes de basura que habían unido unos edificios con otros estaban cediendo y cayendo a la calle. Al parecer estaban parcialmente construidos sobre flotadores, y ahora no tenían agua sobre la que flotar. Los puentes fueron desplomándose, y los centinelas huyeron a los tejados para ponerse a salvo. Uno de ellos quedó colgando del extremo de un puente. Algunos más se apiñaron en el borde del tejado. De repente te pareció que aquellos guardianes eran más bajos de lo normal, y al prestar atención a los gritos comprendiste que todos, incluyendo al que colgaba sobre el vacío, eran niños.

@Jural:

GRADIM - TROUE
SIARAM - CENTRA - YOREM
TROVEC

Introdujiste los cambios en el panel, y el sistema te pidió una contraseña.

La contraseña debería ser Ertz.

Eso decidió el Biometal, y no podías discutírselo. El monitor te informó que nadie aparte de ti podría modificar aquel panel, a menos que compartieras la contraseña o te mataran, en cuyo caso el sistema lo detectaría y volvería a quedar bajo el control del primero que llegara.

Por la ventana no parecía ser buena idea bajar, con un ejército entero acampando en el patio, incluyendo al dinosaurio; y estabas demasiado dañado como para permitirte saltar y deslizarte por las paredes, de todos modos. Comprobaste el resto de la planta. Las escaleras que llevaban al almacén estaba obstruidas por escombros y metales retorcidos. El resto de las habitaciones eran despachos y cosas así, pero todo estaba desierto. Parecía que por el momento tu única opción realista era el montacargas que llevaba al tejado, así que subiste a echar un vistazo.

Primero cruzaste por lo que parecía ser la habitación del Regulador, un simple almacén estrecho lleno de herramientas usadas, munición de balas que no podías usar y cohetes a medio montar. Seguiste subiendo y llegaste a la cima del edificio, el chorro de luz que habías visto en la planta de abajo salía por un agujero en el techo y se perdía en las alturas. Te acercaste lo suficiente para que la energía te reparara y así quedar en perfecto estado.

En el tejado también había algunos vehículos aéreos, que te habrían permitido huir de no ser por la cúpula energética que rodeaba el edificio. Podías arriesgarte a tratar de salir por la entrada principal, aunque tendrías que volar a ras de suelo a la altura del ejército que había atacado la planta. También podías volver a intentarlo con la ventana, ahora que estabas recuperado y tenías de nuevo tu agilidad.

—¡Dinosaurio! ¡Dinosaurio! ¡Dinosaurio! —le respondí a base de saltos a Reploiden para seguidamente, ponerme detrás de él y empezar a empujarle para que fuéramos al patio —. ¡Vamos vamos vamos!


Antes de salir por la puerta, me giré para ver a los reploides a los que habíamos interrogado para desearles suerte con el cable, pero en vez de eso, al verles sentí un calambrazo en la nuca y al segundo me encontraba apuntándoles con el brazo-cañón.


—E L I M I N A R A M E N A Z A —dije con una voz robótica y prácticamente de forma automática, a la par que la necesidad de acabar con aquellos reploides aumentaba.


Apuntando hacia ellos, cargué el ataque y cuando estuvo listo lo disparé contra los reploides para seguir rápidamente con una ráfaga de disparos rápidos por si sobrevivían al primero. Eran una amenaza para los humanos y por lo tanto, debía acabar con ellos.

-Aish... Supongo que si dejo morir a un niño seré un mal tipo, ¿no? -miré con cara de disgusto a Interruptor- Voy a salvarlo rapido y seguimos, no hace falta que vengas.

Me dirigí hacia el edificio mas cercano a donde estaba el niño colgando y, tras coger carrerilla, salté y planeé hasta él, para cogerlo, entrar por una ventana inferior del edificio y dejarlo a salvo. No quería entretenerme, así que una vez salvado al niño pensaba seguir avanzando de en edificio en edificio saltando por las ventanas hasta estar a una distancia prudencial del poblado y subir otra vez a los tejados para poder reencontrarme con interruptor.

-Ojalá no me den problemas...

Valore mis opciones. Podría intentar salir llamando la atención de todo el mundo por la puerta principal de la central con un vehículo aéreo de manera rápida pero poco segura o podía bajar por la ventana a la que entramos, llegar directamente al pasillo del piso de abajo y salir por el conducto desde donde llegamos. Ambas opciones me llevaban a Siaram, una era más rápida y la otra era más segura… Pero el éxito no estaba asegurado en ninguna de las dos. Teniendo en cuenta que un biometal estaba en la zona, a pesar de que me había recuperado, con un ejército a su lado me convenía evitarle de momento, y eso implicaba no ser descubierto. Volví al montacargas, había decidido que reharía la ruta hasta llegar a Siaram.
Tenía que lograr salir de allí vivo a toda costa. Por Ertz y por mí.

@Dos:

-En serio, ¿de cuándo es tu sistema operativo...? -preguntó Reploiden, sobresaltado-. En fin, supongo que no importa... No creo que ellos hubieran actuado de forma diferente.

Salisteis al exterior. Subida en el dinosaurio, le indicaste que despejara el camino hasta la planta superior. Una vez que la escalera quedó a la vista, exploraste la planta de arriba acompañada de Reploiden, Cael y sus amigos de la resistencia. Pero estaba desierto. En una habitación enorme, encontrásteis señales de batalla, una gran quemadura negra en el suelo, como el resultado de una explosión. profundos arañazos y desperfectos en las paredes... Había pequeñas piezas metálicas esparcidas aquí y allá, pero ningún enemigo.

En la pared había una pantalla que indicaba la forma en que se distribuía la electricidad de la planta, pero no podíais modificarla porque requería una contraseña.

GRADIM - TROUE
SIARAM - CENTRA - YOREM
TROVEC

-Es extraño -observó Reploiden-. Antes Troue tenía electricidad... y estoy seguro de que Yorem también.

-¡Es ridículo! -exclamó Cael, dando un puñetazo a la pared junto a la pantalla-. ¡Después de tanto esfuerzo y nos detiene una simple contraseña! Y no queda nadie a quien amenazar para sacársela...

-Creo que se nos han adelantado -dijo Reploiden-. Estas señales de combate son muy recientes... Alguien ha debido colarse aprovechando la confusión de la batalla, aunque no alcanzo a comprender cómo lo ha conseguido. Ha modificado las opciones a su gusto y se ha largado después.

-¿¡Y por qué no ha activado la electricidad para Gradim!? -gritó Cael-. ¡Nara! Intenta hackear el sistema.

-Yo no... -la reploide pareció indecisa-. Muy bien.

Tocó la pantalla táctil con un dedo. De inmediato, el cristal de su casco comenzó a brillar. Unos hexágonos verdes se extendieron desde su dedo y comenzaron a cubrir toda la pantalla de forma lenta y desigual, como una nube que creciera en el horizonte. Pero de repente los hexágonos se volvieron rojos y se replegaron sobre sí mismos, hasta desaparecer en el punto en el que habían comenzado, y Nara cayó de espaldas como si la hubieran golpeado con un mazo.

-No puedo atravesar la protección sin la contraseña -dijo Nara-. Pero creo que... creo que puedo encontrar a quien tiene la contraseña. No sé a qué distancia está, pero siento en qué dirección debería ir, igual que si tuviera una brújula.

-En ese caso, iremos en busca de quien haya hecho esto -gruñó Cael-. No puede andar muy lejos. Dos... Me sabe mal volver a pedirte ayuda, pero... ¿podrías llevarnos? Viajaríamos más rápidamente en tu... ehm... dinosaurio.

-Os deseo buena suerte -musitó Reploiden-. Esto ya no es asunto mío, aunque hayamos acabado con las fuerzas acantonadas en esta planta energética quedan muchos reploides de Centra repartidos por la ciudad. Debo dirigir a mis ejércitos y darles caza. Ha sido un placer.

@Nuler:

Las cosas salieron más o menos como esperabas. Te lanzaste y lograste atrapar al niño antes de que el puente cediera. Luego, lo dejaste a salvo, y saliste volando de allí mientras oías vítores y gritos de asombro a tu espalda. Pero aunque pensaran bien de ti quizá no pasara lo mismo con Interruptor, así que decidiste seguir el plan original y reunirte con él antes de que le detectaran.

Os encontrásteis en un tejado, al otro lado de la aldea. Ya veíais la siguiente zona desde allí, una sección de edificios más estilizados y llena de carreteras iluminada con una luz verdosa. Estábais a punto de continuar cuando la inesperada voz del Biometal te detuvo.

Capto la presencia de otro Biometal. Todavía no está cerca, pero deberías andarte con ojo.

@Jural:

Bajaste por la ventana rápidamente y lograste llegar al pasillo sin que te vieran. En la habitación de los ordenadores había un par de personas. Al pasar por delante, viste de refilón a la dueña del Biometal naranja, que destruía a un par de reploides prisioneros de Centra con bolas de fuego. Te colaste por el conducto de ventilación y avanzaste en horizontal, agachado, hasta llegar a la caída vertical. El ventilador de arriba empujaba con muchísima fuerza, más que antes, y no tuviste otro remedio que dejarte caer por aquella especie de tobogán... Antes de que te dieras cuenta, habías caído al agua. Según lo que recordabas, aquellos conductos estaban secos cuando pasaste antes, pero ahora te arrastró una corriente fortísima y te zarandeó, haciendo que te golpearas con los bordes de las paredes. No tenías otro remedio que cambiar al Modelo L. Incluso así, era imposible nadar contra la corriente, pero te dejaste llevar hasta que el agua te expulsó hacia arriba como un géiser... La trampa del remolino que antes te había atrapado ahora enviaba un chorro de agua hacia el cielo. Una vez fuera del agujero, nadaste para salir fuera de la corriente de agua y caíste a la calle de Siaram.

El sector estaba completamente diferente. Antes las calles estaban inundadas, ahora secas salvo por los enormes charcos que poblaban el suelo. El efecto de años de inmersión se notaba en las gastadas paredes de los edificios, pero parecía que el deseo de Elok, quien te había asignado la misión de restablecer la energía, se había cumplido... Los cables por los que Ertz y tú habíais avanzado al salir de Trovec brillaban con luz azul, creando corrientes de agua que surcaban el aire en dirección al sector de los ninjas.

No tengo otro remedio que mencionarlo. Noto la presencia de otro Biometal en esta zona... Y lo más probable es que él también me haya sentido a mí.

Miraste los edificios cercanos con precaución renovada, pero todo parecía desierto. Ni siquiera había soldados de Centra. Podías equiparte el Modelo P para evitar que el supuesto enemigo te localizara, o bien continuar con el L y tratar de "nadar" por el cielo, lo cual quizá te permitiera dejarte caer directamente sobre la aldea de Elok, e incluso limitarte a dejarte llevar hasta el sector de Trovec.

-Alto. El biometal ha detectado a otro en las proximidades.

Podría ser del que me había hablado Interruptor? Y si no era ese, podría ser otro. ¿El famoso Maestro? ¿Que poderes tendría? ¿Sería un ninja como sus vasallos de la ciudad? ¿Y eso que significaba, bombas de humo, invisibilidad y más shurikens-cohete? Y si era otro? Podría ser un francotirador. O algo con misiles. O algo malo para mí.

-Mmmmm... Sigamos explorando por la zona, pero estate al loro, quizá puede atacarnos de muy lejos. No estoy seguro de querer bajar, las calles de la ciudad son un sitio genial para tendernos una emboscada y con todo el barro no creo que sea fácil correr por ahí ¿Que viste que podía hacer el biometal que conociste?

Logre salir de la central y llegar a Siaram sin toparme con ninguna dificultad. Era un respiro, porque después de todo lo que había pasado allí pensaba que iba a ser más difícil abandonar ese sitio. Pude ver por un momento al portador del biometal de fuego. Quizás con el escenario adecuado y el modelo L podría contrarrestar su elemento, pero seguía teniendo un ejército de su lado…

La llegada al sector fue agitada. Cuando salí del corriente de agua lo primero que hice era comprobar si Ertz no había quedado en peor estado. Siaram había cambiado mucho desde la última vez. No era de extrañar, ya que había logrado activar el suministro eléctrico de nuevo. La diferencia que no me gustaba es que en ese sector resultaba que había otro portador de biometal… En ese momento todo el agua que ahogaba la ciudad circulaba por el cielo hacía Trovec. Podía ir directamente hacia allí aprovechando la corriente, pero Elok, el hombre del poblado me prometió una recompensa si lograba restablecer el suministro.

Iba a pasarme primero por el poblado de Elok. Podía usar las corrientes aprovechando que era de noche. Con un poco de suerte podría localizar al portador desde arriba también.

@Nuler:

-La portadora con la que me encontré era una reploide femenina -dijo Interceptor-. Llevaba unos guanteletes capaces de prender fuego a las cosas y machacar una placa de acero gruesa de un puñetazo.

Seguíais acercándoos al distrito de Gradim, de tejado en tejado, y ya estabais casi llegando a la frontera entre distritos, que sólo quedaba clara por la iluminación verdosa al otro lado de una calle y porque el suelo era seco y llano a partir de cierto punto.

Un momento. El Biometal que detecto se ha desplazado a una velocidad enorme. Ahora está... No está delante. Está en dirección contraria. Por donde hemos venido.

@Jural:

Los restos de Ertz no habían sufrido daños añadidos durante el accidentado viaje. Saltaste a la corriente de agua y surcaste el sector a toda velocidad. En un momento dado viste a un hombre con armadura verde y alas de energía saltar de un tejado a otro, en dirección contraria. Pero no estaba debajo de ti y no habrías podido alcanzarle sin delatarte, así que seguiste. Tuviste que saltar a un tejado, finalmente, y recorrer una serie de puentes muy peligrosos que se deshacían bajo tus pies entre los tejados, para llegar a la aldea.

-¡Lo has hecho! -exclamó una voz, cuando llegaste hasta allí-. ¡Has reactivado la corriente! Tardaremos un poco en secar esto, pero... Pero... Oh.

Elok había salido riendo, muy contento, pero se fijó en lo que llevabas en brazos.

-Siento que tu acompañante haya caído -dijo, incómodo-. Y veo que tu armadura... Ahora se parece a la que llevaba aquel hombre. Muchos han caído para hacer esto posible, también muchos de mi pueblo, así que entiendo cómo debes sentirte. Ven, te entregaré la recompensa.

Bajó al interior del edificio y te guió a través de pasillos llenos de algas y suciedad hasta una de las plantas más bajas.

-Es increíble ver este lugar seco -comentó Elok-. Increíble... Por cierto, hay alguien con una armadura similar a la tuya rondando por la zona. La suya es verde. Salvó a uno de nuestros niños cuando un puente se derrumbó, hace un rato. No debe tener malas intenciones. ¿Sabes algo de él? Pensé que quizá fuera amigo tuyo.

Llegásteis a una puerta enorme y rectangular, que no se abrió hasta que Elok colocó su mano robótica sobre ella.

-Antes no podía abrirse -explicó-. La cámara estaba completamente sellada... El interior está seco, ¿ves? Y esta es tu recompensa.

Te indicó lo que había sobre la mesa. Una especie de lata de aluminio y cristal, con una gran E negra dibujada. Un Tanque E. Contenía algo luminoso, no estaba claro si líquido o gas, que te recordaba a la energía que te había reparado en la planta energética.

-Se supone que si utilizas eso podrás reparar cualquier daño que sufras -explicó Elok-. Aunque sólo una vez, así que piensa bien como usarlo. También voy a abrir el Transervidor de esa pared. Si quieres viajar a algún sector lejano, esto te ahorrará la caminata.

Echaste un ojo al transervidor, aunque los únicos destinos posibles eran Troue y Yorem.

-Una reploide? Uish, que lastima me va a dar... Pero que coño... el biometal se ha puesto detrás nuestro en un pestañeo! ¿Como puñeta puede ser tan rápido? ¡Y hemos visto ni oido ningun propulsor de ninguna clase! Ponte a mi espalda, no quiero que me pille por sorpresa, aunque lo veo chungo, mmmmm... Vayamos a escondernos en el primer piso -(que no la planta baja)- de un edificio cercano.