@Senetyl[ I ], Lira[ ]:
-Bah, está bien, no hablaba en serio -Trydan abrió la garra y Agumon Hakase cayó al suelo. Parecía intacto, milagrosamente su piel no se había quemado, o quizá FlareRizamon tenía más autocontrol de lo que aparentaba.
-Supongo que los Digimon normales no lo tienen tan sencillo para evolucionar -adivinó Mafy-. Sin el RH para mandarles energía y eso. Los ToyAgumon tampoco digievolucionaron cuando nos enfrentamos antes a ellos... En fin, en cualquier caso, yo no confío demasiado en este profesor Agumon. Seguro que Kenji querrá hablar con él, pero si es tan listo debe ser más peligroso de lo que parece. Hay que mantenerlo vigilado... Tenemos que considerarlo un prisionero.
-Debo daros las gracias -dijo Thunderballmon-. Fui un estúpido al aceptar este proyecto... De no ser por vosotros, el edificio se habría derrumbado... En cualquier caso, teníamos un trato y es hora de cumplirlo. Vamos a la planta 18... FlareRizamon, Lekismon, tendremos que ir encima del ascensor y no dentro. Espero que no os importe. Agarraos fuerte al cable y no pasará nada, ya veréis como no es peligroso.
Con los tres Digimon encima, el ascensor se mecía como un columpio al bajar. Se detuvo en la planta indicada, donde había una planta entera llena de pizarras, extraños cubos de rubik y mesas por todas partes. Muchos Hagurumon flotaban por allí de un lado a otro, y también había unos cuantos Kokuwamon que habían debido huir desde el tejado.
Las pizarras estaban llenas de intentos de descifrar un código de cuadrados y convertirlos a unos curiosos símbolos que tampoco entendíais, de todos modos. Y en el centro de la planta, sobre una gran mesa cuadrada, estaba el Código. El Empresario caminó hacia él y los Hagurumon le abrieron paso.
-De acuerdo, aquí lo tenéis. Haced lo que tengáis que hacer.
-¿Eso es todo? -preguntó el Empresario, una vez que leísteis el Código-. Muy bien. ¡Hagurumon! Voy a marcharme una temporada. Estarás al mando mientras tanto. Permite que los Kapurimon vivan en la torre y dales toda la pizza que necesiten. Muchos de ellos eran ToyAgumon y me gustaría que volvieran a serlo pronto.
-¡Entendido! -replicó el Digimon al que se dirigía.
-Y ahora... Vamos a la zona de la que habéis salido -propuso el Empresario.
-Sí, es mejor que volvamos pronto -comentó Mafy-. Puede que los demás estén preocupados.
Un último trayecto en el ascensor os dejó a todos en la entrada del edificio. Agumon estaba silencioso, aunque no dejaba de mirar los RH con insistente interés. Mafy le había atado las largas mangas entre ellas para que no pudiera utilizar las manos. Por supuesto, seguramente podía escupir fuego o algo por el estilo, pero de momento no había intentado nada raro.
Salisteis del edificio y comenzasteis a caminar de regreso al Parque Científico.
-¿No veremos a ninguno de los Kapurimon que encontramos de camino hacia aquí? -preguntó Ilargi, mirando a su alrededor.
-Es demasiado tarde, estarán acurrucados durmiendo en alguno de sus escondrijos -explicó Thunderballmon.
-No son los únicos -comentó Mafy, refiriéndose a Draco, que roncaba en sus brazos-. Tengo que disculparme con él cuando despierte. No sé qué decirle...
-Le dejaste hacer lo que quería -gruñó Trydan-. No tienes que disculparte de nada.
-¿Tú crees? -el chico no pareció muy convencido.
Llegasteis a la entrada de la zona y la cruzasteis. Una tenue luz anaranjada salía de las puertas de cristal del edificio. Todo lo demás estaba muy oscuro. Os dirigisteis directamente hacia la entrada cuando... un fuerte sonido de pisadas en la oscuridad llamó vuestra atención. Estabais delante de la puerta, y el ruido venía de justo detrás de vosotros.
Al mirar, al principio no visteis nada. Pronto os fijasteis en un punto de luz roja que brillaba cada vez más, y también había algo en el suelo... Una especie de silueta roja, con forma más o menos humana, sobre la que aparecían cuadrados negros a toda velocidad, cambiando el patrón constantemente. Os sonaba haber visto aquello en algún lado.
El ruido se hizo más fuerte y pronto lo tuvisteis a la vista. No era un hombre, sino más bien una especie de androide, aunque partes de su cuerpo parecían humanas. El RH dio los datos rápidamente. Se trataba de Andromon, un Digimon más poderoso que los que habíais visto hasta ahora.
Su sombra seguía resultando muy llamativa. Aquel contorno rojo resaltaba muchísimo en la oscuridad, y los cuadrados negros, de diferentes tamaños, un poco parecidos a los de los códigos pero que os recordaban más a otra cosa. Os fijasteis en que a veces los cuadrados formaban letras comprensibles para vosotros, una especie de logotipo... ¿ERIDANI? ¿Qué era...?
Y entonces os disteis cuenta de dónde habíais visto aquello. El cielo del planetario se había vuelto rojo durante un momento antes del accidente, lleno de cuadrados negros cuyo patrón cambiaba, un patrón muy similar al que se veía en aquella extraña sombra...
Andromon se había detenido.
-¿Hola...? -preguntó Mafy, inseguro-. ¿Necesitas algo de nosotros? ¿A qué has venido?
-He-venido--- -a-eliminar-a-Kenji-Shinohara- -dijo Andromon, con voz extrañamente entrecortada-. ---Espada-espiral--
Levantó un brazo y la mano comenzó a girar como un taladro.
-¡Apartad! -exclamó Trydan. Ilargi y él empujaron al resto a ambos lados, sacándolos de la trayectoria del ataque. Una especie de onda de energía azul cruzó el aire y cortó las puertas de cristal horizontalmente, dañando también los marcos. Un segundo después, las puertas de cristal estallaron y Andromon comenzó a caminar sin prestaros atención, aplastando los cristales rotos con sus pies.
@Kiara[II ], Nenti[III], Rudy[II ], Suzu[III]:
El sonido de algo de cristal estallando despertó a todo el mundo con sobresalto. La mayoría de los niños se incorporaron y comenzaron a cuchichear entre ellos, a preguntar en voz alta qué estaba sucediendo.
-¿Qué ha sido eso? -exclamó alguien.
-¡Ha venido de abajo! -gritó Kenji, incorporándose y echando a correr-. ¡Algo va mal!
-¡Vamos, Narine! -gritó Nezu-. ¡Tomi!
-Puede que tengamos que pelear -advirtió Tomi-. Quizá Ogremon haya vuelto a beber agua...
-¿Y eso te preocupa? -se burló Nezu-. ¡Digimon, chicos, todos abajo! ¡Kenji, usted quédese atrás! ¡Nosotros nos ocupamos de lo que haga falta!
Y corrió hacia la salida del planetario.